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Chapter 8 - 8. ¿Que haces aquí?

POV LARA

Hace una semana que habían empezado las vacaciones, y en este mismo momento estaba sentada en el balcón de la casa de mi madre y de mi abuela pensando en todo lo que había pasado durante esta temporada.

Para empezar, iba líder del mundial, pero con poca diferencia de puntos con Cameron y Amelia la cual había aprendido rápido. Luego estaba Cameron, el hombre que no hacía otra cosa que meterse conmigo desde que lo conocí y con el cual tenía una gran amistad y cita pendiente.

Nunca en mi vida pensé que tendría una cita con un piloto de F1, y menos con Cameron Edwards. Durante esta semana me había parado a pensar desde el día que lo conocí, y es cierto, me atrae, y me encantaba la sensación que recorría mi cuerpo cada vez que cogía mi mano o pasaba su brazo sobre mis hombres y me acercaba a él. Ya ni hablemos cuando me daba un beso en la frente, hacía que se me pusiese piel de gallina.

En ese momento, escucho como mi móvil empieza a sonar en alguna parte del balcón, y cuando lo veo en la maceta lo cojo, y mi sonrisa se amplía al ver que es Cameron el que está llamándome, lo que es pronto teniendo en cuenta que durante esta semana me llamaba más tarde.

"Hola hermosura, ¿qué tal tu mañana?" preguntó Cameron, y estoy completamente segura de que tenía una gran sonrisa en su rostro "Leyendo." Contesté vagamente "Si eso se supone que es lo que estás haciendo ahora, déjame decirte que estás haciendo un pésimo trabajo. Ese libro acabará de caer de tu regazo."

"¿Cómo…?" empecé sin entender como lo sabía "Mira para abajo." Me levanto de mi silla, me acerco a la barandilla y es allí donde veo a Cameron con una maleta a su lado y con una gran sonrisa. ¿Cómo coño sabe dónde vivo?

"¿Cómo…?" repetí y escuché como se rió "Veo que te dejé sin palabras, pero te puedes hacer una idea de cómo conseguí tu dirección." Me quedé pensando por un par de segundos hasta que me doy cuenta de quién había sido "Bianca…"

"Sabía que podías descubrirlo. Ahora ¿me vas a abrir o timbro y que me abra tu abuela?" preguntó con una gran sonrisa en su rostro. Dejé el libro y el móvil en el suelo y bajé corriendo las escaleras. Casi caigo por ellas debo admitir, pero una vez llegó abajo, veo a mi abuela secándose las manos.

"Lariña, aínda vas a caer polas escaleiras. ¿A que ven tanta prisa?" Ya ni le contesté, fui a la puerta corriendo y abría la puerta, dejándome ver la sonrisa de Cameron más de cerca. "Por lo que veo no era el único que tenía ganas de verte." Respondió guardando el teléfono en el bolsillo de sus vaqueros "¡Cameron! Que sorpresa. ¿Qué haces aquí?"

"Siempre escuché que Galicia es un sitio hermoso para visitar, y da la casualidad que aquí vive la chica más hermosa de toda la parrilla, por lo que me pregunté ¿por qué no ir a visitarla? Estoy completamente seguro de que estaba demasiado aburrida sin mí en su vida." Dijo medio en broma, y nunca le admitiría que era cierto, por lo que me apoyé en el marco de la puerta y rodé los ojos "Eres un exagerado. Estaba bien entretenida con mis libros, gracias."

"No le hagas caso, esperaba todo el día por tus llamadas." Respondió la abuela con una gran sonrisa en su rostro "¡Abuela! Eso non é verdade." Protesté "Lariña, as dúas sabemos que é verdade."

"¿E necesitao saber?" pregunté cruzándome de brazos "A qué viene tanto jaleo. Oh, Cameron, que sorpresa." Dijo mi madre, a la cual acabó por aparecerle una gran sonrisa en su rostro "Espero que buena."

"Claro que sí, Lara estaba demasiado aburrida y enfurruñada por la casa." Añadió mi madre "Mamá, non ti tamén." Protesté de nuevo "Pero é a verdade, non o podes ocultar, Lariña." Respondió como si nada "As veces de verdade penso que pasades demasiado tempo con Bianca."

