Shin no podía creer lo que Alphonse le estaba diciendo, según él, el demonio del destino le había lanzado una maldición antes de desaparecer junto al portal.
Shin se quitó su camisa blanca que el hospital le había puesto, aunque todo su cuerpo dolía y muchos de sus huesos estaban rotos eso no le impidió quitarse la camisa.
Su pecho parecía un lienzo donde se había pintado una mala obra de arte, sus venas estaban negras y se extendían desde su corazón hacia arriba a los hombros y hacia abajo hasta su ombligo.
Shin no supo que decir por la horrible vista, aunque no antes no podía creer lo de la maldición ahora no le quedaba más remedio que creerlo.
"¿A-ahora que hago?"
Su voz flaqueo y no pudo evitar sentir una gran desesperación, había sobrevivido a la matanza de los cazadores de almas y a un gran demonio antiguo.
Pero ahora le quedaban aproximadamente 6 meses de vida.
Orlan que también estaba en la habitación miro a Alphonse y este asintió con la cabeza.
"Hay alguien que puede curarte…pero puede que sea difícil conocer a esa persona"
Shin lo miro con seriedad, al fin y al cabo de lo que Alphonse estaba hablando era de su vida.
"¿Quién es y donde puedo encontrarlo?"
Alphonse suspiro internamente sin dejar de lado su elegancia y explico:
"Es…alguien importante y se encuentra en el monasterio de la sagrada luz"
Shin pudo notar como la cara de Orlan tembló por un segundo ante la mención de este lugar y no pudo evitar que había algo mal con ese lugar según su reacción.
"¿E-en cuanto tiempo podría llegar al monasterio?"
Si el monasterio llegaba a estar demasiado lejos de la ciudad de Estilia tal vez no alcanzaría a llegar antes de que la maldición se expandiera por todo su cuerpo.
Alphonse pensó un momento en silencio antes de hablar.
"En verdad no esta tan lejos, a un mes en carruaje…el problema es entrar al monasterio"
Shin frunció el ceño ante el visible problemas que podría encontrarse en el monasterio.
"¿Cuál sería el problema?"
Esta vez fue Orlan quien se adelantó a explicar.
"Desde hace unos años el monasterio está protegido por un guardián…de mal temperamento y depende de el si te deja entrar o no"
A Shin no le importo para nada este supuesto guardián, aunque no lo dejara entrar encontraría la forma de ser sanado por la persona dentro del monasterios.
"¿Hay otra forma de curar mi maldición?"
Shin haría todo lo posible para curarse, incluso pasar por aquel guardián. Pero si había formas más fáciles tampoco iría por la opción más difícil.
Alphonse negó con la cabeza en negación.
"No para una maldición tan avanzada"
Orlan asintió a las palabras de Alphonse.
Los tres continuaron hablando de otros detalles pero la cabeza de Shin ya estaba ocupado pensando en su estado que le fue difícil interesarse por todo lo que decían.
Poco después se abrió la puerta de la habitación y entraron Evelyn y Lou.
Shin se había puesto su camisa otra vez por lo que Lou no noto el estado en el que se encontraba y corrió desde la puerta a abrasarlo.
"¡Shin!"
Aunque ambos se conocían desde hace poco tiempo, para Lou, Shin fue quien la había sacado de la isla y la había cuidado desde entonces.
En ese poco tiempo ella se había encariñado con él, por lo que cuando se encontraron con Alphonse después de que el demonio desapareciera y vieron en estado en que se encontraba Shin, no pudo evitar derramar lágrimas pensado que estaba muerto.
Alphonse tuvo que tranquilizarla explicándole que no estaba muerto pero solo inconsciente.
Solo después de eso Lou se tranquilizó un poco pero no dejo de llorar.
Lou salto sobre Shin quien solo gruño del dolor por sus heridas, tenía por lo menos un par de costillas rotas y suficientes moretones como para confundir el color natural de su piel.
"¡Pensé que habías muerto!" chillo Lou mientras lloraba en el pecho de Shin.
