No solo la ciudad estaba incendiándose y los edificios derrumbándose, también se podían escuchar los gritos de las personas que vivían en la parte antigua de la ciudad que era la zona más cercana al obelisco.
Aunque la zona nueva de la ciudad también se vio afectada, en el momento que los cazadores de almas salieron a cazar, su primer objetivo fue la zona antigua.
Pero esta vez no importo que las personas se resguardaran en sus casas. Los cazadores de almas rompieron las puertas y comenzaron a aniquilar a todo el mundo.
Por naturaleza, los cazadores de almas podían ver el alma de las personas, por eso era muy difícil e incluso imposible ocultarse de ellos para las personas normales que no tenían habilidades.
Orlan bostezo y dijo:
"Los cazadores de almas están fuera de control"
Shin no dejo de mirar a la ciudad en llamas, aunque solo había estado dos días en la ciudad aún se sentía mal al saber que miles de personas estaban muriendo con cada minuto que pasaba.
No podía hacer nada por ayudarlas, Shin estaba igual de indefenso que cualquier otra persona normal.
Sus pocas habilidades no podían usarse para el combate, tal vez [Hilo controlador] podía funcionar de algo pero su control en la habilidad no era la suficiente como para pelear contra alguien cara a cara y ganar.
Orlan camino hasta el borde de la azotea y miro hacia abajo. Varios cazadores de almas estaban juntados en un círculo mientras abrían sus bocas y soltaban las almas que habían tomado.
Shin también se acercó y se quedó en silencio al lado de Orlan mientras miraba como alma tras alma iban saliendo del cuerpo de los cazadores de alma.
"¿Por qué tomarían los ojos de sus víctimas?" pregunto Shin al ver esto.
Orlan se encogió de hombres y respondió sin interés.
"Porque para ellos son deliciosos. No solo toman el alma de la persona, si tienen hambre también se comen sus ojos…y siempre están hambrientos"
Shin no dejo de mirar a los cazadores de almas y volvió a preguntar:
"¿Y qué hacen con las almas?"
Orlan volvió a bostezar y volvió a encogerse de hombros.
"Usualmente las coleccionan, así de simple…pero hay algo raro esta vez"
Orlan apunto hacia el obelisco donde se podía ver una gran runa que brillaba de blanco. Las almas que soltaban los cazadores de almas eran absorbidas por la runa y entraban al gran obelisco.
Cada alma era diferente, algunas eran del tamaño de un puño siendo estas las más grandes y luminosas, otras eran más pequeñas y con un brillo más débil. Pero todas era de color azul claro y cada vez que eran absorbidas por la runa estaba brillaba con más intensidad.
"No es normal que los cazadores de almas suelten las almas que recogen, incluso es raro verlos en grupo ya que usualmente cazan solos"
Orlan bostezo y estiro sus brazos.
"Además tampoco están en su área habitual, normalmente cazan en los bosques y en ruinas"
Orlan bostezo por última vez y desenvaino su espada.
"Terminare esto rápido para poder ir a dormir"
Diciendo eso Orlan salto de la azotea y como si fuera un destello corto con su espada en dirección a los cazadores de almas que soltaban las almas para que la runa las absorbiera.
Sin embargo cuando su ataque estaba a punto de llegar, una gran barrera apareció de repente absorbiendo el impacto.
Orlan volvió a aparecer en la azotea y chasqueo con molestia.
"Tsk, esa barrera es capaz de soportar mi ataque"
Orlan volvió a saltar y esta vez se vieron más de 10 destellos en sucesión.
La barrera transparente hecha de runas comenzó a mostrar signos de romperse cuando en algunas partes de su superficie aparecieron grietas.
Luego Shin vio como Orlan se quedó suspendido en el aire y levanto su espada en vertical que brillo con un tono plateado más brillante que los anteriores ataques.
Orlan bajo su espada y un gran destello ocurrió haciendo que Shin tuviera que cerrar los ojos taparse la cara con uno de sus brazos.
