Chapter 6 - Capitulo 6: Vidas

12:35 Am

En una casa abandonada, se vio a alguien salir volando hasta chocar con una pared de manera brusca… Era un hombre moreno y calvo que vestía una franelilla blanca y bluejeans.

En eso, una figura que salió de las sombras se mostró, y esta inducia miedo con solo verlo…

-Hasta que te encontré, Zath Victor, asesino serial, psicópata y violador…*Black Demon caminaría lentamente hacia el hombre*. Dime ¿A cuántas mujeres has asesinado y violado?

-Je ¡Jajajajajaja! C-Ciento veintiuno…*Se ríe como loco el asesino serial; porque lo estaba.

-121, eh…*El demonio enmascarado asentiría, convenciéndose*. Me suena a…*Alzando su mano derecha, unas garras aparecieron en sus dedos*. Incorregible.

-Jejeje… Tú no eres tan diferente de mí…*Le dijo Victor con burla.

-Yo no mato por placer, sino porque es necesario… El sistema judicial fallo y por eso yo estoy aquí…*El demonio negro le daría una patada al asesino, tumbándolo al suelo*. Llámame idiota o la versión oscura de un héroe, pero sabes que te iras al infierno…

-N-No lo harías…*Dijo Victor algo nervioso, tragando un nudo en su garganta.

-Se ve que estar en Hellscrouft te ha aislado de las últimas noticias…*Shin alzaría su mano con sus garras*. Desearas haberte quedado ahí.

-¡N-No! ¡Espera! ¡Por favor! ¡No me mates! ¡Te lo suplico! ¡Por favor! ¡Piedad! ¡No! ¡No! ¡Noooooooooooooooooo!

El sonido de la carne siendo atravesada fue lo último que se escuchó…

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Al día siguiente

Shin y su hermana estaban desayunando tranquilamente junto con su madre, ya que hoy entraban un poco más tarde a la academia, por lo que no había prisas.

En eso, verían la Tv desde donde comían, donde se reportaría una noticia interesante…

-[Anoche se encontró en una casa abandonada al actualmente buscado asesino en serie que escapo de Hellscrouft, Zath Victor. Sin embargo, lo intrigante y que a la vez se esperaba es que se encontró al sujeto sin vida. Tras un análisis rápido, Zath murió al momento en que algo, como una cuchilla, perforo su cuello… Nadie duda de que fue Black Demon, quien a pesar de tener una fama muy dividida entre los que alaban y los que condenan sus actos, por esta ocasión, todos parecen más tranquilos y con más seguridad de salir a las calles. Y la mayoría de las mujeres de Tokio le están muy agradecidas al guardián demoníaco por esto… La Policía intenta obtener alguna pista que los lleve hacia Black Demon, pero hasta ahora no han conseguido nada… Eso es todo por el momento, seguiremos informando en breve…]

Shin soltó una risa leve e imperceptible por lo escuchado, para después llevarse el cubierto con la comida a la boca…

-Sé que no debería pensar así, pero…*Maya suspiraría, siguiendo con su desayuno*. Estoy más tranquila al saber que ese tipo ya no está vivo.

-Es verdad…*Asintió Mana, resignada*. Aunque sea difícil de aceptar o admitir, hay personas que no merecen una segunda oportunidad.

-Sí… Lamentablemente sí…*Dijo Maya, asintiendo.

-Descuiden…*Ambas pasarían a ver a Shin, quien sonreiría de medio lado*. Todo va a mejorar.

-Wow…*Maya se sorprendió por lo escuchado*¿Y eso?

-¿Qué…?*Cuestiono Shin alzando una ceja.

-Es verdad… Normalmente antes te daba igual si las cosas mejoraban o empeoraban ¿Y ahora…?*Le pregunto Mana.

-Creo que tener la responsabilidad de ser ahora el hombre de la casa me hizo recapacitar… Aún tengo dudas, pero… Al final, la esperanza es lo último que se pierde ¿No?*Dijo Shin alzando por un momento los hombros y sonriendo de medio lado.

-Es verdad…*Dijo Mana, sonriendo.

-Me alegra que pienses eso…*Dijo Maya, también sonriendo.

Con eso, seguirían con su comida hasta terminar y el par de hermanos Akumatsu se irían de camino hacia la academia.

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Ya en las calles...

Se oiría el fuerte sonido de sirenas policiales mientras una patrulla de policías perseguía a máxima velocidad a un auto convertible que tenía el techo replegado, el cual pasaba sobre la banqueta sin consideración alguna.

-Maldita sea ¡Acelera!*Exclamo un hombre apuntando su arma hacia la patrulla policial que los perseguía.

-¿Qué crees que hago? ¡Cállate y empieza a dispararles!*Le respondió el que conducía a toda velocidad evitando algunos coches para facilitar su huida.

Así los fugitivos empezaron a disparar a diestra y siniestra contra los Policías, quienes solo podían agachar sus cabezas contra el volante para no perder visibilidad y evitar que les hicieran un agujero en la cabeza.

-Estos tipos están locos…*Un oficial, sentado al lado de su compañero que conducía, se asomaría por la ventana y dispararía contra esos imbéciles*. Hay que detenerlos antes de que maten a alguien.

-Hay que seguir el plan de la Teniente…*Dijo el oficial conductor.

En eso…

-[¿Me reciben, Unidad 7?]*La voz de Shuri se escucharía en la radio.

-¡Aquí estamos, Teniente Watanabe…! ¡Mierda…!*El oficial conductor se agacharía, esquivando a tiempo una bala.

-¿¡Por donde va, Teniente!?*Pregunto el otro oficial, volviendo a disparar contra esos tipos.

-[¡Estamos cerca! ¡Hagan que se sigan enfocando en ustedes!]

Tras decir eso, la mujer cortaría la comunicación…

-Ju. En verdad siento que no nos pagan lo suficiente…

-Y yo necesito un trago después de esto… ¡Si salimos vivos de esto!

Su compañero al volante estuvo de acuerdo ante lo escuchado.

En fin… Volviendo a la persecución, el coche de los fugitivos comenzó a dar vueltas entre calles para intentar perder a la patrulla policial que los perseguía, mientras seguían con su tiroteo entre sí.

-¡Joder!*El oficial en el asiento de copiloto esquivo de milagro una ráfaga de balas que iban directo hacia él*¡Eso estuvo cerca!

-¡Teniente Watanabe!*Le llamo el oficial conductor por la radio, un poco nervioso.

-[¡Hay vamos!]*Exclamo Shuri.

En eso, se vería como a gran velocidad aparecería otra patrulla policial desde la derecha de aquel camino que seguían. Dicha patrulla repentina lograría embestir el coche de fuga y la fuerza del choque fue tanta que el coche termino volcando y rodando un par de veces por el suelo, antes de detenerse, con el par de criminales muy desconcertados por aquello.

Cuando estos recuperaron la orientación de sus sentidos, verían como eran rodeados por las dos patrullas policiales mientras los oficiales les apuntaban con sus armas grandes. El ver como uno de los cauchos de su vehículo se desinflaba por un disparo de parte de Shuri les hizo ver que no tenían escapatoria, por lo que se rindieron.

-Al menos nadie salió perjudicado…*Dijo Mana un poco aliviada.

-Es verdad…*Asintió Shin.

Ambos hermanos Akumatsu habían visto como se produjo aquel choque repentino. Lo bueno es que no había tantos civiles cerca y solo se rompieron un par de postes… Con eso, seguirían con su camino hacia la academia.

