Debajo de un gran árbol que cubría la luz roja del cielo sin sol, estaba Shin con los ojos cerrados y sentado en posición de flor de loto.
Se podían ver sus venas con un color morado por todo su cuerpo, era parecido a aquella vez que se desmayó por culpa de la maldición y fue tratado en el monasterio de la luz sagrada, sin embargo esta vez era diferente.
Lo que corrió por sus venas no era sangre negra, era energía del alma.
Shin suspiro y abrió los ojos.
"Ugh…me duele todo el cuerpo"
Shin se levantó y estiro los brazos con una sonrisa divertida en su rostro.
"Je, me duelen los músculos y ni si quiera tengo cuerpo"
El bosque volvió a quedar en completo silencio cuando Shin dejo de hablar y ni siquiera se podía sentir una brisa.
Si no fuera porque ya llevaba casi seis meses en este lugar, Shin pensaría que el bosque estaba demasiado silencioso para ser normal. Pero así era normalmente ya que en esta isla y en este mundo no vivan animales en general.
Shin no había salido de la isla desde que lo trajeron desmayado después de lo que ocurrió en la isla del lago rojo pero había escuchado por parte de Milena que este mundo estaba bastante desolado y era muy difícil encontrar un animal…que no fuera hostil.
Shin comenzó a caminar para salir de bosque y después de un rato se detuvo y miro a su alrededor con precaución.
Shin cerró los ojos para escuchar mejor y después de un momento volvió a abrir los ojos.
"Bien, te mostrare que tan preparado estoy" dijo con una mirada de seguridad en su rostro.
Shin se agacho y puso su mano en el suelo.
Su energía del alma se acumuló sobre su mano y se extendió por el suelo rodeándolo en un radio de 10 metros.
Shin se levantó y se quedó en el centro del círculo esperando cualquier señal.
Y no paso mucho tiempo para que Shin sintiera como algo atravesaba el campo que acababa de crear usando su energía del alma.
Moviéndose lo más rápido posible, Shin levanto su espada y bloqueo la flecha que amenazaba con incrustarse en su cabeza.
"Demasiado fácil"
Pero como para contrarrestar las palabras de Shin, sintió como más de cinco objetos atravesaban su campo.
"…Mierda"
Shin levanto su espada y bloqueo una flecha sin embargo la segunda flecha se clavó en su hombro. Pero no tuvo tiempo para quejarse ya que se vio obligado a detener la tercera y cuarta flecha.
Sin embargo la quinta flecha venia desde su espalda y fue demasiado tarde para Shin bloquearla o esquivarla por lo que la flecha se clavó sobre la parte trasera de su muslo derecho.
"¡Ugh!"
Shin cayo de rodillas y se apoyó en el piso mientras se sujetaba el hombro con su otra mano.
"¡Eso no fue justo!"
Shin grito hacia el cielo asegurándose de que la persona escondida en el bosque lo oyera y pocos momentos después salió Silvana sujetando un arco de roble negro.
El arco media más de un metro y medio de largo y la cuerda era lo suficientemente gruesa y tiesa para que fuera necesario la fuerza de dos hombres adultos para tirar de ella.
Y sin embargo Silvana había disparado 5 fechas consecutivas en menos de 5 segundos como si nada.
"¿Injusto?, nada en esta vida es justo"
Silvana se acercó a Shin y dejo caer el arco mientras miraba a Shin.
"Si fuera una emboscada estarías muerto"
Shin miro con rabia a Silvana y gruño.
"Cualquiera estaría muerto si tú los emboscaras"
Silvana apoyo su mano libre sobre su cadera y se inclinó ligeramente hacia un lado.
"Gracias por el cumplido"
Shin rompió la flecha clavada en su hombro y la miro con molestia.
"¡No es un maldito cumplido!"
Silvana se burló de Shin y luego lo miro con seriedad.
"¿En qué fallaste?"
Shin saco la flecha que estaba clavada en su muslo con un gesto de dolor y se quedó pensativo unos segundos antes de responder.
"Velocidad, no fui lo suficientemente rápido para bloquear o esquivar tus flechas"
Silvana asintió con la cabeza.
"Así es, ¿Qué más?"
Shin se levantó y se sacudió sus ropas antes de responder.
"No logre mantener el campo activo al tiempo que fortalecía mi cuerpo, aun no puedo usar mi energía de alma para dos cosas al tiempo"
Silvana miro a Shin y suspiro.
"Y no deberías…normalmente"
Shin miro su mano y trato de generar un orbe de energía sin mucho éxito ya que apenas se generó exploto como neblina desapareciendo en el aire.
En estos meses Shin había estado entrenando continuamente sin descanso enfocándose en su energía de alma y aprender a controlarla.
