"Papá, ¿hacia dónde nos dirigimos?"
"Nos dirigimos a visitar a tu bisabuelo"
"Pero ¿él no está muerto?"
"No, mientras lo recordemos nunca morirá"
Qué argumento tan cliché, pensé para mis adentros.
Ayer fue mi cumpleaños número 7 en este mundo, o mejor dicho, el mundo de "El señor del rayo".
Así es, reencarné en mi novela favorita.
Tenía mis sospechas desde que contemplé ese cielo rojo como la sangre, ya que después de todo era el cielo que caracterizaba al mundo del protagonista, Midgard.
Aquí, en Midgard, existe la energía ódica.
La energía ódica te da la capacidad de despertar afinidades elementales.
Existen 8 en total, fuego, viento, agua, tierra, relámpagos, luz, oscuridad y mente, aunque con el tiempo puedes desarrollar variaciones como pueden ser el hielo, la gravedad, la combustión o la ilusión.
Ahora bien, el potencial de tus elementos, se averigua cuándo despiertas y se divide en: Afinidad baja, afinidad media, afinidad alta y afinidad innata
Lo normal es nacer con solo dos de estas afinidades, pero el protagonista, ¡tuvo la suerte de nacer con las cuatro afinidades más poderosas!
Oscuridad, fuego, mente y obviamente rayo que era su principal elemento después de todo. Pero no es porque fuera bueno en su uso, fue porque se encontró con el vestigio de un dios caído, más concretamente el de un antiguo dios llamado Raijin.
Ahora te preguntarás, ¿qué es un vestigio?
Verás, nosotros vivimos en Midgard, pero hay reinos superiores a estos, para resumirlo Midgard es el centro de todo el mundo, aparte de este reino existen 9 más.
Asgard donde viven los seres conocidos como los "aésir", donde habitan seres divinos que lo único que quieren es la guerra, la sangre y el caos que necesitan para satisfacer su aburrimiento.
Alfheim donde habitan los seres de luz, o eso quieren aparentar, ya que la realidad es que solo quieren proteger su preciada "luz suprema", porque son conscientes de que sin ella no son más que unos patéticos descerebrados que actúan altivamente.
Svartalfheim donde habitan los némesis de los elfos de luz, los elfos de la oscuridad que llevan una guerra constante con ellos para quitarles la luz que tanto aprecian, la verdad es que la novela no dio muchos detalles sobre el motivo de la guerra.
Muspelheim es el reino del fuego eterno donde viven los temibles gigantes de fuego esperando su momento para acabar con los asgardianos, ya que después de todo, fueron los mismos ángeles que ríen los que dejaron a los gigantes al borde de la extinción.
Jotunheim donde aguardan los gigantes de hielo para preparar el ataque contra Asgard.
Nidavelir en donde viven los codiciosos enanos, ellos son los más pacíficos y a la vez los más codiciosos de todas las razas, ya que venden armas a quien sea con tal de que puedan enriquecerse.
Helheim el mundo prohibido a donde van las almas sin reparo, las almas que se niegan a aceptar la muerte y quieren permanecer en midgard, básicamente es la prisión que contiene a los que sus voluntades son lo suficientemente fuertes como para escapar de la mismísima parca.
Niflheim es el reino que es desconocido tanto por los humanos como tanto para los inquilinos de los otros reinos, lo único que se menciona en la novela sobre este reino es que está cubierto por una niebla intangible y que quien se adentra en este misterioso lugar nunca vuelve.
Y finalmente, Vanaheim, el reino donde habiatn los vanir, que son la contraparte de los aésir, han demostrado que odian la guerra y en el futuro se unirán a la guerra para apoyar a los humanos.
Y ahora te preguntarás, ¿Cómo es posible que no haya bajado a Midgard algún ser superior y nos haya aniquilado a todos?
Eso es debido a la ley del Yggdrasil o árbol del mundo.
Todos estos reinos están conectados al árbol del mundo y el mismo árbol no permite qué los seres superiores puedan bajar ni los seres inferiores subir, al menos se aplica hasta cuando se te considera con un poder estándar en tu reino.
También puedes utilizar la herramienta prohibida, bifröst, que te permite viajar entre reinos libremente. Aunque pueda parecer un artefacto invencible, tiene una desventaja, y es que básicamente te volverás instantáneamente el enemigo de todos los guardianes del Yggdrasil.
Planeo ir a por el bifröst en un fúturo, pero no ahora, porque sería prácticamente una muerte segura.
Y ahora que sabes esto, te preguntarás, ¿cómo es posible que el protagonista tenga en su poder algo relacionado con una divinidad?
La verdad es que un vestigio no te da el poder de un dios, lo que te da es la conciencia de ese dios, y es por eso que el código de trucos que tiene el protagonista es una Wikipedia flotante que solo ve él y que le puede dar consejos que solo sepa un trascendente.
"Bueno, lo que sea, igualmente mi medición de afinidad elemental, será de aquí a 3 años"
Mientras pensaba en que por mi propio bien me toquen varias afinidades, interrumpió mi tren de pensamiento la voz de mi padre.
"Ya hemos llegado"
Cuando miré hacia adelante vi las palabras.
"Aquí descansa Abraham Lewis(1495 DY-1567 DY)"