Cuando logro volver a abrir los ojos vio que la barrera había desaparecido por completó junto a los cazadores de almas dentro de ella. Orlan estaba parado enfrente de la gran runa que brillaba intensamente.
'No pude ver nada…'
Fue tal la velocidad de Orlan que Shin nunca pudo ver ninguno de sus ataques, solo cuando preparo el ataque final.
"¡Por fin!, ¡Después tanto años!"
Shin se sorprendió por el repentino grito a su lado, el hombre de antes estaba parado a varios metros de el mientras levantaba las manos y gritaba extasiado.
Si tuviera ojos incluso podría estar llorando de la felicidad que estaba sintiendo.
'¡¿Cuándo?!'
Shin no noto como el hombre se había acercado tanto, tal vez porque estaba muy absorto en la demostración de poder de Orlan o porque el hombre era muy silencioso.
Shin se apartó poniendo más espacio entre ellos y para su fortuna parecía que el hombre no tenía ningún interés en él.
Shin no sabía que parte mirar, al hombre que gritaba como loco o a Orlan que ataco al obelisco, justo en la runa que brillaba.
"¡Es tarde!, ¡Ya viene!"
El hombre no se inmuto por los ataques al obelisco por parte de orlan y en cambio levanto la cabeza al aire como si mirara al cielo nocturno, aunque no tuviera ojos.
"Ahhh…es tan hermoso"
Shin no pudo evitar retroceder otro pasos para alejarse más del hombre.
'Está loco'
De repente la runa comenzó a emitir unas pulsaciones y comenzaron a brillar de blanco varias líneas que recorrían toda la superficie del obelisco hasta llegar a la punta.
Orlan había vuelta a subir en algún momento a la azotea y miraba al obelisco con el ceño fruncido.
"Es malo"
Orlan pareció ignorar al hombre que ahora estaba arrodillado y rezando al cielo.
"¿Qué está pasando?" Shin no pudo evitar preguntar, desde hace rato que no entendía que estaba pasando. Simplemente había seguido desde el principio Orlan hasta llegar a esta azotea.
"Creo que es una invocación…"
El hombre pareció escuchar a Orlan y se volvió hacia ellos con una gran sonrisa.
"¡Así es!, ¡Una invocación!, ¡Si!"
Orlan ignoro al hombre que parecía haber perdido la mente y puso más fuerza en su agarre de la espada.
"Existen tres tipos de invocaciones. La primera es por habilidades, la segunda es por contratos y la tercera es por sacrificios"
Shin noto como el tono de Orlan vacilaba un poco antes de seguir escuchándolo.
"En este caso en una invocación de sacrificios"
Shin noto como el ambiente se volvía más pesado con cada segundo que pasaba, como si algo estuviera a punto de suceder.
"¿Qué están invocando?"
Orlan miro al cielo y dudo por un segundo antes de responder.
"Un demonio…eso creo"
Shin trago saliva ante la mención de los demonios, solo conocía historias ficticias sobre estos pero solo mirando él está nervioso de Orlan era fácil saber que no era nada bueno.
"¿N-no hay forma de detener la invocación?"
Orlan negó con la cabeza.
"Es tarde, ya se completó la invocación y no se puede detener una vez está en proceso…solo podemos esperar que no sea algo tan malo"
'¡Maldita sea yo y mi suerte!, ¡¿Acaso tengo un imán para los problemas?!'
Shin se quejó internamente justo en el momento que la punta del obelisco lanzo otro rayo al cielo antes de desaparecer rápidamente en la oscuridad.
"Aquí viene" dijo Orlan mientras su espada comenzaba a brillar de plateado.
Shin enfoco su mirada al cielo y noto como había algo parecido a una grieta en el aire. Pronto esa grieta se extendió y nuevas grietas comenzaron a aparecer en el cielo.
El cielo se estaba rompiendo.
Cuando la grieta fue lo suficientemente grande como la altura de un edificio de dos pisos, el cielo pareció comenzó a facturarse revelando una oscuridad fácilmente distinguible de la oscuridad de la noche.