En su camino, Shin suspiraría por aquello. Ya han pasado algunos días desde su encuentro con el Capitán Grant y de haberles dado la noticia de la muerte de Chinabu.

Y como supuso, el crimen en las calles se está empezando a volver más frecuente que antes. Matar a Chinabu no implicaba que sus subordinados sobrevivientes no dejaran de delinquir, sino que ahora hicieran de las suyas en las calles tras ya no tener a su financiador con ellos. Lo mismo hubiera sido así incluso si lo hubiera entregado a las autoridades.

Sabe que hay males que son necesarios para la supervivencia y Chinabu era uno de esos por tener a muchos de esos imbéciles controlados. Podrá haber estado destruyendo a la ciudad por dentro, pero eso era más tolerable a que haya muchos crímenes en las calles que pongan en peligro a los propios civiles.

Normalmente, en una situación así donde el crimen ahora será más frecuente en las calles y durante el día; él debería considerar empezar a salir de día para aportar en lo que pueda, pero… Sinceramente, no le interesaba intervenir en algo como eso.

No porque no quiera, sino porque en el día sería más arriesgado para él lidiar con las autoridades y también se arriesga a que sus cercanos sospechen de que él desaparezca cuando ocurre un crimen no muy lejos de donde están. Lo mismo se aplica si eso llega a afectar a los compromisos y deberes que debe atender, al igual que mantener su buena puntuación en la academia.

Total, él no es un héroe y no es su trabajo ayudar o salvar al resto, él solo pelea contra el crimen para volver su hogar lo más seguro posible para sus seres queridos, a costa de todos los valores morales que le han inculcado por años.

Incluso si hubiera decidido ser un vigilante con código moral de no matar y solo lastimar severamente, sumado a de alguna forma ganarse la confianza de la Policía; sabe que eso le traería más problemas que beneficios, no solo a él, sino también al resto… Que por no matar, los imbéciles que encierre serán liberados al poco tiempo por sus jefes…

También, que los que serían sus aliados, lo llamen entrometido por meterse en donde no lo llaman… Un ejemplo de eso, lo que acababa de presenciar hace rato… Una persecución donde él no es necesario, porque los oficiales pueden manejarlo sin tantos problemas.

Ha visto esa clase de casos similares en series realistas sobre superhéroes donde el héroe de la historia resuelve un caso en el que no era necesaria su intervención y los Policías, que serían sus aliados, se amargan por aquello, pero el héroe no nota aquello o lo toma como broma… Y por algo como eso, los que serían sus aliados se ponen en su contra y tratan de incriminarlo para sacarlo de las calles por sentir que tal héroe presumía sus acciones y que trata de reemplazarlos o que los hace quedar como si la Policía solo fueran adornos y que ya no son necesarios… Eso es así porque sabe que si hay oficiales que se han dedicado en cuerpo y alma a cumplir con su deber, y sentirse recluidos por un individuo enmascarado sobrehumano los hace sentirse inferiores, ya sea por los celos o el sentimiento de competitividad.

Por eso Shin prefiere no cooperar con ellos y hacerlos recoger la basura que él deja por ahí, al igual que dejarlos encargarse del crimen durante el día, ya que sabe que con la muerte de Policías corruptos, el resto, ya sean corruptos o no, se tomaran más en serio su deber a costa de sus propias vidas, y más viendo que el crimen en las calles estaba creciendo.

Para él, ser un héroe con moral no trae más que más problemas de los que ya hay y termina creando males todavía peores que el anterior… No importa cuánto luche un héroe y no importa cuántas veces trate de inspirar a los demás con sus actos de moralidad, lo único que consiguen es caer en un círculo vicioso del que nunca van a poder salir y solo terminan perjudicando a los ciudadanos.

Por eso él les hará entender a todos su punto a través del verdadero miedo, que si intentan delinquir, Black Demon los encontrara y terminara con ellos definitivamente… Por lo tanto, que el crimen aumente en las calles es otro mal necesario para que a largo plazo las cosas se estabilicen… Vale la pena el sacrificio y ya se ha acostumbrado a la muerte que deja a su paso.

-O-Onii-sama…*Mana le llamaría la atención y este la vería*. Mira allí…

Shin vería a donde apuntaba su hermana, ubicando en una calle a un grupo de hombres que rodeaban a una chica de cabello rubio y ojos rojos, que ambos reconocieron al verla…

-Himaki-san…*El pelinegro identifico a la chica, una de sus compañeras de la academia y de salón. La novia de su bullying que se ha vuelto algo comprensivo con él últimamente. Aun así…*. No es nuestro problema.

-¿¡Pero qué cosas dices!?*Mana lo detuvo de seguir caminando*¿¡No vez que está nerviosa!? ¡No podemos dejarla a su suerte!

-Mana… Lo mejor es no meternos donde no nos llaman…*Le dijo Shin, inexpresivo.

-¿Le tienes rencor tanto a ella como a Lupus-sempai?*El joven no cambio su expresión ante la cuestión de Mana*¿Es eso? ¿No vas a ayudarla y dejar que sufra lo que sea que le vayan a hacer por eso? ¿Una vendetta personal? Nunca te creí de ese tipo de ser…*Le dijo ella con el ceño fruncido.

-Ju…*Shin suspiraría*. Mana, seamos realistas… Ellos son tres… Y aunque yo ahora puedo pelear, no puedo lidiar con tres a la vez y tú ni siquiera te puedes defender por tu propia cuenta… Lo único que conseguiremos al meternos en eso es que no solo yo termine apaleado por ellos, sino que también se interesen en ti al verte y te quieran hacer lo mismo que a Himaki-san…

-A-Aun así…*Mana intentaría contraargumentar, pero…

-Mana…*Shin la interrumpiría*. No hay ley que impida a un civil golpear a un criminal si puede, pero eso solo es en defensa propia… Otra cosa es buscar los problemas… Toma a Black Demon por ejemplo, lo que él hace no es en defensa propia, sino que anda por ahí buscando los problemas, y obvio eso no le preocupa por lo que es capaz de hacer… Pero nosotros solo somos simples estudiantes de preparatoria ¿Y quieres meterte con tres delincuentes? Se realista y reconoce tu lugar…

-P-Pero…*Mana agacharía la cabeza, un poco triste mientras apretaba su falda.

-No es malo ni deshonroso huir cuando sabes y sientes que no puedes hacer nada… Eso es supervivencia… No digo que este mal ayudar al prójimo por puro desinterés como un altruista, pero lo que tu pides es un imposible…*Shin suspiraría*. Solo sigamos con nuestro camino, con suerte un Policía la ayudara.

-¿Y si no…?*Cuestiono Mana, deteniéndolo de nuevo.

-No tengo porque decir lo obvio ¿No?*Shin volteo a verla desde su hombro, aun teniendo su inexpresión.

Mana pasaría a ver de nuevo a la novia del bullying de su hermana. Aunque nunca le agrado, tampoco le ha deseado ningún mal, y más sabiendo que es la que menos molesta al resto en la academia… No le importaría ayudarla, pero… ¿Qué puede hacer ella o su hermano? Quería decir algo mas o moverse, pero… No podía… Su cuerpo… Su instinto… Le gritaban que no se metiera a la boca del lobo… ¿Es este el tan llamado instinto de supervivencia? ¿En verdad es incapaz de hacer algo?

Sus padres siempre le han hablado sobre la humildad y la ayuda al prójimo sin nada a cambio, porque así representan eso que muchos han olvidado, pero… ¿En serio llegara a estos extremos por esos valores morales?