"Bueno chico, no te quedes en la puerta y pasa. Te puedes quedar a comer si quieres. ¿Cuánto tiempo te quedarás?" dijo la abuela haciendo que pasase y apartándome a mi del medio. Al parecer ahora el que importaba era Cameron "Pues aún no sé, la verdad."

"¿Y dónde te quedarás?" preguntó esta vez mi madre "En un hotel." Respondió "Oh vamos, Lara tiene sitio en su casa, y prácticamente se pasa aquí sus días. Se la podrías dejar." Respondió mi abuela girándose en mi dirección "No es necesario Carmela, me llega con la habitación del hotel."

"Mi abuela tiene razón, prácticamente me paso los días aquí. Podrías quedarte por el tiempo que decidas quedarte por aquí." Respondí, porque era cierto que pasaba aquí prácticamente mis vacaciones "Si no te molesta…"

"No lo hace." Dije "La comida estará dentro de una hora y media. ¿Por qué no lo llevas a tu casa para que deje la maleta y se dé una ducha?" dijo mi abuela, prácticamente dándome un empujón hacia la puerta "Está bien. Déjame ir a por el móvil y nos podemos ir."

"Espero que non vaias nesa máquina do inferno." Dijo la abuela y rodé los ojos "Abuela, mi coche corre mucho más que la moto." Dije sinceramente, pero entendía hasta cierto punto el porqué de que no le gustase la moto "Pero del coche no te caes de él."

"No, pero los accidentes a esas velocidades pueden llegar a ser peores de uno que pueda tener con la moto." Respondí "Ya, ya, ahora vete antes de que cambie de idea y queme ese trasto." Mi abuela odiaba mi moto, la odiaba más que nada en el mundo y confiaba más en un coche que podía llegar a trescientos cuarenta con DRS. La verdad es que me costaba entenderlo un poco, pero siempre le aseguraba que no me pasaría nada. Al menos en una moto podría ir a cincuenta por hora sin que me dé un ataque de ansiedad, por lo que prefería la moto.

En cuanto cogí el móvil, bajé las escaleras y me despedí de mi madre y abuela, las cuales estaban hablando con Cameron animadamente. "Hasta luego chicas." Dijo Cameron con una gran sonrisa en su rostro "Hasta luego Cameron." Se despidieron mi madre y mi abuela.

Con eso salimos de la casa y empezamos a andar hacia mi casa ya que no es que quedase demasiado lejos de la casa de mi abuela, poco más de media hora. "¿Qué es lo que dijo tu abuela de la moto?" preguntó con curiosidad evidente en su voz "Que esperaba que no fuese en esa máquina del infierno."

"¿Máquina del infierno?" preguntó confuso y me reí, porque era raro ver a un Cameron confuso "Digamos que mi abuela no es muy fan de las motos. Tiene miedo de que me pueda pasar algo en ella." Respondí encogiéndome de hombros "¿Y no tiene miedo de lo que te pueda pasar en el coche de F1?"

"Lo tiene, pero dice que es más seguro que esa máquina do inferno." Aseguré, porque es lo que pensaba, al menos desde que había tenido el accidente "Puede ser." Dijo encogiéndose de hombros "Ahora dime que haces aquí realmente."

"Lo que dije es cierto, las dos. La primera hace poco que me lo dijeron, la segunda hace tiempo." Respondió con una pequeña sonrisa en su rostro "¿Por qué no me dijiste que ibas a venir? Te hubiese ido a buscar al aeropuerto." Pregunté "¿Y perderme esa cara cuando te diste cuenta de que estaba en tu puerta? Ni muerto. Quería que fuese sorpresa."

"Pues lo has conseguido." Dije, pasando a mirar hacia el frente de nuevo "Espero que sea una buena sorpresa." Asentí, porque la verdad es que lo había sido "Bueno me alegra. Me gustaría conocer el sitio en el que creciste ¿sabes?"

