Capitulo 12.
Estábamos en el avión de vuelta a Londres, no había cruzado palabras con el señor Garnet desde el incidente en el baño, yo necesitaba curar mi orgullo para luego volver al ataque, necesitaba unas horas más, Taylor no se despegaba de el, parecía garrapata, cosa que solo me hizo rodar los ojos, estúpida, si solo se enterara de lo que había pasado en ese baño pegaria el grito al cielo.
-Katherine- me llama Taylor y alzo la vista del libro enarcando una ceja.
-¿Dígame?- contesto de manera respetuosa porque mis modales estaban antes que cualquier cosa.
-Tu padre me ha llamado antes de que tomáramos el avión… su viaje se ha alargado, necesita que te quedes otra semana con nosotros, ¿estás de acuerdo con eso?- se que por dentro ella deseaba que yo dijera que no, pero no le iba a dar el gusto, me limite a sonreír.
-Pasar tiempo con mi primo favorito siempre está bien- toma esa perra, tendría que aguantarme una semana más.
El lunes me pare con una sonrisa, ya había sanado mi orgullo era hora de seguir con mi plan, me arregle con una sonrisa en la cara, no deje ni un cabello fuera de su lugar, cuando estuve lista baje a comer algo antes de salir, no sabía cómo es que iría a la universidad, así que mejor me adelantaba, llame a Abel el cual dijo que llegaría en 20 minutos, al entrar al comedor me encuentro a todos desayunando y riendo, trato de fingir una sonrisa y me siento en la mesa luego de dar los buenos días de una manera un poco tímida.
-Los llevare a la universidad hoy- dice El señor Garnet y veo la hora y niego con una sonrisa, el tenía que darse cuanta que no me hacía falta para nada.
-Lo siento señor Garnet, pero yo ya he llamado a mi chofer, debe de estar por llegar- le informo y el pone mala cara como si mi repuesta no le hubiese gustado para nada.
-Pues dile que yo los llevare- sonrió con ironía y niego, lo haría sufrir con mi indiferencia hasta que el fuera el que me buscará.
-No se preocupe, Amid si quieres puedes venir conmigo que pasen un excelente día- digo antes de pararme y salir.
Salgo del comedor con una sonrisa en la cara y solo me concentro el resto del día en las pruebas que tengo y en pasar todo con buenas notas, la verdad es que era una obsesionada con los estudios, quería que todo me saliera perfecto y mi primito no se quedaba atrás, era igual o peor que yo eso era una de las pocas cosas que nos unían.
En la hora de la comida fui a la cafetería con Benjamín siguiéndome los pasos, pero de igual manera él veía y le guiñaba el ojo a cada frígida que le pasaba por el lado, no lo soportaba para nada, busque una ensalada cesar que aquí preparaban muy bien, una malteada y luego fui a la mesa en donde habían ya varias animadoras y chicos del equipo de futbol, entre ellos mi primo el cual me sonrió al verme, yo le devolví el gesto porque el no tenía la culpa de los problemas que tuviera con su padre.
-¿te fue bien?- dice preocupado y asiento.
-Claro que me fue bien, ¿y a ti?
-¿aun dudas de mis dotes?- nos reímos y nos integramos en la conversación del grupo para pasar el rato, aunque sé que ninguno de los dos tolera mucho a estas personas que se hacen llamar nuestros amigos.
Aunque yo tengo un grupo aparte que Amid no soporta por cierto, pero me siento cómoda con ellos a veces, al terminar la escuela fuimos a casa de los Garnet, tenía que estudiar para los exámenes de mañana ya que estábamos en los finales y pronto se venía el cumple de mi primito y esa era una de las ocasiones en las que mi padre era flexible y me dejaba ir de fiesta, pero para eso tenía que llevarle puras buenas notas.
La semana paso entre insinuándome al señor Garnet pero alejándome cuando él quería llegar a mí, había leído que esa técnica nunca fallaba, hacia que me deseara mas, también tuve muchos exámenes que me tenían totalmente activa, y por fin llego el viernes, las clases se acababan la semana que viene así que por fin podría respirar en paz, y poner relajarme un poco.
Mi padre llegaría mañana así que este sería mi ultimo día en la mansión de los Garnet y bueno la verdad es que no deseaba irme, al menos no ahora, me arregle para bajar a comer, la verdad es que me gustaba siempre estar linda para mi futuro esposo, me puse un conjunto de falda y camisa color negro y unas sandalias bajitas color rojo, deje mi cabello suelto y baje para ver que comeríamos el día de hoy, la cocina de la casa era muy buena y siempre preparaban algo distinto y delicioso.
