Chereads / Don Vittorio / Chapter 22 - CAPITULO 22

Chapter 22 - CAPITULO 22

La cena corría normalmente. Curiosamente Eleonora había cambiado de lugar y se había quedado al lado de Antonietta que conversaba animada con la ex nuera. Pero aquello no atrajo atención de Vittorio. Además, ningún asunto tratado por sus invitados. Todavía se mantuvo durante mucho tiempo sentado con ellos, pero al final dio la excusa que estaba cansado y se retiró a sus aposentos. Arrancó la ropa y se acostó desnudo en su cama mientras permitía dejarse llevar por sus pensamientos. Sus pensamientos vagaban de vuelta al exterior, a los ojos de Ellis, labios y la forma en que ella lo miraba...

Su mirada asustada al ver a su hermano en la oficina. Al recordar esa parte, él se sentía muy arrepentido. No quería llegar a ese punto, pero ¿qué elección le había ofrecido? Tal vez si ella fuera más flexible, él no habría llegado a ese punto, pero no, ella siempre tenía que ser terca... ¿Por qué no podía ser más amable? ¿Por qué no le obedecía? Todos usaban el sentido común delante de él, pero ella... Ella siempre conseguía llevarlo al máximo. Y él acababa mostrando su peor lado. Aunque él no quisiera, cuando veía, ya se dejaba llevar como Don Vittorio para ella que se alejaba cada vez más. Pero, ¿por qué quería impresionar, Ellis? Ella le debía, entonces ella debía impresionarlo, ¿verdad?

- ¿Vittorio? - ¿Llamaste a Antonietta antes de entrar al cuarto de su hijo. - ¿Estás despierto?

- Sólo un momento, mamá. - Pidió Vittorio cubriéndose con la sábana.

- No hay nada ahí que yo ya no haya visto. - Comentó la madre acercándose. Ella se sentó en la punta de la cama y dijo: - Sus invitados ya fueron...

- Gracias por la cena y por ser la gran anfitriona de siempre. - Agradeció a Vittorio sonriendo a su madre.

- Sí, pero pronto quien lo hará será su novia... - Dijo Antonietta levantando el dedo hacia su hijo. - Creo que está lista para eso.

- Ella estará, pues tendrá la mejor maestra... - Comentó Vittorio sosteniendo en la mano de la madre.

- Ella no necesitaría tener maestra alguna si ella ya fuera parte de eso...

- Mamá...

- Vittorio, por favor. Por favor, dime por qué. ¿Por qué ella? - preguntó Antonietta, en serio.

- Ah, Doña Antonietta... - Empezó Vittorio respirando hondo. - ¿Por qué importa?

- Porque ella es la próxima señora de esta casa y la mujer del Jefe. ¿Ella lo sabe?

- Obvio, mamá. Ella escuchó mi discurso, así como todos, incluyendo a la señora.

— ¡Imposible! Ella no debe entender la importancia de esto y tú tampoco. - Afirmó Antonietta, levantándose. - ¿No tienes idea de cuánto estás arriesgando la vida de esta joven y por qué? ¿por amor?

- Por lealtad. - Respondió Vittorio, tranquilamente.

- Lealtad?

— Sí, mamá, lealtad. - Reafirmó Vittorio levantándose. - Ella es leal a mí y eso es lo que necesito ahora. No puedo casarme con ninguna hija de esas familias, pues desconfío de todos. Todos ellos pueden estar involucrados en la muerte de mi padre. Sin embargo, usted tenía razón y yo necesito asegurar mi descendencia. Entonces, nada mejor que una esposa neutral para hacer eso. No necesito una esposa de la que sospeche a cada paso que dé.

— ¿Por eso se separó de Eleonora? ¿Por temer a su familia? - Preguntó Antonietta, sorpresa. - Mi hijo, Eleonora no sería capaz de hacer ese tipo de cosas.

- Ahí es donde usted se equivoca. - Rebateu Vittorio apuntando con el dedo a su madre. - Ella no es sólo capaz como lo hizo.

- ¿De qué estás hablando?

-Eleonora era informante de Tommaso Greco. - Reveló Vittorio.

- ¿Cómo lo sabes?

***

Hace dos años atrás...

La enfermera terminaba de cambiar el vendaje del hombro de Vittorio cuando Eleonora entró en los aposentos de su novio que acababa de volver a casa. El muchacho sonrió al ver finalmente el rostro de su amada después de tantos días del atentado que había matado a su padre.