"Es una aldea pequeña. No hay mucho que ver que digamos." Respondí, porque era cierto, pero eso no implicaba que no fuese una aldea hermosa, sobre todo desde que se empezó a arreglar las casas con el dinero que tanto Bianca como yo dábamos.

"Eso me da igual, pero también me puedes mostrar otros lugares de tu comunidad. He leído que hay lugares de sueño por aquí." Asentí, porque eso era cierto al menos.

Después de un par de minutos llegamos a mi casa. Desde esta se podía ver la playa, y más que nada por eso la había comprado. No era una casa demasiado grande, no al menos que me podía permitir con todo el dinero que tenía, pero prefería cosas más normales y usar el dinero para otras cosas.

POV CAMERON

Una vez entramos en la casa, empecé a mirar todo lo que había a mi alrededor mientras ella abría las persianas y ventanas, y después de un rato, aparece delante de mí. "No es el tamaño de una casa a la que estarás acostumbrado, pero…" empezó, pero la detuve "Es genial y vivo en un piso, asique no te preocupes."

"No debe de ser tan pequeño." Dijo rodando los ojos, y la verdad es que no tengo ni la menor idea de por qué lo pensaba "Del tamaño de esta planta o algo más." Aseguré, porque era cierto "Ósea, enorme para ser un piso."

Me encogí de hombros, porque puede ser que lo sea "Bueno, te puedes quedar en cualquiera de las otras dos habitaciones menos en esta." Dijo señalándome a una de las puertas "¿Acaso no quieres que ande en tus cosas?"

"Realmente me da igual en lo que andes, menos aquí." Respondió, y sé que estaba hablando en serio "Está bien." Lo último que quería hacer era molestarla, y tampoco es que fuese a andar en sus cosas por mucho que pudiese descubrir de ella.

"El baño lo tienes al final de este pasillo o en la planta baja, y creo que no hay nada más así que pueda servirte de información de la casa la verdad." Dijo pensando por un momento "¿Entonces que hay ahí dentro?" pregunté con curiosidad "Es mi habitación, ¿vale? Y aprecio mi privacidad. Si necesitas cualquier cosa me puedes llamar."

"¿Dónde estarás?" pregunté confundido por un momento "Me iré un rato a la playa, asique cuando termines puedes salir, allí me encontraras." Respondió dándose la vuelta para bajar las escaleras "Está bien."

Con eso, ella se fue y yo fui una de las habitaciones para dejar la maleta, cogí un par de cosas y me cambié. Cuando esta mañana llegué al aeropuerto, Bianca estaba esperando por mí, y le pedí que me enseñase cual era el recorrido que Lara y otra gente, entre ellas Bianca, hacían la carrera de karts. Me lo enseñó y me preguntó para que lo quería saber, y solo le dije que estaba armando la idea para nuestra cita, a lo cual ella pareció sorprendida. Debo suponer que no sabía nada de nuestra cita, lo cual me dejó pensando si había hecho bien en decírselo. Le pedí que no le dijese nada de la idea a Lara, quería que fuese una sorpresa, y aceptó solo si le contaba la idea al completa, cosa que hice, y me dijo que me ayudaría, lo cual era genial, porque no entendía a casi nadie por aquí.

Después de una media hora, salí por la puerta da casa, dejando la puerta cerrada y yendo a la playa, para suerte mía, la podía ver desde la puerta. Estaba sentada como a unos cien metros de la entrada de su casa, con el pelo suelto y tenía algo en manos, creo que un libro, lo que confirmé una vez estuve más cerca de ella. Parecía que estaba bastante entretenida y que no se enteraba de lo que pasaba a su alrededor, por lo que me quedé allí por no sé cuento tiempo mirando para ella. Se veía hermosa, y la brisa que había movía su cabello, apartándolo así de su rostro y dejándomelo bien a la vista. También podía ver que tenía gafas puestas, las cuales nunca le había visto, es más, no sé si era porque las necesitaba o eran de adorno.

"Mierda Cameron, no es necesario que me des estos sustos. ¿Desde cuánto tiempo llevas ahí plantado?" dijo llevando la mano hacia el pecho "Si che digo que leva como unha media hora ¿creeríasme?" dijo una voz detrás de mí. Lara pasa a mirar a alguna parte detrás de mí y yo me giro para ver quién era, y me quedo un poco confuso al ver a Bianca con una gran sonrisa en el rostro.

