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Chapter 19 - Palabra oscura

Shin se detuvo en medio de un callejón y no vio a los cazadores de almas detrás suyo, podían ser fuertes físicamente pero no destacaban en velocidad. Esa debilidad le dio algo de tiempo a Shin para enfrentarse a ellos.

Shin libero sus hilos y los puso a pocos centímetros del piso, era un trampa al igual que la que había usado hace horas contra los hombres.

Los cazadores aparecieron al girar una esquina y no disminuyeron su velocidad. Shin tampoco se quedó quieto más tiempo y continúo corriendo, pero manteniéndose dentro del alcance de sus hilos.

El cazadores de almas que iba de primero tropezó con los hilos y el otro cazadores solo camino sobre el cuerpo del otro y continúo persiguiendo a Shin.

Shin continúo corriendo pero sabía que no podía continuar corriendo para siempre. De alguna manera paso un callejón y se encontró en una calle amplia alejada de donde estaba el gran obelisco.

Aun se podía ver el gran portal negro con cientos de ojos y los dos brazos larguiruchos moviéndose erráticamente en el aire como si estuvieran intentado pegarle a un mosquito.

Orlan aun continuaba peleando contra el demonio del destino y no parecía que la batalla fuera a terminar en poco tiempo.

Los dos cazadores de almas salieron del callejón y persiguieron a Shin por la toda la calle.

'¡Malditos cazadores!, ¡¿Acaso no se cansan?!'

Al fondo de la calle Shin vio dos personas que se acercaban y no supo si estar contento o maldecir. Tal vez eran personas inocentes que morirían por su culpa o tal vez alguien que lo podría ayudar.

También pensó que ambas personas podrían distraer por un rato a los cazadores de almas, pero ese pensamiento solo estuvo en su mente por un segundo antes de descartarlo. No iba a dejar que alguien muriera por su culpa.

Sabiendo que los cazadores de almas lo perseguían por lo apetecible que era su alma, Shin sabía que si entraba a otro callejón los cazadores lo siguieran a él y no las personas que estaban cada vez más cerca.

Shin se decidió a entrar a otro callejón cuando una de las personas grito:

"¡Agáchate!"

Shin no lo pensó dos veces y se agacho como se los habían pedido, no supo porque lo hizo pero en cuanto bajo la cabeza una flecha paso justo por encima de él.

No supo si la flecha le había a alguno de los cazadores porque estos no podían emitir sonidos, pero no se giró y continúo agachado.

Luego vio una luz y levanto la vista para ver como una pequeña bola de fuego pasaba justo encima de el al igual que la flecha.

Se escucho una leve explosión y Shin se giró para ver lo que había ocurrido.

El cuerpo de uno de los cazadores de almas estaba tendido en el suelo con una flecha en la frente y el otro estaba tratando de extinguir el fuego que cubría su cabeza.

Pero después de unos momentos el cuerpo del cazador de almas que estaba en fuego cayo al piso inerte mientras seguía siendo quemado por la llamas.

Shin miro a las dos personas y las reconoció rápidamente, una era la mujer pequeña que usaba un sombrero de bruja y el otro era el hombre que usaba el arco y que estaba bebiendo en el gremio. Ambos eran los compañeros del hombre musculoso que había sido asesinado en la noche por un cazador de almas.

"¿Estas bien?"

La mujer se acercó a Shin y se agacho frente a él con una mirada preocupada. Su pelo rojo y sus ojos negros combinaban con su sombrero del mismo color y su estatura era alrededor de 1.65 metros.

Shin se levantó y le respondió a la mujer:

"Si, gracias por eso"

La mujer sonrió y extendió su mano para presentarse.

"Soy Mérida, y él es mi compañero Kerios"

El hombre de pelo negro se acercó a ellos mientras sostenía su arco junto a una flecha. El hombre asintió con la cabeza a lo que Shin respondió con el mismo gesto.

"Soy Shin"

Cuando se terminó de presentar el suelo tembló y algunos edificios cercanos amenazaron con derrumbarse con la magnitud del temblor.

Shin miro hacia el portal negro y como uno de los brazos del demonio tenía una herida profunda que le dificultaba en movimiento. Pero no se podía ver ningún destello plateado.

'¿Paso algo con Orlan?'

Shin no sabía que pasaría con la ciudad si Orlan no derrotaba a ese demonio, tal vez el demonio saldría completamente del portal y destrozaría la ciudad. Incluso podría pasar algo peor que Shin ni siquiera se podía imaginar.

"Aun no puedo creer que alguien invoco un demonio" dijo Mérida mientras movía sus manos creando una runa en el aire hecha de fuego.

