Chereads / Fusión Omniversal: Un Saiyajin entre Marvel y DC / Chapter 7 - Capítulo 7: El Despertar de los Recuerdos

Chapter 7 - Capítulo 7: El Despertar de los Recuerdos

Seis meses habían pasado desde que los primeros síntomas aparecieron en Wanda. Su energía, antes vibrante, parecía haberse desvanecido por completo. Estaba cada vez más pálida, y su cuerpo, frágil, apenas soportaba las actividades más simples. A medida que su salud empeoraba, la desesperación se apoderó de la familia Maximoff.

Los médicos no lograban encontrar respuestas. Exámenes tras exámenes solo arrojaban resultados confusos. No había infecciones, enfermedades conocidas ni anomalías físicas evidentes. Era como si algo invisible e incomprensible estuviera drenando la vida de Wanda.

En casa, el ambiente estaba cargado de preocupación. Pietro se mostraba inusualmente callado, dedicando cada momento a cuidar a su hermana. Olef y su esposa rezaban en silencio, buscando fuerzas donde no las había. Sholan, por su parte, no se apartaba del lado de Wanda. Aunque era solo un niño, su mirada reflejaba una determinación inquebrantable.

—Sholan... —murmuró Wanda un día, su voz apenas un susurro.

—Estoy aquí, Wanda. No te preocupes, voy a encontrar la forma de ayudarte.

Wanda sonrió débilmente, pero su expresión estaba cargada de tristeza. Ella misma sentía que algo dentro de su cuerpo estaba cambiando, algo que ni siquiera los médicos podían explicar.

Una tarde, mientras los niños estaban reunidos alrededor de Wanda, ella comenzó a convulsionar. Su cuerpo se sacudió violentamente, y su respiración se volvió irregular.

—¡Wanda! —gritó Pietro, sosteniéndola con cuidado mientras intentaba estabilizarla.

Sholan se acercó rápidamente, pero en ese instante, algo inesperado sucedió. Un pulso de energía, rojo como la sangre, se liberó del cuerpo de Wanda. Era un destello de caos puro, incontenible y poderoso.

La onda de energía impactó a los niños en la habitación, pero en Sholan tuvo un efecto diferente. Sintió cómo la energía invadía su mente, desatando una tormenta de imágenes y recuerdos enterrados en lo más profundo de su ser.

Cayó al suelo, inconsciente, mientras su mente era arrastrada por un torrente de memorias.

En su inconsciencia, Sholan comenzó a recordar. Primero, fragmentos vagos de un mundo distante, lleno de historias que una vez lo habían apasionado: Solo Leveling, Death March, That Time I Got Reincarnated as a Slime. Luego, imágenes más claras de los universos de Marvel y DC Comics desfilaron por su mente. Recordó los héroes, los villanos, los eventos que definieron esos mundos ficticios que él tanto admiraba.

De repente, todo encajó. Comprendió dónde estaba: el Universo Marvel. Y no solo eso, sino que entendió que este mundo no era ficción, sino una realidad completamente nueva en la que él formaba parte.

Los recuerdos de su vida anterior, su amor por las historias de fantasía y los sistemas de habilidades, se combinaron con su conocimiento actual. Al despertar, Sholan tenía una claridad que nunca antes había sentido.

Abrió los ojos lentamente, encontrándose en su habitación. Pietro estaba sentado a su lado, con el rostro lleno de preocupación.

—¡Finalmente despiertas! —dijo Pietro, dejando escapar un suspiro de alivio—. Nos diste un buen susto, "cuñado".

Sholan se sentó con esfuerzo, su mente aún procesando la avalancha de información. Observó a Pietro y luego a Wanda, que descansaba en una cama al otro lado de la habitación, todavía débil.

—Menos mal Papá y Mamá no estaban acá cuando Wanda nos iluminó y tu te desmayaste, ¿Qué fue lo te pasó? —preguntó Pietro.

Sholan respiró hondo. —Sé lo que está pasando con Wanda... y sé cómo salvarla.

Pietro lo miró incrédulo. —¿De qué estás hablando hombre?

—No hay tiempo que perder —continuó Sholan, ignorando la pregunta—. Lo que le ocurre a Wanda está relacionado con su energía. Es caos puro, algo que su cuerpo no puede manejar todavía. Pero puedo ayudarla.

—¿Cómo? —preguntó Pietro, agarrándolo del brazo—. ¿Qué puedes hacer tú que ni los médicos ni nadie más ha podido?

Sholan lo miró directamente a los ojos, con una firmeza que no parecía propia de un niño. —Con mis pociones.

Pietro frunció el ceño, confundido. —¿Pociones?

—Sí —respondió Sholan, poniéndose de pie—. Durante estos años, descubrí que puedo crear pociones con propiedades únicas. Ahora entiendo que puedo darles funciones generales al principio y luego editarlas para que sus efectos sean aún más potentes.

Pietro lo observó, todavía escéptico, pero algo en la voz de Sholan lo hizo detenerse. No era una simple idea infantil; había una convicción real en sus palabras.

Sholan se acercó a Wanda, tomando su mano con cuidado. Su rostro reflejaba una mezcla de amor y determinación.

—No voy a dejarte, Wanda. Prometí protegerte, y lo haré.

Sabía que el proceso de crear una poción no sería sencillo, pero estaba decidido a intentarlo. Necesitaba enfocarse, canalizar toda su energía y creatividad en una única solución.

Por primera vez, su habilidad parecía más clara que nunca. Comprendía que tenía el poder para cambiar el destino de Wanda, pero también sabía que cualquier error podía ser fatal.

Con un último vistazo a Pietro, Sholan respiró profundamente. —Voy a empezar. Confía en mí.

La habitación quedó en silencio, mientras todos observaban a Sholan. En su interior, el niño sabía que estaba en el momento más importante de su vida. Los recuerdos de su pasado, combinados con la realidad de su presente, lo habían preparado para este instante.

Mientras comenzaba a trabajar en la poción, un pensamiento cruzó su mente: Este es solo el comienzo.