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Chapter 13 - Mercenarios

Shin abrió los ojos y estiro los brazos. El sol apenas entraba por la ventana que estaba cubierta con cortinas de tela delgada.

Al otro lado de la habitación estaba Lou que aun dormía abrazando su cola esponjosa como siempre.

Para ella era la primer vez que dormía en una cama de este tipo y calidad. Por lo que Shin decidió dejarla dormir en paz. Además tampoco tenían mucho que hacer por lo que no era necesario madrugar.

Shin se levantó lo más silencioso que pudo y fue al baño para lavarse la cara. El baño tenía lo básico, una ducha, un inodoro y un lavamanos.

Una vez frente al lavamanos, Shin se mojó la cara y se miró a si mismo al espejo. Su pelo castaño había crecido un poco, al fin y al cabo ya llevaba más de 1 mes en este mundo.

Aunque solo había sido un mes, le habían pasado más cosas en este corto periodo de tiempo que en toda su vida.

Tuvo que sobrevivir a un kraken asesino, luego naufragar en una isla donde consiguió un legado antiguo dejado por una supuesta diosa de la oscuridad.

Luego salió de la isla para terminar encontrándose de nuevo con el kraken solo para asustarlo antes de ser devorado por una antigua bestia divina que pocas personas habían visto en su vida.

Además aun tenía muchas preguntas pero pocas respuestas.

¿Por qué al despertarse por primera vez en este mundo se encontró en un barco pirata?

¿Por qué razón lo habían enviado hasta Grigarm?

Muchas cosas rondaban por su mente pero la falta de respuestas lo desmotivaban. Shin suspiro y se terminó de lavar la cara.

¿Por qué razón vivía?, ¿Por la libertad que tanto anhelaba?

Si bien había dejado atrás el laboratorio al menos por ahora, Shin aun sentía que su corazón se sentía vacío, no había un motivo que real por el cual se despertaba cada mañana para seguir con su vida.

¿Luchar contra bestias gigantes?, no le llamaba la atención.

¿Explorar todo Grigarm como hacia Alphonse?, Shin prefería quedarse acostado en su casa.

¿Estudiar todo lo que tenía por ofrecer este increíble mundo?, lo único que había visto hasta ahora era suficiente para hacerlo entender que él era un cero a la izquierda en lo que respecta a este mundo.

Shin se volvió a acostar sobre la cama destendida y tomo el folleto que le había dado el hombre en el edificio de mercenarios. En la portada se podía ver la sombra de un hombre y una mujer con las espaldas pegadas mientras cada uno sujetaba un arma diferente.

El hombre sostenía una espada larga y la mujer sostenía un arco. Y lo que más llamaba la atención era el título del folleto.

"Gremio de mercenarios"

Shin desenvolvió el folleto y comenzó a leer.

La información era extensa pero concisa, explicaba todo sobre el gremio y los mercenarios. Cuales eran sus responsabilidades, sus derechos y su papel general en el mundo.

Incluso tenía consejos básicos de supervivencia para los novatos.

Según en folleto, los mercenarios era personas que estaban dispuestas a cumplir pedidos de todo tipo. Estos pedidos podían ir desde pelear contra bestias para despejar un área infestada, o hasta limpiar las calles.

Claramente los pedidos tenían su paga, mientras más difícil fuera el pedido mayor seria la paga. También se incluía las ganancias externas.

Si un grupo aceptaba un pedido para exterminar bestias, no solo ganarían el precio inicial de la comisión, pero también todos los materiales que pudieran recolectar. Como por ejemplo los núcleos de sangre.

En resumen era un poco como la frase, quien no arriesga no gana.

Los mercenarios se dividían en diferentes rangos según su historial de pedidos completados, repercusión social y poder.

Iban desde rango 7 a rango 1, bastante simple pero fácil de entender. Al parecer era igual al nivel de los núcleos de sangre y los pedidos, mientras mayor sea el rango mejor eran.

