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Chapter 3 - Capitulo 3: Nace un Demonio

Tras un buen rato de búsqueda en la calle y buscando por Internet; Shin finalmente habría llegado a un lugar donde podría encontrar la máscara que necesita…

Era una tienda de nombre ''Arakusan''; y no es una de mala muerte o que estafe. Al menos así lo cree el pelinegro porque no detecta ningún olor en el lugar o en la dueña del mismo que le recuerde a ese lugar de peleas clandestinas.

La mujer de mediana edad tenía muchas cosas para disfraces. Mascaras sin diseños de todos los colores, con o sin agujeros para los ojos y la boca. Otras mascaras con diseños. Pelucas de todo tipo y colores. Ropa que sirve para hacer disfraces y un montón de materiales para hacer disfraces.

Shin miraría a las máscaras sin diseños, específicamente a las que no tienen agujeros en los ojos y la boca. Agarro una blanca y se la puso para probarla, esta le tapaba toda la cabeza y el cabello hasta la base del cuello. Shin debía admitir que podía ver bien con ella. La zona de los ojos, a pesar de no tener agujeros, permite ver bien, aunque con algo de blanco. Pero con él… Podía ver con normalidad y sin algo de blanco en su vista, como si no llevara nada puesto.

¿Sera parte de su visión mejorada? ¿Puede ver con más claridad a través de cosas transparentes aun con color? Es posible… ya ahora no debería sorprenderse.

-¿Cuánto por la máscara?*Pregunto Shin quitándosela. Esta le servirá.

-2.000 Yenes…*La mujer hablo con simpleza*. Si quieres una con un diseño en específico, yo te la puedo hacer, pero te costara 6.000 Yenes… Te doy la oferta de dejártela en 3.000 Yenes con diseños, solo si lo haces tú.

-Vale, la decorare yo mismo…*Shin sabía que ninguna mascara de este lugar tenía el diseño que tenía en mente, por lo que no le molesta hacerlo él mismo. Además que las máscaras de demonio de este lugar y otros se ven más como una burla, ni lo asustan o incomodan.

-¿Algo más?*Pregunto la mujer.

-Hmmm…*Shin miraría por el lugar hasta que visualizaría a un maniquí con una gabardina negra de buen diseño*¿Cuánto con la gabardina de allí?

-10.000 Yenes…*El joven miraría a la mujer con algo de duda, y esta se acercaría al maniquí con la gabardina*. Esta gabardina no es una cualquiera. Es una combinación de varios suéteres y camisetas, junto con unas capas que sirven contra el frió incluso en Diciembre. También es perfecta para la lluvia e incluye una capucha. En otros lugares o en el Centro Comercial te la venderían desde 50.000 Yenes a 100.000 Yenes por su gran calidad. Pero yo te la vendo a 10.000 Yenes. Además, puedes usarla incluso en Verano y esta no te dará calor. Es cómoda incluso para dormir.

-Podrías cobrar más por eso si las vendes a precios similares a los que dijiste…*Shin decidió poner a prueba la humildad de esta señora y detectar alguna clase de mentira en su oferta, siente que tiene el instinto de descubrir a los mentirosos.

-Solo tengo 10 de estas conmigo ya que me las dio un contacto, y…*Ella lo pasaría a ver con una media sonrisa*. No soy caprichosa chico. Me queda menos de la mitad de vida y esto es lo más cercano que he logrado al sueño que tenia de ser una gran diseñadora de modas. En Halloween subo los precios un poco porque vienen muchos clientes y con los ocasionales en estas fechas prefiero vender barato y acumular solo para lo primordial del día a día.

-Oh. Ya veo…*Shin no detecto ningún deje de mentira o malicia engañosa en su ser. Se notaba que tenía un gran sueño y las circunstancias no se lo permitieron, terminando con tener solo esto*. Entonces… Me lo llevo…*Dijo sacando su billetera y extendiéndole 13.000 Yenes.

La mujer asintió, tomo el dinero y lo guardo en la caja registradora, después lo paso a ver…

-Sígueme…*Ella le haría un gesto con la mano*. Por aquí esta lo que necesitas para decorar la máscara.

Shin seguiría a la mujer de cabello castaño algo pálido hasta el interior de la tienda a través de una puerta al lado del mostrador. Ambos caminarían un poco y llegarían a una habitación con un montón de materiales en estantes y una mesa para diseñar.

-Puedes sentarte allí…*El pelinegro fue a donde indico la mujer, quien buscaría en unos estantes y le pondría varias pinturas pequeñas en la mesa*. Estas pinturas son muy especiales para este tipo de máscaras. Una vez puesto el diseño, este es permanente como si siempre hubiera sido parte de la máscara. Incluso si la pones a lavar, la pintura no se deshará.

-Wow…*Shin silbo ante la sorpresa*. El que hizo esto debe ser un genio.

-Sí…*La mujer sonreiría con algo de lastima*. Pero sus inversionistas no apreciaron bien su trabajo y solo pudo vendérsela a gente como yo alrededor del mundo. Al menos tiene una vida decente en Kyoto.

-Ya veo…*Shin no pudo evitar molestarse por eso. Ese hombre literalmente creo una pintura única para diseñar y los más influyentes la infravaloraron… No, si la probaron, de seguro se robaron la idea y la receta para tenerla a su nombre y quedarse con las ganancias. Mientras el propietario original no debió tener de otra que vender su producto ilegalmente sin que lo atraparan… Ya investigara de eso*. Lo lamento.

-Descuida…*La castaña pálida negaría con la cabeza*. Es parte de la dura realidad. Pero mientras no cedamos ante ella, siempre seremos mejores que quienes lo tienen todo asegurado. Estoy segura que algún día el mundo nos sonreirá…*Ella daría un suspiro*. Bueno… Te dejo. Sal cuando termines, y no te preocupes por recoger, yo lo haré.

-Está bien…*Asintió Shin, viendo como la dueña se retiraba del lugar para volver al mostrador, y suspiro. En verdad le sorprende ver a gente con la vida que no querían y que tenían otros planes, pero el mundo no se los permitió y los dejo en una situación que afrontan con una sonrisa, tal vez al borde quebrarse.

Ught… Este negaría con la cabeza. Mejor se concentra en lo que hará, ya que le faltan tres horas para su pelea.

Shin abriría una de las pinturas y hundiría el pincel en la pintura negra, empezando a hacer una línea curvada en la zona de la boca, después le agregaría dos líneas más curvadas hacia abajo que simulaban ser como colmillos… Después, puso cuatro líneas curvadas en la zona de los ojos; dos grandes y dos pequeñas… y como toque final, puso un punto rojo en el centro de la máscara… Todo esto lo hizo con tal precisión y dedicación, sumado a la cantidad adecuada de pintura.

Con eso, su máscara estaba lista. Y en su opinión, una máscara que simbolizaba perfectamente a un Demonio… No diseños absurdos como ojos derramando lágrimas de sangre y una boca con dientes de cualquier tipo… A veces, unas simples líneas pueden dar un diseño único si sabes cómo usarlas.

Shin taparía las pinturas que uso y después las guardaría en el mismo lugar de donde aquella mujer las saco, para después salir del lugar con su máscara en mano… Tras cruzar la puerta hacia el mostrador y la salida, vería en el mostrador una bolsa de compras; de seguro con su gabardina.

-¿Ya? ¿Tan pronto?*La castaña pálida se sorprendió al ver que termino rápido; solo pasaron 5 minutos.

-No soy tan infantil para poner diseños absurdos o complejos, a veces algo simple es mejor si sabes aplicarlo…*Dijo Shin mostrándole el diseño de su máscara blanca.

La mujer se sorprendió al ver aquello. Ese es un diseño que nunca había visto y que estaba bien hecho, y…Por alguna razón, le daba algo de miedo… Sabe que esa mascara es como la representación de un Demonio porque da algo de miedo, y más si te le quedas mirando fijamente y por mucho tiempo… Un Demonio de cara blanca con líneas que hacen dudar de si tiene ojos y boca…

-I-Increíble…*La mujer tragaría un nudo en la garganta*. Ahm ¿No te importaría venderme ese diseño?

-Se lo regalo…*Dijo Shin encogiéndose de hombros.

