Los hombres comenzaron a correr hacia Shin que estaba a pocos metros de ellos. Por mucho que los enfrentara de cara aún estaba nervioso, tal vez incluso igual de nervioso que cuando se enfrentó al kraken.
"¡No lo queremos con vida, pueden matarlo!" grito el jefe.
'Yo si quiero mi vida…!Así que jodete!'
Shin espero que los hombres se acercaran los suficiente y tenso los hilos que había liberado anteriormente y que se camuflaban con la oscuridad.
El jefe y otro de los hombres pasaron sobre los hilos que estaba pocos centímetros sobre el suelo, justo a la altura de sus tobillos. Ya que venían corriendo ni siquiera tuvieron tiempo de reaccionar cuando cayeron al suelo de cara.
"!Puso trampas!" grito el jefe mientras se levantaba y se frotaba la nariz.
Cuando volvió a mirar a Shin, este ya estaba a varios metros corriendo en la dirección contraria.
"!Esta huyendo!, ¡persigan a ese maldito cobarde!"
Los 4 hombres comenzaron a perseguir a Shin. Todas las calles ya estaban vacías, por lo que perderlos entre la inexistente multitud no era una opción.
Shin pensó en ir al edificio del gremio pero posiblemente se encontraría con los otros 3 hombres que estaban persiguiendo a Lou y lo volverían a acorralar.
Por lo que la única opción que le quedo fue entrar en los callejones e intentar perderlos. Además ya no podía usar los hilos para tirarlos como hizo antes ya que mientras corría era difícil usar su habilidad.
Utilizar los hilos mientras hacia otra cosa necesitaba mucha concentración. Y Shin aun no estaba tan familiarizado con su habilidad como para lograr eso.
Mientras Shin corría por una calle amplia vio la entrada a un callejón, no dudo y entro mientras rezaba que no fuera un camino sin salida.
"!Se metió por ese callejón!" grito uno de los hombres.
Shin no se detuvo y cuando llego a la próxima intersección de callejones simplemente tomo la derecha y continúo corriendo.
Esta persecución continuo por los siguientes 20 minutos hasta que Shin sintió como se estaba quedando con aire y sus piernas comenzaban a doler.
La ciudad parecía un laberinto lleno de callejones que se conectaban unos con otros. Incluso en este momento Shin ya no tenía idea de por qué zona de la ciudad estaba, tanto cambiar de dirección y correr por callejones lo habían perdido.
Pero los hombres vivían en la ciudad, por lo que ellos si estaban familiarizados con las calles.
Cuando Shin dio otro giro, se encontró con un callejón sin salida.
Shin se giró y miro a su alrededor con los segundos que tenía antes de que los hombres lo acorralaran.
'Bien…mierda, estoy jodido'
Todo lo que Shin pudo ver con la poca luz que había eran puros edificios de 2 pisos o más. Sin embargo estos edificios a comparación de los que conocía y de lo que había visto por la parte que había recorrido de la ciudad eran antiguos, hechos de piedra negra y con arquitectura muy diferente a la parte nueva de la ciudad.
'¿Cómo llegue a la parte antigua de la ciudad?'
Tanto correr sin dirección lo habían llevado al centro de la ciudad, justo donde el obelisco había aparecido hace una media hora.
Sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar cuando los hombres aparecieron por la esquina.
"Parece que alguien se quedó sin escapatoria"
El jefe comenzó a caminar lentamente hacia Shin mientras jugaba con su espada. Shin retrocedió unos pasos hasta que su espalda toco la pared al fondo del callejón.
Una sonrisa nerviosa apareció en el rostro de Shin que estaba desesperado pensando en alguna forma de salir de esta situación.
"¿Tal vez solo quería traerlos hasta aquí?"
El cerebro de Shin estaba trabajando lo más rápido posible buscando una solución para salir de esta situación.
"Hmmp" el hombre solo suspiro con diversión y negó con la cabeza.
