Capitulo 24
-Creo que me merezco un pequeño beso por comportarme como todo un caballero.
Dice el idiota en un tono que intenta sonar sexy, la verdad no me provocaba para nada besarlo, pero al mismo tiempo quería hacerlo para comprobar si lo que sentía con Amir lo podía sentir con cualquiera y yo solo estaba enredando mis pensamientos. Así que sin dudarlo me lance a sus labios y por supuesto Benjamín no desaprovecho la oportunidad que le estaba dando, el había esperado tanto por este momento que estaba segura que debería de estar flotando.
-Katherine- escucho el grito de Noelia y me separo de una manera rápida y brusca del idiota, mientras trato de sonreír como si nada estuviera pasando, cuando en realidad todo pasaba.
- Noelia- me rio un poco haciéndome pasar por una borracha, mejor que piense que estoy borracha a que soy una fácil, mejor que crea que el se estaba aprovechando de mi situación y no que yo lo estaba utilizando.
-Debemos irnos- su tono de voz es demandante y prefiero no preguntar nada.
Dejamos a Noelia en su casa mientras nos dirigimos a mi casa pensé en todo lo ocurrido la noche anterior y lo que más revolucionaba mi ser era haber tenido metido a Amir entre mis piernas cuando toda su familia estaba dentro de la casa, tenía que encontrar la manera de mantener a la odiosa de Amy a raya, no podía estar segura de que ella guardaría silencio era una rata, tenía que encontrar una manera de tenerla contenta y que su boquita estuviera cerrada, al menos hasta que yo decidiera que hablara.
Me baje de la camioneta cuando llegamos y entre a la casa, pero no me esperaba encontrarme a Amir sentado en el sofá hablando con mi padre de manera tranquila, mi padre me vio alzando una ceja mientras yo no podía creer que Amir me estuviera viendo en estas fachas, me colore de manera inmediata y este vio a otro lado mientras sonreía, Dios parecía una loca, no era la visión que quería que le quedará de mi.
-Buenos días, yo…
-Buenos días Katherine- dice Amir divertido y mi padre me ve mal, ya que no estaba bien que yo llegara a estas horas y mucho menos en estás fachas, había metido la pata hasta el fondo.
-Estas no son horas para que una señorita decente llegue a casa- me recrimina sin importarle que su invitado este escuchando todo y tenía que las cosas fueran más haya que unas simples palabras.
-Lo siento papa, se me hizo tarde- trato de excusarme para evitar lo que de seguro se me vendría cuando estuviéramos solos.
-Tranquilo amigo, están en la edad no está mal que se divierta un poco- le dice Amir tratando de calmar el ambiente y mi padre lo ve mal, no soportaba que nadie opinara sobre mi crianza.
-Ve a tu habitación Katherine.
Mi padre no me había castigado solo porque se había ido de viaje con mama, me dejo en la casa con mi nana, y por primera vez estaba contenta de estar sola en casa, podía traer a Amir las veces que quisiera y podía salir con él como yo quisiera y cuando quisiera, sabía que no estaba bien que hiciera todas esas cosas, pero estaba muy cansada de seguir dlas órdenes y hacer siempre lo que los demás querian que yo hiciera
Dormí todo el día cuando me desperté ya en la noche estaba un poco juguetona, así que me bañe y luego me puse un conjunto de lencería sexy, me tome varias fotos y se las envié a Amir, poniendo en un mensaje que necesitaba de su cuerpo. La repuesta de su parte no tardo en llegar robándome una sonrisa, siempre estaba tan disponible para mí que no entendía como su esposa no se había dado cuenta de lo que estaba pasando en sus narices, o era muy tonta o se hacía la loca con toda la situación, porque era imposible no notar que el tenía a otra.
Narra Amir.