La fractura comenzó a extenderse y un gran portal apareció en el cielo.
'¿Q-que es eso?'
Del portal negro se abrieron cientos de ojos los cuales comenzaron a moverse erráticamente como si observaran todo a su alrededor con curiosidad.
"¡Ahhh!, ¡Mi señor!, ¡El demonio del destino!"
Ambos ignoraron al hombre que había perdido la cabeza y no dejaron de mirar los cientos de ojos dentro del portal oscuro.
"¿P-puedes derrotar a algo como eso?"
Shin no sabía a qué tipo de criatura pertenecían esos ojos pero no tenía ni la intención ni las ganas de saberlo.
Orlan ignoro la pregunta de Shin y solo miro al cielo en silencio.
Los ojos comenzaron a parpadear antes de mirar en la dirección de la azotea, justo donde Shin estaba.
"Mierda"
Esta vez fue Orlan quien maldijo, pero Shin compartía sus sentimientos. Sentir que cientos de ojos de una criatura desconocida de miraba fijamente no era nada agradable.
Pronto del portal oscuro salieron dos brazos larguiruchos, uno de ellos se extendió hasta llegar a la azote a toda velocidad.
La azotea tembló pero ni Shin ni Orlan esquivaron el brazo larguirucho. Orlan supo que el ataque no estaba dirigido a él y Shin ni siquiera pudo reaccionar.
Ambos miraron a donde la mano de la criatura había caído y vieron como había una mancha de sangre debajo de la mano gigante.
El hombre loco había sido aplastado completamente.
Orlan vio como el brazo volvía a retraerse hacia el portal y no dudo antes de desaparecer dejando un destello plateado donde estaba y atacando a la mano gigante.
Shin vio varios destellos plateados por todo el brazo de la criatura, Orlan estaba atacando repetidamente el brazo haciendo algunos cortes superficiales que revelaban sangre negra que caía al suelo.
Shin miro el lugar donde había caído la sangre y noto como las plantas se marchitaban rápidamente.
Los ojos en el portal ahora estaban enfocados en Orlan que no dejaba de atacar al brazo por lo que Shin se liberó de la presión que ejercían los ojos sobre él.
Por mucho que solo lo estuvieran mirando él no podía mover un músculo, estaba completamente paralizado en ese momento.
Shin comenzó a escuchar unos golpes atrás suyo por lo que se giró para ver que sucedía.
Junto al ascensor había una puerta que estaba siendo golpeada fuertemente por algo que claramente no era amigable.
Shin extendió hilos desde sus dedos y se preparó para actuar.
La puerta de madera no duro mucho antes de que dos cazadores de almas salieran a la azote en busca del alma de Shin.
'¡Déjenme en paz, malditos cazadores!'
Los cazadores de almas no se detuvieron ni un segundo a mirar la azotea porque cuando vieron a Shin solo notaron una alma poderosa, algo que no podían dejar ir.
Los cazadores de almas corrieron a toda velocidad hacia Shin que solo salto hacia atrás cayendo del techo de la mansión que era equivalente a un tercer piso.
Uso sus hilos cercanos para aferrarse a la rama de un árbol y se balanceo para alejarse rápidamente del lugar. Los cazadores de almas también saltaron de la azote y comenzaron a perseguirlo.
Shin soltó los hilos del árbol y voló cuesta abajo por la colina antes de caer dando rollos para no lastimarse tanto.
Se levanto rápidamente y se giró solo para ver como los cazadores de alamas se acercaban cada vez más.
'!Odio a esas malditas criaturas!'
Shin se quejó con los cazadores de almas antes de comenzaron a correr hacia la parte antigua de la ciudad para salir de la colina y alejarse lo más posible del brazo gigantesco que azotaba al aire con la intención de liberarse de Orlan que aún lo atacaba.
Shin sabía que los cazadores de almas no lo perderían de vista ya que su alma era como un farol para ellos, por lo que solo podía seguir corriendo y esperar el momento exacto para perderlos de alguna manera.