Los consejos que daban en el folleto eran bastante simples también. Tal vez para quitarle ilusión a las personas que querían volverse mercenarios por el dinero fácil.

Por ejemplo uno decía que es mejor pensar en la habilidad propia antes de arriesgarse para completar un pedido de alto nivel.

Una mercenario de rango 7 solo podía pedir pedidos de rango 6 y así subiendo rangos. Un rango 7 no podía simplemente pedir un pedido de rango 1 y morir en el intento.

Aunque no se mencionara, Shin pensó que la tasa de muertes de los mercenarios era bastante alta. Tampoco es que hubiese muchas regulaciones.

También se mencionaba que si no se completaba un pedido a tiempo, se tendría que pagar una multa. O que si no hacia acto de presencia dentro de 6 meses en alguno de los edificios del gremio esparcidos por el mundo se daría por muerto al mercenario.

Era mucha información pero le sirvió a Shin para hacerse una idea de lo que hacía un mercenario. En algún momento su dinero se acabaría y necesitaría conseguir trabajo.

Shin termino de leer el folleto y Lou se comenzó a despertar.

Estirando los brazos y piernas, Lou nunca se sintió mejor en toda su vida. La cama era simplemente algo divino para ella.

Shin dejo el folleto sobre la mesa de noche y miro a Lou que se frotaba los ojos.

"¿Dormiste bien?"

Lou lo miro con ojos somnolientos y asintió.

"Nunca había dormido tan bien en mi vida"

Como el anciano era el que dormía en la única cama de la cabaña en la isla, a Lou le toco dormir en el sofá. Que no era precisamente cómodo.

Shin pensó en explicarle lo que tenían que hacer después de pensar en su futuro pero decidió guardárselo para el mismo.

Aun no sabía si se quedaría con Lou todo el tiempo, solo acepto viajar con ella un tiempo. Pero si sus caminos entraban en conflicto tendrían que separarse eventualmente.

Por eso solo decidió compartir los planes de un futuro cercano.

"El dinero no nos va a durar para siempre por lo que tendremos que trabajar"

El rostro de Lou se distorsiono claramente infeliz por la sugerencia.

"¿Trabajar…?"

Shin sabía que esto iba a suceder, naturalmente Lou se sentía mejor en la naturaleza. Donde podía ser ella misma sin la necesidad de un trabajo.

Toda su vida tuvo lo suficiente en la isla para vivir cómodamente. Incluso si era poco.

Alguien que no conoce los lujos piensa que lo que tiene es lo mejor. Algo así pasaba con Lou, pasar toda su vida en la isla la aisló de las necesidades dentro de una sociedad.

Pero Shin pensó que tal vez el trabajo de mercenarios no sería tan malo para Lou, al final estaría en constante movimiento y no se aburriría.

"Pensé en volvernos mercenarios, así podemos ganar dinero peleando contra bestias y demás" Shin trato de simplificarlo lo más que pudo. Si decía que podían pelear constantemente, Lou probablemente se emocionaría y aceptaría.

Como predijo Shin, Lou rápidamente puso una sonrisa y asintió vigorosamente.

"¡Es perfecto!"

Shin suspiro internamente ante la determinación de Lou, todo lo que involucrara pelear era bueno para ella.

'¿No puedo encontrar a alguien que esté dispuesto a mantenerme?'

Con sus pensamientos internos, Shin se levantó junto a Lou y se dispusieron a ir al edificio del gremio.

***

De camino al gremio después de que ambos se hubieran bañado y desayunado, se encontraron a una multitud de personas en medio de la calle.

'¿Qué sucedió?'

Con algo de curiosidad Shin trato de mirar desde el fondo de la multitud pero no tuvo oportunidad de ver nada.

Lou por otra parte entrecerró los ojos y comenzó a olfatear.

"Huele a sangre"

De repente Shin ya no sentía tanto curiosidad.