Lamentablemente y amargamente, su instinto sabía y le decía que no lograrían nada metiéndose. Hasta le decía que a la más mínima oportunidad, Aile se escaparía y los dejaría a su suerte con esos sujetos… Y sintiendo de primera mano lo que le decían sus instintos de supervivencia, no debería sorprenderla si los de Aile le dicen que huya cuando ella y su hermano distraigan al trió de maleantes, ya que al final, al igual que ella, Aile tampoco puede defenderse… Y como dijo su hermano, no es malo ni deshonroso huir cuando sabes que no puedes ni defenderte a ti mismo, por lo que ella está en todo el derecho de hacerlo.

Mana bajaría la mirada mientras apretaba un poco el puño y se mordía el labio, mientras su cuerpo temblaba levemente… Odiaba sentirse así de impotente, pero…

-Mana…*Shin pondría su mano en el hombro de ella*. Solo… Vámonos…

Ella asintió con pesar y el pelinegro la agarraría desde su muñeca para llevarla consigo, alejándose de aquel lugar, dejando a su compañera a su suerte.

Mientras que del otro lado de la calle, la conocida como Himaki Aile se encontraba en un grave predicamento. Iba tranquila a la academia, hasta que tres sujetos se pusieron en su camino… Esto a ella no le dio buena espina…

-Oye preciosa ¿Qué tal si en vez de ir a la aburrida escuela, vienes con nosotros? Te prometo que te divertirás…*Uno de los sujetos mostró una sonrisa depravada.

-G-Gomen'nasai, pero tengo clases… Así que, si me disculpan…*Aile intento avanzar, pero uno de los sujetos se puso en su camino.

-Creo que no entendiste el punto linda… Vendrás con nosotros para que nos divirtamos…

-Y por si no lo entendiste, no era una petición…

-Ahora guardaras silencio y nos seguirás…*Uno de los sujetos puso una mirada seria mientras mostraba a escondidas una navaja.

La chica estaba muy asustada por la situación en la que se encontraba… Intento ubicar a quien sea con la mirada, logrando ver a la distancia a los hermanos Akumatsu, donde Mana parecía como resignada mientras Shin se le llevaba desde la muñeca, yéndose ambos de allí…

¿La habrán visto en esta situación? De ser así, no le sorprendería que se hayan ido en silencio… De un modo u otro se metió con ellos en la escuela, por lo que ¿Por qué ayudarían a alguien que los molestaba?

Por alguna razón, Aile sentía que su situación actual era el peso de sus acciones y ahora lo estaba pagando por ser un asco de persona. No por haber sido cruel como su novio, sino por su desinterés hacia el resto… Y no le sorprende tanto, pero aun así…

-Por favor… Ayúdenme…*Suplico con desesperación en su mente mientras cerraba los ojos y dejaba salir un par de lágrimas… La culpa era demasiada…

Uno de los tipos la iba a tocar, hasta que…

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

-¡¡¡Gaaaaaaahhhhhh!!!*Se quejarían los tres maleantes tras ser disparados en sus piernas, cayendo al suelo, retorciéndose por el dolor.

Aile abriría los ojos y vería a la responsable de aquello…

-Tres hombres contra una niña… Que poca masculinidad…*Dijo Shuri con sarcasmo y repudio mientras guardaba su arma.

-¡M-Maldit…! ¡Ught!*Uno de los sujetos seria pateado en la cara tras intentar insultar a la Teniente.

-Mejor lávate esa boca…*Shuri pondría una mano en su cintura, para después voltearse y ver a su compañero que se acercaba al lugar*. Llévalos al vehículo… Yo consuelo a la jovencita…

-Como diga, Teniente…*El oficial procedería a esposar a aquellos imbéciles y a ayudarlos a caminar para meterlos a su patrulla.

Por su lado, Aile apenas podía creer lo que había pasado, pero igual sintió un gran alivio en su ser por ser salvada… Aunque admite que le da cosa ver la sangre de esos sujetos manchar el suelo… Parece que los Policías de hoy en día son más severos, acorde a la situación actual…

-¿Todo bien, niña?*Shuri le llamo la atención y la pasaría a ver.

-A-Ah, si…*Asintió Aile*. G-Gracias, Oficial…*Ella vería la placa en su pecho con su nombre*. Watanabe.

-Cuando quieras…*Shuri le sonreiría de medio lado*¿Te escolto a tu escuela?

-L-Lo agradecería mucho…*Dijo Aile.

Con eso, ambas mujeres empezarían a caminar hacia la academia tras que la Teniente le informara a su compañero que llevara a los delincuentes a la comisaria.

En el camino, Shuri podía sentir el ambiente un poco tenso, aunque esta no es la primera vez para ella en acompañar a civiles que salva a su lugar de oficio especifico. Miro a Aile de reojo y ella tenía la mirada al suelo, parecía que demostraba… ¿Arrepentimiento? ¿Vergüenza? ¿Por qué será? Si hay algo que puede hacer por ella, es dejarla confesarse libremente…

-¿Algo que desees declarar?*La pregunta de la Teniente llamo la atención de la joven*. Puedes decirme lo que sientes niña… Te aseguro que no se filtrara… Libera tu frustración conmigo si quieres. Lo que menos puedo hacer es escucharte.

-B-Bueno…*Aile hablaría con una voz algo dolida*. En verdad sentí que me merecía lo que me iban a hacer.

-¿Por qué?*Pregunto Shuri.

-Por qué fui y soy un asco de persona…*Aile bajaría la mirada por la vergüenza*. Soy de las populares de mi escuela… mi ''novio'' es un abusón de los débiles al igual que su mejor amigo y mi ''mejor amiga'' le hace la vida imposible al resto con solo sus palabras, y yo fui desinteresada ante todo ello… Seguía las burlas y demás, aunque nunca llegue a ser tan cruel, porque así sentía que pertenecía a un grupo, pero…

-Entiendo…*Shuri la interrumpiría, suspirando*. Mira niña, lo que tú tienes son problemas sociales y una obsesión por encajar en un grupo específico… No te diré lo que debes hacer, ya que todos son libres de hacer lo que quieran con sus vidas, tanto para bien como para mal… Cada decisión que tomes, es tuya y solo tuya, y debes afrontar las consecuencias de la misma, ya sea para bien o para mal… Pero no por eso debes creer que el mundo te estaba castigando hace rato…

-P-Pero…*Aile soltaría un sollozo*. Vi a dos compañeros míos a la distancia… Estoy segura de que me vieron y se fueron al ver que era yo… Y tiene sentido que lo hicieran, aunque no tanto, fui una maldita con ellos…

-De haber sido cualquier otra persona en tu lugar, el resultado hubiera sido el mismo…*Shuri pasaría a verla*. No es malo ni deshonroso huir cuando sabes que no puedes defenderte, incluso dejando a un conocido atrás… Ustedes son adolescentes y ellos eran tres hombres con navajas, sino pueden defenderse de imbéciles así, huyan… No importa si ellos te abandonaron por rencor o por seguir su instinto de supervivencia, ellos no son los responsables de nada… Pero si sientes remordimiento por lo que has hecho antes, deberías hacer lo que creas mejor…

-¿Qué debería hacer…?*Pregunto Aile dolida.

-Solo tú sabes la respuesta…*Shuri volvería a mirar al frente y se detendría junto con la joven rubia tras llegar y estar cerca de la academia*. Niña, otro consejo… No creas que eres especial porque eres hermosa y con un físico que atrae y emboba a los hombres, ya que eso no te hace estar por encima de nadie, incluso si otras chicas te tienen envidia… Todos son iguales de un modo u otro y no te culpo por haber pensado de esa manera…*Ella le acariciaría la cabeza*. Al final, solo eres una joven de preparatoria que aún se está desarrollando y aprendiendo del mundo, por lo que es normal que hayas pensado de esa manera… Muchos lo hacen a esa edad y solo entienden eso cuando maduran y se gradúan… Que decidas ser una mejor persona depende de ti.