-¿Eh? P-Pero…

-Yo tampoco soy caprichoso…*Shin la interrumpiría con una media sonrisa*. Tengo talento para muchas profesiones, pero aun no me decido por una. Pero si sé que diseñar no es lo que quiero aunque tengo talento para ello, por eso no me importa regalarle el diseño de mi mascara. Total, usted necesita el dinero más que yo, ya que yo trabajo en un mini-mercado a medio tiempo y así estoy bien.

-Oh…*La castaña pálida se sorprendió un poco ante lo escuchado, pero…*¿Estás seguro?

-Seguro…*Asintió Shin, poniendo la máscara en el mostrador frente a ella.

La mujer suspiraría resignada y sacaría su celular para activar la cámara y así tomar una foto bien clara y de calidad de la máscara… Después la agarraría y la pondría en la bolsa de compras, para así dársela al joven…

-Gracias por venir.

-Gracias a usted, y…*Shin sacaría y dejaría en el mostrador dos billetes de mil yenes*. Esto por su buen servicio…*Dijo para así tomar su compra y darse la vuelta para retirarse.

La mujer se quedó casi en shock ante ello, ya que… No sabía si considerar a este chico muy crédulo, tonto o con falta de ambición, pero… No podía evitar querer compensarle el diseño de alguna manera, por lo que…

-¡Espera…!*El pelinegro se detendría y voltearía a verla*. S-Si tienes… algún inconveniente con lo que compraste o se te dañan, no dudes en venir. Te los arreglare y no te cobrare.

Shin se sorprendería ante lo escuchado, pero a los segundos pondría una pequeña sonrisa…

-Lo tendré en cuenta.

-¿Y-Y cómo te llamas?*Preguntaría ella*. El mío es Chiba Reiko.

-Akumatsu Shinji. Shin para mis más cercanos.

Dicho eso, él se despediría con un gesto y saldría del lugar, tomando su camino devuelta al lugar de luchas clandestinas.

Reiko solo suspiraría ante ello, recostándose en su asiento, para después ver la foto que tomo de la máscara… Esta sigue dando escalofríos incluso como una simple imagen.

Lo que no sabía, es que esa mascara se iba a convertir en algo a lo que todos iban a temer con solo verlo a la cara…

El presagio de un Demonio.

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Más tarde…

Shin habría regresado al lugar a tener su pelea, entrando sin que el guardia le cobrara tras mostrarle el broche que demuestra que es un participante… Este revisaría su reloj de muñeca y vería que faltaban 10 minutos para su pelea; decidió tomarse su tiempo para no llegar temprano y tener que tolerar las ganas de golpear al montón de imbéciles de ese lugar.

Solamente ira ahí, cumplirá las reglas, ganara la pelea, tomara su dinero y se largara, para tal vez no volver.

Shin se pondría enfrente de la recepcionista de inscripciones, quien lo vería…

-Mis alabanzas por no haberte acobardado…*Ella puso una sonrisa sarcástica*. En fin, eres el que sigue de este peleador…*Ella señalo a un luchador de traje rojo que subiría al ring de lucha.

-¿¡Que le hizo a mis piernas!?*Un hombre moreno de traje negro con blanco tocaba sus piernas con desesperación mientras se lo llevaban en una camilla*¡Esta loco! ¡No siento las piernas!

-Jejejeje…*La recepcionista se reiría ante su desgracia, para después mirar al joven*. Que Kami-sama te acompañe chico, porque te van a destrozar… Por ahí están los vestidores…*Ella señalo el dichoso lugar.

-Ya lo veremos…*Dijo Shin.

Este llegaría al vestidor que eran pequeñas jaulas para cada luchador y con algo de privacidad, tenían bolsas de basura y periódicos agarrados a cada lado.

El joven japonés de cabello negro cerró su vestidor y se despojó de su chaqueta y camiseta; quedando en pantalones y franelilla con zapatos deportivos, para así guardarlos en la bolsa de compras de donde saco su disfraz… Se pondría la gabardina y después la máscara que compro y diseño, para así subirse la capucha.

Shin se miraría en un espejo que había en su vestidor, y…

-Ya lo tienes ganado…*Se dijo así mismo haciendo un gesto de pistola con la mano derecha.

Shin saldría de allí e iría a ver la pelea, donde vería como esta terminaba. El llamado Ogre termino destrozando a su oponente y la gente gritaba como loca por ese sujeto… El joven iría al lugar por donde entrarían los retadores del campeón. Ya estando detrás de la cortina, se le acercaría el presentador con el micrófono…

-¿Cómo te llamas?

-El Temible Black Demon…*Dijo Shin sonriendo bajo la máscara.

-No está mal, aunque…*El presentador reiría un poco*. No tienes la pinta de uno, pero en fin…*Este cruzaría la cortina y hablaría a todos por el micrófono*¡Y aquí viene el siguiente contrincante del Gran Ogre! ¡El aterrador, el sanguinario, la venganza, la noche y la oscuridad! ¡Black Demon!

Las carpas se levantarían revelando al joven con su traje…

-Aquí voy…*Dijo Shin.

Este empezaría a caminar mientras escuchaba los insultos y las burlas de las personas, con muchos diciendo estupideces de que perdería, lo destrozarían y eso… Que idiotas.

Shin empezaría a correr hacia el ring y daría un gran salto giratorio, así aterrizando en la plataforma en una pose como cierto héroe arácnido estado unídense.

Todos se sorprendieron ante eso, pero luego los espectadores siguieron insultándolo, creyendo que solo fue suerte…

Bien. Shin haría un recuento en su cabeza, cada round dura 5 minutos, y solo después de durar 3 minutos se podrá llevar 300.000 Yenes aunque no gane. Pero ese no es su plan, sino cumplir los requisitos para el premio mayor y después ganar esto de una vez.

-Mejor no uso tanta fuerza o estaré en problemas de un modo u otro…*Se dijo Shin en sus pensamientos*. Ya me doy una idea de cuanta fuerza usar para simular.

-¡Comiencen!*Exclamo el presentador conforme sonaba una campana.

-¡Te voy a partir en pedacitos!*Le grito su contrincante Ogre. El tipo aparte de calvo, fornido y moreno, emanaba un olor algo putrefacto que Shin sabía que solo él podía oler a plenitud gracias a su súper olfato; son situaciones como estas en las que uno llega a odiar este poder.

-Ya lo veremos…*Shin se levantaría de su pose y se pondría en una pose algo similar a Wesker; una pose imponente. Aunque otros se rieron ante eso*. Veamos que es más fuerte. Un Demonio o un Ogro.

-¡Ya rugiste!*Ogre quiso acercarse para taclearlo, pero…

-Wow, todo en verdad se ve lento…*Pensó Shin sorprendido, ya que sus sentidos superan la velocidad normal de las personas.

En eso, el pelinegro se agacharía y le haría una barrida a su oponente, haciendo que este se caiga al suelo de cara…

-Hay, pero que fácil…*Dijo Shin bostezando.

El hombre se levanta y rápidamente se lanza contra el joven intentando darle varios golpes, pero Shin con su nueva agilidad los esquivaría sin ningún problema.

Shin siguió así hasta que pasaron dos minutos y decidió combatir un poco. Ogre intento golpearlo, pero el pelinegro solo lo esquiva y le da un golpe con su palma abierta en su pecho con fuerza, tirándolo contra los cordones del ring y que cayera al suelo, levantándose este al instante con enojo.

Ogre intenta golpearlo de nuevo, pero Shin evitaba sus golpes con rapidez y se limitaba a golpearlo con su palma en su pecho para empujarlo. Eso no le hará tanto daño y hará más tiempo.

-¡Dale con la silla!*Una mujer le paso al Campeón una silla.

Ogre agarraría la silla y este iría a golpear a Shin con esta, donde el joven se dejaría golpear y que se estrelle con los cordones, para al instante levantarse; hizo aquello para darle algo de confianza a su oponente y también para complacer a los espectadores, ya que mientras den un buen espectáculo, estos pagaran más.