"Que puedo decir, fue una buena ultima cacería"
El hombre ya estaba a pocos metros de Shin cuando noto que este había abierto los ojos como si se hubiera sorprendido de algo.
Shin levanto el brazo y señalo a los tres y hombres que estaban atrás del jefe.
"Hay alguien atrás de ustedes"
El jefe negó otra vez con la cabeza y continúo acercándose.
"Ya caímos en tu trampa una vez, no pienses que volverá a suceder"
Shin se estremeció cuando noto que el hombre no se detuvo ante sus palabras pero no se detuvo y continúo advirtiéndoles.
"Digo, enserio hay algo atrás de ustedes. Creo que se está acercando"
El hombre se comenzó a cansar por las palabras de Shin que intentaba salvarse la vida de una muerta dolorosa de su parte.
"Chico, eres muy joven para ser tan mentiroso"
Gotas de sudor comenzaron a caer por el rostro de Shin mientras el hombre llego frente a él y le puso la espada en el cuello.
"Después de matarte buscare a la mujer Varum, son bastante agiles y fuertes. Pero también son deliciosas"
Shin ya no le estaba prestando atención a las palabras del hombre, solo noto como su corazón estaba latiendo rápidamente, pero no por el hombre. Si no por lo que había detrás de él.
"No estaría mal que antes de que todos muramos poder divertirse un poco…¡Puaj!"
El hombre escupió una gran cantidad de sangre por la boca y sintió un dolor en el pecho. Su agarre en la espada se soltó solo dejando un pequeño hilo de sangre en el cuello de Shin.
El hombre miro hacia abajo y vio una mano negra con garras filosas sosteniendo su corazón.
"¿Qué?"
La figura detrás del hombre saco su mano y sostuvo su corazón en sus manos negras antes de aplastarlo con pura fuerza bruta.
El hombre cayo al piso muerto y Shin lo miro durante un segundo antes de voltearse al mirar la figura cubierta por una capa.
"P-pienso que soy una persona bastante honesta"
Las palabras de Shin temblaron, mostrando lo nervioso y asustado que estaba ahora mismo.
La figura encapuchada pareció mirarlo pero Shin no podía decirlo con certeza ya que no podía ver su rostro.
Ni siquiera fue capaz de darle las gracias por salvarlo, no porque no le salieran las palabras si no porque parecía que la figura tenía planes malvados con él.
'!¿Qué hago?!'
Shin estaba acorralado, detrás de el un muro de piedra que era imposible de saltar. Frente a él un cadáver y una figura que acaba de asesinar a todos en menos de un minuto.
La figura se quedó en silencio unos segundos antes de agacharse y mover el cadáver del hombre. Con un movimiento de sus manos y garras, la figura le quito los ojos al hombre y se los mando a la boca.
'¡¿Se los comió?!'
La figura se volvió a levantar lentamente y comenzó a caminar hacia Shin.
'Bueno, fue bueno mientras duro'
Shin se resignó listo para morir. ¿Qué iba a hacer contra algo que podía atravesar a una persona con el brazo con pura fuerza física?
Shin cerró los ojos y se preparó mentalmente para el golpe.
'¿Esta es la libertad que tanto quería?'
Por mucho que se prepara mentalmente aun no estaba listo. No estaba listo para morir.
Shin movió sus dedos casi imperceptiblemente para que la que la figura no notara que estaba haciendo algo.
Los hilos se enrollaron alrededor de la empuñadura de la espada que el hombre había dejado caer antes.
Pero Shin aun no hizo y solo espero.
'Solo acércate un poco más'
La criatura iba muy despacio, como si quisiera aumentar la tensión sobre Shin.
Paso a paso la criatura estuvo justo al frente suyo y levanto el brazo para atacar a Shin. En ese momento levanto la espada con los hilos con toda la fuerza que pudo.
La espada se levantó y todo su filo paso justo por el brazo levantado de la criatura. Sangre negra cayo al piso junto al brazo amputado de la criatura.
Pero el grito que Shin esperaba nunca llego. La criatura pareció no sentir que su brazo había sido cortado. Simplemente comenzó a levantar el otro brazo.
