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Chapter 7 - Capitulo 7: Creencias

5:52 Pm.

Hospital Shimmei

-Sé que no apoyarías lo que está pasando… Lo que estoy haciendo, pero…

Shin suspiraría complicado mientras estaba sentado al lado de la cama de hospital donde yacía recostado su padre, aun en coma, pero estable.

El mismo se ha encargado de pagar el hospital con el dinero que ha obtenido de los traficantes para mantener a su progenitor, ya que sabe que hasta los doctores de hoy en día están lo suficientemente corruptos como para no querer tratar a alguien sin un pago de por medio, incluso si esa persona está entre la vida y la muerte.

Que todos aquellos, en su mayoría, que se supone tienen el deber de salvar vidas le pongan precio a la vida de otros es algo que le da rabia, pero sabe que necesita a esos doctores que al menos si harán su parte.

-Ya nada es como antes… El idealismo no puede cambiar al mundo, así de simple… A veces tienes que acabar con aquellos que hacen el mal sin dudar…

Tock Tock

-Disculpe…*A esa voz, a la habitación entraría un hombre con bata blanca. El Doctor a cargo de su padre*. La hora de visitas ha terminado, Akumatsu-kun.

-Entiendo, Dr. Ozwell…*Shin se levantaría tras suspirar y se acercaría al Doctor con una mirada seria*. Más vale que siga con su deber, para eso les pago.

-No me importa mucho el dinero hijo, solo quiero ayudar…*Le dijo el Doctor con una cara algo complicada.

-Si claro…*Shin bufaría tras decir aquello con sarcasmo*. Eso ni usted se lo cree.

Tras decir eso y sin dejarlo hablar, el joven saldría de la habitación ante la mirada del Dr. Ozwell, quien suspiraría resignado ante ello.

No puede culpar al chico por hablarle de esa manera tan indiferente, ya que sabe que hay doctores que no han aceptado tratar a una persona grave sin un pago primero… Aún recuerda esos días donde todo era tan fácil, Doctores que salvaban a la gente sin pedir nada a cambio, pero todo eso cambio cuando la corrupción se empezó a hacer presente y empezó a prevalecer el beneficio personal sobre el bien mayor.

Pero entre esa mayoría que decidió priorizar lo suyo sobre el resto, él es de los pocos que aun tratan de demostrar que hay esperanza en esta ciudad. Pero igual eso no quita que él es discriminado por aquellos que si logran pagar los tratamientos, y no ayuda que sus superiores digan que no deben mantener a aquellos que no pagan, ya que ellos no estaban para gastar sus recursos en quienes no los merecen.

-[En ultimas noticias…]*A lo escuchado, pasaría a ver la Tv de la habitación, que estaba en el canal de noticias más famoso de la ciudad*[La criminalidad en las calles durante el día ha crecido a alrededor del 23,9%... Al parecer, los criminales le tienen tanto miedo a Black Demon, que prefieren hacer sus actividades durante el día para garantizar sus vidas. La Policía hace lo posible para mantener el orden, pero se predice que esto podría ir en aumento, y al parecer… Aquel guardián demoníaco no está dispuesto a salir durante el día. Lo que refuerza que él no es un justiciero con moral y que solo persigue su propia meta personal]

El Doctor suspiro ante lo escuchado. Tienen a su propio vigilante sobrehumano, pero no es uno con la humildad de dar esperanza a la gente, ya que ha visto noticias que refuerzan que Black Demon no tiene moral, y no solo porque mate criminales, sino que no salva a gente de accidentes como incendios o similares, solo se limita a cazar a los Yakuzas y a salir durante la noche, sin salir durante el día. Aunque…

-Apenas se ha cumplido más de un mes desde que apareció… tal vez pronto eso cambie…*El Doctor en el fondo cree que él está haciendo lo que es necesario, ya que está lidiando con gente muy peligrosa que logro corromper a la ley y el sistema mismo, pero no por eso lo apoya del todo.

Solo espera que las cosas mejoren… Pone su fe en ello…

Sin saberlo, aun dormido, Akumatsu Long logro mover un dedo de su mano derecha por solo un segundo, mientras su expresión se tornaba preocupada… Aun en ese estado, siente que algo malo está pasando…

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Mientras, en la recepción del hospital…

-Sigan dándole el debido tratamiento y cuidado a Akumatsu Long, y recibirán más de estos.

-V-Vale…

La mujer encargada de recibir los pagos y de agendar las citas médicas recibiría tres fajos de billetes que tenían un total de 100 cada uno, todos de 10.000 Yenes, de parte del joven Akumatsu… Sinceramente, él les está pagando más de lo debido, pero aun así ella no puso pero al ver aquella cantidad. Le importa poco si el joven está en alguna pandilla o facción Yakuza, conque les siga pagando así le basta.

Gracias a sus instintos, Shin podía ver que aquella mujer estaba complacida con el dinero recibido, indicando que es de esos que no dan servicio sin pago de por medio, incluso si ella solo está a cargo de las cuentas y citas… Le molesta más la corrupción de los médicos que de los policías, abogados y fiscales.

En cuanto a lo del Dr. Ozwell encargado de su padre, sabe que él es un hombre honesto que desea ayudar a los demás, pero debía hacer ese teatro para incentivarlo un poco.

En fin… con eso hecho, el joven pelinegro se retiraría del lugar y caminaría por otro pasillo hasta ubicar el baño y entrar a este mismo.

Ya adentro, Shin sacaría sus lentes y se los pondría, para empezar lo que debe hacer…

-Saya, desactiva los sistemas de vigilancia de todo el hospital.

-[Sin problemas, Aruji-sama…]

Shin había aprovechado sus continuas visitas al Hospital Shimmei para que Saya lograra infiltrarse en sus sistemas sin ser detectada y así dejar un virus que desactivaría los sistemas de seguridad cada que quisieran y sin que se descubriera que habían sido hackeados.

El joven se pondría sus guantes negros, y entonces…

-[Desactivación exitosa]

-Bien.

Con la confirmación de su IA, el joven vería el ducto de ventilación en la pared del baño y lo abriría a la fuerza, para así entrar en aquel sistema de ventilación y empezar a moverse de manera silenciosa y escurridiza.

En sus lentes podía ver un mapa de dicho sistema de ventilación con una ruta trazada hacia su destino mientras seguía el camino indicado.

Ya cuando estaba cerca…

-¡Por favor! ¡Solo le pido que salve a mi hijo, prometo que le pagare pronto!

-Lleva ya un mes prometiendo eso y solo ha pagado un 30% del pago para el tratamiento…

Shin se asomaría por una apertura de aire frente a él, que le permitiría ver lo que pasaba… Dos hombres discutiendo, siendo uno de ellos un Doctor.

-He estado haciendo horas y trabajos extras para recibir más paga, pero necesito más tiempo… Solo una semana más.

-Nos tienes gastando nuestros recursos que no puedes pagar de manera puntual, cuando otros si pueden pagarlos…

-¡Esto no se trata de dinero o de recursos! ¡Se trata de una vida joven que aún no cumple ni una década de vida! ¡No pueden ponerle precio a una vida!

-El dinero es lo que mantiene este lugar y lo que mueve al mundo… Si no puede pagarlo, triste por usted…

-S-Se supone que su deber es salvar vidas…

-Solo las que si valen la pena ¿Quiere culpar a alguien? Culpe a su hijo por estar jugando en la calle sin mirar a los lados… Además, los niños de ahora son solo un desperdicio de dinero, debería enfocarse más en usted.

