Me besas dulce, con delicadeza.
Lames tus labios hinchados de amor.
Tiemblo ante tu mirada lujuriosa y mi alma se desnuda a tus pies.
Dulce reina, digna e impaciente por amar.
En tu deseo yace mi esclavitud,
encadenado a tus caricias me encuentro,
subyugado por tu pasión, delirante de necesidad,
delirando por ti.