Estaba acostado en la cama con Taylor a mi lado cuando sonó el celular indicando que habían llegando varios mensajes, pensando que eran de trabajo los abrí, me quede sorprendido al encontrarme con que eran de Falak, en donde me mostraba su cuerpo en una sexy lencería de color rojo que me puso a mil, ´´necesito de tu cuerpo´´ decía el mensaje sin pensarlo mucho respondí que ya la iba a buscar mientras me pare de la cama de manera rápida para cambiarme y salir en busca de mi chica. Cuando estaba en el closet buscando algo rápido que ponerme escuche la voz de Taylor y sabía que la había cagado.
- ¿Quién es la reinita?- pregunto mi esposa llegando a mi lado con mi celular en la mano, había tenido una equivocacion muy grande pero estaba caliente y lo único que quería era ir en busca de Falak ya después me las arreglaría con Taylor.
-¿Qué haces revisando mis cosas?- le pregunto furioso y ella chilla histérica, estaba tan cansado de sus chillidos, siempre terminaba con un tremendo dolor de cabeza
- Porque mierda te envía fotos semidesnuda y tú le dices que ya vas a ir- grita y ruedo los ojos, ella sabía la repuesta así que no entendía porque preguntaba.
-¿quieres que te responda?- sueno altanero y ella no se lo puede creer.
Ella tira mi celular contra la pared mientras sale del cuarto furiosa antes de que haga cualquier estupidez prefiero seguirla, ella sale al patio de la casa y veo como unas lagrimas bajan por sus mejillas y ruedo los ojos, Taylor es tan llorona, Dios amo a mi esposa pero a veces es muy dramática, tenía que ponerse los pantalones de niña grande y empezar a enfrentar que no todo lo iba a soluciónar con un par de lágrimas.
- No podemos seguir así- me dice y yo seco sus lágrimas, la amaba, no podía decir lo contrario ella era mi mujer y apesar de los años yo la seguía amando, pero no la soportaba.
-Tú no puedes seguir con esta actitud Taylor, no eres una niña para que andes llorando por cualquier cosa- le digo y ella se cabrea y me da una cachetada, me la merecía pero ya estaba cansado de que siempre ella terminara agrediendome.
- Tienes una maldita amante, ¿Cómo quieres que reaccione? ¿Qué te aplauda? No seas idiota- está fuera de si, y yo solo quiero que está conversación termine para ir en busca de Falak.
- Respétame Taylor- ella se ríe con ironía y niega, ya estaba más que cansado de toda esta situación con ella, todo eran problemas.
-Me iré, te dejare y me iré muy lejos de ti- entra a la cocina y resoplando la sigo, ella no se iría lo sabía, era solo una táctica para que yo le insistiera en qué se quedara pero ya estaba cansado de los malditos juegos.
-Eres una adulta y estas en todo tu derecho de hacer lo que se te venga en gana- le digo furioso y veo como ella suspira aun con los ojos cerrados, no se creía mi repuesta, ella solo esperaba que todo fuera como siempre pero yo estaba cansado de todo eso.
-Buenas noches- ambos nos sobresaltamos al escuchar a Amid hablar, eso sí no me lo esperaba no quería que nuestros hijos se enteraran de nuestros problemas
-Buenas noches cariño- le dice mi esposa a mi hijo tratando de fingir que nada está pasando, que todo está bien, ella era experta en eso.
-He despertado con mucha hambre, Dios no como nada desde ayer, en o que toque mi cama caí rendido- nos comenta y solo me limito a asentir y no me importaba ni un poco lo que tuviera para decir - Noelia se divirtió mucho en la fiesta, hizo buenas migas con los amigos de Katherine, aunque a mí no me caigan muy bien ellos.
-Me parece muy bien- le respondo a mi hijo y luego - me voy a la habitación, espero que descanses hijo.
-¿Qué le pasa?- escucho como le pregunta a Taylor pero no me quedo para escuchar su repuesta, tenía algo que hacer y ya no estaba para perder más tiempo.
Tomo mi celular que gracias al señor aun enciende y le escribo a Katherine que llegaba en 20 minutos, me pongo una ropa para salir rápidamente sin encontrarme con Taylor o algunos de las chicas, y lo logro sin ver atrás salgo de la casa en busca de mi reina, no la podía dejar con las ganas debía de complacerla en todo lo que ella necesitará.
