"Destino distorsionado, tantas muertes, vidas perdidas por el deseo de una mujer" - dijo una voz femenina con un tono ligeramente molesto - "¿Todavía no te rindes, Rivenna?"
[Por supuesto que no, mi deseo es incontenible, después de todo, soy el pecado de la avaricia, no tengo límites]
"No esperaba que me respondieras" - dijo la mujer con un tono ligeramente sorprendido - "Dejando eso de lado, te recomiendo que no hagas nada fuera de lugar, estás jugando con fuego"
[¿Eso es algo que viste?]
La mujer guardó silencio mientras escuchaba cómo Rivenna empezaba a reír.
[Ya veo... sin embargo, esto no cambia nada, después de todo, mi avaricia está fuera de control, más cuando tengo a mi amado tan cerca]
"Te lo advierto por última vez, Rivenna, como hermana te recomiendo que retrocedas" - dijo la mujer con frialdad - "Escúchame bien, Mammon, ve con cuidado porque estás pisando hielo delgado"
[¿Ahora usando mi título? Eso no es propio de ti, Veritha... ¿O a caso prefieres Belfegor, el rey demonio de la pereza?]
Veritha no respondió, ella simplemente guardó silencio mientras escuchaba cómo Rivenna de la avaricia continuaba riendo.
[Supongo que eres mi enemiga...]
"No, no podría importarme menos si cumples con tu deseo, o no, solo te advertí porque los resultados futuros serán un dolor en el culo de arreglar" - respondió Veritha mientras bufaba con desdén.
[Si eso es todo, voy a cortar la transmisión, después de todo, todavía no recupero mi poder lo suficiente para poder aguantar una comunicación a larga distancia]
"Los 7 reyes demonios, 6 de los cuales nos mantuvimos ocultos porque no podría importarnos menos la situación del mundo mortal" - dijo Veritha mientras fruncía el ceño, mostrando su apariencia, una pequeña niña de cabello plateado y piel pálida, facciones bellas, como si fuera una pequeña muñeca de porcelana, finalizando en un vestido gótico negro - "Ahora con el regreso de [avaricia], es posible que [orgullo] se mueva, después de todo, ella era la única de nosotros 6 que se sentía molesta con que Rivenna fuera tan [popular]... Oh, y hablando de ella..."
[Estoy segura de que también sentiste eso, enana]
"Tan cruda como siempre, Lucía del orgullo" - dijo Veritha mientras soltaba un largo bostezo - "Supongo que me has contactado para iniciar con la reunión..."
[Exacto, es tiempo de que me mueva, en especial si esa idiota quiere hacer lo que pienso que quiere hacer...]
Veritha se quedó en silencio mientras fruncía el ceño - "Ella no lo sabe..."
[Tampoco me importa que lo sepa, esa idiota está haciendo algo que no debe, nosotras no nos metimos en medio de su pelea no porque no quisiéramos enviar al mundo a una eterna oscuridad, sino porque no queremos que ese idiota vuelva al mundo...]
"El enemigo de nuestro enemigo es nuestro amigo, un dicho tan bueno, uno que hizo que no moviéramos un solo dedo, fue un ganar-ganar, aunque este ya no es el caso" - dijo Veritha con molestia - "¿Qué piensan hacer las demás, Lucía?"
[¿No es obvio? Vamos a ir a matar a esa idiota, con su muerte también nos llevaremos al dueño de la llave]
"Mala idea, la llave es la única entidad que puede debilitarnos" - dijo Veritha con irritación - "Y no planeo usar mi verdadera forma en batalla, eso es muy agotador..."
[Tch, tan inútil como siempre...]
"Si ya dejaste de decir estupideces, mejor activa el portal..." - dijo Veritha con molestia.
[¿Y por qué no puedes hacerlo tú misma?]
"Porque es muy agotador, sin contar que esto es bueno para ti, así demuestras que eres más fuerte que las demás, después de todo, eres la única que puede abrir dos portales al mismo tiempo" - respondió Veritha mientras jugaba con el pecado de su "hermana" para poder facilitar su vida.
[Como sea...]
Antes de que Veritha pudiera decir algo más, un portal se abrió, mostrando una hermosa habitación roja con negro, la cual lo único que tenía en su interior era una enorme mesa negra con 7 sillas.
"Oh, es bueno ver que estabas despierta, Veritha" - dijo una voz masculina con un tono jovial.
"Háblame cuando termines de comer, cerdo" - gruñó Veritha mientras veía a la persona que le había hablado, un hombre de unos dos metros que más que una silueta con forma humanoide, él parecía ser un círculo perfecto.
"¿Cerdo? Eso me ofende, esta figura definida por los dioses no puede ser comparada con la de esos sucios animales" - bufó el hombre obeso mientras volvía a devorar todos los bocadillos que estaban delante de él.