-P-Pero…

-Tiene una semana más, eso es todo… Sino paga para entonces, se lleva a su mocoso a otro lugar que si pueda mantenerlo… Agradezca que estoy siendo compasivo.

Dicho eso, el doctor se retiraría de allí mientras que aquel padre solo se terminaría sentando en un asiento cercano mientras se agarraba la cabeza y sollozaba un poco de la rabia.

-Tch…*Shin chasqueo la lengua ante aquello mientras apretaba su puño derecho por la ira de ver tal injusticia.

Una cosa era que le hagan eso a una persona mayor, pero a un niño… eso es pasarse de la raya, sumado a eso de que los niños son un desperdicio de dinero… Como desea matar a ese doctor, pero… Lamentablemente, eso no cambiara nada. Solo lo empeoraría y puede ver que ese sujeto es alguien de palabra… Págale y hará su trabajo, de lo contrario no lo hará.

Decidiendo dejar de lado lo que vio, seguiría con su camino por el sistema de ventilación hasta que lograría llegar a su destino. Logrando entrar a una especie de habitación de muestras sanguíneas…

-Bien…

Shin vería las muchas muestras y con Saya analizaría las muestras que estén limpias. Tras eso, tomo varias bolsas con sangre y las guardaría en su lonchera.

Después de eso, se iría por el camino donde llego y saldría del hospital sin dejar ningún rastro de su infiltramiento. Próximo destino, Akatsuki.

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Torre Akatsuki

-Bien…*Shin se terminaría de poner su bata blanca y se acercaría a su mesa donde estaba el microscopio y varios envases con químicos junto con una bolsa de sangre*. Empecemos.

El pelinegro agarraría algunos envases con ciertos líquidos y vertería un poco de todos en un solo envase, para después mezclarlos y así crear un líquido gris.

Después, Shin agarraría una jeringa, con la cual agarraría un poco de sangre de la bolsa que trajo para así dejar una gota de sangre en el porta objetos y colocarlo en el lugar indicado; el microscopio, el cual revisaría.

-Bien… Glóbulos rojos y blancos en perfecto estado. Ahora…*El joven tomaría con una jeringa el líquido gris que creo y pondría una gota del mismo en la sangre*. Veamos…*Shin vería como los glóbulos rojos y blancos eran desintegrados lentamente por el líquido, haciendo que vea esto sorprendido*. Nada mal… Ahora que se su poder, debo ver si puedo hacer que solo tenga un objetivo y no todo lo que este a su alrededor.

Dicho eso, empezaría a hacer unas anotaciones en unas hojas mientras pensaba en lo siguiente que debía buscar para esto.

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Más tarde…

08:32 Pm.

-¡A-Ayuda! ¡Ayuda!

-¡Ayúdenme por favor!

En uno de los muelles de la ciudad, un grupo de hombres estaban arrastrando a la fuerza y evitando que escapen unas mujeres, las cuales estaban siendo llevadas hacia un contenedor de carga abierto.

-Hey, hey…*El hombre encargado de la operación llamaría la atención de las cuatro mujeres*. Cállense de una vez ¿Quieren? Voy a conseguir 10.000 Yenes por cada una de ustedes. Así que… si se callan…*El hombre calvo y moreno alzaría un cubo de agua vacío*. Las dejare tener este balde. Si no…*Mostraría un bastón que emanaría electricidad tras presionar un botón, asustando a las mujeres.

El hombre le indicaría a sus subordinados de que las metan al contenedor y estos lo harían, tirándolas sin compasión en el mismo.

-N-No.

Por favor no.

-Griten todo lo que quieran…*El calvo moreno se burlaría de ellas*. Vamos, quiero oírlas gritar… Griten fuerte… A nadie aquí le importa una mierda. Jejeje.

Tras hacer aquello, cerraría el contenedor junto con sus hombres, para después empezar a beber una botella de sake.

-O-Oye…*Uno de sus subordinados le llamaría la atención al calvo moreno*¿D-De verdad esto es una buena idea? Black Demon podría aparecer por aquí, ya que solo aparece de noche.

-Es verdad…*Otro de los sujetos estuvo de acuerdo.

-Descuiden, muchachos…*El calvo moreno sonreiría confiado*. He estado investigando y he descubierto de que Black Demon tiene cierto horario para salir en las noches a cazarnos. Cada noche, el primer crimen detenido o asesinato ejecutado por él, está entre las 10 Pm. Por lo que tenemos hasta las nueve y media para hacer esta venta e irnos. Además, saben muy bien que no se pueden traficar personas durante el día y aun no tenemos para un camión para simular mejor.

-A-Aun así…*Otro de los hombres se veía inseguro.

-Relájense…*El calvo moreno les empezaría a servir en unos vasitos*. Black Demon podrá ser una amenaza imparable para nosotros, pero es un vigilante sin moral alguna. Se ha enfrentado a la Policía y ni ellos lo pueden detener. No sale de día y no salva a personas de accidentes… Él no es tan diferente de nosotros… Lo único que lo hace un imbécil es que cree que puede acabar con los Yakuzas, incluso si está dispuesto a matar por ello.

-I-Igual pienso que deberíamos vigilar el perímetro…*Sugirió uno de los sujetos, siendo apoyado por el resto.

-Como quieran…*El calvo moreno se encogería de hombros mientras bebe de su sake.

Con eso, los traficantes empezarían a dispersarse por el lugar mientras llevaban pistolas en mano.

Pero sin saberlo, una figura los estaba viendo desde el techo de un edificio de cinco pisos cercano a aquel muelle. Al punto de vista del individuo, todo se veía de un azul oscuro y las figuras de los traficantes estaban de color rojo, al mismo tiempo que se mostraban sus esqueletos en su interior y sus armas eran de color amarillo. Un total de 7 imbéciles.

Con eso, iría a hacer lo que debe hacer mientras hacia una llamada.

Devuelta a aquel muelle con contenedores de carga…

Uno de los sujetos estaba caminando mientras tenía su arma y guardia en alto, cuando de repente… Se escucharía un disparo muy silencioso que sonó como el revote de una canica… El hombre caería al suelo y sangre empezaría a salir de su cabeza.

No muy lejos de allí, otro de los sujetos doblaría por una esquina de uno de los contenedores, hasta que…

-Oh, mierda…*Vería a su compañero muerto en el suelo*¡Ten…! ¡Ught…!*Una mano desde atrás le taparía la boca mientras que una cuchilla perforaba su cuello, para al poco tiempo caer muerto al suelo.

Con eso, los demás sujetos irían cayendo de la misma manera tan silenciosa y letal.

Volviendo con el encargado de aquel tráfico, este estaría afincado en el contenedor donde estaban aquellas mujeres que gritaban por clemencia mientras él tomaba de su sake.

-Griten todo lo que quieran… Nadie vendrá a salvarlas… No existen los héroes en este mundo…

-Tal vez…

A esa voz, el calvo moreno vería a una persona que vestía una camisa de manga larga, pantalones y guantes, todos negros, junto con un antifaz negro mientras se veía su cabello rubio.

-¿¡P-Pero que mierd…!?

