Capitulo 20.
Cuando me destinaba a salir de la oficina a buscar algo que comer por primera vez en esta semana sola mi celular sono revelando el numero de Amir Garnet, confundida lo tome, me extrañaba su llamada ya que se había ido con su esposa.
-Te estoy esperando en la entrada- corta la llamada sin dejarme rechistar y con una sonrisa bajo en el elevador, al parecer alguien había perdido su oportunidad.
En la entrada de la empresa esta el chofer de Amir el cual al verme me abre la puerta y entro finguiendo seriedad, el al verme se lanza a mis labios, no me deja nisiquiera preguntarle que paso, devora mi boca con devoción mientras sus manos curiosas hacen que me siente sobre el, gimo cuando separa nuestros labios y veo que la camioneta ya está en movimiento, está tan deseoso que me contagia de su ánimo.
-Ala ¿Qué fue eso?- le pregunto y el solo besa mi cuello mienstras desabrocha los primeros botones de mi camisa, y ve con curiosidad mi brasier.
-Te necesito tanto mi reina…
-Pero Taylor…
No te preocupes por ella Falak, somos solo tu y yo- me vuelve a besar y yo me dejo hacer, la camioneta se estaciona a las afuera de un hotel y el chofer se baja de manera rápida.
-Pensé que ibas a pasar la tarde con ella- estoy feliz de que esté aquí conmigo, que me haya elegido a mi sobre su esposa.
-Se me había olvidado por completo que ella iba a ir mi reina, Alan va a pedirnos una habitación, pasaremos lo que queda de dia juntos- me promete y deja un beso en mis labios.
-Pero el trabajo…
-Eso no importa ahora mi reina.
Pase la tarde entre los barzos de Amir, me amo tantas veces que me sentía flotando, adoro cada parte de mi cuerpo, hizo promesas que no sabria si podía cumplir, pero crei en todas ellas, por un momento me permiti sentir, me permiti sentirme amada como nunca antes me deje llevar totalmente, me fue a dejar a mi casa, con la promesa de que pronto estaríamos solo nosotros dos, no quería hacerme falsas esperanzas pero esperaba que así fuera que el porfin entendiera que la mujer de su vida era yo.
Mi padre estaba sentado en el sofá fumando un porro mienstras a su lado Chay tenia lagrimas en sus ojos y la mejilla roja, trague saliva y entendí que mi cuento de fantasia había acabado, mi padre alza una ceja al verme y Chay trata de limpiar sus lágrimas pero era muy tarde, yo ya había visto su estado.
-Buenas noches querida- me dice mi padre y trato de sonreírle para aliviar toda la tensión del ambiente.
-Buenas noches padre- me acerco a el y beso su mano mientrass me siento a su lado tratando de aparentar que nada pasaba, éramos expertos en eso.
-Aquí tu madre, tuvo un comportamiento muy inapropiado hoy, no podía dejarlo pasar, entiendes verdad?- asiento mientras trago saliva- en esta casa no hay rameras, y la que quiera hacer lo que le de la gana tiene la puerta abierta- aunque sus palabras no iban dirigidas a mi así lo sentí, porque yo me estaba comportando como una ramera.
-Padre…
-Te he dado mucho tiempo para que acabes con el matrimonio de Taylor y Amir y aun no logras nada Katherine- me regaña pero si el pudiera ver todo lo que he avanzado.
-Padre,he estado dando mi emjor esfuerzo, Amir esta cayendo, solo me hace falta mas tiempo- digo mordiendo mi labio inferior nerviosa y el se para está furioso pero la tarea que me dió no es nada fácil.
-No me obligue sa meter mis manos en esto Katherine.
Se va de la sala, y cuando se que no esta cerca me acerco a Chay, la cual suelta lagrimas desconzolada aunque estuviéramos peleadas no me gustaba que estás cosas pasaran.
-Ahora que hiciste?- le pregunto y ella niega.
-Amenaze a una de sus perras, y yo soy la que pago las consecuencias- habla resentida, y niego, papá era de lo último, aveces solo aveces pensaba que mi padre era un idiota.
-Sabes que no puedes hacer eso- le digo secando sus lagrimas- eres la señora Mosses no puedes rebajarte Chay.
La dejo en la sala mientras me dirijo a mi habitación deseando que todo esto cambiara, muy dentro de mi había algo que quería salir de todo esto, irme lejos y solo ser Katherine, pero se me hacia extremadamente difícil, no podía abandonar a mi padre, el que había dado todo por mi, no podía ser una malaagradecida, solo tenía que aguantar más tiempo.
Al dia siguiente en la oficina Amir me informo que viajaríamos en dos días a Dubai a cerrar unos negocios, y pasaríamos una semana a mi me encantaba la idea y al parecer el también, quería pasar el mayor tiempo a sola con el, y Dubai era el lugar perfecto, nadie nos conocía y podíamos hacer todo lo que nos diera la gana sin miedo a que nos vieran y me fueran con el chisme a su esposa o a mi padre.
-Aquí tu madre, tuvo un comportamiento muy inapropiado hoy, no podía dejarlo pasar, entiendes verdad?- asiento mientras trago saliva- en esta casa no hay rameras, y la que quiera hacer lo que le de la gana tiene la puerta abierta- aunque sus palabras no iban dirigidas a mi así lo sentí, porque yo me estaba comportando como una ramera.
-Padre…
-Te he dado mucho tiempo para que acabes con el matrimonio de Taylor y Amir y aun no logras nada Katherine- me regaña pero si el pudiera ver todo lo que he avanzado.
-Padre,he estado dando mi emjor esfuerzo, Amir esta cayendo, solo me hace falta mas tiempo- digo mordiendo mi labio inferior nerviosa y el se para está furioso pero la tarea que me dió no es nada fácil.
-No me obligue sa meter mis manos en esto Katherine.
Se va de la sala, y cuando se que no esta cerca me acerco a Chay, la cual suelta lagrimas desconzolada aunque estuviéramos peleadas no me gustaba que estás cosas pasaran.
-Ahora que hiciste?- le pregunto y ella niega.
-Amenaze a una de sus perras, y yo soy la que pago las consecuencias- habla resentida, y niego, papá era de lo último, aveces solo aveces pensaba que mi padre era un idiota.
-Sabes que no puedes hacer eso- le digo secando sus lagrimas- eres la señora Mosses no puedes rebajarte Chay.
La dejo en la sala mientras me dirijo a mi habitación deseando que todo esto cambiara, muy dentro de mi había algo que quería salir de todo esto, irme lejos y solo ser Katherine, pero se me hacia extremadamente difícil, no podía abandonar a mi padre, el que había dado todo por mi, no podía ser una malaagradecida, solo tenía que aguantar más tiempo.
Al dia siguiente en la oficina Amir me informo que viajaríamos en dos días a Dubai a cerrar unos negocios, y pasaríamos una semana a mi me encantaba la idea y al parecer el también, quería pasar el mayor tiempo a sola con el, y Dubai era el lugar perfecto, nadie nos conocía y podíamos hacer todo lo que nos diera la gana sin miedo a que nos vieran y me fueran con el chisme a su esposa o a mi padre.