Shin no conocía esta energía hasta que se la explicaron, y aun así estuvo una par de semanas para reconocerla dentro de su cuerpo.
Ahora podía percibir mejor esta energía y utilizarla en cierta medida, pero aun así seguía siendo difícil controla en ciertas circunstancias.
Una de esas circunstancias era utilizarla para diferentes cosas al mismo tiempo, como era usarla para potenciar su cuerpo y a la vez usar el campo que había usado para distinguir las flechas que Silvana le había lanzado.
Ese campo fue la primera forma de utilizar su energía del alma que Silvana le enseño, ya que era considerada como la habilidad más básica pero eso no quería decir que esta fuera débil, al contrario, esta habilidad era extremadamente útil para saber todo lo que había alrededor de la persona.
Sin embargo Shin apenas podía crear un campo de 10 metros de radio a su alrededor, lo cual era muy poco, considerando que cuando las flechas entraban en el campo tenía muy poco tiempo para reaccionar y defenderse.
Muestra de eso fueron las dos heridas en el cuerpo de Shin, una en el hombro y otra en el muslo.
Shin se froto su hombro donde había un agujero pero desde el cual no salía sangre.
Los cuerpos del alma podían recibir heridas que serían mortales para el cuerpo físico, Shin podía perder el brazo y este volvería a crecer después de un tiempo y de un descanso apropiada.
Pero eso no significaba que todos los ataques fueran inofensivos, si Shin llegaba a quedarse sin energía del alma y recibía una ataque letal, podría llegar a morir.
Además de que la mayoría de los ataques en este mundo estaban destinados a causar daño directo al alma, no a un cuerpo físico.
"Volvamos ahora, Milena tiene algo que decirnos"
Shin dejo de frotarse la herida sobre su hombro que comenzaba a cerrarse y miro a Silvana con duda.
"¿Milena?, ¿Qué puede ser tan importante como para no esperar hasta la noche?"
Silvana se encogió de hombros.
"Ni idea. ¿Y sabes que no hay noche aquí verdad?"
Shin comenzó a caminar y hablo:
"Es un decir"
En este mundo no había un ciclo de día y de noche, el cielo estaba constantemente iluminado de rojo.
Cuando llegaron al castillo, ambos fueron directamente a la sala de reuniones donde ya estaban todos presentes.
En la sala iluminada de rojo por una única ventana que dejaba la luz pasar, había una mesa redonda con seis sillas organizadas simétricamente.
Cuatro de las seis sillas estaban ocupadas ya, una por Milena, otra por el hombre llamado Yuergh que vestía la misma túnica dorada de siempre.
La tercera silla estaba ocupada por una mujer leyendo un libro, Shin la veía menos que Silvana pero más que a Milena a quien solo la veía por las noches cuando iba a estudiar.
Con la persona que más tiempo pasaba era con Silvana ya que ella le ayudaba a entrenar constantemente, y eso conllevaba a que viera seguidamente a la mujer ya que Silvana siempre acusaba algún tipo de problema y era el trabajo de la mujer solucionarlo.
Por eso cuando la mujer vio llegar a Shin y a Silvana suspiro con agotamiento.
La mujer se llama Tiana y rara vez se la podía ver molesta, siempre estaba calmada y era amable por naturaleza.
Haciendo contraste con Milena y Silvana al mismo tiempo.
La pelirroja era más desenfrenada y activa por naturaleza y la pelinegra siempre mantenía una actitud fría y distante. Y Tiana siempre trataba de mantener un buen ambiente solventando los problemas causados por las dos mujeres.
El ultimo asiento estaba ocupado por el anciano que Shin había visto el primer día que llego a este mundo con Astheria.
Después de volver a conocerlo en el castillo, Shin pensó que el anciano era raro, y después de meses de conocerlo se dio cuenta de que el anciano parecía tener algún tipo de trastorno ya que en ocasiones parecía cambiar de actitud de repente y parecía ser otra persona completamente diferente.
"Están aquí"
Shin volteo a mirar a Yuergh que los miraba a ambos con una expresión aburrida y sintió un escalofrío en su columna.
De entre todas las personas que había conocido en este lugar, el hombre de ojos dorados y pelo negro era de lejos la persona que más peligro desprendía para Shin.
Nunca lo había visto actuar diferente a su actitud aburrida y despreocupada, pero Shin podía sentir que ese hombre era peligroso.
Pero eso no fue nada comparado con lo que había visto con sus propios ojos meses atrás cuando su habilidad [Resonancia] se había activado.
Nombre: [Yuergh Aval]
Títulos: [El ultimo ¡%!?¿#] [Guardian del ¿!¡#!&]
Etapa: [¿!¡#!&]
Alma: [¡%!?¿#]
Lo que Shin vio en la pantalla de información del hombre fue…absolutamente nada y a la vez mucho.