"¿Qué haces aquí?" preguntó Lara con el ceño fruncido y mirando a su mejor amiga "Iba a casa de la abuela para verte, pero al parecer habías venido a tu casa para que Cameron se quedase en ella, y me dijo que te avisase porque pronto comeríamos."

"Está bien, y para tu información, no te creo." Dijo levantándose y rodando los ojos "Pues puedes hacerlo, porque la verdad no me extrañaría. Sé fijo que llevo rato mirándote." Le aseguré "¿Eres de esos que se quedan mirando para alguien?" preguntó con una ceja elevada "¿Cuándo eres tú? Por supuesto, tengo que hacerlo."

"No sé cómo no me di cuenta antes de que tenías una cita. ¿Cómo merda non me dixeches antes de que tiñas unha cita con él?" empezó, pero en lo último me perdí un poco "Porque realmente no es cosa tuya." Respondió Lara "Claro que lo es, soy tu hermana." Rebatió esta, y ahora si que estaba más perdido todavía "Si, pero no impli…" empezó, pero la interrumpí antes de que acabase de decir lo que sea que fuese a decir.

"Esperad, ¿Sois hermanas?" pregunté confuso, pero a la misma vez confundido "Si, ¿Acaso es tan extraño?" preguntaron ambas y con los brazos cruzados y una ceja elevada, la misma postura y misma expresión. Ahora todo tenía más sentido.

"Yo pensé que erais mejores amigas o algo… Estoy confuso en este momento…" respondí y pude ver como ambas se rieron "Rita y Xurxo me adoptaron cuando era pequeña, asique somos hermanas." Respondió Bianca con una gran sonrisa "Cada vez entiendo menos."

"¿Por qué te piensas que no nos separamos para nada?" preguntó Lara "¿Por ser su cabeza de mecánicos?" pregunté y ella negó "No, es mi hermana, y a pesar de que a veces es irritante, la quiero, y es mi mejor amiga. ¿Qué mejor cosa que tener familia y mejor amiga contigo durante todo el año?"

"¿Por qué nadie lo sabe?" pregunté todavía confundido y ambas se encogieron de hombros, es como si fuesen dos personas con una sola mente "Nadie lo preguntó, es bastante evidente cuando nos apellidamos igual. Sería demasiada coincidencia que mi mejor amiga se apellidase igual."

"Nunca me había fijado. Espera, ¿por eso os giráis las dos cuando digo Gallego?" pregunté, empezando a encajar las piezas "Pues al principio sí, pero luego me di cuenta de que es como llamabas a mi hermana, asique pasé de hacerle demasiado caso."

"Vaya, no pensaba que estando aquí descubriría tantas cosas de ti Lara. Estás llena de secretos." Dije con una sonrisa en mi rostro "Al igual que esa cita de la cual no querías que nos enterásemos. Espera cuando se lo cuente a mamá y la abuela."

"Vámonos antes de que esta veña a buscarnos con bastón na man, anda." Dijo Lara, dándose la vuelta y empezando a caminar hacia donde sea que vayamos "Creo que estar aquí va a ser más confuso de lo que esperaba."

"¿Por qué?" preguntó Bianca una vez llegué a su lado "No entiendo una mierda de lo que habláis por momentos." Respondí sinceramente "No te preocupes, puedo enseñarte para cuando Lara se enfade contigo puedas entender lo que te dice. Tiende cambiar al gallego."

"Mirad, mejor os dejo a los dos y yo me voy a casa a comer, vosotros haced lo que queráis." Lara rodó los ojos y empezó a caminar hacia lo que supongo que es la dirección a la casa de su abuela, mientras tanto a mi lado, Bianca no paraba de reírse.

"Cameron, te lo digo en serio, esa mujer tiene mucho carácter." Dijo su hermana y asentí, porque ya lo sabía "Cuando Eli me lo dijo, no pensé que fuese cierto." Dijo negando y pasé a centrar mi mirada y atención en ella "¿El qué?" pregunté, porque a saber lo que le había dicho Eli.