-Buenas noches Katherine- me dice mi primo y le sonrió.
-¿de donde sacaste esa buena actitud?- el solo rodo los ojos y vio su celular, como si tuviera algo importante que hacer.
-Saldré a comer con Amy, solo estaba practicando contigo, no te hagas ilusiones- ruedo los ojos, ya me aprecia raro tanta habilidad.
-¿me dejaras sola?- él se muerde el labio inferior y luego asiente, como si no le gustará la idea pero no tuviera de otra, para ser un desahogo lo veía muy al pendiente de la chica.
-Mi madre ha salido con las niñas, van a tener una noche de chicas con mi tía Rose, y yo bueno iré con Amy, imagino que mi papa te acompañara en la cena- aunque mostré una sonrisa triste por dentro estaba que saltaba en una pata, teníamos la casa para nosotros solos y todo podría pasar.
-Está bien, diviértete, y usa protección.
Después de que Amid se fuera era hora de ir al comedor, al entrar el señor Garnet ya se encontraba sentado mientras una de las chicas le servía la cena, me aclare la garganta y note como su mirada me recorrió de arriba abajo demorándose un poco más de lo normal en mis piernas, mi cuerpo no le era indiferente.
-Buenas noches, ¿aun estoy a tiempo de acompañarlo a cenar?- pregunto con educación y el me sonríe.
-Buenas noches Falak, puedes sentarte.
Los padres del señor Garnet se encontraban en los Emiratos Árabes y no volverían pronto, teníamos la casa para nosotros solos y las personas de servicio, pero ellos no eran importantes, me senté al lado del señor Garnet aunque eso no fuera lo adecuado, ese no era mi puesto si no el de su esposa, pero al parecer el no le tomo importancia y dejo pasar el hecho.
-¿ya no me evitaras más?- me pregunto y vi a otro lado, no podía creer que el hubiera notado cuáles eran mis planes.
-No sé de que hablas- me hago la loca era lo mejor en este momento.
-De que me has estadio evitando toda la semana Falak, y yo no soy un niño, no estaré detrás de ti, esperando la oportunidad adecuada- tomo un poco de agua y pienso en mi siguiente jugada, si tengo que tomar decisiones extremas lo hare, todo era válido en esta guerra.
-Yo… simplemente me quería alejar de usted, no quiero dañar su familia señor Garnet, pero se me hace realmente difícil, usted debería de empezar a colaborar- le pido y el me ve sin saber que responder como si estuviera analizando una por una mis palabras.
-Dejemos esta conversación para el postre.
La comida transcurrió en miradas lascivas y toques ´´sin querer´´ al terminar la comida nos trajeron el postre, un rico pastel de chocolate, lo comí de manera calmada sin dejar de verlo y él hacía lo mismo, al terminar de comer le dijo a las de servicio que recogieran todo y estaban libres, me pare de la mesa y el sonrió, no entendí que pasaba, era como si en la cena se hubiera convencido de algo, y no sabía si eso era alejarse totalmente de mi.
-Te acompaño a tu cuarto- dice siendo un caballero.
-No hace falta, no es como si me fuera a perder- le respondí algo pedante pero el al parecer lo dejo pasar.
Pero el no me prestó atención, me tomo por la cintura y me guio hacia mi habitación, podía sentir el olor de su piel y mentiría si les dijera que eso no me calentó, necesitaba sentirlo muy cerca de mí, piel contra piel, lo repito Amir Garnet tenía algo que me hacia volverme una perra que solo pensaba en sus manos en mi cuerpo, cuando llegamos a la puerta de mi cuarto me giro y me pego delicadamente a la pared, no sabía que se traía entre manos y eso me ponía nerviosa
-Dime que no sientes lo mismo que yo- con eso se restregó contra mí y sentí el bulto en su pantalón- no sé qué me pasa contigo Falak, pero no puedo sacarte de mis pensamientos- confianza y yo no puedo evitar sonreír, al parecer si estaba haciendo un buen trabajo.
-Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti- el acomoda un mechón de mi cabello y luego deja un beso en mi cuello que me hace suspirar- pero esto- nos señalo y luego niego- no podemos.
-Si podemos Falak, no quiero arrepentirme en un futuro por no estar junto a ti aunque sea de poquito- besa mi mejilla y sé que es lo que debo de hacer, tomar una decisión de lo más arriesgada con tal de obtener un premio mayor, habeses teníamos que tomar grades desciciones y estabers una de esas.
