Chereads / Don Vittorio / Chapter 26 - CAPITULO 26

Chapter 26 - CAPITULO 26

La cocina de la mansión era del tamaño de la casa de Ellis, eso es lo que concluyó cuando entró en la habitación blanca con mármol en todos los lugares posibles e imposibles. La mirada sorprendida de la morena no pasó desapercibida por la matriarca de la familia Amorielle que giró los ojos mientras pensaba en el tipo de persona sin clase y malvestida que el hijo se casaría.

— Ven, querida, vamos a la tribuna. - Pidió Antonietta al mismo tiempo que caminaba en dirección a la isla central de su cocina. - Mi jefe de cocina fue a buscar la carne de oveja, mientras tanto nosotros haremos el Mise en lugar de los ingredientes.

- Mise, ¿qué? - preguntó Ellis levantando la ceja.

— Mise en place, querida. - Repitió Antonietta controlándose para no voltear los ojos ante la ignorancia de Ellis. Ella puso sus manos sobre la encimera y luego comenzó a explicar: - se pronuncia "Miz an plas", vamos a organizar los ingredientes de la Zuppa all'omertà que voy a enseñar a usted, así como mi suegra me enseñó y su suegra la enseñó y pasó por todas nosotros, hasta llegar a usted. Y para tener éxito, necesito que entiendas que esta etapa es esencial para eso. ¿Te imaginas si en medio de la receta que lleva horas, terminas olvidando algo? Ya era todas las horas gastadas en ese plato.

— Ah entendido, entonces vamos a separar los ingredientes igual que aquellos videos de receta, donde todos los ingredientes están picados, molidos... Está bien. - Dijo Ellis emocionada. Ella caminó hasta la tribuna y tomó el delantal, colocándolo sobre su cuerpo.

- Ellis, ¿entiendes a qué tipo de familia perteneces? - preguntó Antonietta.

—Sí, una familia de la mafia. - Respondió Ellis, en serio. Ella se volvió hacia la bancada apuntando para todo lo que está en ella mientras decía: - Y probablemente todo aquí posee un significado.

— Sí, querida mía, cocinar y organizar crímenes han estado siempre juntos, al menos con la Mafia - desde su fundación, en la propia Sicilia. Alrededor de la mesa, comiendo y bebiendo, jefes de las "familias" impusieron la omertà, la ley del silencio, hicieron sus propias leyes y planearon Vendetta, venganza. ¿Sabes lo que significan esos términos?

- Nada, pero haré de todo para aprender. - Aseguró Ellis.

— Ellis, comidas para nuestra gente, es casi una liturgia. El pan... - Comenzó Antonietta mientras sostenía el pan: - simboliza la unión, la sal , el coraje... El vino representa la sangre y el ajo, el silencio. Todos ellos juntos en una mesa ejercen lo que denominamos el diritto di morte, una forma de sentenciar a quien ellos querían.

- ¿Con sentenciar, usted quiso decir...? - Preguntó Ellis temerosa con la pregunta que estaba en su garganta.

— Matar. - Completó Antonietta que asintió con la cabeza afirmando. Ella tomó el pan y el ajo y continuó: -Don Marco, mi esposo, cuando ordenó a Dottore Grecco que diera fin al jefe de la familia Lucchese, Liggio Lucchese. Mi marido partió el pan en seis pedazos y lo frotó en el ajo, le ofreció un pedazo a Dottore, otro pedazo a Giuseppe Denaro, los otros tres a sus otros asociados, guardándose uno para sí mismo. Todos, al mismo tiempo, sumergieron el pan en un plato lleno de sal. Y al día siguiente, se cumplió la sentencia de Liggio y así fue el final de la familia Lucchese.

- Nuestra... - Soltó a Ellis, sorprendida con el relato y más aún con la calma como Antonietta había contado.

— Pero no te preocupes. La comida también es una forma de expresión de amor. - Continuó Antonietta para suavizar el clima en su cocina. - Si un Don entra en la cocina para preparar un plato especialmente para ti, debes saber que significa que te ama. A pesar de que aprenden y son excelentes chefs, los Chefs no tienen mucho tiempo para su familia, mucho menos para su esposa. Así que aférrate a lo poco que ofrece, eso significa entrar en la cocina por ti.

- Anotado. - Respondió Ellis. Ella se mordió los labios y entonces decidió preguntar: - ¿El padre de Vittorio cocinaba para la señora?

— Él cocinó dos veces para mí en treinta años. - Responde Antonietta, seria. - En nuestra luna de miel y cuando Vittorio nació. Así que no se sorprenda cuando Vittorio no tenga tiempo para usted, él es un Don y usted nunca será la prioridad para él. Aprenderás a renunciar a tu vida por tu familia.

Ellis miró a la señora frente a ella. Sin duda ella debe haber abdicado mucho por aquella familia, mucho más de lo que la joven podría suponer. Sin embargo, las palabras de Antonietta solo le dieron a Barker más certeza de que aquel no era su lugar.

— Bueno, vamos a empezar a organizar los alimentos, pues cada minuto cuenta en ese plato. - Dijo Antonietta rompiendo el silencio entre ellas: - Espero que sepa cortar verduras. Este plato lleva muchas verduras sicilianas: alcaparras, alcachofas, brócoli, calabacín, tomates, pimientos y habas. Necesitan estar muy bien preparados.

— Ah, en cuanto a eso no te preocupes. - Dijo Ellis sonriendo. - Cuando creces sin una madre y con un hermano menor, te conviertes en una madre. Y si hay algo que he aprendido muy bien es cortar las cosas... y me identifico un poco con lo que usted ha dicho.

- ¿En serio? - preguntó Antonietta, sorpresa.

— Sí, mi padre trabajaba y no tenía tiempo para cocinar y mi hermano necesitaba ir a la escuela, así que las tareas siempre me quedaron a mí.- Respondió Ellis con sinceridad. - Entonces renuncié a algunos sueños y oportunidades por ellos. Y lo hago hasta por mi hermano. Así que sí, sé lo que es renunciar a algo por la familia.

— Está bien, Barker. Sepa que ganó algunos puntos conmigo. - Dijo Antonietta mientras intentaba disfrazar la admiración por la joven. Ella entregó el cuchillo para la joven y dijo: - Veremos cuánto aprendió hasta ahora.