Rápidamente, el individuo vestido de negro se abalanzaría contra el calvo moreno y daría una voltereta con sus manos apoyadas en el suelo, para así darle una rápida patada en la cara que lo haría caer al suelo, soltando su botella de sake y su bastón eléctrico.

Después, el individuo de negro agarraría aquel bastón eléctrico y lo accionaria, para después golpear a aquel imbécil con este, justo en su entrepierna…

-¡A-Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!

El calvo moreno gritaría tan fuerte que se escucharía por todo el muelle y hasta las mujeres en el contenedor se asustaron por aquello.

El grito duraría por todo un minuto hasta que el hombre pudo ver de nuevo a su atacante a la cara…

-¿B-Black Demon…?

-Lamentablemente, no…*El individuo de negro se pondría firme, para después apuntarle con su pistola que tenía un silenciador*. Y no vale la pena que lo sepas, ya que te iras al infierno.

-P-Por favor n-…

El individuo de negro jalaría el gatillo y el disparo silencioso apenas se oiría, mientras se veía como sangre salía del agujero en la frente provocado por la bala.

Con eso, el individuo se acercaría a aquel contenedor y volaría el candado que lo mantenía cerrado con su arma, para después abrir el contenedor con esfuerzo.

Las mujeres vieron atemorizadas a aquel individuo, quien tras suspirar diría…

-La Policía ya viene en camino… Vayan a la luz y háganles señas… Denles los detalles…

-T-Tu…

-¡Vayan de una vez!*Les grito tras golpear el contenedor.

Asustadas, las mujeres harían caso y se irían de allí, pero una de ellas voltearía a ver a aquel individuo, el cual solo se despediría con un saludo militar, para después desaparecer de entre los contenedores.

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En otra parte de Tokio…

En un edificio, que al parecer era un gran penthouse, algunos oficiales y detectives estaban dentro de lo que parecía ser una escena del crimen. La mayoría tomaba fotos de un cadáver muerto que fue brutalmente asesinado, con sangre esparcida en el suelo que provenía de la cabeza del pobre hombre que fue disparado.

Nadie sabía quién era el responsable de su muerte, pero tenían a un sospechoso bien conocido, y miles de preguntas salieron a la luz de lo que hacia aquel hombre. Puede que haya estado metido en algún tráfico o quizás fue por cuentas que debía pagar y fue con su vida, o la más probable, asesinado por Black Demon por ser un corrupto.

En eso, llegaría cierta oficial muy conocida…

-¿Qué sabemos del cadáver?*Pregunto Shuri.

-Bueno Teniente…*Uno de los oficiales se quitaría su gorro*. Solo diré que el tipo era un político. Revisamos su nombre y no hay antecedentes penales. Aunque no sabemos por qué fue asesinado en su propia casa.

-No creo que haga falta preguntar la causa de su muerte…*Shuri vería el hueco limpio en la frente del sujeto*. Tal vez pronto aparezca la verdad sobre este sujeto en las noticias, pero aun así… Algo no me cuadra…

-¿Qué seria, Teniente?*Pregunto uno de los oficiales.

-Tengo ciertas dudas para creer que Black Demon no hizo esto…*Algunos oficiales pasaron a ver a Shuri con sorpresa y ella se cruzaría de brazos*. Lo digo porque la hora no cuadra.

-¿La hora?*Pregunto otro oficial.

-Según los registros, los crímenes y negocios de tráfico detenidos por Black Demon cada noche son entre las 10 Pm cuando se le lograba avistar y no ha habido casos en los que él estuviera involucrado hasta antes de esa hora. En otras palabras, sale cuando ya no hay civiles en las calles, en el momento cuando los criminales pueden hacer más fácil sus atracos...*Dijo Shuri, con una mano en el mentón.

-Tal vez ahora haya decidido cambiar su horario…*Dijo un oficial.

-Tal vez, pero igual aún tengo dudas…*Shuri suspiraría*. Como sea, él sigue siendo el principal responsable de estos asesinatos a corruptos.

-Teniente…*Uno de los oficiales alzaría la mano y ella le indicaría de que prosiga*. Si lograron confirmar a qué hora sale ¿También han confirmado de que parte de la ciudad aparece? Así podríamos reducir la búsqueda a un solo lugar para acorralarlo y atraparlo.

-Al principio se creía que era en Shinjuku, pero sus avistamientos son en diferentes partes de la ciudad en cada noche a esa misma hora…*Shuri suspiraría resignada*. Ese sujeto es astuto. De seguro predijo muchos escenarios de cómo podríamos atraparlo, entre ellos, la parte de la ciudad donde se queda el resto del día. De seguro empezó con Shinjuku en su primer día antes de presentarse formalmente a la ciudad entera a la mañana siguiente, para hacernos creer que está en Shinjuku, pero…*Ella pondría una expresión seria*. Su primer avistamiento oficial fue en Shibuya. Posiblemente esté allí.

-¿Shibuya?*Uno de los oficiales alzaría una ceja*¿Por qué en Shibuya? No ha habido casos relacionados a él en ese lugar antes de que se presentara a todos.

-Si lo hubo, aunque solo uno ¿No vieron las noticias que hablaban de un individuo sobrehumano que detuvo a unos criminales en plena persecución o que uno de nuestros compañeros regreso gravemente herido que fue hospitalizado? Eso último fue provocado por Black Demon…*Dijo Shuri.

-¿No era ese Kollins-san?*Pregunto un oficial tras recordar algo relacionado.

-Así es…*Asintió Shuri*. Después, su segundo avistamiento fue un día después en Yotsuya, una semana antes de que se presentara. Yo estuve allí…*Todos se sorprendieron ante lo dicho por Shuri, quien proseguiría*. Esa noche, yo y unos compañeros perseguíamos a un criminal de nombre Kurou Otoyama, un asesino y un violador que logramos avistar después de un mes de búsqueda. La persecución fue interrumpida por Black Demon que logro atrapar a ese sujeto y después lo mato… De seguro Kurou mato a alguien cercano a él y Black Demon decidió vengarse… Creo que él fue el detonante para que Black Demon decidiera cazar a los criminales y corruptos, posiblemente Kurou, sin saberlo, le quito a él todo lo que le importaba y por eso Black Demon hace lo que hace. Una forma de desquitarse al no quedar satisfecho con su muerte, y más porque, posiblemente, no tiene más nada que perder, solo su vida… Posiblemente él ni siquiera tenía planeado volverse lo que es ahora, ya que lo de su primer avistamiento posiblemente haya sido para probar sus ''poderes'' y fueron las circunstancias las que lo llevaron a este camino.

-No me creo esa cosa de los poderes…*A esa voz, todos verían que llego al lugar un hombre, con una placa en su pecho con las letras; PSIA*. Y en cuanto a lo que lo llevo a este camino, una mierda… Es solo otro loco en esta ciudad que debería ser ejecutado.

-En cuanto a lo primero Detective, si lo dice solo porque no quiere creer en las pruebas obtenidas por miedo a algo que esta fuera de su comprensión, es comprensible que no se lo crea…*Shuri le hablo con sarcasmo mientras sonreía de medio lado con una mano en su cintura*. En cuanto a lo segundo… No importa lo que haya cometido, merece un juicio incluso si todo está en su contra. Es el Estado el que decide si se hace sí o no la ejecución, no nosotros.