-Sniff…*Aile sollozaría y lloraría un poco por lo escuchado, para después abrazar a la Teniente y llorar en su pecho, con la mujer acariciándole la cabeza mientras suspiraba.

-Al final, es solo una niña con virtudes y defectos…*Se dijo Shuri.

Con eso, tras desahogarse, la joven ingresaría a su escuela mientras la oficial se retiraba a seguir con su patrullaje, sintiendo en el fondo una satisfacción de ayudar a alguien a ser una mejor persona.

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En los pasillos de la institución, Shin caminaba hacia su salón tras separarse de su hermana que se fue con sus compañeras…

Sabe que ella aún se siente mal por lo de Aile, pero no podía arriesgarse a vencer a esos tipos sin problemas frente a ellas, ya que podrían sospechar de sus habilidades. Después de todo, él nunca se había ejercitado arduamente hasta antes de obtener sus poderes y apenas le sirvió la excusa de haber entrenado en secreto tras vencer a Eugene, pero que de repente pueda vencer a tres pandilleros y salir intacto seria sospechoso y duda que le sirva la excusa de haber practicado artes marciales por dos años en secreto, ya que sabe que su hermana intentaría obtener respuestas de su madre y solo empeoraría su situación… Por lo que se había prometido no usar sus habilidades en casos como ese.

De ser por él, la habría ayudado, pero no con su hermana cerca y mirando… Solo espera que a Aile no le haya pasado lo peor, o…

-¡Ught!

-¡Kyaaa!

Tras chocar con alguien al doblar por una esquina y escuchar ese grito, rápidamente y gracias a sus sentidos que fueron más rápidos; Shin lograría sujetar de la muñeca a la persona que iba a caer hacia atrás…

Varios estudiantes en aquel pasillo se asombraron al ver lo que paso…

-G-Gomen…*Se disculpó Shin, viendo al fin quien era la persona.

-D-Descuida…*Le dijo cierta chica de cabello rojo y de rasgos faciales mixtos*. Fue mi culpa también… Shin-kun… Aunque, gracias por evitar mi caída…

-B-Bueno…*Shin la ayudaría a enderezarse*. Fue por puro instinto, Majuka-san.

-Por favor, Shin-kun… Puedes llamarme Jean…*Le dijo ella con una sonrisa.

-Eh, bueno…*Shin se rascaría la nuca algo complicado*. T-Tratare…

-No me trates con tanta formalidad. Tenemos la misma edad y en esta escuela solo soy una estudiante más, no quien soy allá afuera…*Le dijo Jean.

-E-Entiendo…*Issei suspiraría.

-Ahm… Shin-kun…

-¿Hai?

-Me sigues agarrando de la muñeca…

El pelinegro se daría cuenta de lo dicho por Jean, y…

-G-Gomen…*Shin la soltaría mientras un leve rubor de vergüenza aparecía en sus mejillas*. No me di cuenta.

-Descuida…*Jean seguiría sonriendo, para después poner una mirada comprensiva*. Por cierto, Shin-kun….*El mencionado le prestaría atención*. Aunque tarde, lamento lo de tu padre…

-Oh, descuida…*Shin le haría un gesto con la mano de que todo está bien*. Aprendimos a sobrellevarlo… Y aun sin él trabajando, hemos logrado salir bien adelante.

-Es bueno escucharlo…*Jean sonreiría por lo escuchado*. Por cierto…*Ella se apenaría un poco*¿Crees que me podrías ayudar a estudiar?

-¿P-Por qué yo?*Cuestiono Shin, incrédulo*. Digo, tienes un buen promedio y…

-Lo sé, pero…*Jean bajaría la mirada un tanto apenada*. Mi madre quiere que mis notas mejoren aún más, de lo contrario me sacara de la academia… Cree que no aprendo nada aquí y cree que este lugar ya no es lo que alguna vez fue en el pasado.

-Un poco exigente la verdad…*Ella pareció apenarse más ante lo dicho por Shin, quien suspiraría*. Bueno, no cuestionare tus razones ni nada, por lo que está bien, te ayudare…

-¿D-De verdad…?*Pregunto Jean, pasando a verlo, sorprendida.

-Sin problemas…*Shin se encogería de hombros*¿Nos vemos en la Biblioteca después de clases o cuando tú quieras?

-Hai. Gracias…*Le agradeció Jean, sonriendo, para después sacar su Smartphone*. Intercambiemos contactos.

-Está bien…*Shin también sacaría su Smatphone.

Ambos operarían en el Smartphone del otro tras desbloquearlos y se agregarían en los contactos del otro, para después devolverle al otro su respectivo aparato.

-Nos vemos después, Shin-kun.

-Hai… Jean-san…

La pelirroja sonreiría y volvería a caminar, pero antes de pasar al lado del pelinegro, se detendría y se acercaría hacia él, para después depositarle un beso en la mejilla que lo desconcertó y dejo a los que veían todo con la boca abierta.

Shin se voltearía a verla y Jean se despediría con la mano mientras le guiñaba un ojo… Al menos gracias a sus sentidos sobrehumanos podía presentir que ella fue completamente honesta en su pedido y acciones.

-Wow, pero que galán…*A esa voz, vería como Albert se le acercaba con una sonrisa de gran interés por lo que había visto*. Obtuviste el numero de una de las ídolos de la academia sin siquiera pedirlo. Mis respetos.

-N-No digas tonterías…*Shin guardaría su celular mientras trataba de mostrarse indiferente, aunque el leve rubor en sus mejillas no lo ayudaba nada*. Solo me pidió ayuda para estudiar.

-Pues viniendo eso de ella, me sorprende…*Albert sonreiría con algo de travesura*. Suerte con ella amigo.

-Ya dije que no es eso…*Shin procedería a caminar para ir a su salón, pero…

-¿Sabes? Así te comportas como un Tsundere…

Albert reiría mientras juraba escuchar que algo se rompía al ver como su amigo detenía su caminar, para después…

-¡No soy Tsundere!

Lo que el joven no sabía, es que esa noticia se iba a esparcir como pólvora en toda la academia en cuestión de unas horas.

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Tras unas horas donde vieron Matemáticas, Física, Biología y Química; llegaría la hora del almuerzo en la academia.

Shin y Albert se dirigieron a la cafetería, en la cual escucharían hablar a varios alumnos sobre lo que paso entre el joven Akumatsu y Jean. Al parecer esto seguiría por el resto del día, pero a Shin no le importó para nada.

Tras un rato de espera, ambos amigos ya tendrían sus pedidos de la cafetera, buscarían un lugar vacío para sentarse, logrando ubicar una mesa vacía y se dirigieron a aquel lugar, pero antes de sentarse en el lugar, verían que un par de chicas iban a sentarse también en ese lugar; una pelicastaña y una pelirrosa. Ambas se sorprenderían al verlos y ellos las conocían, pero…

-Ah, no se preocupen, pueden sentarse aquí, buscaremos otro lugar para nosotros…*Les dijo Shin.

Ambos se prepararon para irse, pero…

-No, esperen…*Los detuvo la pelicastaña de ojos marrón*. No nos importa la verdad ¿Cierto, Sasha?

