Chereads / Don Vittorio / Chapter 24 - CAPITULO 24

Chapter 24 - CAPITULO 24

Ellis entró en su habitación, abrió su armario y se preguntó qué ropa sería apropiada para un almuerzo con su suegra. Ella no tenía mucha ropa a la altura de los Amorielle, de hecho, no tenía ninguna ropa que fuera razonable ni para almorzar con los funcionarios de la casa, tenga idea con la matriarca. Ella aún se esforzó al montar algunos looks con las ropas que solía usar en el trabajo de corredora, pero ninguna le agradó. ¿Y ahora, qué ponerse? pensó Ellis mientras observaba su ropa.

***

Jason observaba a Rocco que se mantenía cerca de la puerta de la casa casi como una estatua esperando a Ellis para llevarla a almorzar con Antonietta. Sin embargo, la pose de estatua se deshizo cuando apareció Ellis usando unos jeans, blusa de correa blanca y los cabellos atados en cola de caballo, algo que sorprendió hasta a Jason.

- ¿Aún no te has arreglado? - preguntó Jason señalando a su hermana.

-Si la señorita Barker quiere, yo aviso a la Señora Amorielle que tuvo un imprevisto y aguardo vestirse. - Explicó Rocco.

- Yo me arreglé. - Respondió Ellis apuntando para usted. - Estoy lista para el almuerzo con la suegra.

- Hermana... pero así...

— Entiendan una cosa, el señor Amorielle me pidió en casamiento. - Comenzó Ellis mostrando el anillo en su dedo. - Es porque a él le gustó mi manera y así será.

- ¿Puedo hacerle una pregunta, Señorita Ellis? - ¿Pidió Rocco.

- Hazlo, Rocco. - Está de acuerdo Ellis.

- ¿Tiene gafas de sol?

- Sí, ¿por qué? - Cuestionaste a Ellis cruzando los brazos.

- Porque la señora lo necesitará. - Respondió Rocco abriendo la puerta y mostrando el hacinamiento de paparazzi del lado de afuera.

***

Flashs, preguntas absurdas y mucho empujar-empuja entre las personas que rodearon la casa de los Barkers aquella mañana, algo que dejó a Ellis extremadamente incómodo, diferente de Jason que saludaba a todos mientras observaba a su hermana luchar para entrar en el vehículo estacionado a pocos metros de la entrada. Así que Rocco cerró la puerta es que Ellis pudo respirar, aliviada.

- ¿Por qué está esta gente aquí? - ¿Interrogaste a Ellis cuando se quitaba las gafas de sol. - ¿Qué quieren?

— Usted. La señorita está comprometida con uno de los hombres más ricos de Nueva York. - Respondió Rocco que ya había conseguido tomar su lugar. - Sin duda eso atrajo la atención de todos interesados en la vida del señor Amorielle.

***

Smith abre la puerta de la oficina del Comisario con toda su fuerza, prácticamente tirando su teléfono sobre la mesa de su jefe.

- Buenos días a ti también, John. - Habló el Comisario mientras miraba el celular sobre tu mesa.

- Ve y di que es coincidencia. - Dijo Smith mientras apuntaba a su celular. - Ellis Barker se casará con Vittorio Amorielle.

— Ellis...? Yo debería saber quien es esa joven? - Comentó el Comisario encogiéndose de hombros. - No sabía que seguías estos sitios de chismes...

— Ellis Barker es la hermana de Jason Barker. Jason era mi caso... Yo era su oficial de libertad condicional, ¿recuerdas? - cuestionó Smith. - Y tú me sacaste de ese caso que me llevaría hasta ese mafioso. ¡Te dije que los Barker estaban involucrados con ellos! ¡Y no me creíste!

- Cálmese, Smith. siéntese y dígame lo que quiere... - Pidió el Comisario apuntando en dirección al asiento delante suyo.

- No. - Rechazaste a Smith, trastornado. - Quiero que me pongas de nuevo en este caso.

- No. - Negó el Comisario.

- ¿No? me sacaste porque no viste suficientes pruebas para mantenerme en contacto con ellos. Bueno, aquí está la prueba. Ponme de vuelta con Jason.

- No, eso no será posible. - Rechazó al Comisario cruzando los brazos.

- ¿Por qué no? - preguntó Smith, en serio. - ¡Es el trabajo de mi vida!

- Créame, no querrá que esto se haga realidad. - Argumentó el Comisario.

- ¿Qué es eso?

- Smith, ¿tiene familia... hijos? - ¿Preguntó el Comisario mientras caminaba hasta su puerta y la cerraba.