-Lo que él ha hecho no se compara a lo que ningún otro criminal haya hecho antes y eso es imperdonable…*El Detective se mostraría enojado por lo escuchado*. No es tan difícil tomar el arma, apuntar y jalar el gatillo.

-¿Lo dices solo porque Black Demon también ha matado a dos personas del PSIA, que curiosamente eran corruptos afiliados con una facción Yakuza?*Cuestiono Shuri con sarcasmo cruzándose de brazos.

-¡No es así!*Algunos se preocuparon ante la actitud del Detective*¡De seguro los obligo a decir eso y falsifico pruebas que no decían mucho! ¿¡No lo ven!? ¡Quiere poner a los civiles en nuestra contra! ¡Quiere hacer que todos crean que la ley ya no vale nada y que él es la nueva ley!

-La gente ya desconfiaba de las autoridades, incluso antes de que él llegara…*Shuri lo miraría con una seriedad que intimidaría a cualquiera*. Desde que muchos en las autoridades se dejaron tentar por la codicia y no hicieron su trabajo como se debía, la gente fue perdiendo la fe en nosotros. Que no quieras reconocer que dos de tus compañeros se dejaron tentar es tu problema, Detective…

-T-Tu…*El Detective la vería con rabia, pero…

-No me malentiendas…*Shuri alzaría su mano abierta, interrumpiéndolo*. Tampoco me gusta ni apruebo lo que hace Black Demon, pero… Por alguna razón, si puedo creer en esto…*Rápidamente, ella sacaría su arma y le apuntaría al Detective, para el desconcierto de todos*. Esta corrupción logro llegar incluso a la Agencia de Inteligencia de Seguridad Publica. Tal vez las pruebas no sean muchas, pero el Capitán y yo estamos dispuestos a creer en cualquier posibilidad. Por lo que, para nosotros, todos son sospechosos y posibles corruptos… y déjenme decirles esto…*Ella se acercaría al Detective y pondría el cañón de su arma debajo del mentón de él*. Todos ustedes… Han defraudado a la gente que juraron proteger y han manchado lo que esas insignias fueron alguna vez en el pasado… Esperanza para todos.

-N-No tienes idea de lo que estás diciendo… Teniente…*Dijo el Detective sudando un poco.

-Tal vez…*Shuri se encogería de hombros y retiraría su arma*. Pero ahora sé que no puedo confiar en nadie. No por nada soy la mano derecha del Capitán Grant… Antes muerta que vender la seguridad de la gente que jure proteger por unos billetes…*Ella pasaría a ver al resto*. Si valoran sus vidas… hagan lo correcto… Ya basta de beneficio personal, de lo contrario… La esperanza en la ley en verdad morirá, y todos se irán al infierno.

Tras decir eso, la Teniente Watanabe se retiraría del lugar, dejando reflexivos a algunos de los oficiales, pero otros pasaron a verla con enojo, incluido el Detective del PSIA.

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Más tarde…

11:36 Pm.

En un prostíbulo, los hombres bebían, reían y hablaban de lo que sea mientras disfrutaban del espectáculo que les daban las prostitutas del lugar, al igual que eran atendidos por otras prostitutas que eran camareras.

Entre toda esa gente, en el bar del lugar, se encontraba Akumatsu Shin, que bebía una botella de caroreña sin ningún problema mientras veía al resto de personas del lugar con una cara estoica.

El dueño del lugar observaba al pelinegro con cierta extrañes. Si bien era común ver adolescentes por esta clase de lugares y hasta algunas de sus empleadas son jóvenes de una edad cercana a la de él, le sorprendía el verlo beber una botella solo sin problemas. Ni siquiera podía distinguir si ya estaba ebrio; porque Shin ya llevaba la mitad de la botella.

-Chico ¿Seguro que estas bien?*Le pregunto el dueño.

-Descuide…*Shin sonreiría de medio lado con indiferencia*. No es la primera vez que bebo.

-Se nota, pero creo que deberías irte si valoras tu seguridad.

-Lo haré cuando termine con esta botella…*Le dijo Shin encogiéndose de hombros.

De hecho, hace tiempo descubrió que tiene un metabolismo más fuerte que le hace casi imposible el poder emborracharse. Lo único que le generan estas bebidas es que el cuerpo se le caliente y aun hasta ahora no sabe cuál es su límite.

En cuanto a la razón del porque está aquí, es porque sabe que este prostíbulo está al mando de una facción Yakuza, por lo que vino a obtener información del mismo dueño que tiene frente a él, pero decidió que lo mejor era simular ser un cliente más y fingir embriagarse para que no sospechen cuando vaya a cambiarse; no piensa descartar cualquier posibilidad.

-Ara ara ¿Pero que tenemos aquí?*A esa voz coqueta, el joven y el dueño verían como se acercó a la barra una hermosa y seductora mujer de cabello rubio largo que usaba una lencería negra muy provocativa*. De los pocos jóvenes que han venido aquí, tú te vez más guapo.

-Oh, pues… Gracias…*Le dijo Shin, simulando un estado de ebriedad y una cara de interés ante ella*. Me lo dicen siempre… No por nada soy el mejor en todo en mi Academia.

-Se nota…*La mujer se mordería el labio por un momento*. No me importaría atenderte gratis… si me haces gozar… de lo contrario, 50.000 Yenes.

-Tengo mucho de sobra…*Shin dejaría la botella en la mesa*. Mi duda seria ¿Me seguirás el ritmo?

-¿Experto?*Pregunto ella de manera provocativa.

-¿Lo quieres comprobar?*Le respondió Shin, también provocativamente.

-Tu ganas…*Acepto la prostituta sonriendo con ansias.

-Uuh. Te deseo suerte chico…*El dueño del lugar alabo un poco al joven*. Ella es la mejor de este lugar… Todos los que han estado con ella fueron derrotados… Los que lograron domarla se pueden contar con los dedos de una mano.

-Yo juzgare eso…

-Sígueme guapo~.

Tomándolo del brazo, la prostituta lo llevaría a otra parte del lugar donde caminarían por un pasillo con muchas puertas, hasta entrar en una de las habitaciones. Donde tras cerrar con llave…

-Bien, entonc-… ¿¡Ught!?

Rápidamente, Shin aprovecho que ella se dio la vuelta y le dio un golpe de karate en el cuello con la suficiente fuerza que la dejaría inconsciente y rápidamente agarra su cuerpo para evitar que caiga y así acostarla en la cama del lugar.

-Lo lamento, pero aún tengo dignidad… hacer esto sería lo último que haría…

Dicho eso, el joven sacaría su máscara y se la pondría, para después sacar su pistola oculta en su gabardina.

Con eso, Black Demon saldría de la habitación y volvería al lugar donde estaban los demás, donde antes de que alguien lo viera, apuntaría con su arma hacia el techo, y…

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

Toda la gente del lugar se empezó a alarmar por aquellos disparos, y al ver al responsable…

-¡Es Black Demon!

-¡Sálvese quien pueda!

-¡Soy muy joven para morir, incluso si he pecado!

Toda la gente del lugar, tanto hombres y prostitutas empezaron a marcharse rápidamente del lugar.

