Shin miro con precaución y con clara hostilidad a las figuras encapuchadas y en especial a la gigante la cual parecía estar caminando como un gorila más que como un humano apoyándose sobre sus brazos delanteros.
Aunque como todas las figuras estaban cubiertas desde la cabeza hasta los pies era imposible diferenciar como era su aspecto.
Shin no se giró pero retrocedió un paso hacia atrás preparándose para huir pero la figura gigante pareció notar que su movimiento y lanzo un rugido hacia el cielo.
GRAAAAAARHHHH
Shin sintió como los pelos de sus brazos se erizaban y noto que las figuras comenzaron a moverse hacia a él rápidamente pero tratando de estar lo más alejados de la orilla del lago.
Las figuras encapuchadas parecían ser demasiado cautelosos con el agua, algo que Shin no paso por alto y también se alejó de la orilla.
Si esas figuras eran cautelosas con el agua, Shin también lo seria, era mejor prevenir que curar.
"Son rápidas"
Las figuras no estaban corriendo pero caminaban muy rápido y se acercaban cada vez más a Shin.
'Deberías apresurarte' hablo Astheria desde su cabeza.
Aun sin las palabras de Astheria, Shin estaba preparado para correr, simplemente no había corrido desde el principio ya que quería ver el comportamiento de las figuras. Sin embargo cuando vio que estas no tenían buenas intenciones no dudo más y comenzó a correr.
La figura encapuchada gigante vio que Shin comenzó a correr y volvió a rugir al aire antes de comenzar a correr también para perseguirlo.
Las demás figuras encapuchadas se vieron algo reacias a seguir al gigante pero después de unos segundos de duda también comenzaron a correr.
Shin no tuvo que mirar atrás para saber que lo estaban persiguiendo, al fin y al cabo los temblores era una señal de que un gigante se estaba acercado.
'¡Corre más rápido!' insisto Astheria.
"¡Gracias por el consejo!" se quejó Shin sin dejar de correr.
Desde un principio estaba corriendo como si su vida dependiera de ello…en verdad su vida si dependía de ello.
Shin no podía correr más rápido, simplemente sus piernas no daban para más. Esa velocidad era su límite y la velocidad no era la especialidad de Shin.
'¿¡Como es que sobreviviste siendo tan lento!?' cuestiono Astheria al notar que Shin de verdad no podía ir más rápido.
"¡Agradecería los consejos para después!"
Shin no podía correr y hablar con Astheria al mismo tiempo por lo que decidió enfocarse en sobrevivir primero y charlar después.
Shin corrió por todo el borde del lago sin ningún destino en mente. Al fin y al cabo no conocía la totalidad de la isla y a simple vista parecía que no había ningún lugar para escapar.
Desde el principio decidió no meterse en el bosque para escapar ya que había visto como el gigante tiraba los árboles a su paso y entendió que los obstáculos no eran un problema para el encapuchado.
Shin sintió como los pasos comenzaban a acercarse y los temblores eran cada vez más fuertes y amenazaban con hacerlo tropezar.
Astheria no podía ver detrás de Shin ya que ella solo podía ver lo que los ojos de Shin veían, sin embargo sus años de experiencia la ayudaban a ver y sentir cosas que Shin no podía, por eso ella decidió ayudarlo a salvarse.
Astheria sentía que se lo debía a Shin, además si el moría en este lugar su propio destino acabaría con el de él.
'¡Salta al lago!'
Shin había visto como los propios encapuchados estaba reacios a acercarse demasiado al lago pero también entendió que era su única oportunidad para no ser atrapado por la figura gigante.
Shin no dudo más y salto al agua roja sumergiéndose en el lago y desapareciendo de la vista de los encapuchados que se detuvieron apenas llegaron al lugar donde había saltado.
***
En lo alto de un árbol, había una mujer pelirroja que miraba el lago rojo y la orilla rodeada de una docena de encapuchados.
Su expresión era divertida como si estuviera viendo una buena película, expresión que había cambiado apenas Shin había saltado al agua.
"¡No lo puedo creer!, ¡De verdad salto!"
La mujer se comenzó a reír a carcajadas mientras se sostenía el vientre sin aguantar las lágrimas que caían de sus ojos.
Poco después la mujer se calmó y volvió a mirar hacia el lago con una mirada expectante.
"Es lamentable que ya haya terminado"
La mujer estuvo a punto de girarse para irse pero noto como la superficie del lago que había vuelto a calmarse se comenzaba a mover.