Ogre iría a golpearlo de nuevo con la silla, Shin solo se agacharía y le haría de nuevo una barrida, haciendo que caiga…

-Haría esto todo el día…*Shin sonrió bajo la máscara, estando encantado de haber dicho una frase única en una situación a la que si se aplica; y no espera a que lleguen otras situaciones para aplicar más frases. Sí, es un Otaku y un Nerd.

-¡Basta de juegos!*Ogre se levantaría enojado*¡Es hora de acabar con esto!

-Tengo otras preocupaciones…*Dijo Shin con sarcasmo y riendo.

-¡Ninguna mayor que esta!*Exclamo Ogre.

Shin miraría por un momento el reloj y vería que ya pasaron 3 minutos con 30 segundos. Tenía 300.000 Yenes en la bolsa.

En eso, Ogre le lanzaría la silla y Shin la esquivaría flexionando su cuerpo hacia atrás, de una manera que sorprendió a muchos. Esa flexibilidad no es normal. Incluso Shin se sorprendió, tal vez tenga la flexibilidad de algunos animales cuyos cuerpos son para estas hazañas. Pero en fin… Cuando se reincorporo, Ogre fue contra él y lo golpeó fuertemente en la cara, desconcertándolo un poco. El hombre lo levantaría como si fuera una pluma y lo arroja contra el suelo.

Shin se quejó un poco ante eso. Mejor mantiene la guardia alta y se lo toma algo en serio, o terminara herido de gravedad. Shin se levantaría en medio de la celebración de Ogre y sus fanáticos, justo antes de que el árbitro empezara la cuenta regresiva… Shin respiro hondo y antes de que su oponente hiciera algo…

La campana sonó. Habían pasado los cinco minutos del primer round en el ring.

Shin suspiro ante ello y empezaría a estirar un poco mientras Ogre sale un rato del ring y un tipo se le acerca dándole agua y una silla.

-Ese sujeto es increíble.

-Sí. Ha pasado mucho desde la última vez que alguien pasa al segundo round.

-Tal vez este tío si pueda entretenernos.

Shin podía escuchar gracias a sus sentidos mejorados lo que decían muchos espectadores de él. Otros lo alagaban un poco y otros solo lo insultaban creyendo que tuvo suerte.

-Vale, no voy a parar hasta que le gane…*Dijo Shin en un susurro.

Tras eso, la campana sonaría de nuevo, dando inicio al segundo round y Ogre subiría de nuevo al ring.

Ogre entonces iría contra el joven para golpearlo con buena técnica a pesar de cómo se veía, pero Shin esquivaba sus golpes sin esfuerzo alguno, para después darle un leve golpe en la cara que lo haría retroceder y que se la sobara un poco, sumado a la marca del golpe algo enrojecida… Shin decidiría atacar y rápidamente se pondría frente a su oponente, para así darle un fuerte golpe en el pecho con su palma abierta, haciéndolo estrellarse de nuevo contra los cordones del ring.

Algunas personas empezaron a apoyar a Shin por su demostración, ya que es el que ha llegado tan lejos en mucho tiempo.

Ogre se levantaría rápidamente antes de que el árbitro empezara la cuenta regresiva. Una de las seguidoras de Ogre le dio a este un fierro para que lo golpeara. El hombre daría un golpe con el fierro, pero Shin lo esquivaría con gracia. Así haría varias veces para al final darle una patada alta en su cara tras girar sobre su eje tras esquivar un golpe del fierro.

Ogre se levantaría rápidamente e intento golpearlo de nuevo con el fierro, pero no pudo. Ya casi terminaba el segundo round, pero por mirar el reloj Shin recibiría un golpe en el costado izquierdo de su torso, haciéndolo desconcertarse un poco… Shin se recompondría y detendría el siguiente golpe del fierro con su mano, para así arrebatárselo a Ogre a pura fuerza, ante la sorpresa de este y muchos, para así lanzar el objeto a otro lado, lejos del ring.

Y antes de que alguien dijera o hiciera nada, la campana sonaría de nuevo. Final del segundo round. Con eso Shin ya tenía 600.000 Yenes en la bolsa. Solo debe mantenerse de igual forma en el último round, tras tres minutos tendría todo el dinero del premio y así derrota de una vez a su oponente. Se había estado conteniendo para no noquearlo desde el 1er round, pero entre más tiempo, más dinero y mejor posición con esta gente, significaba que las apuestas por él iban a subir y las ganancias también.

Shin suspiraría mientras estira un poco, y… el árbitro se le acercaría con un potecito de agua. Shin sonrió ante eso, se subió la parte inferior de la máscara y bebería de aquel vital liquido; claro, uso sus sentidos para saber si eso no estaba envenenado, aunque confiaba en que sus poderes lo hacen inmune a las drogas o sedantes.

-Yo le apuesto al diablo, lo ha hecho bien.

-Igualmente.

-Ogre-sama no perderá ante un autoproclamado demonio.

-Así es, ni tiene pinta de uno.

Eso era lo que decían los espectadores y Shin los podía escuchar alto y claro. Tras eso, la campana sonaría de nuevo y ambos contrincantes se pondría en guardia de nuevo en el ring.

Ogre va de frente e intenta taclearlo, pero Shin decide hacerle frente y logra detenerlo con sus manos alzadas y con fuerza, siendo empujado apenas unos centímetros. Shin lo empujaría un poco con algo de fuerza y Ogre intentaría golpearlo, pero el joven se hace a un lado con gracia y le hace una barrida que lo hace caerse de cara al suelo.

Ya paso un minuto…

Ogre se levanta y vuelve a coger la silla de antes para ir a golpearlo. Shin solo se dejó golpear para darle el gusto y simular un poco, pero al instante se levanta, tronándose un poco el cuello… Ogre intenta golpearlo de nuevo con la silla, pero Shin logra desarmarlo para después golpearlo en el pecho con su palma abierta, haciéndolo caer al suelo. Pero este se vuelve a levantar…

El reloj marcaría dos minutos…

Ogre va y logra golpearlo en la cara con un puño, pero Shin solo lo empuja un poco con sus palmas, haciéndolo retroceder… Ogre intenta volver a golpearlo, pero ahora Shin bloqueaba y desviaba sus golpes con facilidad mientras hacía creer a todos que se esforzaba, para después darle un leve golpe en la cara… Ogre retrocedería mientras se agarraba la nariz, la cual sangraría…

Aquello hizo que todos empezaran a gritar como locos mientras muchos gritaban los nombres de ambos contrincantes. A uno por ser el campeón al que nunca hicieron sangrar y que eso lo hacía verse genial, mientras que el otro había llegado hacia donde ningún otro aficionado había llegado y dar un buen espectáculo, un rival digno de su campeón.

En eso, Shin vería que ya pasaron más de tres minutos…

-¡Ahora!*Grito en sus pensamientos.

Shin iría y le daría un golpe en el estómago a su oponente, haciéndolo retroceder. Pero Ogre se recompondría y le daría un golpe, pero Shin lo bloquearía con su mano abierta, para después acercársele y darle un cabezazo lo suficientemente fuerte que lo haría retroceder agarrándose la cara.

Shin vería que faltaba poco para cinco minutos, por lo que decidió terminarlo. Este iría hacia su oponente y, haciendo uso de su nueva fuerza, lo levantaría fácilmente tras agarrarlo del torso, ante el total asombro de todos. Para después arrojarlo al suelo sin tanta fuerza y ponerle el pie en la espalda para impedir que se levante y remarcar su superioridad.

-¡3, 2, 1! ¡K.O!*Exclamaría el árbitro mientras sonaba la campana y el público gritaba como locos. El árbitro iría con el joven y lo agarraría del brazo para alzarlo*¡Damas y caballeros, un aplauso para el ganador! ¡El Demonio Negro!

Shin solo sonrió bajo la máscara mientras oía los gritos de apoyo y ovación de la gente…

-¿¡Quieres decir algo!?*Le pregunto el árbitro.

-Hmmm…*Shin se pondría un poco pensativo, hasta que le quita el micrófono y…*¡Jódanse todos!

Ante eso, la gente gritaba aprobatoriamente y decían su nombre una y otra vez.

Shin entonces vería al hombre contra el que peleo, donde este se sentaría en el suelo mientras su asistente se acercaba a darle agua y limpiarle la sangre en la nariz. El joven se le acercaría, y…

-¿Todo bien? ¿Me pase?*Pregunto, no importándole si le decían tonto por mostrar compasión ante un oponente.