Sin perder tiempo, Shin se acercaría a la barra aun en medio del ajetreo, donde vería al dueño del lugar a punto de irse, pero sería detenido por el joven que tomo una botella y se la rompió en el rostro. El hombre cayó al suelo arrodillado con su rostro sangrando mientras veía a su atacante…

-S-Sé que esta clase de lugares son inmorales, Akuma-sama… p-pero… ni siquiera es ilegal… hay un permiso y todo aprobado por la ley, incluso desde antes de la corrupción…

-Lo sé, pero no vine por eso…*Shin le apuntaría con su arma*. Sé que este lugar está siendo dirigido por un Yakuza de sobrenombre Krigoya Zaxa… Y no te atrevas a mentirme, se cuando alguien miente y uno de sus lacayos me dijo de este lugar, de que tú tienes buena información.

-S-Si te lo digo…

-¿Te mataran?*Shin termino lo que iba a decir y pondría el cañón de su arma debajo del mentón del hombre*. Sabes de lo que soy capaz ¿No? Yo puedo ahorrarle la molestia a tu jefe por abrir la boca… Así que hagamos un trato, dime todo lo que sabes y te dejare ir, siempre que me digas la verdad, sin omitir nada. Sabré si me mientes.

-¿P-Prometes dejarme ir…?*El joven sonrió debajo de la máscara ante esa pregunta, su propio bienestar pudo más que su lealtad.

-Solo si dices la verdad ¿Entonces…?

-V-Vale…*El hombre tragaría un nudo en su garganta*. El jefe se llama Hlent Akira…

-Bien…*Shin podía sentir que decía la verdad*. Prosigue…

Con eso, el hombre le revelaría todo lo útil que le serviría para cazar a su jefe. Otra noche productiva.

Aunque sabe que de lograr este cometido, solo aumentara la tasa de criminalidad en la calle, pero… Lo vale.

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Unos días después

Academia Shinkumi - Biblioteca

-Ught… mátenme…*Majuka Jean golpearía su frente contra la mesa frente a ella.

-Vamos, Jean-san. Me pediste ayuda por algo…*Shin suspiro al ver lo complicado que era esto para ella*. Mira, el Logaritmo se aplica cuando la diferencial esta así…

Jean suspiraría resignada y asentiría, para después volver a su estudio.

La joven pelirroja mixta europea-japonesa si bien tenía un excelente promedio, su progenitora le exigía una mejora en sus notas que no iba tan acorde con ella misma. Si bien los exámenes aún están lejos… no estaba mal ser precavidos.

Mientras, Shin recordaría los últimos sucesos recientes de hace días. Siente que pronto podrá encontrar a Hlent Akira para matarlo o destruir todo su negocio y dejarlo sin trabajadores para que ya no le quede nada… Ha llegado a la conclusión de que si no puede matarlos a todos, les dará donde más duele… Sus bolsillos… Una vez pierdan todo su dinero y mercancía, solo podrán mantenerse así mismos mientras viven con el miedo de ser cazados por él, pero seguirá buscándolos para matarlos.

En eso, el joven escucharía a su Smartphone vibrar y lo agarraría para revisar quien llamaba, viendo que era su mejor amigo… paso a ver a la pelirroja un momento y ella le asintió, permitiéndole atender a la llamada.

-Hey Albert ¿Qué ocurre?

-[Hola Shin, solo llamaba para avisarte de que Stacy-san y Sasha-san nos invitaron a salir hoy al centro comercial para… Ya sabes, pasar un buen rato entre todos ¿Te apuntas?]

-No lo sé, Albert. Tengo algunas cosas que hacer…*Dijo Shin algo dudoso.

-[Vamos amigo, hace tiempo que no salimos juntos. Además, si es por lo de Akatsuki, ya lo aclare con las chicas y podemos ir a las 4 Pm. Podrás terminar los trabajos de Chichiue para antes de esa hora ¿No?]*Dijo Albert.

-Ju…*Shin suspiraría resignado*. Está bien, así será. Supongo que me vendría bien un descanso.

-[Por eso mismo, amigo…]*Albert le hablaría con un tono comprensivo*[Has tenido tus deberes como hombre de tu familia, tus deberes de estudiante y ahora como pasante de Akatsuki… Debes relajarte una vez a la semana o podrías colapsar]

-En realidad no puedo cansarme por todo esto…*Fue lo que dijo Shin en su mente con sarcasmo, para después decir*. Sí. Tienes razón. Nos vemos.

-[Igualmente, Shin]*Albert se despidió, cortando la llamada.

-Hmmm…*El joven pasaría a ver como Jean lo veía un poco curiosa*. Es curioso que necesites relajarte ¿Qué tanto haces?

-Pues de todo…*Shin suspiraría*. Ser estudiante, ayudar en casa con los deberes y ser pasante en Akatsuki no es fácil ¿Así se sentía Otou-san en su trabajo?*Se preguntó, fingiendo algo de cansancio.

-Chichiue también regresa cansado de su trabajo por… ya sabes, el papeleo…*El joven rio ante lo dicho por Jean y ella hizo lo mismo*. Estas tomando mucha responsabilidad, Shin-san. Y aun así mantienes un buen equilibrio.

-Supongo que soy algo testarudo…*Shin miraría para otro lado por un momento con una media sonrisa*. Incluso yo estoy sorprendido conmigo mismo, pero creo que el Domingo tomare un gran descanso. Siento que no he dormido bien.

-Descansa, eso es lo que importa…*Sonriendo, Jean le tocaría la cara con su mano, con su pulgar en la zona de su ojo derecho que acariciaría*. No quisiera ver ojeras junto a esos bellos ojos.

-Je, tal… Espera ¿Qué?*Shin pasaría a verla un poco desconcertado y ella pareció darse cuenta de su arrebato*¿Dijiste que tengo bellos ojos?

-B-Bueno…*Un leve rubor aparecería en las mejillas de Jean*. Admito que son lindos… Sinceramente, creo que eres un buen prospecto, a diferencia de otros que son solo apariencia y físico con una personalidad de mierda.

-Uuh. Dijiste una palabrota…*Le dijo Shin con humor y riendo un poco.

-Creo que no importa si es en privado…*Jean reiría por aquello*. Pero bueno, ya no importa… Sigamos estudiando.

-Vale…*Acepto Shin.

Dicho eso, ambos jóvenes seguirían con su estudio hasta que el pelinegro tuviera que irse a su trabajo.

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Más tarde…

6:30 Pm.

Un grupo de amigos caminaba entre las tiendas departamentales conversando y riendo de diferentes cosas, deteniéndose de vez en cuando en alguna tienda que las chicas quisieran visitar… Solo se dedicaban a disfrutar su vida como cualquier adolescente lo haría.

-Vaya, creo que esto no fue una buena idea…*Se quejó Albert algo cansado de estar caminando de un lado a otro.

-Lo siento amigo, tu sabias a lo que te enfrentabas al ir de compras con una chica, ahora imagínate dos…*Shin se rió por la actitud de su amigo mientras cargaba algunas de las bolsas de las chicas.

-Ya, bueno…*Albert suspiraría*¿Te estas relajando?

-Un poco…*Shin se encogería de hombros*. Pero descansare todo el Domingo. Qué bueno que ese es el único día libre que Akatsuki da a sus empleados.

-Sí, pero igual estos pueden decidir si ir o no…*Albert estiraría un poco los brazos*¿Has logrado hacer algún proyecto personal a pesar de todos los deberes que debes hacer?

-Algo así, te lo mostrare después u otro día.