-Hai, Stacy…*La chica pelirrosa ojiverde les sonreiría*. Anda, no sean tímidos chicos. A fin de cuentas, somos compañeros de salón.

-Bueno, si no les molesta…*Albert fue el primero en aceptar, sentándose en el asiento frente a la pelirrosa.

-E-Está bien…*Acepto Shin un poco complicado, sentándose en el asiento frente a la castaña, Stacy, la hija del Capitán Grant.

Los cuatro jóvenes empezarían a comer tranquilamente, hasta que…

-Hey, Shin…*Albert le llamaría la atención*¿Listo para tu primer día?

-Un poco nervioso, pero si…*Afirmo y asintió Shin.

-¿Primer día?*Cuestiono Stacy alzando una ceja.

-¿Es un trabajo o algo así?*Sasha dijo la posible razón con duda.

-Ah, bueno…*Shin se rascaría la mejilla algo complicado.

-Descuida amigo, no habrá problemas si son ellas…*Albert le dio una palmada en el hombro en calma, para después ver al par de chicas de Kendo*. Lo que paso es que hoy Shin empieza su trabajo en la empresa de mi padre.

-¿¡En Akatsuk…!?*Sasha, exaltada, no pudo terminar lo que iba a decir, porque Albert le puso rápidamente la palma abierta frente a su cara, callándola.

-Se me pidió que no lo ande divulgando…*Les dijo Shin, suspirando*¿Pueden no decírselo a nadie?

-Descuida, Shin-san, nuestros labios están sellados…*Le aseguro Stacy haciendo como si cerrara un cierra en su boca, soltando una risa al final, al igual que el resto.

-Puedes contar con nosotras…*Le dijo Sasha guiñando un ojo y juntando los dedos pulgar e índice de su mano alzada.

-Gracias…*Agradeció Shin, volviendo a su comida.

-¿Y~?*Sasha llamaría la atención, sonriendo traviesamente*¿Qué es eso de que Jean-san te dio su número, Shin-san?

-¡Ught…!*Shin casi se atraganto con su comida por lo escuchado*. N-No es nada de eso… S-Solo me pidió que la ayudara a estudiar y que me avisaría…

-Pues me sorprende eso viniendo de ella…*La expresión de Stacy demostraba que si estaba sorprendida por ello*. Digo, Jean-san tiene de los mejores promedios de la academia ¿Y quiere mejorar más? Aunque claro, no digo que este mal… Es solo que…

-Descuida…*Shin la detuvo, y proseguiría, tras suspirar*. No me dio detalles, sino solo que su madre le anda exigiendo que debe mejorar sus notas y que debe ser la mejor de la Academia. De lo contrario, la sacara y la transferirá a una escuela más ''digna'' de ella.

-Pero que tontería…*Albert fue el primero en mostrar su desaprobación ante aquello*. No hay mejor Academia en toda la ciudad que Shinkumi… Es obvio que lo que esa mujer quiere es llevarla ya mismo a la Universidad…

-Bueno, es de la alta clase… Creo que es normal que tenga el pensamiento de que como tal, deben tener y ser los mejores…*Sasha dijo lo obvio, pero…

-Ja. Tal vez…*Albert reiría con claro sarcasmo e ironía*. Tal vez no lo sepan, pero la madre de Jean-san no es una clase alta de nacimiento, ella solo se casó con su marido que es el verdadero miembro de alta clase de la familia Majuka.

-Creo que era de esperarse…*Aun algo sorprendida, Stacy no le veía la gran importancia*. De todas formas, también hay miembros de familias humildes como nosotros que son criados muy estrictamente.

-Je. Lo sé, pero…*Albert reiría con cierta burla*. Lady Majuka no era ni alguien de una familia de clase media antes de casarse…*Los tres jóvenes se intrigaron ante lo escuchado*. Ella era una verdadera clase baja. Según sus antecedentes, vivía en las afueras de Tokio, en una granja, pero abandono su hogar para venir a la ciudad desde que cursaba la preparatoria en esta misma academia. Se crió prácticamente sola y mírenla ahora… Se cree la gran cosa solamente porque empezó a valerse por sí misma desde su adolescencia y se cree con el control total de la familia Majuka solamente porque su marido está ocupado dirigiendo su compañía.

-Bueno, se ve que ella llego hasta donde esta con su propio esfuerzo…*Dijo Shin.

-Es verdad…*Asintió Stacy.

-Albert-san, hablas de Lady Majuka como si ella no mereciera lo que logro, incluso si esta sobreexigiendo a su propia hija…*Le dijo Sasha.

-Créanme que lo digo por una buena razón…*Albert suspiraría, antes de proseguir*. Verán, ya deben más o menos saber sobre los compromisos arreglados entre la alta clase ¿No?

-Algo…*Sasha se encogió de hombros.

-Para mí eso es privar a uno de su derecho de elegir…*Dijo Stacy con el ceño fruncido.

-Ju. Bueno, verán… hubo un tiempo en que me habían comprometido con Jean-san…*Los tres jóvenes se sorprendieron ante lo dicho por Albert*. Fue Lady Majuka quien mando la solicitud a mi padre y él dijo que solo aceptaría si ambos estábamos de acuerdo… Jean-san y yo nos comprendimos mutuamente y logramos cancelar aquella propuesta. Y obviamente note como a Lady Majuka no le gusto como culmino todo… Por eso digo que ella no se merece lo que tiene, por que solo se casó con la alta clase y no se volvió una por mérito propio… Es solo una clase baja de nacimiento que no está siendo mejor que el resto de alta clase que no contribuyen en ayudar a los de bajo status necesitados… Ella de seguro cree que nadie lo sabe, pero he oído a otros miembros de la alta clase menospreciarla a sus espaldas, ya que saben de sus antecedentes, pero la admiten porque es una buena negociadora y catedrática económica.

-Pues a eso yo le llamo discriminación…*Stacy mostraría su descontento*. Vale, tal vez ella no esté siendo el mejor ejemplo de madre, pero me sorprende que hasta en la alta clase haya discriminación entre ellos, incluso si no lo muestran abiertamente.

-No importan los grupos ni tampoco las clases sociales… Al final, siempre hay discordia en todos…*Los tres jóvenes pasarían a ver a Shin, que seguiría con lo suyo*. Policías, Militares, Civiles, Nobles… En todos siempre hay discordia, porque todos se creen mejores que otros… Lo que importa para la mayoría es el beneficio personal y no el bien mayor para todos… Y eso es algo normal…

-¿N-Normal…?*Sasha no pudo creer lo que escucho, al igual que a Stacy*¡Es ridículo! Se supone que todos debemos ayudarnos entre todos, ya que todo el mundo está conectado. Los problemas de otros también pueden afectarnos a nosotros ¿Y a ellos no les importa…?

-Ju. No es tan simple, Sasha-san…*Albert suspiraría*. Shin tiene razón. Es parte de nuestra naturaleza ser egoístas, de pensar solo en nosotros y no en los demás. Es natural el mal en todos nosotros y seriamos hipócritas al negarlo, pero podemos ser mejores.