-Neh, descuida chico…*Ogre le haría un gesto de despreocupación, mientras hablaba con un tono menos grueso. Parecía una buena persona*. Estas cosas pasan. Por cierto…*Este lo miraría fijamente*. Lo hiciste por el dinero ¿No es cierto?

-Hai…*Asintió Shin*. Quiero mudarme de casa de mis padres…*Mintió, aunque si tenía planes para eso algún día.

-Je. Pues sigue así y lo lograras…*Ogre rió un poco mientras se levantaba tronándose la espalda*. Eres bueno chico, lo reconozco…*El hombre sacaría un papel de su traje y se lo extiende*. Si estas interesado, puedes ir a este lugar donde los mejores en las luchas clandestinas como yo nos reunimos cada fin de semana. Hay te pagaran más por vencer a tu oponente y pelearas en la final contra el que llegue contigo.

-Lo tendré en cuenta…*Shin tomaría el papel y lo revisaría*. Eres más agradable de lo que demostrabas.

-Hay que mantener las apariencias…*Ogre se encogería de hombros, y…*. No tuviste de otra que venir aquí tras un problema con las luchas legales ¿No?*El joven lo miraría con curiosidad*. De ser así, no te culpo. Demasiados requisitos y eso. No voy a negar que este lugar es lo peor, pero al menos ayudo un poco manteniendo mi imagen y dándole a los aficionados la oportunidad de llevarse la primera parte del premio, junto con unos huesos rotos, ya que así funciona esto. Nada es como antes.

-¿?*Shin se sorprendería ante lo escuchado*¿T-Te arrepientes de lo que haces?

-Un poco, pero…*Ogre se estiraría un poco*. Soy lo más amable que puedo y se me permita, pero igual tengo fe en un mejor mañana. No pierdas esa fe chico. Todo puede mejorar si te lo propones.

Shin se quedaría sin habla ante lo escuchado, y mientras Ogre se iba retirando, este se voltearía a verlo…

-Por cierto…*El joven le prestaría atención*. Me llamo Soichiro. Te puedes presentar formalmente si nos volvemos a ver…*Con eso, el hombre se retiraría del lugar, dejando al joven en su lugar.

-Hey…*El árbitro le pondría su mano en el hombro*. Ve a cambiarte y te llevare a que cobres tu dinero, te lo ganaste.

Shin asentiría ante lo escuchado y se iría del lugar hacia el vestidor, sobándose un poco en donde lo golpearon. Una leve dolencia, resultado de tener la guardia baja y sobreactuar. Sabe que si quisiera, ese sujeto pudo haberse roto la mano tras golpearlo con su guardia alta, pero en fin…

Los demás luchadores lo felicitaban y otros lo miraban con recelo. Shin fue a su vestidor y tras cerrar la puerta se quitaría la máscara. No estaba sudado ni nada. Tal vez la máscara también este hecha de un material que impide que de calor o sus poderes hacen que su temperatura este siempre en cálido aun si lleva puesta ropa gruesa en días calurosos. Se dejó llevar más por la segunda opción.

Shin se quitaría la gabardina y después la franelilla, viendo los moretones por los golpes recibidos. Este se tocaría y de milagro no tenía ninguna costilla rota, que bueno que alzo la guardia lo suficiente al momento de recibir los golpes o ahora tendría un par de costillas rotas y eso sería un insulto a su ahora sobrehumanidad.

El pelinegro se pondría su ropa y guardaría su traje en la bolsa de compras, para así salir de su vestidor. Este se toparía con el árbitro, quien lo guiaría hacia el lugar donde contaban el dinero.

-Felicidades…*El contador le dejaría cinco sobres con billetes adentro*. Diste un gran espectáculo y hoy acumulamos mucho, por lo que te ganaste este dinero. 200.000 Yenes en cada sobre.

-Gracias…*Shin agarraría los sobres y los guardaría con cuidado en su gabardina en su bolsa, para tenerlos más a salvo*. Bueno, me retiro. Buenas noches.

El pelinegro se retiraría mientras el contador seguía contando el resto del dinero con una sonrisa algo vanidosa, ganaron mucho en esta ocasión.

Shin saldría del lugar y del callejón donde estaba la entrada, para así volver a la calle.

Tras un rato de caminata…

-¡Ah! ¡Alto, ladrón!*Se escuchó el grito de una mujer mientras un hombre con una boina se alejaba con el dichoso bolso*¡Alguien, ayuda!*Pero nadie le hizo caso.

Shin vería a ese hombre acercársele ya que estaban en la misma cera. El joven rápidamente miraría a un Policía a la distancia, pero este voltearía la mirada a otro lado a pesar de que miro lo que pasaba… Genial, otro corrupto, y debe ser uno peor, ya que está seguro de que ese ladrón es de poca monta y no está afiliado a ninguna Mafia, por lo que…

Rápidamente, Shin se pondría en medio de ladrón y le daría un fuerte golpe en la cara que sería oído por muchos y el hombre caería al suelo inconsciente, con sangre saliendo de su nariz. Eso obviamente sorprendió a todos los que lo vieron y el Policía de antes no tuvo de otra que acercarse tras ya no poder simular que no vio nada.

Shin vería al ladrón inconsciente al igual el como aquella mujer se acercaba y recuperaba su bolso…

-Ju. Gracias, en serio. Aquí tenía todas mis cosas y lo de mis niños…*Dijo la mujer.

-Tuvo suerte…*Shin pondría una media sonrisa*. Sugerencia, tener siempre la guardia alta.

-Captado…*Dijo la mujer con una sonrisa, para así retirarse.

Shin se retiraría tras ver como el Policía esposaba al ladrón de mala gana. Está seguro de que ese tipo odia su trabajo y solo lo hace por el dinero, no porque de verdad quiera ayudar a la gente. De ser así, habría actuado antes.

En fin, parece que esta ciudad es insalvable.

Todo eso mientras ya entraba la noche.

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En otra parte de la ciudad…

Akumatsu Long, el padre de la familia, estaba conduciendo a su casa tras salir hoy temprano del trabajo. El hombre suspiraría por lo pesado del trabajo, pero también porque está seguro de que recortaran personal o el sueldo. Cualquiera de los dos es malo, y no duda que él podría ser de los que despidan al ser uno de los pocos a los que les pagan más de lo debido por sus horas extras y dedicación.

En fin… El hombre castaño de ojos negros seguiría conduciendo hasta que se detendría frente a un semáforo en rojo, y… No había ningún otro vehículo por ninguna calle y había muy pocas personas en la cera.

Normalmente uno aprovecharía que no hay coches por ningún lado para así saltarse el semáforo en rojo. Cosa que el hombre ha visto en muchas ocasiones, pero él prefiere seguir las reglas incluso si nadie pasa cuando el semáforo cambie… Porque él sabe que los Policías corruptos pueden aprovecharse de eso para multar a uno incluso sino había vehículos ni gente cruzando la calle. Él lo sabe muy bien, ya que lo ha visto en algunas ocasiones.

En una ciudad casi corrupta como Tokyo es mejor seguir las reglas a pesar de todo, porque ya no todas las autoridades están del lado de los verdaderos inocentes y solo se aprovechan de estos para sacarles dinero… Carajo, incluso hay juicios que son comprados y abogados poco honestos.

¿Cuándo fue que fallaron como nación? ¿Qué hicieron mal? ¿O es que el mundo tiene algo contra Japón? Ya que incluso han sufrido mucho después de perder la 2da Guerra Mundial.

-Ju…*Long suspiraría con pesadez, ojala las cosas mejoren*¿Hmmm?

En eso, su celular sonaría y decidiría contestar, no importándole si pierde el pase del semáforo. De ninguna manera se arriesgara a conducir mientras habla por teléfono, ya que podría provocar un accidente; al igual que podrían detenerlo y multarlo por ello incluso si no hay accidente alguno.

-¿Qué paso, querida? Ya voy para allá, ya que salí temprano.