-Vale, y espero que no te importe brindarme una mano con otro problema de contaminación ambiental.

-Cuando quieras, Albert.

-Gracias, Shin.

-¿De qué hablan?*Pregunto Stacy llegando por detrás de ambos chicos, asustando al joven Oxzen.

-¡No hagas eso!*Exclamo Albert.

-¿¡Hacer que!?*Grito Sasha llegando por detrás de Albert, asustándolo otra vez.

Shin se reiría de la desgracia de su amigo…

-N-Nada…*Albert suspiraría*¿Ya terminaron? Se me antoja algo. Yo invito.

-Igualmente…*Stacy avanzaría frente a sus amigos*. Vayamos a comer, conozco una buena pizzería por aquí.

-Pues vamos…*Acepto Shin, siguiendo a la castaña.

Tras un rato…

Los jóvenes llegarían al área de comidas del Centro Comercial e irían a la pizzería mencionada por Stacy.

Luego de una breve discusión sobre si la pizza con piña debería o no existir, ordenaron su pizza que era de tamaño familiar y se dedicaron a disfrutar de su comida mientras conversaban.

-Quede satisfecho…*Dijo Shin limpiándose la boca con una servilleta.

-Te comiste la mitad de la pizza tu solo amigo…*Albert regaño a su amigo.

-Tienes suerte de que no tenía tanta hambre o te habrías arrepentido…*Dijo Sasha apuntando con el dedo al Akumatsu, quien tembló un poco.

-Pues yo si me llene…*Dijo Stacy estirándose y recargándose en su asiento.

-Qué suerte la tuya…*Albert reiría un poco, para después suspirar*. Bueno ¿Quieren un postre? Hay unos muy buenos helados por aquí mismo.

-Me gusta la idea…*Acepto Sasha, asintiendo, con una sonrisa*. Pero sugiero que cada quien pague el suyo para dar por cerrada esta salida.

-Pero yo pued-…

-Albert…*Shin pondría una mano en el hombro de su amigo*. Gracias por ser tan considerado, pero nos sentiríamos mal si tu pagaras por todo ¿Por qué crees que ellas trajeron su propio dinero para sus compras? Cualquier otra persona se hubiera aprovechado de ti.

-S-Si, es verdad…*Albert negaría con la cabeza con una sonrisa avergonzada*. Perdonen, solo quería…

-Lo entendemos, Albert-san…*Stacy le sonreiría*. Solo vayamos de una vez, ya se está haciendo tarde.

-Estoy de acuerdo…*Asintió Sasha.

Con eso, los jóvenes se levantarían de su lugar para ir a su próximo destino.

Pero en eso….

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

A esos disparos, todas las personas de aquella área del centro comercial se alarmarían y otros hasta gritarían. Algunos intentarían huir, pero…

-¡Quietos! ¡Que nadie se mueva!*Un hombre con una metralla le apunto a unas personas que trataron de huir.

Y algo similar se repitió en las salidas de aquella área, con varios hombres armados cubriendo las salidas para evitar que alguien escape.

El grupo de jóvenes se asustó ante aquello, pero Shin solo chasqueo la lengua irritado ante ello… Genial, lo que le faltaba.

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Más tarde…

Ya era de noche y todo era una locura en el centro comercial… habían patrullas de Policías y del SWAT rodeando la edificación, mientras había un helicóptero de noticias con camarógrafos grabando todo desde el aire. Los bomberos también estaban en el lugar mientras un perímetro de barreras mantenía alejados a los civiles de la edificación.

Mientras que dentro del centro comercial, en el área de comidas…

Se podía ver a todas las personas que estaban en dicha área, reunidos en el centro, con trabajadores incluidos, estando todos sentados en el suelo abrazando sus rodillas. Todos eran vigilados y apuntados por sus captores que ahora llevaban mascaras negras.

Además que cerca de allí, alguien terminaba de armar algo que puso sobre una mesa, cerca de los civiles…

-Eso es…*Susurrando, Shin miraría con los ojos entrecerrados aquella cosa*. Una bomba electrónica con cuenta regresiva y detonador. Creo que es capaz de afectar todo esta área y de matarnos a todos. Ya es obvio para donde va esto.

-Van a exigir un rescate, eh…*Sasha entendió lo que quiso decir con aquello.

-No es la primera vez que pasa algo similar, solo que nunca imagine que sería parte de los rehenes…*Stacy sabía que posiblemente su padre este allá afuera y que tal vez acepte el trato de estos sujetos.

-Ya somos dos…*Dijo Albert.

-Tres…

-Cuatro…

-¡Guarden silencio mocosos!*Los mando a callar uno de los maleantes que estaba irritado*¡Si valoran sus vidas, se callaran la boca!

Sudando nerviosos, pero sin querer darle el placer de verlos asustados, los cuatro jóvenes asintieron de acuerdo.

Mientras…

-Ya están advertidos…*El hombre que parecía ser el líder de este atentado, hablaba con alguien por teléfono*. Tráigannos esa cantidad de dinero, o cargaran con la muerte de muchos inocentes, incluidos niños. Además, dejen libre la salida del Este.

Eso fue lo último que dijo el sujeto, colgando la llamada.

Mientras que con los rehenes, la mayoría estaban asustados, en especial los niños, a los cuales los adultos trataban de mantener en calma.

-Tsk ¿Dónde está nuestro vigilante cuando se le necesita?*Pregunto Sasha tras chasquear la lengua. Esta situación le daba cosa.

-No apruebo a Black Demon, pero si agradecería que salvara a estos inocentes…*Dijo Stacy tragando un nudo en su garganta.

-De ser ustedes, yo no pondría mis esperanzas en él…*Shin pondría su típica inexpresión*. Nunca ha salvado a personas de accidentes similares ¿En serio creen que se tomara la molestia de venir?

-Vale la pena creer un poco…*Hasta Albert deseaba que ese sujeto viniera.

Shin solo suspiraría y se encogería de hombros, para después abrazar sus piernas y apoyar su mentón en sus rodillas.

La verdad, esta situación le recordaba a algunas de esas series realistas de Superhéroes, donde el Héroe ejemplar tratando de tener un día normal tras tanto de su labor heroica, de repente termina en una situación en la que se le necesita y debe inventar una excusa a sus seres queridos para escabullirse, resolver el problema y tal vez recibir cuestionamientos de sus conocidos del porque huyo y los dejo a su suerte en pleno peligro o no los contacta hasta el día siguiente después de lo ocurrido. Entre otras cosas…

En verdad, Shin creía que el mundo lo estaba poniendo a prueba, a que haga algo que un auténtico héroe haría, a costa de lo que a él le importa… Pues no será así, no piensa jugar a ese juego de ser un héroe con problemas de la vida como cualquier otra persona normal y mucho menos uno perfecto al que todo le salga bien… Mejor deja que todo fluya a lo natural.

-E-El diablo de la ciudad se encargara de hacerlos pagar…*Declaro una mujer mostrando convicción aun cuando uno de esos imbéciles le apunto con su arma.

-Lo dudo…*El hombre encargado de aquel atentado sonreía con malicia*. Esta ciudad no tiene héroes… Nunca los tuvo… Black Demon tuvo la oportunidad de volverse un símbolo de esperanza para ustedes, pero decidió acabar con el mal de raíz, sin código moral y sin salvar a quienes lo necesiten… Esta es la realidad… Un mundo que aun con un vigilante homicida, se sigue pudriendo cada vez más.

