"Altia..." - dijo Artemis con el ceño fruncido.
Altia rápidamente liberó a Eric de su trance antes de señalarle a su compañera con la mirada que no dijera nada por ahora.
"¿Eh? ¿Qué fue lo que me pasó?" - preguntó Eric con el ceño fruncido mientras sacudía la cabeza para alejar la confusión que todavía estaba presente en su cabeza - "¿A caso dije algo raro?"
"No, pero te detuviste por unos segundos y miraste hacia el vacío" - respondió Altia con preocupación - "¿Estás bien?"
"¿Eh? Sí, estoy bien" - respondió Eric con ligera vergüenza - "Supongo que estoy agotado de estar al mando..."
Eric rápidamente soltó un suspiro pesado mientras sacudía la cabeza y rogaba por la pronta recuperación de su mejor amigo.
"¿Cuánto tiempo más necesitamos para llegar a la biblioteca?" - preguntó Artemis mientras negaba con la cabeza.
"Falta poco" - respondió Eric con una mirada somnolienta.
"Si quieres, yo me encargo del resto, Eric" - dijo Mark mientras miraba al líder de los caballeros.
"¿No les harás nada?" - preguntó Eric con el ceño fruncido, después de todo, él no confiaba mucho en este sujeto.
"En lo más mínimo, estas mujeres no son mi tipo" - respondió Mark con neutralidad - "Le faltan muchos kilos para poder llegar a mis estándares de belleza"
La expresión de Altia y Artemis se oscureció mientras sentían cómo su instinto asesino empezó a desbordarse.
Mark empezó a temblar inconscientemente mientras sentía cómo su espalda se mojaba por un sudor frío.
"¿Estás bien?" - preguntó Eric mientras fingía no haber visto nada.
"L-Lo siento, tengo algo que hacer, nos vemos" - dijo Mark mientras salía corriendo a toda velocidad.
"En fin, mejor continuemos" - musitó Eric mientras negaba con la cabeza.
"¿Qué hace aquí un miembros de [peregrinos]?" - preguntó Artemis mientras fingía ligeramente el ceño, después de todo, los magos y las brujas son enemigos naturales, como los magos y los guerreros, o los magos y los ladrones, o los magos y otros magos... malditos magos, arruinaron la magia...
"Siento que estás pensando algo estúpido" - dijo Altia mientras le daba una mirada en blanco a su compañera.
"No, solo estaba pensando en lo estúpidos que son los magos" - respondió Artemis mientras negaba con la cabeza - "Recién acabo de percatarme de cómo por su orgullo, ellos están rodeados de enemigos"
"Hmm, bueno, tienes razón, los magos son idiotas" - asintió Altia mientras sus ojos cambiaban ligeramente - "Oh, veo que despertó"
"¿Eh?" - Artemis y Eric miraron a la chic de cabello negro, confundidos con sus palabras.
* * * * *
"¡Ren!" - exclamó Erika con una enorme sonrisa al ver cómo el joven de cabello negro abría lentamente los ojos.
"Erika..." - murmuró Ren mientras sentía que todavía estaba en un sueño - "¿Dónde estoy?"
"En el castillo, lo lograste" - sonrió Erika mientras acariciaba su mejilla - "Nos protegiste a todos, pero..."
Ren lentamente recuperó la consciencia - "Oh, ya veo, estoy feliz de escucharlo..."
Erika y Ren se quedaron en silencio mientras los pájaros cantaban fuera de la ventana.
"Ren..." - dijo Erika mientras tomaba un largo respiro - "Por favor, no vuelvas a hacer eso..."
"¿Te refieres a usar [posesión]?" - preguntó Ren mientras se sentaba en la cama - "Lo siento, es imposible que te prometa eso, no cuando esa puede ser la solución para salvar más vida"
Erika se quedó en silencio mientras se mordía el labio, aunque su expresión cambió cuando sintió una presencia maligna, pero extrañamente familiar - "!"
La expresión de Ren también cambió mientras sentía cómo su corazón latía con fuerza, una sensación similar a su primer encuentro con Erika, aunque al mismo tiempo se sentía diferente.
"Oh, es bueno ver que has despertado, Ren D. Bahamut" - dijo una voz femenina y sensual - "Tu poder es embriagador ~"
Ren se quedó en silencio mientras notaba cómo una sombra aparecía en un rincón de la habitación.
"¿Quién eres?" - preguntó Ren mientras sentía cómo un agudo dolor penetraba su cráneo - "Ugh..."
"¡Ren!" - exclamó Erika con terror mientras veía cómo su amado estaba empezando a soltar un gemido de dolor - "¡Ren!"
"¡Atrás, sucia sacerdotisa!" - rugió la sombra femenina mientras aparecía en medio de Erika y Ren - "Te recomiendo que no lo toques"
"¡No, tú eres la que no tiene que tocarlo!" - exclamó Erika mientras dos alas de ángel aparecían en su espalda.
"Hmph, segundo despertar, eres mucho más hábil de lo que pensaba, sin embargo, eso no es suficiente para enfrentarte a mi" - bufó la sombra mientras mandaba a volar a Erika con solo su aura - "Malditas sacerdotisas del clan Belldandy..."