-[Eso es bueno, Anata…]*Maya suspiraría entre preocupada y aliviada*[Anata, intenta buscar a Shin por ahí. No ha llegado aun cuando dijo que regresaría antes de las 6… E-Estoy preocupada de que…]*Ella hablaba con un tono preocupado y asustada.

-Hey, hey, tranquila…*Long intentaría calmar a su esposa, oyéndola respirar hondo al otro lado de la línea*. Lo iré a buscar ¿Vale? Tu solo avísame si regreso antes ¿Bien?

-[E-Está bien… Solo ten cuidado, Anata. Te quiero…]*Dijo Maya.

-Igualmente…*Long colgaría la llamada y empezaría a buscar a su hijo por el GPS, ya que toda la familia había acordado mantenerlo encendido en toda situación. El GPS incluso es capaz de rastrear el último lugar donde estuvo uno antes de que se apagara el celular.

En eso, el hombre escucharía unos golpecitos de algo en la ventana de su asiento, donde vería a una pistola y a la persona que la portaba, que la uso para golpetear la ventana…

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En otra parte…

Shin caminaba tranquilamente por las calles hacia su casa, ya que no le preocupaba que lo llegaran a asaltar. Él puede romperles el cuello a los que lo intenten si quiere; no duda de que puede hacer eso.

El pelinegro seguiría su camino mientras da un suspiro, no pudiendo evitar recordar los crímenes que ha visto y la forma de vida actual que tienen aquellos que tenían otros planes… En verdad está empezando a creer que nunca se haría verdadera justicia, ya que al final… La codicia es lo que mueve a la mayoría de humanos, al igual que el beneficio propio, y nunca el pensar en los demás.

Desde hace ya un tiempo, Shin se ha estado cuestionando el por qué hay personas que dicen que ser un Policía o un Militar es lo mejor del mundo, ya que justo ahora no ve que hagan algo bueno… Se podría decir que antes apoyaba el ideal a seguir de un Policía, ya que estos ayudaban directamente a la gente, mientras que los Militares solo son soldados que debían estar preparados para la guerra, hacer guardia en eventos importantes del Gobierno y entrenar a los reclutas, además de meterles en la cabeza que siempre deben seguir las ordenes de sus superiores y nunca ir contra estas y las reglas, anteponer el deber incluso sobre su propia familia y amigos, entre más cosas que le parecen absurdas, mas ahora.

Pero lo de ahora hace que no apoye como profesión a ninguno de esos dos, ya que los primeros en su mayoría solo hacen su deber por dinero, mientras los segundos son solo unos conformistas que prefieren prepararse para pelear una guerra que tal vez nunca llegue y ser tratados como perros entrenados, antes que ayudar a la gente y seguir lo que su moral les dice, y si la siguen, solo creen ciegamente que ayudan más como militares que nunca irán a la guerra, sumado al dinero que les darán, también puede ser por eso.

Por lo que con ello ¿Qué es lo mejor para esta situación?

Shin en verdad se sentía tentado a cierta cosa tras haberlo hecho ayer, pero… No. Negaría este con la cabeza ¿En que está pensando? Vale, puede aceptar que tiene poderes que ningún otro mortal tiene, pero otra cosa es lo que está pensando… ¿Quién aceptaría a un enmascarado con súper-fuerza yendo por ahí golpeando criminales?

No por nada los héroes de esos Comics del tipo vigilante siempre son perseguidos por las autoridades, porque aunque hacen el bien y quieran ayudar, no rinden cuentas por sus actos y nadie puede confiar en alguien que no muestra la cara. Si alguien muere en una pelea o asalto en la que el héroe este metido, este no se hace responsable. Si un edificio público es destruido en una pelea contra un grupo criminal, aunque los venza, el héroe no se hace responsable y son los inocentes los que tienen que limpiar sus desastres.

Esas historias de ficción bien realistas no son solo entretenimiento para la gente, sino también un mensaje de que un mundo como el de ahora, jamás aceptara a los héroes, ya sea con o sin poderes, porque ellos contradicen el sistema de leyes que se ha creado en todos estos años, y el día en que todos alaben a un héroe enmascarado que no trabaje ni para el Gobierno o a una agencia pública, será cuando todos admitan que fallaron como nación.

Y si hay algo que la humanidad odia más que nada, es el reconocer que no son perfectos y que fallaron en la sociedad que construyeron. Es el orgullo de haber trabajado tanto, simplemente para que no funcione como querían y llegue un desconocido o varios a mejorar la situación a su manera, con acciones que dicen más que mil palabras; que el sistema actual no sirve.

Y como punto secundario, está la parte de que los héroes con sus buenas acciones terminan creando a los villanos, de un modo u otro, tanto directa como indirectamente… El simple hecho de ser superados por un individuo en mallas hace que los criminales quieran ponerse al mismo nivel que los héroes para acabarlos y seguir con lo suyo.

Ser un Superhéroe solo le trae problemas a uno, a sus más cercanos y a los que intenta proteger.

Por eso todos creen en que los verdaderos héroes no usan mascara y no van por ahí haciendo el bien contra las leyes y el sistema ya establecidos… Sino que un héroe es alguien que inspira a otros a seguir creyendo en un mañana mejor y que por hacer un simple acto tan simple de bondad, ya es un héroe para esa persona que ayudo… Todos pueden ser héroes de un modo u otro, lo que importa es no pensar siempre en tu beneficio personal, sino también el de otros.

En opinión de Shin, la única visión que tiene de un Superhéroe en la vida real, es de uno que no tema hacer lo necesario por el bien mayor, ya que la moral no siempre basta y el sistema de leyes a veces está equivocado en dejar vivo a un criminal psicópata que ha hecho lo más imperdonable del mundo… Un vigilante que no tema ensuciarse las manos, que tenga muchos recursos incluso sino tiene poderes y, como lo más importante, que no tenga ninguna relación cercana, tanto familiar, amorosa, amistosa, ect… Tiene que ser alguien que aunque quiere hacer un bien del modo ilegal, al mismo tiempo tiene que ser alguien que no tiene nada ni nadie que perder, solo su vida. Y que no se familiarice con nadie fuera del ámbito de vigilante.

Porque cuando eliges esa profesión, no te detienes hasta que mueras o seas capturado o hasta donde la edad te lo permita… Ser un Superhéroe significa sacrificar todo lo que te importa si vas a ser tu solo contra el mundo entero, porque solo puedes confiar en ti mismo.

Y desgraciadamente, Shin sabe que él no tiene eso. Tiene los poderes y hasta el dinero para hacerse un traje mejor, pero no puede sacrificar todo lo que le importa solamente por querer revertir la situación de su ciudad… Incluso si tuviera los poderes de un Dios, sigue siendo un niño contra este basto mundo.

La realidad es peor que la ficción/fantasía…

-¿Hmmm? Sniff Sniff…*Shin se detendría y olería algo en el aire, era…*¿Humo?*Susurro él.

El joven correría un poco hasta doblar en una esquina, y… Cruzando la calle, había un pequeño edificio departamental en llamas, casi en exceso…

Shin recordaría que ya han pasado como unos meses desde el último incendio a un lugar a esta escala. Ught… No tiene problemas en noquear a criminales; siempre que se los tope de casualidad, pero ir a salvar a personas de un edificio en llamas es algo que prefiere evitar, ya que para eso están los bomberos, los que si son un mejor ejemplo a seguir desde su punto de vista.

Mejor se da la vuelta y sigue su camino para su casa, ya que no quiere exponerse de más.

Pero en eso…

-¿¡Para cuando llegaran los bomberos!?

-¡Los más cercanos tardaran 10 minutos saltándose los semáforos!

-¡Maldición, a este paso los que están adentro van a morir!

Su audición mejorada escucho lo que decían aquellas personas. Shin se voltearía y vería a una pareja lamentándose por lo ocurrido, donde la esposa parece que quiere ir y salvar a su hijo/hija que debió quedarse ahí adentro… Que cruel.

Accidente o no, nadie debería de pasar por esto. Shin en verdad quería irse para no hacer nada imprudente, a pesar de saber que puede entrar y salir de ahí con vida, pero… El ver a aquella madre llorar y como de seguro el padre debe estar pensando en la opción de ir el mismo a salvar a su primogénito a costa de su vida…

-Tsk…*Shin chasquearía la lengua resignado. Su corazón pudo más que su cabeza.

