EL ESPERADO DESPERTAR
La frustración e ira de Tyler no podía mantenerse al margen por más tiempo y fue demostrada de forma peculiar en el campo de entrenamiento
Los puntos se movieron locamente mientras todo esto sucedía.
El instructor apretó con fuerza sus puños al ver lo que estaba sucediendo.
Finalmente, todo ruido cesó y el puntero se detuvo de golpe.
PUTOS RECOLECTADOS
7008
Objetivo
5000
¡TUN! ¡TUN! ¡TUN!
Replicó una alarma.
Mientras tanto Tyler y Bradley se encontraban cubiertos de sangre casi en su totalidad en medio de todos los que habían derrotado a puño limpio.
Este par con las pocas o nada de energía que les quedaban, aún se mantenían de pie en ese lugar.
Poco después su instructor se acercó quedando frente a ellos.
Y con una mueca de desagrado abrió la boca.
—Bien. Han logrado pasar la primera prueba lideral, ahora son oficialmente parte del proceso de cazadores. —
Esas palabras solo lograron ser completamente desagradable tanto para Tyler como para Bradley además de confusas claro, pero ambos sabían que no podía reclamarle como hubiesen querido.
—¿Esta hecho entonces? — Habló Tyler con un leve recelo luego de unos segundos de haberse mantenido en silencio.
Asintió el instructor.
—Si, por ende, los veo mañana temprano en su nuevo entrenamiento. Ahora deben irse. —
Luego de estas palabras les dio nuevas órdenes a otros reclutas.
—¡Todos ustedes limpien este maldito lugar! —
Cuando ya ese tipo se había alejado lo suficiente, Tyler y Bradley se dejaron caer al suelo completamente rendidos sin poder siquiera mover un músculo por ese incansable y estúpido juego durante más de cinco horas seguidas.
Estaba tan cansados que el tiempo pasaba tan lentos para ambos mientras tenían los ojos cerrados.
El primero en levantarse fue Tyler para dirigirse hacia la salida.
—Entonces. ¿Ya te marchas? — Habló Bradley hacia Tyler cuando aún mantenía sus ojos cerrados por el cansancio.
—Si — fue la respuesta de Tyler.
—Por un momento olvide que siempre fuiste así. Bien, entiendo. —
Tyler solo se encogió de hombros y se alejó.
—Fue genial, eh ¡Compañero! — Gritó Bradley en lo que agitaba varias veces su brazo en forma de despedida hacia Tyler.
Pero él ni se inmutó y continúo su camino.
Alguien en casa lo esperaba y debía volver con ella pronto.
Su cuerpo le dolía tan jodidamente que caminar ya se le hacia un martirio infernal, aun así, no se detuvo en ningún momento hasta llegar a su casa.
Al llegar y entrar lo primero que hizo fue revisar a su madre, a pesar de sus heridas y cansancio.
Entonces la vio, nuevamente seguía inconsciente en un sueño profundo.
Sin más que hacer fue hacia su habitación se quitó la ropa con sumo cuidado, todo su ser le dolía como nunca antes.
En cuanto estaba listo para irse a bañar sin querer vio su cuerpo en el espejo y notó como todo en él estaba cubierto de heridas leves profundas y tantos moretones como eran posibles de contar.
Frunció el ceño profundamente y se dirigió a darse una ducha, el baño demoró el tiempo suficiente como para limpiar todas y cada una de sus heridas.
Cubrió su cuerpo de ungüento y vendas para evitar infecciones incluso en los nudillos de sus manos.
Estaba por sentarse a la mesa a cenar cuando en el pasillo escuchó un leve gemido.
Sabía exactamente de donde venia ese sonido y corrió a la primera habitación.
Su rostro se iluminó cuando notó como finalmente su madre había despertado de aquel sueño profundo en el que había caído hace ya varios días atrás.
—¿Tyler? —
Al verla pronunciar palabra por fin, el chico solo optó por brindarle una pequeña sonrisa para luego abrir su boca con un tono de voz suave.
—Buenas noches, mamá. Te extrañé. —
…