Por un momento no pude moverme por la sorpresa, no solo mi nombre sino que incluso sabe que soy un viajero, me tense inmediatamente y mi corazón comenzó a latir rápidamente.
Lentamente mis músculos se tensan y comienzo a escanear la sala en busca de una via de escape, mis sentidos dormidos comienzan a despertar llevándome a un estado óptimo para la pelea.
Antes de que pueda hacer algo más, la mujer parece sentir que algo va mal y habla en alto con nerviosismo en su voz.
- No deseo hacerle daño al Caballero, al contrario, estamos encantados con su presencia, por primera vez en siglos la Diosa nos envía su voz a través del oráculo y es para revelar la existencia de un enviado suyo, sabemos de usted debido a su profecía, también envío otro mensaje: No desconfies, soy yo - La última parte de sus palabras las dijo en otro idioma, en mi idioma natal.
Decirme que no desconfíe es simple pero aún no estoy del todo convencido aunque sin más remedio me resigno y miro el anillo que me están entregando, es dorado, con inscripciones muy pequeñas grabadas en toda su superficie.
Al observarlo con los Ojos de la Diosa, una gran cantidad de poder es visible, no se trata de maná, es más puro y espeso, en escencia son similares pero también muy diferentes, la mujer que se presentó como Alicia me insta a colocarme el anillo ya que esa era la voluntad de su Diosa.
Aún con dudas recogí el anillo y me lo puse en el dedo medio de mi mano izquierda.
Inmediatamente todo cambió, la misma sensación de estar flotando que la vez anterior y de nuevo la sensación de no tener un cuerpo.
Tras unos instantes mi mente vuelve a la normalidad y desde el blanco puro tanto mi cuerpo como el ya conocido campo de césped se vuelve visible.
Tras escanear rápidamente la zona algo se hace presente, en medio del campo una gran mesa hecha de algún tipo de piedra negra se materializó de la nada y un grupo de auras extremadamente poderosas me asaltan inmediatamente.
El golpe repentino me hizo caer de rodillas pero instintivamente hize girar mi circuito de maná y tras completar varios ciclos la presión disminuye cada vez más.
Por fin puedo ponerme de pie y cuatro figuras se posicionan frente a mi, la primera se trata de Ruminas, ella corre rápidamente hacia mí y coloca una tiara de aspecto extraño sobre mi cabeza, en un instante siento el cambio, las presiones desaparecen del todo y puedo respirar aliviado.
Detrás de ella hay dos hombres y una mujer, el primero de ellos es alto, tal vez de dos metros o un poco más, su pecho se encuentra expuesto revelando una musculatura pulida al límite y una piel de color cobre, su aura es la mas violenta de todas y su postura muestra una gran habilidad en combate, coincide perfectamente con su larga melena negra y su rostro feroz.
El segundo hombre es incluso más alto que el primero y su musculatura más abultada, viste ropas de trabajo sin mangas hechas de cuero y un mohicano de cabellos blancos decora su cabeza rapada, sin embargo su aura no desprende hostilidad sino pasión y sabiduría, grandes cicatrices hechas por calor cubren su cuerpo y su piel casi negra contrasta con un par de ojos rojos brillantes de mirada serena.
Finalmente la mujer, es alta pero no tanto, tal vez 170 cm, si piel es blanca como la seda y tanto su rostro como su aura desprenden la sensación de una madre amorosa, su largo cabello dorado enrollado en una trenza cuelga casi hasta el suelo decorado con flores, sus ropajes blancos se arrastran por el suelo y una extraña sensación me recorrió el cuerpo cuando nuestras miradas se cruzaron, pude sentir muchas emociones, alegría, cariño, lástima y tristeza.
Me quedé de pie inmóvil esperando la intervención de Ruminas pero ella solo me miraba con tristeza en los ojos.
Tras unos instantes incómodos, la mujer se acercó y me llamó.
- Antes de comenzar las presentaciones deberíamos tomar asiento no crees? - Dijo haciendo un gesto para acercarnos a la mesa de piedra negra.
Asentí y me acerqué a una de las sillas, aunque más bien se asemejan a tronos pequeños, el hombre de aspecto feroz le dió un golpecito en el hombro a Ruminas y la sacó de su aturdimiento instandola a tomar asiento a mi lado derecho.
El lado izquierdo lo tomó el hombre feroz, frente a él se sentó el gigante y frente a Ruminas se sentó la mujer.
Con todos sentados el primero en hablar fué el hombre feroz, se presentó animadamente como una Deidad de la Guerra, dijo que podia llamarlo Kazak y que tenía muchas ganas de pelear conmigo, acto seguido la mujer lo reprendió por ser tan mezquino.
El segundo en presentarse fué el gigante, su nombre es Leto, una Deidad de la Fabricación y el Conocimiento, ya tenía una idea de ello pero él parece ser una persona muy seria y tranquila.
Finalmente la mujer se presentó como Tristania, Deidad de la Vida y la Naturaleza, ciertamente se ajusta a su aura maternal.
Con todos habiendo dicho sus nombres y posiciones el aura de la mesa cambió, incluso el sonriente Kazak se puso serio así que debe ser hora de conocer el motivo de su convocatoria y el pesar de Ruminas.
- Nathaniel, estás al tanto del favor que nuestra hermana menor te concedió cierto? Renacer en un nuevo mundo no es algo que suceda a menudo - Dijo Tristania, mientras me miraba fijamente a los ojos.
- Estoy al tanto de ello, se me concedió la oportunidad de vivir y estoy agradecido - Respondí.
Pensé que ésto podría suceder, tal vez Ruminas incumplió alguna regla al concederme otra vida y la han descubierto, por ahora debo pensar en una forma de que ambos salgamos ilesos de aquí.
- No te preocupes Nathaniel, ni tú ni ella están en problemas, tu nueva vida no incumple ninguna norma... Incluso podríamos decir que nos ayudaste - Dijo ella tal vez sintiendo mis temores.
- El motivo de tu convocatoria aquí es discutir un descubrimiento muy serio que hicimos a través de tu transmigracion y solicitar tu ayuda para resolverlo - Continúo Tristania.
- La situación es la siguiente, cuando Ruminas te envío al mundo designado por ella como tú nuevo hogar, algo salió mal, tu cuerpo y alma viajaron por un conducto extraño desde donde se drena la Divinidad de Ruminas y terminaste en un lugar completamente desconocido, tras realizar una investigación exhaustiva descubirmos dónde te encontrabas pero también nos percatamos de algo más, en ese mundo existe algo similar a un parásito que está creciendo al robar Divinidad de ella y si sigue así en un par de milenios será peligroso para su vida, el parásito no puede tomar grandes cantidades pero debe haberlo estado haciendo desde hace mucho y su poder no es algo que los mortales puedan manejar por lo que deseamos pedirte que extermines a la criatura - Explicó.
La situación no es lo que esperaba, la vida de Ruminas corre peligro por lo que es natural que desee aceptar la misión.
- Necesito todos los detalles que puedan brindarme, así como una estimación de la fuerza del parásito para poder exterminarlo - Dije al mismo tiempo que un aura espesa y violenta sale de mi cuerpo.