El pelinegro correría hacia el lugar y se pondría al lado de uno de los hombres que presenciaba con horror lo que pasaba…

-¿Quién sigue adentro?*Pregunto Shin.

-Una niña en el segundo piso y tal vez alguien en el tercero…*Le dijo el moreno de cabello trenzado, sin quitar su vista del edificio en llamas.

Tras lo escuchado, Shin usaría sus sentidos, esperando tener algún poder que le permite saber cuántas personas hay en un lugar en específico, y… unas ondas sonoras invisibles irían hacia el edificio, y desde el punto de visto del joven, todo se puso oscuro, solo logrando ver dos manchas naranjas en el edificio. Una arriba de la otra… Solo hay dos personas, el resto ya salió.

-Bien…*Asintió Shin con una media sonrisa*¡Sujéteme esto!*Sin otra opción, Shin le dejo su bolsa al hombre moreno a su lado y salió corriendo hacia la entrada del edificio en llamas.

-¡O-Oye niño, espera! ¡No hagas una locura!*Le aviso el moreno.

Pero Shin lo ignoro y entraría por la entrada al edificio en llamas. El pelinegro iría a la escalera y la subiría con rapidez, hasta llegar al segundo piso… Shin usaría su visión mejorada, oídos agudos y gran olfato para encontrar a quien busca, logrando ver de nuevo a una mancha naranja al final del pasillo enfrente suyo.

Shin iría allí y siguiendo el rastro, terminaría entrando a una casa; de seguro la de esa niña. Donde escucharía los llantos de la misma y su visión la ubicaría en una habitación, a la cual iría y vería que ella estaba adentro de un closet cerrado… Shin se acercaría y lo abriría, dejando ver a la niña como de unos 5 años llorando del miedo y esta se espantó un poco al verlo…

-Hey, hey…*Shin intentaría calmarla*. Vine a ayudarte ¿Okey? Confía en mí, te sacare de aquí y te llevare con tus padres.

Con algo de duda y calmándose, la niña decidió hacerle caso y dejo que Shin la llevara en brazos. El pelinegro saldría con la niña hasta el pasillo cuadriculado en donde estaba la escalera…

-Hey…*Shin haría que la niña lo viera a la cara*. Te sugiero que aguantes un poco más, ya que aún hay alguien más aquí ¿Puedes?

La niña asentiría de acuerdo mientras se tapaba la boca y nariz con su manta.

Shin subiría de nuevo por las escaleras hasta llegar al tercer piso, en donde usaría su visión e instintos mejorados, logrando ubicar una mancha naranja dentro de una casa, a la cual entraría, y… Vería a una mujer tosiendo, con una pierna atrapada entre unos escombros.

Shin se le acercaría y ella lo notaria…

-Hey, descuide…*Este empezaría a retirar los escombros tras bajar a la niña que se puso a su lado*. La sacare de aquí.

-G-Gracias, pero…*La mujer sonreiría con lamento mientras veía a aquella niña*. No vale la pena que vidas jóvenes se arriesguen por una inválida… Solo váyanse, aceptare mi destino.

-Tsk…*Shin chasqueo la lengua ante lo escuchado. Ojala ninguna lo delate tras lo que hará*¡No en mi guardia!

Sin más, tras retirar los escombros y ver la pierna sangrante y algo quemada de la mujer; Shin cargaría a la mujer que se sorprendería por su gran fuerza y la pondría en su espalda, donde ella sin opción lo abrazaría desde atrás desde su cuello, y el joven después cargo a la niña en brazos, cubriéndola con su manta.

Con eso, Shin empezaría a correr a toda prisa pero con precaución para salir del lugar en llamas, donde algunas partes ya se estaban desmoronando… Parte del camino hacia la escalera se caería, dejando la escalera a unos metros de ellos… Shin suspiraría y tras retroceder un poco, avanzaría de nuevo dando un gran salto que los llevo a salvo al otro lado, para así ir y bajar por la escalera.

Con ello, el pelinegro llegaría a la planta baja y saldría del edificio con prisa, el cual libero una leve explosión destruyendo algunos vidrios…

Muchos se sorprendieron al ver el acto que hizo aquel joven, entrar y salir con las que al parecer faltaban… El hombre moreno que llevaba la bolsa del joven sonreiría con orgullo ante la nobleza del joven y que lo haya logrado…

-Salvo a la niña y a una mujer.

-¿Cómo lo hizo?

Shin no le prestaría importancia a lo que decían los demás y se acercaría a los padres de la niña, quienes también se acercarían y el joven les daría a su hija, para después ayudar a caminar a la mujer en su espalda mientras la pareja lloraban felices por su hija.

Shin ayudaría a la mujer a sentarse en un balcón, y ella…

-G-Gracias…*Le agradecería con una sonrisa.

-De nada…*Dijo Shin con una media sonrisa.

En eso, el pelinegro escucharía el gran sonido de aplausos y ovaciones a su persona de parte del resto. Todos felicitándolo por su hazaña, cosa que lo hizo sonreír al ver que no tomo una mala decisión… Se arriesgó, pero lo valió…

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Al rato…

Los bomberos y paramédicos habrían llegado al lugar al poco tiempo, con los bomberos apagando el fuego mientras los médicos trataban a la gente herida… Donde la mujer que Shin salvo seria llevada a una ambulancia en una camilla.

Mientras que Shin solo tomaba aire fresco de un respirador de los médicos, ya que debía simular que le afecto en algo ese ambiente. Qué bueno que su ropa algo quemada puede compensar su falta de quemaduras, pero sabe que sus padres querrán explicaciones de eso cuando vuelva.

-Tienes agallas chico…*Lo alago uno de los bomberos con una palmada en el hombro.

-Fue imprudente, pero lo hiciste bien…*Le dijo una de los médicos dándole el aire fresco*. Solo no vuelvas a hacer eso, hay gente entrenada para estos casos.

-Eso mismo…*Asintió otro de los bomberos cruzado de brazos.

Shin rodaría los ojos ante lo escuchado algo fastidiado, pero lo dejo así. Tampoco es que pueda decirles que tiene poderes y que por eso lo logro, de lo contrario, solo habría logrado salvar a la niña y terminar más sofocado de lo que aparenta en estos momentos.

-Bueno, terminemos con esto y volvamos a casa. Control de Accidentes tendrá mucho que hacer…*Dijo otro de los bomberos.

Tras ello, los bomberos terminarían de apagar el fuego, los paramédicos se llevarían al hospital a los que necesitaban tratamiento urgente y la Policía llegaría a poner orden mientras Control de Accidentes llegaba a hacer su deber; reparar los daños y reubicar a la gente sin hogar temporalmente.

-Hey…*Shin se voltearía, viendo al hombre moreno de cabello trenzado al que le confió su bolsa*. Eso fue muy noble. Espero que haya más como tú.

Shin solo sonreiría de medio lado y se despediría con un gesto de su mano.

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Al tiempo…

Shin habría llegado a su casa, donde decidió usar sus poderes y saltar entre edificios con rapidez y sutileza para llegar rápido, ya que no quería incrementar la ira de su madre por haber estado en la calle solo a esta hora sin decirle donde no estaba ni contestar sus llamadas.

Qué bueno que ya tiene preparada una excusa del porqué de su tardanza y demás. Sabe que eso igual la preocupara, pero al menos no tanto y solo recibiría un pequeño regaño.

-¿Hmmm?*Estando frente a su edificio departamental, Shin vería a una patrulla policial estacionada frente a la entrada ¿Vinieron a interrogar a alguien o a dar terribles noticias a alguien de aquí? Ught. Mejor no le presta importancia.

Shin entraría al edificio usando su llave, subiría por el ascensor y llegaría a su piso. Caminaría por un rato por el pasillo, hasta que… Vio, para su desconcierto, a un par de Policías en la entrada de su casa, al parecer lamentados, frente a su madre y hermana que se veían devastadas y lloraban.

-¿H-Hahaue…Mana…?*Cuando Shin hablo, ellas lo pasarían a ver, viéndose aliviadas de verlo, pero aun tristes por lo que sea que les hayan dicho*¿Q-Que paso…?*Pregunto teniendo un mal presentimiento.