Su expresión volvió a cambiar y ahora miraba el lago con una mirada de confusión.
"¿Qué está pasando?"
La mujer no se atrevió a acercarse a estudiar lo que estaba pasando en la orilla pero decidió quedarse un poco más para ver lo que sucedida a continuación.
***
Apenas Shin se sumergió en el lago, noto como el agua estaba cálida perfecta para un baño tibio. Pero eso no fue lo que más le sorprendió ya que de alguna manera la vista no era lo que esperaba.
'¿Qué es esto?' pregunto Astheria en la mente de Shin.
Naturalmente Shin no podía hablar ya que estaba debajo del agua pero si podía comunicarse mediante pensamientos con Astheria.
'Ni idea…'
Al fondo del lago había un gran mar de estrellas, era como si estuvieran mirando el cielo en la noche. Incluso podían distinguir algunas constelaciones que se podían ver desde Grigarm.
Era como si el cielo de Grigarm y el fondo del lago fueran los mismos…la única diferencia era que desde el fondo del lago no se podía ver el icónico árbol gigante que cubría el mundo.
El axis no estaba por ningún lugar.
Pasaron algunos segundos y Shin se dio cuenta de que podía respirar aunque estuviera bajo el agua. Pero aún seguía sin poder hablar.
Ni Shin ni Astheria entendieron porque los encapuchados tenían tanto miedo en acercarse al lago. Al fin y al cabo lo que estaban viendo era simplemente hermoso.
Era como ver todo el universo sin la interferencia de gases que bloquearan la vista de las galaxias y estrellas y todo tipo de cosas en el espacio.
Shin miro hacia arriba y se dio cuenta de que no podía ver lo que había arriba del agua, atrás de el solo había la más pura oscuridad.
El vacío ya no estaba frente a él, estaba detrás.
Pero viendo al vacío Shin no sintió miedo, en cambio sintió ganas de avanzar y dejarlo aún más atrás.
Con ese pensamiento Shin comenzó a nadar hacia las estrellas, intento acercarse al cielo que tanto había visto a través de una ventana y desde el suelo.
Ahora más que nunca se estaba sintiendo lo más libre que nunca se había sentido.
Sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando una voz etérea hablo dentro de su cabeza.
"¿Estás dispuesto a abandonar todo atrás y convertirte en lo que más deseas?"
La voz parecía no tener género ni emociones, era una voz que era grave pero aguda a la vez. Una voz fina pero pesada.
Aunque Shin no creía en los dioses que se adoraban en Grigarm ni ninguna otra entidad, sintió que si existiera un dios está definitivamente esta sería su voz.
Shin pensó en la pregunta de la voz y ni siquiera dudo un segundo en responder.
'Si'
De repente todo a su alrededor cambio y apareció en un jardín de flores lleno de pequeños animales que corrían y jugaban entre ellos, donde había pájaros que cantaban hermosas melodías y animaban el ambiente.
Todo parecía ser tan…tranquilo, tan pacifico.
Y esa tranquilidad había afectado a Shin ya que no se puso nervioso ni ansioso por el repentino cambio de escenario sino que en cambio se sintió relajado y a gusto.
A su lado había un pequeño riachuelo de agua cristalina lleno de todo tipos de peces de todos los colores.
"¿Es hermoso no?"
Shin escucho una voz a su lado y se dio la vuelta calmadamente para ver una mujer con un vestido blanco y pelo verde que le sonreía cálidamente.
"Si…bastante hermoso"
Shin le respondió a la mujer quien solo le devolvió otra sonrisa antes de aplaudir.
Apenas la mujer aplaudió, Shin se encontró sentado frente a una mesa de cristal sobre la que había una tetera y un par de tasas de porcelana.
La mujer también estaba sentada frente a él sirviendo te caliente en ambas tasas. Apenas termino de servir, dejo la tetera a un lado y le ofreció el té a Shin quien acepto con gusto.
"Es divertido tener visita después de tanto tiempo" dijo la mujer antes de beber un poco de té.
Shin también bebió un poco de te antes de preguntar:
"¿Dónde estoy…y quién eres?"
La mujer lo miró fijamente con una sonrisa en su rostro.
"Estas en mi humilde jardín"
La mujer extendió su brazo hacia un lado y una flor rosada cercana comenzó a flotar hacia su mano, la mujer sujeto la flor rosada y la olio profundamente con delicadeza.
"Mi nombre es Rosaria, Diosa de las flores"