-El mundo aún sigue cambiando…*Shin tomaría la palabra*. Desde la antigüedad, la humanidad se ha peleado y matado entre sí por diferentes creencias e ideologías… Que hayamos alcanzado la paz tras las dos guerras mundiales no significa que la discordia haya desaparecido de todos nosotros… Todos siempre queremos más de lo que tenemos, ya sea consciente o inconscientemente, y eso mismo se aplica para quienes lo tienen todo, en lo material, porque al final… Nadie jamás lo tiene todo… Siempre nos sentiremos incompletos e inconformes… Puedes tenerlo todo y a la vez no tener nada…

-Es verdad…*Asintió Albert*. Mírenme a mí… No me hace falta ningún bien material ni económico, pero lo que no tengo que ustedes sí, es el cariño y convivencia de unos padres…*Ambas chicas se sorprendieron por lo escuchado mientras que Shin se puso comprensivo*. Mi madre es un poco similar a Lady Majuka, con la diferencia de que ella solo goza de los lujos que son de mi padre, nunca me crió ni me dio cariño maternal, solo mi padre me crió como pudo y me dio todo el cariño paternal posible a pesar de sus responsabilidades, sumado a ser cuidado por dos de los sirvientes de la familia que me enseñaron mucho de la humildad y la ética.

-Wow… Albert-san…*Stacy estaba sorprendida por todo lo escuchado*. Siempre pensé que fue Shin-san quien hizo que seas quien eres ahora.

-Jejeje. Bueno…*Albert se rascaría la mejilla un tanto apenado*. Hubo un tiempo cuando era más pequeño que trate de usar mi dinero para hacer amigos, pero… Vi cómo se burlaban a mis espaldas… Solo Shin fue el único que se me acerco sin dobles intenciones, dándome uno de sus sabios consejos… Jejeje. Les puedo asegurar que él en ese entonces parecía más un emo que ahora…

-Albert…*Le dijo Shin mostrando su inexpresión, haciendo que el par de chicas de Kendo rieran de la gracia por aquello.

-Shin-san… En serio pienso que esa cara, aunque te queda, no deberías mostrarte como si fueras un muñeco…*Le dijo Sasha.

-Es verdad…*Asintió Stacy*. Es por eso mismo que otros creen que eres un presumido al parecer un imperturbable.

-No soy presumido…*Susurro Shin bajando la mirada algo apenado*. Solo… no soy tan bueno abriéndome a otros… Lo de Albert fue más suerte y por qué en ese entonces era más optimista…

-Auch… Eso dolió un poco al decir que nuestra amistad empezó por pura suerte…*Le dijo Albert con cierto humor, riendo.

Shin solo le dio un leve codazo, pero su amigo siguió riendo un poco…

Con eso, ambas chicas de Kendo podían ver que esos dos eran mucho más que solo amigos, parecían hermanos… Claro, tampoco saben cómo es la relación entre Shin y su hermana, ya que ambos no interactúan mucho en la Academia, pero saben que ambos hermanos Akumatsu se cuidan y apoyan entre sí, siendo muy unidos, y nunca han tenido ningún conflicto, según la misma Mana.

Aun así…

-Jejeje…*Sasha reiría un poco, con buen ánimo*. Admito que es entretenido charlar con ustedes chicos. Hacen que hablar valga la pena.

-Es verdad…*Asintió Stacy, sonriendo*¿Cómo no hemos interactuado antes?

-Bueno, creo que el que uno no tenga tanta confianza en abrirse a los demás y que al otro no le gusta que se le acerquen con segundas intenciones, sumado a dos chicas muy conocidas que son muy unidas… No hacen buena combinación, hasta ahora…*Dijo Albert, sonriendo de medio lado.

-Ja, ja… Muy gracioso…*Stacy rodaría los ojos mientras sonreía de medio lado por la ironía*. Aun así, pienso que todos merecemos verdaderos amigos con los que se pueda conectar…*Ella se levantaría de su lugar para inclinarse y extender su mano hacia Shin*. Me llamo Stacy, Grant Stacy.

Shin la miraría con una ceja alzada por un momento, para después sonreír y estrechar la mano…

-Akumatsu Shinji. Shin para mis más cercanos.

-Taniuchi Sasha. Un gusto…

-Igualmente, Sasha-san. Soy Oxzen Albert.

Tras que el nuevo grupo de amigos, ahora de cuatro, terminaran de formalizar sus lazos amistosos, seguirían charlando y bromeando mientras el receso transcurría.

Al mismo tiempo…

En el campus de la academia, Mana trataba de mostrarse lo más normal y tranquilamente posible frente a sus compañeras más cercanas, pero igual la seguía invadiendo una cierta culpa por su impotencia de lo ocurrido en la mañana con Aile a pesar de comprender que no había nada que pudieran hacer.

En eso…

-Disculpen…*A esa voz, el grupo de chicas y la hermana de Shin verían a quien les hablo y se paró frente a ellas; la misma Aile*¿Les molesta si les quito a Mana-san por un momento?

Las chicas no supieron que decir o como expresarse ante lo escuchado, pero…

-E-Está bien…*Mana se levantaría de su lugar tras dar un profundo suspiro*. Ya vuelvo, chicas.

Dicho eso, la castaña y la rubia se alejarían lo suficiente de las demás, para después mirarse fijamente de frente…

Mana trago un nudo en su garganta por los nervios, pero aun así…

-Himaki-sempai… Gomen… Si nos viste, yo no…

-N-No, descuida…*Aile negaría con la cabeza, con una sonrisa avergonzada*. Si bien los vi, estaban en su derecho de pensar en ustedes. Además, no paso a mayores gracias a una oficial que llego a tiempo.

-P-Pero aun así…

-Mana-san…*Aile la interrumpiría*. No te tienes que disculpar por nada, sino yo… Fui un asco de persona con ustedes incluso si no hice algo para que me guardaran rencor… Al final, alguien me hizo entender que ni yo ni nadie es especial, que todos somos iguales…*La castaña no supo que decir o como expresarse ante lo escuchado*. Que sea de las populares y una de las chicas más deseadas de la academia no me hace especial, eso fue lo que me dijo ese alguien… Por eso, Mana-san, no quiero cometer los mismos errores, así que quiero empezar de nuevo, si tú y tu hermano me lo permiten…

-Aile-sempai…*Mana no podía creer lo que estaba pasando.

-Me llamo Aile, Himaki Aile…*La rubia le extendió la mano.

Mana rió levemente mientras le correspondía al gesto…

-Akumatsu Mana.

Ambas sonrieron contentas por este nuevo inicio, una feliz por la nueva oportunidad y decidida a mejorar como personas y la otra también feliz porque no le guardara rencor y que no le haya pasado nada horrible a ella.

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Más tarde…

Ya en su casa, Shin se estaba terminando de cambiar y de guardar en otro bolso todo lo que necesitaría.

El joven se miraría en el espejo, viéndose completamente listo para después suspirar y se palmeo las mejillas para rejuvenecerse, asintiendo decidido… Saldría de su habitación, tomaría sus llaves y…

-¿A dónde crees que vas, Shin?*Aquella pregunta lo detuvo, viendo que era su madre, que estaba cruzada de brazos.

-Ahm, pues…

-Si vas donde Albert-kun, bien…*Maya interrumpió a su hijo*. Pero vuelve temprano, ya que últimamente has estado llegando tarde y las calles se están volviendo peligrosas últimamente… Vuelve antes del anochecer…

-Vale. Está bien, descuida, Okaa-san…*Shin iría hacia ella y la abrazaría, a lo que ella correspondía con fuerza mientras temblaba*. Si te hace sentir mejor, puedo pedirle a Albert que me preste a su chófer.

-O-Okey…*Maya se separaría del abrazo y le daría un beso en la frente*. Ten cuidado.

-Ya se defenderme, descuida…*Le dijo Shin alzando un pulgar.

Con eso, el joven se retiraría de su casa, listo para ir a su trabajo.

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-Wow… Es enorme…*Shin silbo un poco al ver el enorme edificio que siempre había visto desde lejos, ya que nunca tuvo razones para verlo desde muy cerca.