NARRA KATHERINE.
Estábamos en mi nueva casa, la cual aun no había amoblado, Amir me llevo a la habitación, en donde comenzó a besarme de manera apasionadamente, pero notaba que su mente no estaba conmigo por más que me tocara, besara e incentivara había algo en el que no estaba al 100 conmigo, así que decidí separarme, no iba a permitir que me cojiera por compromiso.
-¿Qué te pasa?- el gruñe y hace que me siente en sus piernas, lo cual no dudo en hacer.
-Taylor vio los mensajes y monto un drama- parece cabreado y yo me aguanto las ganas de rodar los ojos.
-Lo siento no quería provocarte problemas en casa- mentira, era justo lo que deseaba, deseaba que Taylor lo dejara porque al parecer él no estaba listo para dejarla, quizás el problema no era ella si no el, que quería tener todo al mismo tiempo.
- No es tu culpa mi reina… yo debí de tomar mis previsiones.
Con eso me toma de las piernas y hace que me siente a horcadas sobre él mientras comienza a besarme de forma suave, me dejo llevar por sus besos y caricias y sin ni siquiera planearlo me encuentro desnuda sobre él, el cual esta mas que excitado, no sé qué me pasa esa noche, pero el sexo no es como siempre, esta vez es suave y delicado, como si le estuviera entregando una parte de mi, como si le estuviera regalando mi corazón a Amir Garnet, pero el al parecer no lo notaba, no veía lo enamorada que estaba era un idiota, porque hasta un ciego se podría dar cuenta de cómo lo miraba, de cómo lo trataba, con el todo era diferente, yo estaba empezando a amar a Amir Garnet.
Dos días pasan de manera rápido, dos días en donde el tonto de mi primo se encontraba en una depresión aunque él lo negara que Noelia se fuera ido lo estaba afectando y no solo su lado sentimental si no también su ego, se supone que era el que huía luego de acostarse con una chica, no que las chicas huyeran de él, yo estaba un poquito feliz porque la rubia se dió su lugar y antes de que el la desechará ella lo hizo primero, el karma existía y mi primo estaba pagando unas cuantas que debía
-Ya cálmate Amid- le digo ya cansada de su actitud.
-Tú no entiendes nada Katherine, como vas a saber lo que siento si nunca te has enamorado- me quedo callada aunque me provoca gritarle que si que estoy enamorada y su padre es el dueño de mi cuerpo y alma, pero me contengo, el no entendería nada y explicarlo era muy difícil.
-Eres un idiota, esto no es mi culpa- trato de calmarme y el solo rueda los ojos, por primera vez en mi vida no quería estar con el.
-¿no te dijo nada cuando la llevaste a su casa?- esa pregunta la había hecho tantas veces que ya estaba cansada de responderla.
-No Amid, no me dijo nada, no sé porque se iría y no es mi maldito problema, y si vas a seguir con esta horrible actitud es mejor que te largues de mi casa- le gritó ya cansada porque había llegado a mi límite.
Amid se va echando chispas, y yo me quedo sola y tranquila por fin, minutos después la puerta se abre y me giro esperando empezar de nuevo el mismo tema con Amid porque al parecer no daba tregua, pero me encuentro con Amir Garnet, luce un lindo traje azul y en sus manos lleva un ramo de rosas rojas, sonrió al verlo y me paro para guindarme de su cuello, no esperaba su visita pero siempre elo recibiría con los brazos abiertos.
-Qué bonita sorpresa señor- le digo dejando un beso en sus labios y él me sonríe causando que yo lo haga de una manera tonta.
-Siempre es un placer verte mi reina- me separa de su cuerpo y hace que dé una pequeña vuelta- exquisita como siempre- se deleita con la vista y yo lo dejo
-¿Y esas flores?- pregunto curiosa y el me da un beso en la frente.
- Pues para ti hermosa- me sonríe y luego se acerca y me las da- tan lindas como tú- mi corazón da un brinco por la felicidad que siento en este momento.