-Hola de nuevo, chico…*Se le acercaría una mujer Policía que el recordaba muy bien. La que le dio su número después del accidente que le dio sus poderes*. Lamento darte estas noticias, pero… a tu padre le han disparado y fue llevado de urgencias al hospital.

El pelinegro se quedó paralizado y horrorizado ante lo escuchado, y unas lágrimas empezaron a caer de sus ojos…

-N-No… No puede ser verdad…*Shin negaría con la cabeza ante la cruda realidad*¡Dígame que no es cierto!*Su madre y hermana solo lloraron más al verlo así.

-Lo lamento Akumatsu-kun, pero…*La mujer Policía suspiraría*. Quisiera que fuera broma, pero no lo es.

Shin solamente se agarraría la cabeza mientras dejaba caer su bolsa al suelo y lágrimas caían al suelo…

-¿Quién lo hizo?*Pregunto con un tono bajo que asusto a más de uno.

-No sabemos exactamente, pero estamos rastreando la matrícula del coche de tu padre que ese desgraciado se robó, y…

-[¡Teniente Watanabe!]*La radico comunicativa en su hombro interrumpiría a la pelinegra de ojos rojos*[¡El fugitivo esta por Yotsuya, muchas patrullas están allá!]

-Señora Akumatsu, lo encontraron. Si nos disculpan, tendremos que ir para detenerlo…*La mujer se pondría su gorro policial*. Con permiso.

Ella saldría apresuradamente junto con su compañero, bajando por las escaleras, saliendo del edificio y subiéndose a su patrulla a hacer su trabajo.

-Ojala lo agarren…*Dijo Mana secándose como podía las lágrimas.

-Ya verás que si…*Maya soltaría un sollozo, y… vería como su hijo entrada a la casa con una expresión sombría*¿Shin?*Pero él no respondió y oirían como se encerró en su cuarto.

Mejor lo dejan desahogarse a su manera antes de ir al hospital.

Pero en su habitación, Shin no estaba. Solo estaba la ventana al palco abierta y la bolsa con su dinero debajo de la cama.

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Ya en las calles…

Akumatsu Shinji corría a gran velocidad por los edificios y saltaba entre estos por toda la ciudad, en dirección a la ubicación que el Policía había dicho. Él estaba completamente furioso y muy pero muy triste… Además que solo llevaba su máscara.

Shin sentía que su vida se caía en un instante. Su progenitor podría ya estar muerto y eso era lo peor que Shin pudo presenciar en su vida. Prefiere mil veces que todos en su escuela se burlen de él y le hicieran bullying antes que pasar por esta situación.

Shin solo tenía algo en mente. Encontrar a ese maldito y matarlo, no sin antes hacerlo sufrir y que sienta miedo. Sin que él lo supiera, bajo su máscara, sus ojos se tornaron rojos… como un demonio.

El joven siguió avanzando hasta que escucho a las patrullas policiales a la distancia, por lo que incremento su avance… Así hasta que gracias a su visión mejorada, sumado a que tenía visión nocturna; Shin lograría ubicar al auto negro de su padre siendo perseguido por patrullas policiales.

Shin se lanzaría hacia la carretera, aterrizando con fuerza, para así empezar a correr a gran velocidad por la misma… La adrenalina y sus emociones hacían que fuera más rápido que antes, tanto que rebaso a las patrullas policiales que vieron a una figura correr hacia quien perseguían.

Shin saltaría en su carrera, logrando ponerse encima del vehículo, llamando la atención del criminal. Shin entonces alzaría la parte inferior de su cuerpo hacia arriba sin separar las piernas mientras usaba sus brazos como piernas, para así entonces hacer un movimiento que le permitió romper la ventana trasera de un costado del vehículo, estando ahora el joven dentro del mismo.

-¡Ah…!*El criminal sacaría su pistola e intentaría dispararle, pero Shin fue más rápido y agarro el arma desde el orificio de donde salen las balas. El sujeto disparo, pero la bala no perforo la mano del pelinegro y pareció dañar el arma por la potencia del disparo.

Con eso, Shin le quitaría el arma y la aplastaría con su mano, para después golpear al bastardo asesino en su cara, haciéndolo sangrar y que pierda control en el manejo. Causando que el vehículo se desviara y terminara estrellándose con un hidrante que expulsaría agua al romperse, para que después el coche se estrellara con la pared de un edificio.

Cuando las patrullas policiales llegaron al lugar del choque, verían como la puerta delantera izquierda del vehículo sale volando de su lugar, para que así del coche saliera Shin con su máscara puesta, agarrando al asesino de su padre desde el cuello, para después tirarlo al suelo.

-Eres un desgraciado, le quitaste la vida a un buen hombre. Uno que siempre dio lo mejor de sí, incluso más cuando empezó a pasar poco tiempo en casa, pero al menos lo hacía por su familia…*Shin empezaría a caminar intimidantemente hacia el criminal, que retrocedería con miedo.

-¿Q-Quien eres…?*Pregunto asustado el hombre.

-Yo soy… La Venganza…*Shin lo agarraría del cuello y le daría un fuerte golpe que le rompería la quijada*. Dejaste muy destrozada a la familia de ese hombre…*Shin lo agarraría del hombro y con fuerza se lo rompería, y su víctima no podría gritar, aunque apenas emitió un sonido*¡Ahora lo pagaras con tu vida!

Shin lo alzaría en alto del cuello con su mano izquierda, mientras alzaba la derecha, y… Sus uñas se habrían afilado como garras… Estaba listo para…

-¡Quieto!*La Teniente Watanabe y el resto le apuntarían con sus armas, evitando que cometa lo que iba a hacer*¡Seas quien seas, desiste de esto de una vez! ¡No estás en derecho de hacer lo que haces y le prometí a cierta familia enviar a ese desgraciado ante la justicia!

-¿Justicia?*Susurro Shin, no siendo escuchado por los Polis*¡No hay justicia en este mundo y nunca lo habrá! ¡Si es necesario, hasta vendería mi alma al diablo!

Shin movería al criminal aun sujeto del cuello, poniéndolo frente a los Polis como si fuera un escudo-humano, lo cual causo que los Policías bajaran sus armas. Grave error, porque… Todos ellos verían con horror como una mano con garras ensangrentada atravesaba la espalda del criminal, cuya sangre empezaría a salir y caer al suelo, siendo llevada y limpiada por el agua del hidrante roto.

Shin retiraría su mano del pecho de aquel cuerpo, para después soltarlo y dejar que el cuerpo caiga al suelo mientras su sangre manchaba el suelo y creaba un gran charco de sangre que era llevado y limpiado por el agua. Todo ante el gran horror de muchos de los Policías presentes que nunca habían visto algo tan atroz antes…

Shin miraría su mano derecha ensangrentada mientras sus garras se deshacían y volvían a ser sus uñas normales; el agua limpiaba la sangre de su mano. La satisfacción de haberse vengado estaba ahí, y… se sentía bien, pero entonces… ya se imaginaba lo que vendría después de la satisfacción… Por lo que…

-… Ya lo hice…*Él sobreactuaría como si lo que hizo no le afectara ni importara, como si fuera lo más natural del mundo*. Problema resuelto ¿Tan difícil es hacer lo necesario?

-¡Maldición ¿Tienes idea de lo que has hecho?!*La Teniente Watanabe se enojó por lo ocurrido*¡Esa es una línea que no se cruza!

-Y yo ya la cruce…*Shin daría unos pasos hacia atrás con discreción*. Ya no hay retorno para mí… Lo hecho, hecho esta…

Tras decir eso, el joven apretaría con fuerza con su pie el gran orificio de donde salía el agua del hidrante roto, logrando redireccionarla y lanzar un gran chorro de agua que terminaría empapando y cegando a los Policías.

Y cuando estos recuperaron la visión estando empapados, aquel individuo enmascarado ya no estaría en el lugar. Se había ido como si hubiera sido un fantasma…

La Teniente Watanabe entonces solo miraría al cadáver del asaltante de Akumatsu Long, estando molesta por esto… Aunque no le importa la vida de estas escorias, el matar va en contra de todo lo que es la justicia por la que han luchado, y que alguien cometa tal acto sin remordimiento ni duda… Es aterrador y preocupante.