'¿Siempre me tengo que encontrar con problemas?, Ni un solo día en la ciudad y ya estoy envuelto en algo turbio'

Shin negó con la cabeza y alejo esos pensamientos.

'No, no importa que, esta vez me mantendré al margen del asunto. No es como si estuviera en un barco donde no hay lugar para ir'

Ya que el edificio del gremio estaba cruzando la multitud de personas, no les quedo más remedio que esquivar a las personas que cotilleaban y llegar hasta el otro lado.

En algún momento, Shin se encontró en primera fila frente a toda la multitud, justo en frente de lo que hacía que todas las personas cotilleaban con interés.

En el centro de la multitud estaba el hombre que casi le abrió la cabeza el día anterior con el hacha. Parecía paralizado en una pose de sufrimiento.

Estaba arrodillado con las manos en su cara, todo su cuerpo estaba en perfecto estado y si no fuera porque sus cuencas oculares estaban vacías parecería que el hombre solo se había quedado dormido en esa posición.

Su rostro estaba distorsionado del dolor y a su alrededor parecían haber pisadas de sangre, como si estuvieran rodeando al hombre y luego yéndose en una dirección.

Shin siguió el rastro de las pisadas con la mirada y vio como estas desaparecían después de varios metros.

Pero la dirección era hacia la parte vieja de la ciudad.

Según había escuchado Shin, esta ciudad tenía cientos de años. Anteriormente fue ocupada por una raza misteriosa y antigua que estaba en guerra con los humanos de la época.

Pero en algún momento desaparecieron sin dejar rastro, por lo que los humanos tomaron la ciudad y se fueron expandiendo.

La parte vieja de la ciudad tenía un aire a siniestro, todas sus construcciones eran oscuras y antiguas, además es la parte donde se ubican los barrios bajos.

Pero lo que más destaca es la mansión abandonada sobre una colina en el centro de la vieja ciudad.

Shin no pensó mucho en la dirección en la que iban las pisadas y solo observo el cadáver del hombre en silencio.

Incluso pudo ver a la mujer del sombrero de bruja y al hombre que estaba tomando algo ayer en el gremio.

Por lo que Shin puo escuchar de su conversación el día anterior, parecía que los tres eran miembros del mismo grupo.

Pero ahora solo miraban el cadáver de su excompañero en medio de la calle.

"Se lo advertí, enserio que se lo advertí…"

La mujer parecía triste pero no lo suficiente para llorar, era como ver morir a alguien que conociste por un amigo pero que solo viste una vez en tu vida.

Si bien podías sentir algo de compasión por él, no era algo que afectara tu vida.

El hombre que ahora vestía un traje de cuero con un arco en la espalda simplemente se acercó al cadáver y lo levanto para llevárselo a algún lado.

Ni siquiera dijo una palabras y comenzó a caminar entre la multitud. Todas las personas abrieron un camino rápidamente y el hombre camino por el medio de ellas.

La mujer del sombrero lo siguió en silencio.

Shin tampoco se demoró y aprovecho el hueco que había dejado la multitud para pasar rápidamente y llegar al otro lado.

Ambos llegaron al edificio del gremio y no dudaron en entrar.

Lo primero que hizo Shin al entrar fue ponerse en guardia. La anterior vez casi muere por una gran hacha a punto de abrir su cabeza, pero recordó el cadáver en medio de la calle y se burló para sí mismo.

Shin se relajó ya que ninguna otra hacha volvería a amenazar con partirle la cabeza accidentalmente.

Y estuvo en lo cierto, ya que no fue una hacha la que se clavó en la pared a pocos centímetros de su cabeza sino una daga plateada.

'¡¿Pero que mierda?!'

Como un deja vu, Shin giro la cabeza y vio un cuchillo clavado en la pared a pocos centímetros de su cabeza.

'¡¿Estoy maldito o es algún tipo de broma?!'