"Tan asqueroso como siempre, Goliat de la gula" - dijo un hombre musculoso de piel bronceada y largo cabello negro, aunque el detalle más aparente eran los dos largos cuernos de toro que salían de su cabeza.
"Oh, llegó la cabeza de músculo... ¿Por qué no vas a tener sexo con tus gladiadores?" - preguntó Goliat mientras le daba una mirada en blanco a su hermano - "Métete en tus propios asuntos, Brutus de la ira"
"Oh, tan animado como siempre, como se esperaría de Amón y Belcebú" - dijo una persona de tono infantil.
El grupo miró al recién llegado, un niño de unos 13 años de cabello negro y ojos verde. Fuera de su apariencia normal, él no parecía encajar al lado del resto de personas extrañas.
"Oh, no sabía que estabas aquí, Ozma de la envidia" - dijo Goliat con aburrimiento - "¿Sigues sintiendo celos de mi hermosa figura?"
La ceja de Ozma tembló ligeramente, después de todo, él sentía envidia de sus hermanos porque él era el único que era normal, él no tenía nada que le hiciera resaltar al resto, lo que él no sabía, era que su apariencia normal en medio de los demás pecados extraños, era lo que le hacía resaltar más que el resto.
"Oh, la cruel paradoja de los pecados" - dijo una mujer con un tono seductor.
Los demás pecados fruncieron el ceño mientras veían llegar a la más poderosa de los 7 pecados, no porque fuera la que tenía más poder puro, sino porque cada pecado aumentaba de poder dependiendo los pecados que la humanidad tenía, en otras palabras, mientras más personas fueran susceptibles a un pecado, más fuerte sería el demonio que les representaba, siendo potencialmente el más peligroso el de la ira, aunque aquí es donde entraba la divertida situación de los pecados, estos estaban presentes entre los humanos, sin embargo, había uno que destacaba al resto, y ese no era otro que el pecado que representaba a la mujer que acababa de entrar a la sala.
Ella era hermosa, incluso superior a Erika, quién era considerada la mujer más hermosa de [Dragon Frontier], largo cabello negro como la noche, ojos rojos como rubíes, piel pálida como la nieve, un pequeño mole bajo sus pequeños labios, y lo que podría expresarse como los pechos más grandes que alguien hubiera visto en su vida, al punto que era como si ella hubiera salido del deseo más pervertido del hombre más sucio, todo eso acompañado a una pequeña cintura y unos enormes glúteos. Esta mujer era lo que podía decirse que era la representación de la sexualización, y al mismo tiempo parecía como si esa descripción encajara con ella.
"Alégrense hermanos, ha llegado Ambrosía de la lujuria" - dijo la mujer con un tono amable y seductor, al punto que hizo que incluso sus hermanos temblaran inconscientemente.
"Tch, tenía que llegar las tetas de montaña" - dijo Ozma con celos, después de todo, su forma femenina era tan plana como un camino bien construido.
Ambrosía Asmodeo, la reina de las súcubos, y la demonio que encarnaba el pecado de la lujuria. Una mujer que podía seducir incluso a dioses y llevarlos al abismo más profundo de placer con solo mover una mano.
Ozma Leviatán, el Doppelganger original, y el demonio que encarnaba la envidia, un demonio que podía copiar la forma y habilidades de sus oponentes, así como la de poder cambiar de género a voluntad.
Goliat Belcebú, el devorador, un monstruo que podía comer cualquier cosa, y aún así no poder saciar su hambre. Su última aparición causó la desaparición de un reino por completo, dejando solo un agujero, él hacía honor a su pecado de la Gula.
Brutus Amón, el Asura, un demonio divino que podía usar cualquier arma y tenía una fuerza sobrehumana, capaz de destruir montañas con solo tocar el suelo. Él era la representación de la ira.
Veritha Belfegor, la demonio del sueño, un monstruo que podía llevar a cualquier criatura a un sueño eterno, e incluso robar su existencia para hacerse más fuerte. Potencialmente, ella era una de las más poderosas del grupo, sin embargo, ella no parecía querer hacer nada más que dormir.
Lucía Lucifer, la diosa caída y el pecado del orgullo. A nivel base, ella era la más poderosa del grupo gracias a su habilidad de poder controlar cualquier cosa que desea, así como la de corromper todo tipo de poderes con solo desearlo, haciendo que estos hagan todo lo contrario que normalmente hagan.
Y finalmente estaba Rivenna Mammon, la reina demonio de la avaricia, la cual aumentaba su poder mientras más consiguiera, y mientras más valioso fuera lo que había conseguido, más poder ella ganaría, y para sorpresa de nadie, el amor y alma de un viajero dimensional era lo más valioso que el mundo podía ofrecerle, en especial cuando este era el heraldo de la diosa principal.