Le había tomado una hora de viaje, ya que decidió ir como civil…

-¡Shin!*A esa voz, el mencionado vería a su amigo Albert acercándosele tras salir del interior del edificio junto con su padre.

-Es bueno recibirte aquí, Shin-kun…*Le dijo Willian con una pequeña sonrisa.

-Gracias por esto, Oxzen-san…*Shin estrecharía la mano con el dueño de Akatsuki.

-Lo que sea para que las mentes jóvenes y prodigiosas puedan desarrollarse como se deba y que no sigan reprimiéndose en lugares como Shinkumi solo por la edad y demás…*Willian se daría la vuelta*. Síguenos, te daré un pequeño tour para después llevarte a tu laboratorio.

Los tres entrarían al interior de la gran torre de Akatsuki, donde el joven Akumatsu vería primero el lugar donde estaría la secretaria, seguido de varias escaleras al siguiente piso que son tres escaleras eléctricas junto con dos caminos encorvados que servían tanto para subir y bajar que servirían para carretillas y similares.

El empresario y los dos jóvenes subirían por una de las escaleras eléctricas, y mientras subían…

-[Bienvenidos a Akatsuki, fruto de la mente de nuestro fundador, Oxzen Willian…]*Se escucharía una voz femenina por todo el lugar*[La Torre Akatsuki tiene 112 pisos de innovación… Nuestros científicos son los mejores que todo Japón podría pedir, siendo especialistas tecnológicos y químicos… Akatsuki se dedica a la fabricación de medicina, desarrollos químicos y fabricación de armamento especial… El futuro está aquí… Akatsuki traerá el Amanecer de una Nueva Era]

-Eso está programado para repetir lo mismo cada 10 minutos…*Le dijo Albert a su amigo.

Al llegar al primer piso superior, Willian caminaría adelante mientras que el par de jóvenes lo seguían… Los tres entrarían en un área donde había muchos científicos dispersos haciendo sus propias investigaciones con algunas máquinas como brazos mecánicos junto a ellos en las mesas.

-Esta área es para análisis e invención… Aquí tenemos estructuras proteínicas, cromatografía, vídeo radiografías únicas en el planeta, las pruebas en humanos están por allá y también creamos nuevos aparatos…*Dijo Willian.

-He leído sobre esa máquina…*Shin miraría y señalaría cierta maquina*. Tengo entendido que han intentado hacer que esta máquina pueda ser capaz de albergar un Recombinador Neogenético.

-Así es…*Sonriendo de medio lado, Willian se acercaría a la maquina al igual que el par de jóvenes*. De hecho, lo estuve investigando para unos experimentos, pero luego de varios experimentos, nos dimos cuenta de su inestabilidad y de la sobre mutación que puede llegar a dar ¿Sabes qué significa eso, Shin-kun?

-Que si se recombinara genéticamente algo una y otra vez, se formaría un desorden genético…*Shin alzaría un dedo*. Estamos hablando de que el cuerpo se va alterando mediante radiación y otro tipo de exposición, logrando que todo lo que esté haciendo pueda mutar de mala manera… Hablamos de inclusive enfermedades genéticas hereditarias y enfermedades provocadas por ella.

-Jejeje. En verdad siento que no me he equivocado contigo…*Willian pondría su mano en el hombro del joven en felicitaciones*. Bueno, vayamos a la sala de experimentación genética.

Los tres volverían a caminar hasta que un par de minutos después llegarían a la siguiente sala antes mencionada…

En la misma se veía a diferentes científicos haciendo sus investigaciones mientras habían diferentes animales en jaulas diferentes para cada uno. Había desde arañas, escorpiones, lagartos y peces…

-Aquí nos dedicamos a estudiar y a intentar crear curas para envenenamientos o enfermedades que puedan ser causadas por los animales que ven en este lugar, e incluso intentar crear curas aun no descubiertas como las del SIDA y el Cancer… Yo creo que estos animales tienen lo que necesitamos para tales imposibles, pero hay que dedicarles un buen tiempo y paciencia, ver aún más profundo…*Dijo Willian con una media sonrisa.

-Incluso si les dan el debido cuidado, esto es casi una violación a sus derechos como seres vivos de ser libres…*Dijo Albert algo inconforme.

-Lo sé hijo, pero dudo que logremos mucho por nuestra cuenta y no hay resultados sin riesgos…*Dijo Willian.

-En parte tiene razón…*Shin se encogería de hombros.

-Yo ahora confió en que todo eso es posible si se le da el debido tiempo y dedicación. Después de todo, si la Ciencia, incluso por accidente, logro darle a una persona capacidades físicas sobrehumanas, entonces es posible lo que quiero lograr…*Dijo Willian.

-¿De verdad cree eso de que Black Demon tiene…Súperpoderes…Oxzen-san?*Pregunto Shin, alzando una ceja.

-No lo dudo, ya que algo como lo que él hace no es posible por ningún medio tecnológico. Que la gente no quiera admitirlo es por miedo a un descontrol de tal milagro y no los culpo por ello…*Willian suspiraría*. La Ciencia siempre ha creado cosas milagrosas que fueron usadas para el mal, pero personas como nosotros podemos hacer que no sea así… Black Demon podrá ser un ''Sobrehumano'', pero sigue siendo una persona, un ser vivo… Y por lo tanto, puede morir…

-No lo dudo…*Dijo Shin, asintiendo.

-Igualmente…*Albert estuvo de acuerdo.

-Bueno, sigamos con el tour…*Dijo Willian.

Dicho eso, seguirían con el recorrido por las salas más interesantes de Akatsuki… Shin admiraba todo lo que tenía el lugar, aunque Albert a veces mostraba su desacuerdo al ver que dichas salas no solo eran contaminantes sino que eran malas para los animales y plantas.

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-Y este es tu laboratorio, Shin-kun…*Le dijo Willian abriendo una puerta tecnológica que se abrió sola al estar frente a esta.

Shin admiraría sin duda lo que sería su laboratorio… Parecía una oficina del encargado de algún lugar, tenía un escritorio con una laptop de última edición, una máquina que servía bebidas entre café, agua y refresco y una mesa para invenciones junto con un microscopio y otras herramientas científicas, al igual que un estante lleno de libros. Además de una bata blanca colgando de un gancho en una pared.

-Increíble.

-Verdad ¿No?*Willian le daría una medio sonrisa, para después dar una tos y ponerse estoico*. Recuerda, Shin-kun…*El joven lo pasaría a ver*. Aunque tienes potencial, debes demostrar tu valía… Las siguientes dos semanas a partir de ahora serán un periodo de prueba, te estaré mandando trabajos que deberás terminar y hacer un examen cada fin de semana… Si apruebas como mínimo uno de los dos exámenes cuando termine el periodo de prueba, te quedas… Pero como hoy es tu primer día como pasante, puedes hacer lo que quieras y tratar de crear lo que creas poder. Tienes los recursos de la empresa a tu disposición. Mañana se te mandaran los trabajos. También, deberás ser puntual de venir aquí a las 2:00 Pm durante estas dos semanas, antes de tener el privilegio de venir cuando quieras, si pasas la prueba.

-Entiendo y gracias, Oxzen-san…*Le dijo Shin dando una reverencia.

-También…*Willian sacaría algo de su saco*. Aquí tienes tu gafete que indica que eres pasante…*El joven lo tomaría*. Debes llevarlo contigo en todo momento y mostrárselo a mi secretaria cada que entres para confirmar que estas en el lugar.

-Vale…*Asintió Shin.