Shin también comenzó a llorar pero de dolor por sus heridas. Evelyn llego para salvarlo y jalo a Lou del cuello para separarla de él.
"Esta herido, no deberías abrazarlo tan fuerte"
Lou asintió con la cabeza y con lágrimas en sus ojos volvió a abrazar suavemente a Shin.
'Demasiado sentimental'
Shin se sintió cálido por la preocupación de Lou pero lamentablemente no tuvo tiempo de sentir esos sentimientos. No cuando una maldición estaba consumiendo su vida.
Shin se quedó quieto unos segundos pero unos momentos después también abrazo a Lou y se quedaron así por un rato antes de que Lou se separa del lentamente.
"¿Cómo te sientes?" pregunto Lou aun con pequeñas lágrimas en los ojos.
Shin no tenía el corazón de decirle a Lou sobre su maldición por lo que simplemente se lo guardo para el mismo.
"Nada importante, en unas semanas estaré bien"
Gracias a la curación de Argenis, Shin no tuvo que pasar más tiempo curándose de sus heridas, lo que le tomaría entre dos o tres meses le llevaría solo un mes.
Por lo que serían dos meses antes de llegar al monasterio dejándole 4 meses para curar su maldición antes de morir.
"¿Por qué el demonio te agarro?" pregunto Evelyn después de que Lou se calmara.
Shin se encogió de hombros, también les había preguntado a Alphonse y a Orlan y ninguno de los dos tenía idea.
"En fin, recupérate rápido"
Evelyn salió de la habitación, desde el principio había acompañado a Lou pero al ver que Shin ya estaba bien no se quedó más y los dejo en paz.
Orlan y Alphonse también se despidieron dejando a Lou y Shin solos en la habitación.
Lou se sentó en una silla a un lado de la cama y miro a Shin con ojos tiernos.
"¿Qué pasa?" pregunto Shin al ver la mirada de Lou.
"¿Qué vamos a hacer de ahora en adelante?"
Ahora Shin entendió de lo que quería hablar Lou, desde un principio Lou había querido salir de la isla para explorar el mundo.
En cambio Shin solo quería asentarse en algún lugar y vivir en paz, un plan que ahora no era una opción válida. Por lo menos no hasta que Shin se deshiciera de su maldición.
"¿Qué quieres hacer?"
Lou se quedó en silencio pensando en la pregunta de Shin antes de responder.
"Camelio y los demás nos ofrecieron entrar a su grupo de mercenarios. Orlan no es parte de su grupo, solo se había unido un tiempo a ellos y ya va a continuar en el grupo"
Según lo que Shin había visto, Orlan era alguien demasiado poderoso. Lo suficiente como para pelear contra el demonio del destino, aunque solo fuera contra uno de sus brazos.
"Deberías unirte a ellos" respondió Shin.
Lou lo miro con extrañeza antes de preguntar:
"¿Y tú?"
Shin sonrió amargamente.
"Tengo algo que hacer por lo que no podre ir con ustedes"
Lou no se quejó ni hizo un berrinche como Shin hubiera esperado, solo bajo la cabeza con tristeza.
"E-entiendo"
Lou ya esperaba separarse de Shin, Evelyn le había advertido que Shin tenía algo que hacer y no podría unirse a ellos. Solo quería hablarlo con Shin para cerciorarse de que era verdad.
Shin vio la tristeza de Lou y extendió su brazo hacia ella para consentirle las orejas.
"Está bien, no es como si fuera la última que vez que nos fuéramos a ver. Si te vuelves la mejor mercenaria del mundo escuchare tu nombre por todas partes y sabre donde buscarte"
Lou no lo miro pero Shin vio como su cola se balanceo de un lado a otro con visible emoción.
Shin sonrió y siguió consintiendo su cabeza durante un rato antes de sentirse somnoliento y cerrar los ojos para dormirse.
Lou vio como Shin se había quedado dormido y se metió en su cama para dormir junto a él por un rato, al fin y al cabo se separarían en poco tiempo.