-Eres un adulador- el se ríe y me lleva a la cama sentándome en sus piernas.
-¿Cómo has estado?- me gustaba que siempre se preocupaba por mi, por como me sentía por si me hacía falta algo.
-Bien pero podría estar mejor- el sabe a qué me refiero pero se hace el loco.
-¿sí? ¿Cómo podría lograr que estés mejor?- me pregunta con coquetería y me acomodo de modo que quedo a horcadas sobre él, me encantaba estar en esa posición.
-Pues…- me muevo suavemente y beso su cuello- creo que tu sabes cómo- digo mientras llevo una de sus manos a mis piernas desnudas y el con una sonrisa me las acaricia erizándome.
-No, no sé, podrías decirme- besa mi cuello mientras sus manos no paran con sus movimientos sin atreverse a pasar a más, me acerco a su oído y dejo un beso para luego susurrar.
-Follame Amir.
Pareciera que un espíritu poseyera su cuerpo, no es el mismo Amir dulce que llego hace unos momentos, este Amir es sensual y descarado, me acuesta en la cama mientras él se para y empieza a quitarse la corbata, no puedo dejar de verlo, su imagen, su cuerpo, todo de él es de gran atracción para mí, era todo un monumento al cual uno debía de admirar.
-Últimamente esta muy traviesa nena- murmura y me voltea en la cama para bajar el cierre del vestido con agilidad.
Mientras quita mi vestido deja besos en mis hombros y caricias a su paso, mi piel esta erizada y toda yo estoy en expectación esperando que va a pasar, cuando mi vestido está afuera, me vuelve a voltear como si fuera una pequeña muñeca, toma su corbata y con ella amarra mis manos no se que decir y el solo sonríe mientras me ve de arriba abajo, me había dado cuenta que todas estas cosas le atraian que lo disfrutaba de sobre manera y yo no era nadie para decirle que no.
-Eres increíblemente bella, todo un monumento, una delicia para la vista.
Une nuestros labios en un beso apasionante, sensual que me pone al límite aun sin tocarme, baja sus besos a mi cuello mientras sus manos tocan mis senos sobre el sostén, me siento chorreando y esto aun solo empieza.
Cuando me estoy vistiendo para despedir a Amir mi celular suena de manera insistente lo tomo y veo con sorpresa el numero de Noelia, quiero declinar la llamada porque ella no merece que le responda luego de que abandono a mi primo, pero hay algo mas en mí que me obliga a convertirme en una buena persona y termino aceptando la llamada, quería saber el porque de su huida y si tenía algo que ver con mi primo.
-¿Hola?- digo como si no supiera quién es.
-Hola kathe, ¿Cómo estás?- escucho su voz y ruedo los ojos, quería que fuera al grano no una conversación estúpida.
-¿Qué quieres Noelia?- quizás sone un poco brusca pero Amid me tenía cansada con el tema para que ella viniera con rodeos.
-Necesito un favor tuyo.
Amir al escuchar el nombre de su sobrina hace menos ruido y dejando un beso en mi mano se va, ruedo los ojos porque por culpa de la ñoña no me pude despedir bien de mi hombre, esperaba que por lo menos lo que fuera a decir me interesará porque si no estaría muy cabreada.
-No creo que yo pueda ayudarte en nada…
-Katherine se que debes estar muy molesta conmigo porque deje a Amid sin ninguna explicación, lo entiendo, pero eres a la única a la cual puedo pedirle esto, no puedo volver a casa con mis padres, tampoco ir a casa de mis tíos, voy a volver a Londres pero necesito que me des alojo por algún tiempo. No lo hagas por mí, hazlo por Amid.
No lo iba hacer no por ella y mucho menos por mi primo, si no por mi misma, para demostrarle a Taylor que todos me prefería a mi, que su propia sobrina vino buscando apoyo en mi, prefirió venir a mi casa antes de ir a la de su tía, estaba segura de que cuando ella se enterara iba a caminar por las paredes y yo disfrutaba mucho sacándola de sus casillas.