Luego de terminar de escribirla, Mérida empujo su mano sobre la runa y esta floto hacia los cadáveres de los cazadores de almas antes de comenzar a quemar por completo sus cuerpos.

Shin no entendió porque la mujer había quemado los cuerpos, pero ella al notar la mirada comenzó a explicar.

"Para liberar las almas que los cazadores de almas tienen guardades es mejor quemar sus cadáveres"

"…Ya veo"

Shin miro como el fuego consumía los cadáveres hasta dejar no más que puras cenizas de donde salían varias almas en formas de orbes azules antes de desaparecer en el aire.

Kerios que miraba en silencio se acercó a Shin y le señalo la dirección desde donde venían.

"Oye chico, si vas en esa dirección hay un refugio con varias personas protegiendo a los sobrevivientes de los cazadores de almas. Allí estarás seguro"

Shin miro la calle oscura y no pudo ver nada al fondo, pero decidió confiar en las palabras del hombre.

Lo que más necesitaba ahora era seguridad, y buscar a Lou.

"Entiendo. Gracias de nuevo por salvarme"

Shin inclino la cabeza y se fue en la dirección que le había indicado Kerios. La mujer lo observo irse y no pudo evitar murmurarle a su compañero.

"Ese chico es cebo para los cazadores de almas, será más fácil matarlos si nos quedamos en esta zona"

Kerios asintió con la cabeza y camino con la mujer siguiéndolo hacia un callejón antes de desaparecer en la oscuridad.

Cuando Shin llego a la zona de los supervivientes, no pudo evitar sorprenderse al ver las condiciones de las personas presentes.

Todos estaban en un estado terrible, algunos con heridas leves pero otros muchos con heridas graves que estaban siendo atendidos por algunos médicos y auxiliares.

Ahora mismo se estaban ubicando en una gran plaza que solía ser un mercado ya que no podían estar en un edificio por peligro a que se derrumbara.

Shin busco a su alrededor en busca de Lou ya que posiblemente podría haber llegado aquí pero no vio rastro de ella. Había algunos otros Varums pero nadie parecido a Lou.

Shin se acercó a uno de los guardias y lo llamo agitando la mano.

"Disculpa, ¿Por casualidad has visto a alguna mujer Varum de pelo negro o algún hombre con una armadura gigante?"

Shin no solo pregunto por Lou sino que también por Camelio, ya que si estaba en este lugar tal vez podría saber algo de ella.

El guardia lo pensó por un momento antes de recordar.

"Las dos personas que describiste salieron hace un tiempo…en esa dirección"

El guardia señalo hacia el gran portal donde el demonio se había quedado quieto pero sus ojos continuaban mirando todo el lugar como un vigilante.

'Mierda…'

Shin maldijo internamente y le agradeció al hombre antes de correr otra vez en dirección al portal que era justo de donde había logrado escapar.

'¡Maldita sea Lou!, ¿Po que no te quedaste en un lugar seguro?'

Shin no podía abandonar a Lou, se sentía responsable por ella después de pasar un tiempo juntos. Además se lo había prometido al anciano.

Aunque el anciano hubiera muerto y Shin no tuviera la necesidad de cumplir su palabras igualmente iba a cumplir con lo prometido.

Y no lo podría hacer si Lou moría en este lugar.

Por eso Shin corrió hacia el portal con algo de ansiedad, seguramente se encontraría con más cazadores de almas. Pero solo necesitaba llegar donde el grupo de Camelio y estaría a salvo.

Solo conocía la fuerza de Orlan pero si estaban en un grupo juntos entonces no solo Camelio pero también Evelyn y Ivory deberían ser fuertes, por lo menos lo suficiente para combatir contra algunos cazadores de almas.

Las calles por donde Shin corrió estaban solas, solo se podía ver algunos cuerpos muertos y edificios derrumbados, pero no había señales de ningún cazador de almas.

Shin corrió por varios minutos antes de acercarse lo suficiente al centro de la ciudad antigua como para sentir que todo signo de vida que no fuera humano estaba muerto.

Plantas, árboles, arbustos y todo tipo de vegetación que había en esta parte de la ciudad ahora no eran más que plantas marchitas por la sangre del demonio.

El poder de corrupción que tenía su sangre era simplemente grotesco, Shin no sabía que pasaría si una gota de sangre cayera sobre una persona pero se imaginó que posiblemente estaba tendría el mismo destino que las plantas.

Shin vio un par de escombros que creaban una escalera perfecta para subir al techo de uno de los edificios que seguían en pie y subió rápidamente para poder saber que había a su alrededor.