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Más tarde…

En un hospital de nombre ''Shimmei'', se podía ver al padre de Shin, Akumatsu Long, en un estado muy grave. El hombre había recibido un disparado muy cerca del corazón, gracias a Dios y los doctores, el Señor Akumatsu sigue con vida, pero no está en un buen estado que se diga, está bien, pero a la vez, esta entre la vida y la muerte… En pocas palabras, en un coma muy grave y quizás no pueda poder despertar. Un destino peor que la muerte, algo que no es muy reconfortante que digamos.

Lo único que podían hacer era ver a su padre/esposo en la sala de operaciones. Un buen hombre querido por su esposa y sus hijos, estaba entre la vida y la muerte.

-Logramos estabilizar la condición lo mejor que pudimos. Debo admitir que su esposo tiene una gran fuerza de voluntad y un cuerpo fuerte. Es increíble cómo pudo sobrevivir con todo y la cirugía. Aun así, tiene daños internos conectados… Y para serles sincero, es un estado de coma muy grave…*Dijo el doctor.

-¿Cuándo despertara?*Pregunto Maya.

-Lamento decirle esto, pero no veo un cambio en su esposo. La bala apenas le dio al corazón, más cerca y ya no le pondríamos soporte vital…*El doctor suspiraría complicado*. Bueno, me despido. Espero puedan… sobrellevar esto.

-M-Muchas gracias…*Dijo Maya aguantando las ganas de llorar. Saber que estuvo a punto de perder a su esposo, ese hombre que amo por mucho tiempo y que paso por muchas cosas tanto buenas y no muy buenas, que ahora estaba conectado a dispositivos vitales entre la vida y la muerte.

Mana trataba de mantenerse fuerte, pero no podía, siendo consolada por Shin, quien le presto su hombro para que llore… Los ojos del joven habían perdido el brillo optimista que antes tenían, ahora estaban casi vacíos, teniendo solo un pequeño brillo apenas perceptible…

Una pequeña luz en la infinita oscuridad.

Al final, de nada le sirvió vengarse… Se siente vacío. Que lo que hizo no cambio nada. La ironía.

Y ahora sus manos están manchadas con la sangre de aquel que dejo a su padre en coma.

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Al día siguiente…

El joven Akumatsu se encontraba a oscuras en su habitación. Este estaba viendo la ventana, viendo al cielo nocturno y recibiendo todo el aire… Tanto él y su hermana faltaron hoy al instituto y su madre se encargó de informarlo al Director, de que posiblemente no irán por unos días, cosa que este entendió y hasta paso la noticia a los respectivos compañeros de ambos hermanos y sus Senseis.

Donde justo ahora, Shin estaba escuchando sin ánimo los mensajes de voz de algunas personas…

-[Akumatsu-kun… Me entere de lo de tu padre y espero que estés bien. Sé que apenas hemos cruzado palabras solo en clases, pero quiero que sepas que estoy para lo que necesites, ya que te respeto por lo buena persona que eres… Simplemente llámame si necesitas algo, aunque sea un hombro para llorar, estaré ahí para ayudarte…]*Ese era el mensaje de Stacy.

-[Hola Shin, soy yo… Mi padre me contó lo que paso… Lamento no poder estar ahí, pero si necesitas hablar o algo, con lo que sea, avísame. Mi padre y yo te ayudaremos, ya que eres familia para mí, Shin…]*Ese fue el mensaje de Albert.

-[Hola Shin, me entere de lo que paso y quisiera decirte que lo lamento… y aunque no me lo pidas, yo puedo pagar la mantención de tu padre, es lo menos que puedo hacer por haber ayudado a mi hijo en sus estudios y por ser un verdadero amigo para él. Ya le dije a Albert que te invite a comer con nosotros para despejar la mente cuando quieras. Avísame…]*Ese fue el mensaje de Willian.

-[Ju. Hola Akumatsu… Soy Eugene. Mira, sé que tuvimos nuestros problemas, pero… Quiero decirte que si necesitas algo, cuenta conmigo. Todos necesitamos algo con lo que distraernos de la realidad…]*Hasta su bullying le mostraba un lado que nunca pensó que vería de él.

-[Shin-kun… Si necesitas hablar, puedes contar conmigo. Sé que es duro estar en una situación como en la que estas, hasta Meriel está mal por ti…]*Y ese fue el mensaje de Anne.

Y así más y más mensajes de compañeros y conocidos.

Una vez termino con los mensajes, Shin prendería la Tv, donde decidiría ver un momento las noticias, y…

-[Hoy a las 11:00 Am, en un conjunto de apartamentos de Yokohama, en la prefectura de Kanagawa, un hombre de 30 años fue encontrado muerto y cubierto totalmente de sangre. Al parecer se trata de un homicidio y la Policía ya está investigando el caso…]*Dijo una de los reporteros de la ciudad.

-[Hoy en Shibuya, Tokio, Naoki Tofuji, de 35 años, fue arrestado bajo sospechas de haber asesinado a su compañera de habitación, una mujer de 25 años]*Dijo otro reportero.

-[Hoy en Shinjuku, a las 2:35 Pm, un hombre mato indiscriminadamente a seis personas, entre ellos una niña. La Policía en estos momentos lo está buscando…]*Dijo otra de los reporteros.

Y así hubieron más noticias sobre los crímenes cometidos tanto hoy, ayer y días anteriores.

Shin apenas podía asimilar todas estas noticias, pero… Mientras se sobaba la sien, un pensamiento lógico llego a su cabeza… y lo confirmo con la siguiente noticia…

-[Ayer en Shinjuku, un hombre fue disparado y le robaron el auto. La Policía persiguió al responsable, conocido como Kurou Otoyama, hasta Yotsuya y este fue encontrado muerto por la Policía… Se cree que el responsable de tal atrocidad fue el sobrehumano de hace unos días]*Dijo la reportera más conocida de todo Tokio.

Si, tal y como pensó… Su caso solo se terminó convirtiendo en uno más de los que salen en las noticias… Ahora lo sabe, nunca se haría verdadera justicia y esta guerra contra la corrupción nunca terminara.

En opinión de Shin, si un Superhéroe o un Vigilante llegara a existir en la vida real, esperaba que fuera uno que no tuviera nada que perder y con todo lo necesario para enfrentarse al mundo… pero también… Es mejor aquellos que aun con mucho que perder, no temen mancharse las manos si con eso erradican al mal de raíz, ya que en un mundo tan cruel de nada sirve la moral y la fe, solo importa hacer lo necesario.

Ahora lo sabe…

El mundo casi le quito a su padre y tal vez en algún futuro no muy lejano se lo terminen de arrebatar… Si la situación de ahora no mejora, puede incluso perder a su madre, quien ahora debe cargar con la responsabilidad sobre la familia… Obviamente él y su hermana van a ayudarla, pero… La posibilidad de que sea asaltada y asesinada está ahí… Incluso su hermana no se salva…

Nadie está a salvo en esta ciudad a menos que alguien haga algo… Trato de ser una buena persona, creer en la bondad de otros y nunca pensar en su beneficio personal, pero al final… El mundo lo termino golpeando feo en la cara a pesar de que no fue egoísta, como burlándose de él.

Ya eso de ser bueno no importaba… De nada sirve enfrentar al mal con ideales y códigos, estos son solo una debilidad, una excusa para escapar del castigo de hacer lo necesario…

¿Por qué ser un Héroe ejemplar…cuando solo debes hacer lo correcto y lo necesario, sin importar que el resto piense que está mal aquello?

Shin lo había decidido. Aunque tenía mucho que perder, solo él podía revertir esta situación y era el único que podía hacer lo necesario. No nadie más, solo él… Ya sea que haya sido una jugada del mundo o el destino, no importaba…

Ese día, en el mundo... había nacido, no un héroe, sino… Un Demonio… Un Humano que es la encarnación de un Demonio… La Venganza… La Noche… Y la Oscuridad… Junto con una pequeña Luz de Esperanza en aquella Infinita Oscuridad… Una Luz que no puede abandonar a esa persona…

El Demonio Negro.