"Pensé que solo querías acostarte con mi hermana y hasta ahí, pero realmente estás atraído por ella, sino no harías nada de lo que estás haciendo por ella. Para empezar, ¿Cómo sabes lo de la carrera de los karts?" preguntó y sonreí, porque al parecer no era algo que hablase demasiado "Me lo contó ella."

"Bueno, supongo que no había otra manera de que lo supieses. Solo prométeme algo." Dijo "¿El qué?" pregunté "No le hagas daño. Puede ser que parezca que es una chica dura y todo lo que quieras, pero en el fondo es sensible. La persona más sensible que puedes encontrar" dijo, y sé que estaba hablando en serio "¿Acaso no lo es todo el mundo?"

"Supongo, pero sabes también lo que lleva a sus espaldas, y es algo de lo que no habla, asique me gustaría tener claro que no te entregó su corazón y recuerdos más preciados para nada." Dijo y no pude evitar fruncir el ceño ¿su corazón? "¿Su corazón?" pregunté.

"Vamos, no te pinto como un estúpido. Puede ser que ella no lo sepa, pero tiene su corazón puesto en ti. Es más, siempre que la chinchabas, no paraba de hablar por horas de ti. Nunca la había visto así por nadie, asique por eso te pido que no le hagas daño, porque entonces no tendrás mundo suficiente para correr." Dijo en tono serio.

"No te preocupes, porque no le haré nada. Ni el más mínimo daño." Respondí, era lo más serio que podía decir "Más te vale." Con eso reanudamos nuestra caminata hacia la casa, y cuando llegamos a esta, Carmela estaba esperando en la puerta de casa con un bastón en mano, y en el momento que Bianca lo ve, levanta las manos.

"Abuela, prométoche que non fixen nada." Dijo esta, y estaba perdido, porque no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando "¿Cómo cando eras pequena?" preguntó y Bianca negó "Esta vez é verdade."

"¿Entonces explícasme como é que apareceu antes túa irmán que ti a casa?" preguntó de nuevo su abuela "Quería asegurarme de que Cameron iba en serio. Solo eso." Dijo y la postura de Carmela se relajó "¿Y lo hace?" preguntó "Yo lo creo, solo tienes que saber que está montando para su cita con ella y lo sabrás."

"Espero que nos lo cuentes luego a mí y a Rita chico." Dijo mirando ahora en mi dirección "Lo haré, no se preocupe, solo que…" empecé, porque lo último que necesitaba era que Lara se enterase "No te preocupes, de Lara ya me encargo yo." Aseguró Bianca

Carmela, dejó el bastón al lado de la puerta y Bianca bajó los brazos. No estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando en este momento, pero lo único que tengo más que claro es que tuve que aguantar la risa, no vaya a ser que Carmela sacase de nuevo el bastón.

Durante la comida todo eran risas e historias de lo que hacían las dos de pequeñas. También me dio la oportunidad de aprender más cosas de Lara y su vida aquí, y debo decir que me hubiese gustado vivir en un lugar más pequeño como lo era la aldea de Lara a lo que era Londres. Siempre tráfico y el aire no se notaba tan limpio como lo hacía aquí.

Cuando terminamos de comer, misteriosamente aparecen unos amigos de Lara y en el momento que está fuera de la puerta, Carmela y Rita me preguntan qué es lo que tengo planeado, y cuando se lo dije, dijeron que era lo mejor que podía hacer y que me ayudarían ya que no me manejaba por aquí y no entendía nada de lo que hablaban gran parte de la gente. Con suerte, durante la tarde, logramos que pudiésemos hacer esa carrera

Esa noche volvimos a cenar en casa de la abuela de ellas y luego nos fuimos a casa de Lara. Bianca y yo nos sentamos en el sofá hablando de lo que se nos pasaba por la cabeza. Después de un rato, no hay ni rastro de Lara.