Al llegar al techo del edificio, Shin supo que estaba por lo menos a 200 metros de la mansión, y se podían comenzar a ver cadáveres de cazadores de almas con más frecuencia.

También pudo escuchar algunas explosiones por lo que bajo del edificio y corrió hacia allí con la esperanza de encontrar a Lou.

Cuando Shin estaba a punto de cruzar por una calle una figura salía de un callejón tapando su camino.

El hombre que andaba cojo por una herida profunda en su pierna miro a Shin y no pudo evitar sonreír en grande.

"Eres el maldito que estaba con la Varum"

Shin reconoció al hombre como uno de los que estaba junto a los que los habían emboscado a él y a Lou y que fue a perseguirla cuando escapo.

El hombre tenía una expresión aburrida, y sangraba por varias heridas por todo su cuerpo.

El hombre extendió su espada débilmente hacia Shin y lo amenazo.

"Te matare, por lo menos a ti"

Shin miro con ojos agudos al hombre, tal vez podría preguntarle sobre Lou ya que fue el quien la persiguió antes.

El hombre estaba herido y letárgico por la pérdida de sangre por lo que por lo menos podría pelear contra él.

Ambos estaban separados por varios metros de distancia que el hombre comenzó a cerrar mientras cojeaba.

Shin extendió sus hilos por el piso que se camuflaron bien con la oscuridad y los dirigió hacia el hombre.

Ya que el hombre se había ido antes de que los otros cayeran en la trampa que había hecho con los hilos, desconocía la existencia de estos.

Shin uso esto a su favor y acerco sigilosamente los hilos hacia el hombre que estaba cada vez más cerca.

El hombre parecía a punto de desmayarse cuando balanceo su espada hacia Shin que esquivo fácilmente el ataque.

El hombre continúo balanceando su espada en un intento por herir a Shin pero para él era fácil seguir los lentos movimientos del hombre.

Cuando el hombre casi pierde el equilibrio por un mal balanceo de su espada, Shin aprovecho y enrolló sus hilos en su pierna sana y jalo de ellos.

El hombre perdió su equilibrio y cayó al piso soltando la espada.

Shin aprovecho esto y alejo la espada del hombre con sus hilos, luego se agacho y la tomo con sus manos.

La espada era mediana y de acero, se notaba que la espada era vieja y estaba mal cuidada por su dueño que ahora estaba aturdido por el golpe que se había dado en la cabeza al caer al suelo.

Shin restringió el movimiento del hombre enrollando sus hilos sobre sus brazos. Normalmente una persona podría liberarse fácilmente de los hilos pero ahora que el hombre estaba tan débil era imposible para él.

Shin se acercó al hombre y lo miró fijamente antes de hablar.

"¿Dónde está la Varum que perseguías?"

El hombre se burló y le escupió, su saliva ni siquiera llego a Shin por la poca fuerza detrás del escupido pero dejo claro su punto.

"¿Por qué te lo diría?"

Shin ahora mismo estaba en un estado de nervios y ansiedad por todo lo que había pasado por lo que no tenía tiempo para soportar al hombre.

Shin tomo la espada y la clavo sobre la herida que el hombre tenía en su pierna herida.

"¡Aghhhhh!" El hombre grito de dolor.

Shin saco la espada y le volvió a preguntar.

"¿Dónde está la Varum que perseguías?"

El hombre se quiso negar a responder a su pregunta pero los ojos de Shin se volvieron negros completamente y el hombre sintió que tenía que responderle.

"N-no lo sé, la perdimos en medio de la persecución"

Shin entrecerró los ojos y empujo otra vez la espada sobre la herida en su pierna.

El hombre volvió a gritar y jadeo mientras respondía.

"L-lo juro, ¡no sé dónde está!" Shin saco la espada y el hombre jadeo de dolor.

Shin había usado su habilidad [Palabra oscura] por primera vez, aunque tuvo que torturar levemente al hombre para someterlo antes de que funcionara.

El hombre se quedó mirando al cielo con su cuerpo adormecido mientras jadeaba en busca de aire. Su cuerpo dolía por todas partes y comenzaba a sentir cansancio. Luego de varios respiros más el hombre se quedó completamente quieto.

El hombre había muerto.

Shin vio al hombre morir y no pudo sentirse raro, el hombre murió por las heridas que ya tenía y la pérdida de sangre pero por poco que hubiera hecho también contribuyo en su muerte.

Y eso se corroboro cuando vio una pantalla frente a él.

[Has matado a un humano en etapa Mortal]

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