- No, señor. - Respondió Smith.

— Yo estoy casado y tengo tres hijos adultos. - Comenzó el Comisario volviendo a su lugar: - Y faltan seis meses para mi jubilación... Le prometí a mi familia que tan pronto como me retirara todos iríamos de vacaciones a Hawaii. Las vacaciones que me pasé la vida prometiendo a mis hijos, mi esposa y nunca pude cumplir, porque esto era el trabajo de mi vida. Ese trabajo casi destruyó mi familia que es mi vida. Ellos son mi prioridad, Smith. Y después de ellos, cada uno de mis hombres, incluyéndote a ti.

- No lo entiendo...

— En los próximos seis meses no quiero perder a ninguna persona que tenga el más mínimo aprecio. Y he hecho de todo para mantenerlo así. - Continuó el Comisario.

— ¿Así que harás la vista gorda a cualquier acción de los criminales para no perder a nadie? - Cuestionó Smith, sin creer en el discurso de su jefe. - Comisario, pero alguien está saliendo perdiendo... y en este momento es la población. Si nosotros combatimos el crimen, ¿quién irá?

- Pero nosotros estamos combatiendo el crimen. - Afirmó el Comisario levantando el tronco hacia el subordinado.

- No, estamos atrapando peces pequeños mientras dejas que los tiburones se apoderen del océano! ¿Y por qué? ¿vacaciones en Hawai?

— Por mi vida, Oficial. Y por la suya también. - Rebatió al Comisario, irritado. - Smith, usted es un gran profesional, pero tiene que aprender que hay momentos para retirarse... Momentos en los que debes renunciar a lo correcto para que puedas vivir un día más. Y deseo vivir más días junto a mi familia.

- ¿Mientras que las víctimas de estos criminales? No tienen ese derecho? - Preguntó Smith.

— Te dejaré responder esas preguntas cuando seas el Comisario. - Respondió el jefe de Smith que echó la cabeza para el lado sin entender. - Smith, tengo la intención de recomendarlo para mi puesto en esta comisaría.

- Señor, gracias por considerarme. - Dijo Smith, sorprendido.

— Pero para eso, necesito que usted haga solo los casos que yo solicite. - Informó el Comisionado. - Después, cuando estés sentado en ese lugar, haz lo que quieras. ¿Entiendes?

- Como quiera, señor. - Dijo Smith antes de salir de la sala. - Gracias por la oportunidad, señor.

El oficial salió de la sala, pasó por el sargento Cetraro que no resistió y comenzó a caminar del lado de John que se sentó en su lugar observando a Cetraro sentarse frente a él:

- ¿Qué desea, sargento? - preguntó Smith con cara de pocos amigos.

— Felicitarte por el nuevo puesto. - Respondió Cetraro mientras tomaba una hoja de papel en la mesa de Smith para amasarla hasta convertirla en una bola. - Pronto será el nuevo Comisario.

- ¿Empezó a oír detrás de la puerta, Sargento Cetraro? - Interrogó a Smith encarando al sargento.

— No... - Negó a Cetraro mientras se reía. Lanzó la pelota al aire y luego volvió a coger: - No lo necesito. Siempre estoy muy bien informado. Y te diré algo más: deberías estar agradecido conmigo.

- ¿A ti? ¿Por qué estaría agradecido contigo? - Preguntaste a Smith arqueando la ceja.

- Porque yo hablé bien de ti. - Respondió Cetraro. - Y como una forma de recompensar por tener cuidado tan bien del cuñado, lo mínimo sería ese cargo.

- ¿De qué estás hablando?

— Estoy hablando de recompensa por servicio prestado. - Respondió Cetraro lanzando la pelota hacia Smith. - Sigue así y serás recompensado cada vez más. Por cierto, si puedes dejar de lado tu obsesión con Vittorio Amorielle, sé que habrá más cosas buenas en tu vida.

- Entonces eres uno de ellos, ¿no? - preguntó Smith. - ¡Debería arrestarte ahora mismo, bandido!

— ¿Arrestarme por qué? ¿Por felicitarlo? - preguntó Cetraro señalando a sí mismo con cara de ofendido. - No sabía que era un crimen felicitar a alguien por su ascenso.

- Escuche bien lo que voy a decirle y repase... - Comenzó Smith. - No voy a descansar hasta que ponga las manos en Vittorio Amorielle, eso se lo aseguro.

- Entonces prepárate, John Smith. Porque todo lo que él da, él quita. Y no estoy citando biblia. - Dijo Cetraro antes de levantarse de su lugar.