-Bueno jóvenes…*Willian revisaría su Smartphone*. Tengo cosas que hacer. Diviértanse.

Dicho eso, el fundador de Akatsuki se retiraría del lugar, dejando solos al par de amigos.

-Bueno…*Albert suspiraría*. Te dejare solo para que te familiarices, Shin…

-¿Seguro?*Pregunto Shin.

-Sí…*Asintió Albert*. Necesitas conocer bien tu laboratorio por tu cuenta. Yo iré al mío personal que tengo aquí en la torre para seguir con algo en lo que he estado trabajando. Te llamare si necesito ayuda.

-Vale…*Acepto Shin.

Con eso, Albert también se iría del lugar, dejando solo a Shin en su ahora laboratorio.

El joven pelinegro se quitaría su chaqueta e iría por la bata blanca que estaba colgada, poniéndosela…

-Admito que siempre quise una de estas…*Shin acariciaría un poco la bata, para después ir por su bolso y empezar a sacar lo que ha traído, poniéndolo en su escritorio, donde después sacaría un par de lentes que se pondría, y…*. Saya.

-[Aruji-sama]

-Ingresa a esta computadora del laboratorio y crea un acceso directo para poder conectarme a ella incluso desde casa para ciertos casos.

-[A la orden, Aruji-sama]*Saya se pondría a hacer lo suyo.

-Bien, entonces…*Shin se quitaría sus lentes e iría a la mesa de experimentación*. Hora de ver que tiene mi nueva genética…

Con un pequeño cuchillo y concentrándose bien, el pelinegro se haría un corte en su dedo pulgar y dejaría caer gotas de su sangre en donde se ponen muestras similares, para después llevarla a un escáner al lado de su laptop, en la cual operaria.

Tras un rato de investigación…

-Increíble…*Shin apenas podía creer lo que le mostraba la pantalla tras lograr identificar los cambios de su ADN*. En verdad es ADN de diferentes animales… gorilas, osos, elefantes, rinocerontes, arañas, águilas, camaleones, murciélagos, felinos, lagartos, anguilas eléctricas y más… Es una locura como todo esto no causó estragos en mi ADN y sin darme cambios de apariencia… Es un milagro muy inusual…

Shin seguiría analizando a más profundidad lo que su nueva genética tenía para ofrecer. Donde tras otro rato, confirmaría que su nueva genética es radioactiva, pero sin llegar a ser letal. Por lo tanto, puede tener descendencia sin riesgos… Aunque en ciertas épocas del año, puede sufrir cosas similares a ciertos animales como épocas de apareamiento.

Además que por alguna razón, la luz solar le da energía nutritiva a su cuerpo, manteniéndolo al 100% y eliminando cualquier signo de cansancio durante el día… y parece que hay algo similar para la noche… Ahora entiende porque últimamente no se siente tan cansado a pesar de sus desveladas. Su nueva genética le permite hasta un descanso y sueño rejuvenecedor como de cuatro horas para estar como si hubiera dormido ocho horas… Aunque, Shin está seguro de que esto debe tener un límite, por lo que lo mejor no es abusar de eso.

También…

-Parece que mi nueva genética y habilidades se siguen desarrollando. Parece que la radiación solar está ayudando en eso y va a buen ritmo, adaptándose para no ponerme en peligro. Por lo que le tomara un tiempo más…*Shin miraría su mano por un momento*. Carajo. Parece que voy a ser más fuerte de lo que creí, aunque…*Cerraría su mano en un puño*. Esas habilidades me pueden servir… Camuflaje y bioelectricidad… Espero obtenerlas pronto, presiento que algo malo puede pasar en cualquier momento.

-[Aruji-sama]*La voz de Saya se escucharía en la laptop*[Albert-sama desea verlo, requiere su ayuda. Está en el último piso de la torre]

-Vale…*Acepto Shin.

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Un rato después…

Shin lograría llegar a donde estaba su amigo tras pasar por la oficina de Willian y pedir indicaciones, donde al entrar en el laboratorio de su amigo…

-Wow…*Se sorprendió al ver un equipo que estaba relacionado a la investigación del medio ambiente y demás.

-Interesante ¿No?*Le dijo Albert con una media sonrisa.

-Sin duda…*Shin asintió varias veces*. Aunque otros digan que es estúpido, te ayudare como pueda en lo que quieres lograr. También creo que algún día deberemos dejar de contaminar para sobrevivir.

-Agradezco tu apoyo, Shin…*Albert sonreiría*. Bueno, ahora… Te llame porque deseo investigar la polución del aire. Quiero identificar los contaminantes antes de que alcancen niveles tóxicos… Y, oye, entre tú y yo, a los miembros de Akatsuki no les hace ninguna gracia lo que quiero hacer, ya que igual están contaminando, pero… Por algo se empieza ¿No?

-Estoy de acuerdo…*Asintió Shin*. Aunque habrá que buscar en lugares específicos un tanto complicados donde se concentre lo que buscamos.

-Ya tengo la solución para eso. Ven…

Shin se sentaría al lado de Albert en su escritorio y mirarían la laptop de este último, donde se mostraría una cámara que grababa que el joven podía manipular.

-Desde aquí puedo controlar un dron especial que podrá recoger las muestras que necesitamos y necesito que me ayudes a rastrear la fuente causante de lo que buscamos…*Dijo Albert.

-Vale…*Acepto Shin.

-Entrare al satélite de la compañía para analizar la ciudad y localizar lo que buscamos…*Albert operaria en su computadora hasta que lograría obtener lo que buscaba.

-Vaya…*Shin se sorprendió al ver los resultados*. La cantidad de hidrocarburos policíclicos en el aire es alarmante… y sigue aumentando…

-Así es…*Asintió Albert, poniéndose serio*. Si sigue empeorando, podría morir gente… Aunque ya ha habido casos de muertes repentinas por el mismo aire contaminado, aunque no han sido tan relevantes.

-Ya veo…*Shin vería la pantalla y analizaría todo*. Las partículas se concentran en zonas problemáticas, como mininubes de esmog… Tomemos unas muestras y después rastreare la fuente…

-Bien. Gracias amigo…*Le agradeció Albert, empezando a operar el dron para hacer lo que deben hacer.

Tras eso, ambos operarían el dron y lograrían ver las nubes contaminantes por la cámara, y el dron recolectaría las muestras de lo que buscaban, las cuales estaban en todo Shinjuku.

Tras un rato de recolección, lograrían obtener todo lo que buscaban…

-Bien, ahora…*Shin operaria en la computadora, logrando rastrear la fuente de tal contaminante*. Ugh. La toxina viene de varios tipos de coches y de una chimenea industrial defectuosa… Lo mejor es sacarles unas fotos.

-Qué bueno que el dron puede incluso hacer eso…*Dijo Albert contento.

-Vale, ya rastree donde esta lo que buscamos…*Dijo Shin.

Con eso, ambos volverían a operar al dron y lograrían sacar las fotos de las cosas que causaban la toxina después de casi media hora.

-¡Genial!*Exclamo Albert contento.

-Enviemos esto y se encargara la Oficina de Protección Medioambiental…*Shin sonreiría de medio lado*. Te luciste, Albert. Este proyecto tuyo puede evitar una crisis para la salud pública y a Akatsuki le costara defender que esto no es útil, y tu padre se sentirá más convencido de financiar esto.

-Hai. Gracias por ayudarme, Shin.

-Cuando quieras, Albert.

Ambos harían su clásico saludo de amistad y saldrían del lugar para darle la noticia a Willian de lo que han logrado.

Muchas cosas están por venirse.