Erika lentamente sintió cómo su consciencia estaba empezando a desvanecerse.
Ren apretó los dientes mientras veía cómo la silueta sombría aparecía delante de él y acariciaba su mejilla con afecto - "T-Tú..."
"¿Oh ~? ¿A caso me reconoces ~?" - preguntó la voz femenina.
Ren apretó los dientes mientras sentía cómo algo dentro de él despertaba con esas palabras.
"¿Quieres que te dé una pista?" - preguntó la silueta femenina - "Ok, aquí va ~"
Ren sintió cómo todo a su alrededor se oscurecía.
"Eres especial, - - - - -, tu alma es deliciosa ~" - ronroneó la voz femenina.
La expresión de Ren cambió drásticamente con estas palabras mientras unas memorias que no eran suyas resonaban en su interior.
* * *
"Eres especial, - - - - -, tu alma es tan deliciosa ~" - dijo una hermosa mujer de piel bronceada, ojos dorados, aunque el detalle más importante eran los dos cuernos que salían desde su cabeza que le daban un aura mucho más seductora - "Como he deseado tenerte desde que te vi por primera vez"
"¡Ni siquiera lo pienses!" - exclamó una hermosa mujer de cabello rojo - "¡No dejaré que te acerques a - - - - - "
"Guarda silencio, sucia sacerdotisa" - gruñó la mujer de piel color chocolate mientras aparecía frente de la mujer y la tomaba del cuello - "Tu mera existencia es una abominación para este continente, ningún humano debería de poseer un fragmento del alma de un dios"
"¡Detente!" - rugió un joven de cabello negro, aunque su apariencia parecía común - "¡Por qué me has estado espiando todo este tiempo!"
"¿No es obvio?" - preguntó la mujer mientras soltaba una pequeña risa lunática - "Te amo, - - - - -, amo cada cosa de ti, tu falso sentido de la moral, tu deseo de intentar ser algo que no eres, tu autocontrol que usas para poder mostrarte de una forma que no eres, y finalmente, esa deliciosa alma que no debería de existir en este mundo"
La expresión del joven de cabello negro cambió drásticamente cuando escuchó esto - "¡T-Tú! ¿Cómo?"
"Lo sé todo sobre ti, mi amado - - - - -, y cuando digo todo, me refiero a TODO" - dijo la mujer de piel color chocolate mientras se lamía los labios - "Tu alma es un libro abierto para mi, puedo ver cada secreto que intentas ocultar, desde tus fantasías con algunas de tus compañeras, hasta tu deseo por volver a casa"
La expresión del joven de cabello negro cambió drásticamente.
"Aunque tengo que decirte que este deseo es inútil, no puedes regresar" - suspiró la mujer de piel morena - "Esa diosa no tiene el poder"
"¡N-No, ella me lo prometió!" - exclamó el joven mientras apretaba los dientes - "¡No voy a confiar en lo que dice un demonio!"
"Oh, pero yo no gano nada con mentirte, mi amado" - dijo la mujer de piel morena mientras acariciaba la mejilla del chico - "Si de verdad quisiera romperte, habría hecho algo mucho peor, como por ejemplo, hacer que mis subordinados violaran a cada una de esas chicas que rondan tus pensamientos, pero no lo he hecho, solo las he ido matando una detrás de otra porque ellas no son digna de ti"
"¡Estas loca!" - exclamó la mujer de cabello rojo mientras apretaba los dientes - "¡Tú eres la que no debe acercarse a mi hermano!"
"Hmph, tú sigues viva solo por la relación fraternal que tienen" - dijo la mujer de piel morena mientras caminaba donde la mujer de cabello rojo - "Aunque supongo que es obvio, el fragmento de Belldandy en tu interior ya está activo, lo que hace que no puedas generar sentimientos por nadie, ni siquiera por tus padres..."
La expresión de la joven de cabello rojo se oscureció cuando escuchó esto.
"Honestamente, no sé si fue una bendición o una maldición que despertaras tu ascendencia tan pronto en tu viaje" - dijo la reina demonio mientras negaba con la cabeza, aunque su expresión cambió cuando sintió cómo el aura del joven de cabello negro cambiaba drásticamente - "¿Oh ~? ¿Quieres despertar tu sangre ancestral?"
"¡No voy a dejar que sigas comiéndome la cabeza con tus palabras!" - exclamó el joven mientras sus ojos negros empezaban a brillar con un intenso color dorado - "¡[Dragon Awakening]!"
"Hmm, supongo que tendremos que hacerla a la antigua..." - musitó la reina demonio mientras negaba con la cabeza - "Someterte con fuerza bruta..."
* * *
"T-Tú..." - murmuró Ren mientras sentía cómo algo dentro de él se rompía.
"Sí, tus memorias, tu deliciosa alma está despertando nuevamente mi amado ~" - dijo la voz femenina con un tono coqueto - "Y esta vez no habrá nada que nos separe, mi amado Draco ~"
"Rivenna..." - murmuró Ren antes de perder la consciencia.