***
Una semana después, Shin estaba caminando junto a Lou mientras llegaban a la salida de la ciudad. Los primeros días después del incidente la mayoría de las personas estuvieron en luto por sus pérdidas, luego llego el momento de arreglar la ciudad.
Sin embargo la parte antigua de la ciudad quedo inhabitable gracias al miasma del demonio, por lo que se pusieron guardias rodeando toda esa parte para evitar problemas.
Hablando de guardias. Un par de días después del incidente, llegaron a la ciudad una gran cantidad de soldados armados con armadura plateadas y espadas de acero.
Shin le pregunto a Camelio sobre ellos la primera vez que los vio y este solo le respondió con seriedad.
"Grigarm está dividido en dos países. Los imperios Griela y Solean, ahora mismo nos encontramos en el imperio de Griela y como sucedido un incidente grave en una de sus ciudades naturalmente vinieron a controlar la situación"
'Un poco tarde…' pensó Shin.
La invocación del demonio y la batalla contra este había durado pocas horas por lo que fue imposible para los soldados llegar a tiempo. Por lo menos podían vigilar la ciudad mientras esta se estabilizaba.
Una vez llegaron a la salida de la ciudad, se encontraron con el grupo. Camelio estaba sentado en la parte trasera de un carruaje mientras revisaba algo dentro de unas cajas.
Evelyn y Ivory estaban hablando entre ellas a un lado del carruaje. Ahora Lou se había unido a ellos y era el día en el que se iban a ir de la ciudad.
Las dos mujeres los vieron y sonrieron antes de acercarse.
"¿Lista?" pregunto Evelyn.
Lou asintió con la cabeza vigorosamente.
"¡Si!"
Era el día en el cual por fin exploraría todo el continente junto a las mujeres y a Camelio. Básicamente era el día el cual comenzaría de verdad su sueño.
Evelyn le respondió con una pequeña sonrisa y se giró hacia Shin recorriendo con su mirada todo su cuerpo.
"¿Y tú, como sigues?"
Shin se sintió algo incomodo con la penetrante mirada de Evelyn pero de todas formas formo una sonrisa y le respondió.
"Aun en recuperación pero ahora me siento mejor"
Durante una semana estuvo recostado y hoy fue el primer día en poder levantarse para acompañar a Lou antes de que se fueran.
"Eso es bueno" Evelyn sonrió antes de volver a mirar a Lou.
"Es hora de irnos"
Lou asintió con la cabeza y se giro a mirar a Shin con lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos.
Shin sonrió cálidamente y le puso la mano sobre la cabeza.
"Está bien, nos volveremos a ver"
Lou lo abrazo y se pegada a su pecho por un par de minutos antes de separarse.
"Nos volveremos a ver" repitió Lou mientras se limpiaba las lágrimas con su manga.
"Si…"
Shin le consintió la cabeza por última vez antes de darle un suave empujón en la espalda para que empezara a caminar. Luego miro a Evelyn y le dirigió una sonrisa.
"Nos vemos" Evelyn le guiño el ojo y se giró hacia el carruaje.
Shin también se despidió de Camelio y Ivory antes de que el carruaje comenzara a moverse.
Cuando el carruaje comenzó a alejarse, Lou se asomó desde el interior y agito la mano para despedirse de Shin por última vez.
Una vez en carruaje desapareció en el bosque, la sonrisa de Shin desapareció por completo y solo se pudo ver seriedad en su rostro.
Shin se devolvió a paso lento al hospital mientras miraba a su alrededor viendo como las personas volvían a su vida diaria y los guardias vigilaban cada esquina de la ciudad en silencio.
Por primera vez desde que llego a Grigarm Shin estaba completamente solo. Y era el momento de aprender a vivir por el mismo.
Durante el incidente del demonio del destino se dio cuenta de cuan débil era de verdad.
Y aceptando que no sería la última vez que sería arrastrado por el mundo a algún tipo de problema, Shin decidió ser quien controlara la corriente en vez de dejarse arrastrar por ella.