"Oye, ¿Y Lara?" pregunté mirando para todos lados "No lo sé, probablemente en la playa." Dijo encogiéndose de hombros "¿A estas horas?" pregunté sorprendido "Es cuando suele ir." Respondió "Raro ir a estas horas." Dije encogiéndome de hombros.

"Para ella no lo es, raro que no quedase en el balcón." Respondió y podía ver que estaba más seria de lo normal, y eso es raro viniendo de Bianca "¿Balcón?" pregunté con curiosidad "En su habitación, cuando está en casa suele pasar tiempo allí o en el balcón."

"¿Por qué?" pregunté, intentando aprender cosas de Lara "Es algo que la calma y si no teníamos la cabeza metida en un coche, pasábamos tiempo en la playa con papá. Supongo que es otra manera de sentirse unida a él." Respondió "¿Y tú que haces para sentirte más unida a él?"

"Mi trabajo me mantiene unida a él. Como te dije, si no estábamos con la cabeza metida en un coche, estábamos en la playa. Mi padre era mecánico y siempre que mi madre estaba trabajando, nosotras nos íbamos con nuestro padre al de él." contestó con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Entonces pasabais mucho tiempo con él debo suponer." Dije "Prácticamente todos los días." respondió negando "¿Por qué no os cuidaba vuestra abuela?" pregunté de nuevo "En aquella época también trabajaba. Dejó de hacerlo en el momento en el que papá murió. Teníamos que estar pendientes de Lara. Hasta mi madre se tomó un par de meses para estar con ella."

"¿Por qué me da la sensación de que le pasó algo más que lo de tu padre?" pregunté frunciendo el ceño "¿Hasta dónde sabes?" preguntó "Que vio a vuestro padre morir y que por eso tiene moto. Odia andar a poca velocidad en coches de calle."

"Eso es cierto, pero tienes razón, te falta parte de la historia." Dijo cruzándose de piernas y acomodándose en el sofá "¿El qué?" pregunté "Ella llevó un golpe en la cabeza, considerablemente fuerte la verdad y estuvo un par de semanas bajo observación para asegurarnos de que todo estaba bien. Y luego más tarde tuvieron que operarle la mano."

"¿Por qué?" volví a preguntar, porque eso si que no tenía ni la menor idea "Lara dejó de hablar y se encerraba en la habitación. No sé exactamente lo que pasó, pero sé que un día, apareció con la mano hinchada y un rojo que no tenía buena pinta. La tenía rota, por lo que la tuvieron que operar. A día de hoy no sabemos qué es lo que le pasó a la mano y creo que nunca lo sabremos la verdad." Dijo encogiéndose de hombros.

"¿Y no le cuesta hacer algunas cosas con la mano?" pregunté con curiosidad "Normalmente no, solo cuando cambia el tiempo o lleva un golpe en ella con goma de la pista, pero sino, es raro que le cueste algo." Respondió y asentí.

"¿Cómo superó eso?" indagué "No lo sé. Básicamente pasaba todo su tiempo en su habitación leyendo o estudiando." Respondió "Vaya, no pensé que lo pasase tan mal después de lo de su padre, quiero decir, vuestro padre."

"Pues lo hizo, y creo que prefiere que nadie lo sepa." Declaró, y asentí, porque podía entender el por qué no lo hacía. Sobre todo, si tenemos en cuenta que aún no lo había superado aún hoy en día "Espero que no te metas en líos por contármelo." Dije. Lo último que quería es que se metiese en líos por eso.

"Nah, no creo que tenga problema con que lo sepas, menos después de lo que planeaste para mañana." Dijo con una gran sonrisa en su rostro "¿Cres que le gustará?" pregunté "¿Qué si le gustará? Lo adorará, te lo puedo asegurar. Ah, y una cosa más antes de irme."

"¿Qué?" pregunté "Si escuchas mucho movimiento por la casa, las pastillas están en el armario de la cocina. El que está justo al lado de la nevera."

"¿Para que necesito esas pastillas?" pregunté con curiosidad e intentando recordar donde estaban las pastillas "Lara es demasiado terca, y tiene insomnio." Dijo con un bufido al final "¿Por qué?" pregunté de nuevo "Pues no lo sé la verdad, pero es demasiado terca como para tomarlas por sí misma, asique si escuchas que hay demasiado movimiento, dáselas."