A pesar de las palabras de su padre, al ver a la joven allí , sintió que era hora de llevar la relación adelante. Después de todo, ella estaba a su lado en el momento más difícil de su vida. Él le guiñó un ojo a la enfermera con quien había armado un plan. La empleada salió, dejándolos a los dos solos.

- Hola, querido. - Dijo Eleonora poniendo su cabello rubio detrás de la oreja, demostrando estar nerviosa delante de su novio. - ¿Cómo estás?

— Estoy bien, mi amor. - Respondió Vittorio sonriendo a su novia. Él golpeó en la esquina de la cama a su lado y pidió: -Ven, siéntate aquí... Te echo mucho de menos.

Ella caminó lentamente hasta que se sentó. Él le tendió la mano a su novia, pero ella evitó sostenerlo mientras lo miraba, en serio.

- Me pediste que me llamara... ¿Qué pasa? - preguntó Eleonora mirando a Vittorio.

- Sí, creo que necesitamos hablar... sobre nosotros. - Dijo Vittorio.

— También creo que ha llegado el momento. - Estuvo de acuerdo Eleonora. Ella limpió las lágrimas que intentaban bajar por su rostro mientras decía: - Yo sé que me alejé de ti después de lo que pasó... y creo que tú mereces una explicación.

— Hey, relájate. Todo está bien. - Vittorio aseguró sosteniendo la mano de Eleonora. - Te entiendo perfectamente. Sé que actuaste así porque pensaste que me perderías...

Ella entonces se permitió llorar al escuchar las palabras del novio que la tiró contra sí, abrazando a la rubia.

— Está bien. Sobreviví, mi amor. Estoy aquí. - Dijo Vittorio abrazando a la novia , al mismo tiempo que gesticulaba para que la enfermera trajera la caja de terciopelo negro guardada en su armario.

En aquella caja estaba nada menos que el Graff Pink el anillo de diamante rosa de 24,78 quilates, considerado uno de los más bellos jamás encontrados y uno de los más caros, pues Vittorio desembolsó en la subasta el valor de 46 millones de dólares. Sin embargo, para el muchacho no era nada cercano a la felicidad que él imaginaba tener al lado de Eleonora.

- Vittorio, tengo que decirte... - Comenzó Eleonora que se alejó del abrazo del novio. - Que lo siento...

- Está todo bien, amor. - Repitió Vittorio saludando a la enfermera que se acercó a ellos. - Y para probar eso...

- Vittorio, ¿qué es eso? ¿Qué estás haciendo? - preguntó Eleonora, sorpresa.

— Probando mi perdón... - Respondió Vittorio mientras tomaba la caja de las manos de la enfermera. Él la abrió y le mostró el anillo a Eleonora. - Y amor a ti. Eleonora, ¿quieres casarte conmigo?

- No! - Rechazó a Eleonora para sorpresa de Vittorio. - Quiero decir, yo quiero casarme contigo, pero no así... No con lo que he guardado...

- ¿Qué quieres decir, Eleonora? ¿Qué estás diciendo? - preguntó Vittorio, confundido. - ¿Quieres o no casarte conmigo?

- Quiero, pero no sé si después de saber lo que yo sé, tú también querrás... - Dijo Eleonora.

- ¿Qué sabes? ¿Es sobre el ataque? - preguntó Vittorio tratando de levantarse.

- Señor, no haga eso. - Pidió la enfermera.

- Sal, déjanos a solas. - Ordenó Vittorio, en serio. - Dime, qué sabes, Eleonora.

- Sé quién está detrás del ataque. - Reveló Eleonora. - Sé quién es el responsable.

- ¿Quién? - preguntó Vittorio, curioso. - ¡Diga!

- Tommaso Greco. - Reveló Eleonora rápidamente, haciendo que Vittorio risse.

Tommaso Greco era hijo de uno de los mejores amigos de Don Marco, además de ser como un hijo para su padre. De hecho, lo trataba hasta más como un hijo que su propio hijo y era por eso que Vittorio rió delante de la absurda revelación de Eleonora que continuaba seria.

-En serio, Vittorio. - Dijo Eleonora. - No solo él, pero hay otros con él. Domenico Wild fue uno de los que...

- ¿Y cómo lo sabes? - preguntó Vittorio, en serio.

- Porque tenía una aventura con él. - Respondió Eleonora.