-Es porque ustedes no se han esforzado para ganarse la vida…*Sin importarle nada, un hombre como en sus casi ochenta años de cabello emblanquecido, se pondría de pie ante todos.

-¡Al suelo anciano!*Le exigió uno de los maleantes.

-En mis tiempos, la gente como yo no nos arrodillábamos ante criminales como ustedes…*El anciano seguiría firme y decidido*. Aún pueden hacer lo correcto.

-Vaya que eres un anticuado, viejo…*El encargado de la operación reiría con burla e ironía*. Solo el fuerte prevalece y el débil muere ¿De verdad crees que hay esperanza de que todo esto mejore? ¿De qué vale la pena ser alguien decente en una era sin moral?

-Lo es, si se detienen ahora…*Dijo el anciano.

-Je. Son anticuados como tú que vivieron el horror de la guerra, los que creen que todo puede mejorar…*El líder se quitaría su máscara negra, dejando ver su cara y cabello negro*. El ser humano siempre buscara su propio beneficio, está en nuestra naturaleza… Eso nunca va a cambiar.

-Si puede cambiar…

-¿Eso crees?*Riendo burlón, el líder maleante pasaría a ver al resto de rehenes*. Todos ustedes, presten atención al anciano…*Al decir eso, sacaría una pistola de su funda*. Que sirva de ejemplo…*Y le apuntaría con su arma.

Entonces…

¡Bang!

Todos los rehenes verían con horror y miedo como el cuerpo del anciano caía al suelo, con sangre saliendo de su cabeza donde recibió el disparo.

Entre los jóvenes, Stacy y Sasha vieron aquello con horror con sus manos en sus bocas mientras se aguantaban las lágrimas por haber visto algo tan cruel, mientras que Albert apretaba los dientes y puños.

Por su lado, Shin veía todo sin casi ninguna emoción… Admite que alabo al anciano por mostrarse fuerte a pesar de la situación y que creía en el bien para todos, pero… Lamentablemente, el mundo era así de cruel… Las buenas personas con ideales siempre son los primeros en morir y los malos se salen con la suya…

En el pasado era normal que los Humanos se mataran entre ellos por las guerras ocasionadas, por lo que se podía dejar pasar… pero que en una época de paz mundial tras la guerra haya conflictos así, demuestra que ni la paz, un sistema de leyes y que todos tengan las mismas oportunidades de lograr sus sueños si se esfuerzan por ello, jamás podrán eliminar la discordia y egoísmo del ser humano de pensar en sí mismo antes que el resto.

Ese anciano murió teniendo una esperanza que nunca se hará realidad…

Al final, una sola persona no puede cambiar al mundo. Esa es la cruda realidad.

-Jeje…*El líder criminal reiría por lo que hizo*. Espero que con eso… a todos les haya quedado bien en claro, pero descuiden… No soy tan sádico ni cruel… Una vez obtengamos nuestro pedido, nos iremos… Solo dejaremos esa bomba para asegurarnos de que no nos sigan.

Con eso, a todos solo les quedaba esperar a ver como culminaba todo esto…

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Un rato más tarde…

Algunos rehenes lograrían ver como un hombre de los SWATs llegaba al lugar, con un maletín grueso en mano.

El líder criminal se le acercaría mientras un par de sus hombres le apuntaban con sus armas al agente. Tomaría el maletín y lo abriría para revisar su contenido, sonriendo al ver la gran cantidad de dinero en efectivo. Después lo cerraría para después revisar su Smartphone, confirmando la transferencia que le habían hecho.

-Ya tienen su encargo… dejen ir a los rehenes…*Exigió el agente del SWAT.

-Así será, cuando nos larguemos de aquí…*El líder criminal guardaría su celular*. Uno de mis hombres está oculto por aquí. Él se encargara de vigilarlos a todos ellos. Regresa y diles a tus superiores que si se atreven a perseguirnos, entonces mi espía presionara el botón rojo y todos estos rehenes morirán.

-U-Ustedes…

-¿Qué? ¿Creyeron que éramos unos novatos?*El hombre se burlaría del agente*. Solo un idiota montaría todo este circo sin un buen plan y mi espía está listo para morir por nuestra causa. Así que ve y avísales a tus superiores, que me llamen cuando les haya quedado en claro lo que pasara sino hacen lo que digo. Y el resto de ustedes…*Llamaría la atención de los rehenes*. Si se atreven a huir cuando nos vayamos, mi espía me lo hará saber y los mandare a todos al infierno antes de que puedan dejar esta área ¿Quedo claro?

Asustados, la mayoría asintió de acuerdo.

Resignado, el agente se retiraría del lugar para hacer lo encargado.

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Mientras que afuera…

Todos los oficiales estaban esperando el momento indicado para actuar, hasta que vieron al agente que mandaron salir del lugar y este les diría a todos la otra demanda de los criminales, haciendo que todos maldijeran por lo bajo.

-Mierda…*El Capitán Grant no estaba para nada contento con esta situación. Y pensar que uno de los sujetos estaba dispuesto a morir con tal de que sus asociados escapen. Los subestimaron*. Tiene que haber…

-Capitán Grant…*El agente de antes le llamaría la atención*. Entre los rehenes, logre ver a su hija.

Tanto Jack como otros se horrorizaron ante lo escuchado. Algo que el hombre siempre temió, es que el tener una familia que dependía de él podría jugarle en contra a la hora de hacer su trabajo. Y ahora… ese miedo se hizo realidad… Con razón su hija no atendía sus llamadas y su esposa lo llamaba con desesperación.

-Capitán…*Uno de los oficiales le llamaría la atención.

-Señor Grant…*Uno de los agentes de SWAT se le acercaría*. Decida lo que decida, está bien… Ya después los haremos pagar.

Suspirando resignado, Jack asintió ante lo escuchado y con pesar en su ser, diría…

-Hagamos lo que dicen.

Todos asintieron ante lo escuchado, algunos incluso de mala gana….

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Tras otro rato, devuelta al interior del centro comercial…

-Bien…*El líder criminal estaría hablando con el Capitán Grant por teléfono, estando complacido*. Ya están advertidos. No quiero ni un helicóptero siguiéndonos…*Tras colgar la llamada*¡Ya es hora muchachos! ¡Hora de irnos!

Todos los hombres asintieron de acuerdo, dejando de apuntar a los civiles para ponerse en marcha y salir del lugar, yéndose por el lado Este… El líder sería el último en salir, viendo por última vez a los rehenes mientras les hacia una seña de que estaban siendo vigilados.

Tras irse, algunos suspiraron aliviados, pero sabían que aún no podían irse. Debían esperar a que vengan a por ellos y no provocar al espía oculto.

Aun en su lugar y teniendo los ojos cerrados, Shin decidiría usar sus sentidos mejorados para escanear el área y tratar de ubicar al dichoso espía que los vigilaba. Sin embargo, nada… No había nadie más en los alrededores del lugar ni más allá, entonces…

-El espía está entre nosotros…*Shin ahora en verdad sentía que esto era como en una de esas películas. Uno de los criminales se hace pasar como un rehén más para mantener vigilados al resto, para después escapar cuando los salven.

Ojala la Policía piense en esa posibilidad cuando los rescaten, no pueden ser tan estúpidos para caer en algo tan obvio.