-Nadie se puede enterar de esto señor Garnet- el sonríe y abre la puerta de mi cuarto y me hace pasar, al parecer mi repuesta le encantó.
-Y por mi parte nadie lo hará Falak.
El comenzó a besarme mientras tiraba la puerta, lleve mis manos a su cuello y él sus brazos a mis caderas uniendo nuestros cuerpos, sabía que yo no cumpliría esa promesa y en el momento justo todos se enterarían de lo que teníamos y yo me convertiría en su esposa, no perdía la fe en ello, ya que así es como debian de ser las cosas.
Sus manos comenzaron a bajar mi falda con mis pantis y yo me deje hacer, llegaría hasta donde tendría que llegar con tal de conseguir lo que quería, empecé a desabotonar su camisa, mientras el subía mi camisa, cuando me tuvo desnuda y a su merced se alejo un poco para observarme, no me sentía avergonzada sabía que tenía un cuerpo digno de admirar y deje que él se deleitara, se acerco y empezó a besar mi cuello sus besos bajaron a mis senos robándome varios gemidos, mis pezones estaban erectos y mis senos se sentían pesados y mi sexo estaba húmedo, no se entretuvo mucho en mis pezones porque siguió bajando beso mis costillas y dejo una mordida que me hizo estremecer en ellas y los bellos de su barba rozando contra mi piel solo hacía que me pusiera más caliente.
Hizo que retrocediera hasta quedar sentada en la cama, no se detuvo con sus besos beso la parte frontal de mi vagina mientras acariciaba mis muslos sus manos comenzaron a desatar mis sandalias para luego proceder a quitármelas, me sentía sudada y excitada, necesitaba que me tocara en mi punto mágico, pero él se entretuvo besando mis muslos, sin que lo viera venir abrió mis piernas y paso su lengua por todo mi sexo para luego sonreír, causando un electro circuito en mi sistema nervioso, se sentía tan bien.
-Exquisita- murmuró viéndome fijamente.
-Por favor- suplique y el volvió a enterrar su cara en mis pliegues.
Me comió enterita mientras yo solo pude acostarme en la cama dejando mi cuerpo a su merced sus manos fueron a mi pezones los cuales pellizco y jalo causando una sensación entre el dolor y el placer exquisita no podía evitar mover mis caderas buscando mas contacto y enterrar mis manos en su cabello empujándolo a que me diera lo que quería y necesitaba, me sentía a punto de llegar, y mis gemidos iban en crescendo, necesitaba liberarme, pero entonces él se separo dejándome deseando mas, pero que estaba haciendo?
-¿Por qué?- el me hace un gesto para que guarde silencio, y percibo como hay movimiento en el pasillo, antes de que el pueda acomodarse para salir me paro y lo tiro en la cama, termino de sacar su camisa, y me siento en su abdomen, se qué lo estoy empapando con mis fluidos pero no me importa y al parecer a él tampoco, beso sus labios que saben a mí, mientras bajo sus pantalones, cuando logro liberarlo toco su erección causando que el gima, no era momento para que esto se terminará.
-Necesito estar dentro de ti- murmura en mis labios y con una sonrisa perversa lo llevo a mi agujero jamás explorado, sin pensar mucho en las consecuencias.
Si soy virgen, pero me sentía lista para dar este paso o quizás eran las hormonas, el me acomodo sobre él mientras con cuidado se iba introduciendo era grande y sentía como me estiraba, me mordí el labio muy fuerte, mientras el acaricia mi cuerpo con una mano mientras que la otra dirigía su erección, tenía que comportarme como una niña grande y complacerlo en todo lo que el deseara.
-Ala Falak, discúlpame por esto, después te recompensare.
De manera rápida me pone debajo de el, y besa mis labios mientras termina de introducirse, duele mucho, pero también siento placer, llámenme masoquista pero a mí me gustaba lo que estaba sintiendo, el empezó a moverse sin dejar de besarme, y pronto me empecé a mover con él mientras nuestras caderas chocaban y los gemidos se perdían en la boca del otra, me sentía tan cerca de llegar y no me contuve para nada, quería que el viera y se diera cuenta de la manera en como me ponía.
Toque las estrellas, la luna y hasta a Venus, Marte y Plutón y sentí como su líquido espeso se derramaba en mi interior y por primera vez desde que empezamos tuve miedo, porque aunque no hubiera estado con otro hombre antes sabía lo que significaba esto, y tener relaciones sin protección me traeria varios dolores de cabeza.