Shin iba a intentar otra vez atacar a la criatura pero antes de que ni siquiera pudiera pensar en su siguiente movimiento la criatura lo golpeo en el estómago.
Shin escupió saliva y cayo de rodillas mientras se sostenida el estómago. El golpe le había quitado el aire y le costaba respirar.
La criatura no le dio tiempo para nada y lo golpeo en el cuello desde arriba.
Shin no pudo hacer nada para evitar el golpe y cayo inconsciente al piso.
La criatura se movió lentamente y recogió su brazo antes de colocárselo nuevamente, su carne se retorció y comenzaron a crecer hilos que conectaron ambas partes de su brazo.
Después, la criatura se giró a mirar el cuerpo inconsciente de Shin y en vez de matarlo y sacarle los ojos como a los demás hombres, esta recogió su cuerpo y lo cargo sobre su hombro.
Luego se giró y comenzó a salir del callejón oscuro para desaparecer de la escena después de girar por una esquina.
***
Shin se despertó y noto un dolor en su torso y en su cuello por lo que no pudo evitar gruñir de la molestia. Por lo menos parecía que nada grave le había pasado pero eso no lo saco del estado de confusión en el que se encontraba.
'¿Qué paso?'
Shin miro a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en una celda, la celda estaba vacía y solo se podía ver un poco por una bombilla que titilaba a ratos.
'¿Acaso esa criatura me trajo hasta aquí?, ¿Por qué no me mato?'
Shin se levantó e intento mover los barrotes. Pero por mucho que hiciera fuerza, los barrotes de acero permanecieron en su lugar.
Shin investigo un poco a su alrededor pero al notar que no podía hacer nada se sentó sobre el piso de piedra y comenzó a esperar.
No sabía cuanto tiempo había estado dormido, supuso que algunas horas por lo menos.
Paso el tiempo y todo seguía igual. Shin se comenzó a aburrir pero aún estaba tenso sin saber que lo depararía el destino.
'¿No dijo la diosa que formara mi propio destino?, que buena broma'
Otra vez se había visto arrastrado hasta el núcleo del problema, ni siquiera podía pasar un día en paz.
Shin bostezó y justo se sintió un pequeño temblor arriba de él.
'Debo estar bajo tierra'
Pasaron las horas y nada pasaba, pero los temblores se hacían cada vez más frecuentes y se estaban acercando a cada minuto que pasaba.
Después de otra hora los temblores eran demasiado fuertes y el polvo caía del techo de piedra, amenazando con derrumbar el lugar.
'No sé qué es mejor, morir por un kraken, una criatura extraño o en un derrumbe'
Shin se levantó y se preparó para enfrentar a lo que fuera que venía desde arriba, los temblores se acercaron más hasta que justo arriba suyo el techo se derrumbó creando una gran nube de polvo.
"Cough, Cough"
Shin comenzó a toser e intento dispersar las nubes de polvo haciendo movimientos con el brazo. Cuando pudo ver un poco de lo que había frente a él, noto dos figuras dentro de la nube de polvo.
Una estaba parada y tenía un pie sobre la cabeza de la otra que estaba inmovilizada en el piso.
"¿Había alguien aquí?"
Shin escucho una voz desconocida y vio como la figura con un movimiento de brazo disperso las nubes de polvo en un instante.
Sin el polvo interrumpiendo su visión, Shin pudo ver claramente a la persona que había caído del techo.
'…Tenía que ser el'
El hombre tenía el pelo blanco y una espada larga en la mano. Estaba vestido con una armadura gris opaca y tenía una mirada feroz en su rostro.
Era Orlan, el mismo hombre del grupo de Camelio que se la paso dormido hasta que comenzaron los temblores.
"¿Quién eres tú y porque estás aquí?"
El hombre extendió su espada y la apunto al cuello de Shin que estaba indefenso.
Shin levanto las manos y puso una sonrisa nerviosa.
"…Me secuestraron"