Aun así, seguiría mirando a los demás mientras intentaba identificar al dichoso espía entre ellos. De todas formas, aunque lo encuentre, sabe que lo mejor ahora es no hacer nada.

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Más tarde…

11:56 Pm.

Black Demon aterrizaría sobre el tejado de un edificio, para después correr y seguir con su travesía nocturna.

Shin recordaría todo lo que paso hace unas horas…

Al final… fueron salvados por los oficiales, pero los criminales lograron escapar con su botín. Se logró encontrar al espía entre los rehenes, le quitaron el detonador, lo arrestaron y los agentes lograron desarmar la bomba.

Stacy había ido a abrazar a su padre mientras estaba angustiada por todo lo vivido mientras el Capitán trataba de calmar a su hija.

También fue inevitable que los padres de ellos se enteraran que fueron parte de los rehenes en lo ocurrido. Tanto que a su madre casi le dio un infarto por aquello mientras que Mana lo abrazaba con fuerza, sin querer soltarlo en ningún momento.

Al final logro calmarlas y, sin que ellas se dieran cuenta, les dio un sedante en el té que les dio antes de que se fueran a dormir para que no se despierten en medio de la noche y quieran ver que siga allí. Eso las mantendrá dormidas hasta la mañana siguiente y que bueno que hoy era Viernes, por lo que no importara el dejarlas dormir hasta el mediodía del día siguiente y él puede patrullar tranquilo hasta la madrugada.

Aunque, sinceramente… Una parte de su ser siente remordimiento por no haber hecho algo en aquella situación, pero su lógica le indicaba que no había nada que pudiera hacer sin empeorarlo todo. No había manera de predecir que eso pasaría… De seguro ese remordimiento que siente es solo por la muerte de aquel anciano que se opuso a los criminales. El dinero que se llevaron esos tipos era lo de menos, ese anciano no merecía morir solo por tener fe.

Hasta se tomó la molestia de investigar sobre él para recordarlo. Vivía con su esposa ahora viuda y tenía un hijo que era empresario. Un buen hombre que nació en los tiempos de la 2da Guerra Mundial… Urich Maxwell era su nombre.

En eso, se detendría tras aterrizar en otro edificio y se acercaría a uno de los bordes para ver de donde provenían los gritos que escuchaba, además de ese olor… Humo… Fuego…

Había un edificio departamental prendido en llamas mientras los bomberos finalmente llegaban al lugar… El joven podía escuchar los gritos de las personas que seguían adentro, entre estas mujeres y niños… Todos pidiendo ayuda o haciendo lo posible para salir intactos de allí.

Sabe que puede salvarlos, pero… ¿Vale la pena? Lo último que necesita es que los criminales se enteren de que él ahora salva vidas de accidentes como este… Salvar a esas personas implicaría a que ellos se enteren por los medios para que después le monten trampas con rehenes de por medio para que puedan matarlo… Es más fácil que ellos le tengan miedo si siguen creyendo que él no tiene importancia alguna por los civiles, que solo busca su propia meta personal.

Hacer tal acto heroico solo pondrá a más gente en peligro de lo que ya están aquellas personas en ese incendio. Mejor cargar con el hecho de que pudo salvar a esas personas de ese incendio, antes que cargar con muertes inocentes provocadas por haber salvado a esas personas.

Al final, los héroes solo traen desgracias con sus actos de humildad y moralidad… Luchar por la verdad y la justicia implica el luchar una batalla que nunca tendrá fin, y él no quiere hacer esto por siempre… Un día, colgara la máscara.

Así que endureciendo su corazón, se alejaría de aquel lugar. Y tras dar un salto a otro edificio, escucharía una explosión proveniente de aquel edificio en llamas mientras sentía como varias vidas se perdían; sus pulsos cardíacos se detuvieron.

Bajo su máscara, una sola lágrima saldría de un ojo de Shin mientras este apretaba los dientes por la rabia y frustración de aquello… Odiaba todo esto y lo que hacía, pero no había de otra. Solo se puede combatir esto con egoísmo y sin moral alguna, de lo contrario… más inocentes sufrirán y morirán. Sacrifica a unos pocos y el resto estarán bien.

En eso, tras llegar a una parte de la ciudad donde había un gran anuncio televisivo que era como una enorme Tv en la calle, todo cambio…

Fue en ese mismo instante que Tvs a lo largo de todo Tokio, se apagaron de repente, para al poco tiempo volver a prenderse de repente junto con teléfonos celulares, todos perfectamente sincronizados, sorprendiendo a los millones de personas de la ciudad.

Shin vería en la enorme pantalla de Tv una especie de transmisión en vivo… La pantalla en negro solo mostraba tres letras en color morado…

-[Zeo]

Entonces, una voz distorsionada retumbo en todas las pantallas…

Albert desde su hogar veía con horror lo que sucedía mientras intentaba contactar a su amigo, pero el jaqueo fue tan bueno que los celulares no podían salir de aquella transmisión. Lo mismo pasaba con Stacy, Sasha y Jean tratando de contactar a sus amigos y demás.

En sus bases secretas, todos los lideres Yakuzas tenían una expresión de piedra mientras veían la transmisión.

Y en la estación policial, Shuri botaba su dona para rugirle varias órdenes a los demás Policías junto con Jack para que trabajasen y que averiguasen que sucedía.

-[Ciudadanos de Tokio, buenas noches. Como está escrito en pantalla, pueden llamarme Zeo… Tal vez algunos piensen que soy un loco que quiere mostrarles a todos algo horrible como si fuera un show de Tv, pero déjenme decirles que eso no viene al caso… No… Esta noche, hago esto para mandar un mensaje a cierto individuo muy conocido…]

-Saya…

-[Estoy en eso, Aruji-sama]*La IA se pondría a localizar de donde venía la transmisión.

-[Black Demon…]*No solo el mencionado, sino que toda la ciudad entera se sorprendió ante lo dicho por el tal Zeo*[Si estás viendo esto, quiero que nos reunamos… Tú y yo queremos lo mismo, purgar a esta ciudad de su escoria… Yo puedo darte más de lo necesario para lograr ello. Como puedes ver, hackee a la ciudad entera en esta única transmisión. Eso es una prueba de lo que soy capaz… Créeme que no te arrepentirás, me tendrás a tu disposición, incluidos mis recursos… Veámonos en la cima del noticiero Shimasura… Tienes 5 minutos para llegar para así irnos, antes de que lleguen las autoridades… sino vienes, te llamare otro día y seguirá siendo así hasta que te decidas a venir… Corre…]

Con eso, la transmisión poco a poco se apagó.

Los civiles se quedaron impactados, al igual que Shin, quien dudo un poco en lo que decía ese sujeto, pero…

-[Aruji-sama…]*Saya lo haría volver en sí*[Logre rastrear la ubicación del llamado Zeo y la transmisión vino del Shimasura, en Shibuya]

-De acuerdo, gracias, Saya…*Shin podía ver que ese sujeto al parecer no mentía del todo*. Iré a ver a este fanático.

El joven miraría el panorama de la ciudad, para después saltar a otra azotea y empezar a correr a toda velocidad. Debe llegar antes que las autoridades… Alguien así no puede pasarse por alto.

Al parecer las cosas se van a intensificar conforme el crimen en las calles aumenta.