"Está bien, lo haré." Le aseguré "Ahora, igual debería irme a casa." Contestó levantándose del sofá y calzándose "¿No te quedarás aquí?" pregunté confuso "Oh, no, os voy a dejar intimidad." Dijo con una sonrisa que me recordaba a la sonrisa de Eli cuando quería insinuar algo "No vamos a…" empecé a defenderme, porque eso era lo último que quería hacer.

"Solo quiero asegurarme. Me voy a despedir de Lara. Nos vemos mañana Cameron." Dijo con un movimiento de mano "Nos vemos mañana, Bianca." Y en ese momento me quedé solo. Aún no tenía sueño, por lo que decidí salir y ver si Lara necesitaba algo. Pude ver como Bianca se iba por donde habíamos venido nosotros antes y yo me dirigí a la playa.

Una vez en ella, no podía ver por ningún lado a Lara, lo que se me hace extraño porque hace nada, Bianca había salido de aquí, y debo decir que me llevé un susto nada más verla salir a un par de metros de distancia.

"¿Qué haces aquí?" preguntó con el ceño fruncido "Lo mismo te debería preguntar yo." Dije con una sonrisa en mi rostro "Yo estoy nadando, tú estás ahí plantado." Dijo rodando los ojos "¿Nadando a estas horas? ¿No es un poco tarde para eso?"

"Hasta donde yo sé la playa no tiene horario." Dijo sarcásticamente "Puede ser." Respondí encogiéndome de hombros "Ahora en serio, ¿Qué haces aquí?" inquirió acercándose a la orilla "Hasta donde yo sé nada me impide estar aquí. Y la playa no tiene horario" dije, repitiendo sus palabras.

"Vale, como quieras." Lara volvió a empezar a nadar y yo me senté en la arena. No sé cuánto tiempo estuvimos en la playa, pero después de un rato, Lara salió del agua y se acostó en la toalla, la cual no había visto en la arena.

"Debo decir que si te echaba de menos." Dijo y la sonrisa en mi rostro aumentó de tamaño "Vaya, pensé que no lo admitirías nunca Gallego." Respondí riéndome, pero me alegraba escuchar eso, porque yo también la había echado de menos "No te pases de listo Edwards, porque de esa forma no te lo volveré a decir."

"Vale, vale. Pero que sepas que yo también te eché de menos." Dije "Eso ya me lo sabía, pero ¿por qué?" preguntó "Pues porque durante esta temporada me di que me gusta tu compañía y que no necesito chincharte para llamar tu atención. Eres la chica perfecta para mí." Respondí sinceramente "¿Y quién dice que tú eres el chico perfecto para mí?" dijo elevando una ceja.

"Tal vez no lo sea, pero eso no implica que no vaya a hacer todo lo que esté en mi mano para llegar ahí. Es más, tal vez nunca lo haga." Contesté seriamente y sin apartar la mirada de ella "Pero eso es lo que yo decido." Dijo y asentí, porque lo tenía más que claro "Lo sé, y por eso te dejo la opción a ti. ¿Tienes algo importante que hacer mañana?"

"No, entrenaré un rato y poco más." Respondió "Perfecto, ¿recuerdas la cita pendiente que tenemos?" pregunté y asintió "Pues que es mañana." Confesé, y sus ojos aumentaron de tamaño por dos "¿Mañana? ¿De qué coño estás hablando?" inquirió "Pues de eso, que mañana es nuestra cita."

"¿Y puedo saber a dónde vamos a ir?" interrogó y negué, porque no se lo podía decir "Eso es algo que no puedo decirte, solo te diré que no es necesario que te arregles para ella." Contesté "¿A dónde pretendes llevarme? Ni siquiera conoces nada por aquí."

"Lo sé, pero sé lo suficiente y espero que te guste esta cita." Expliqué "Creo que mejor me voy a la cama, porque o estoy demasiado dormida, o no tengo ni la menor idea de lo que me estás hablando."

Me reí, y esperé un par de minutos más mirando la masa de agua que tenía delante de mí hasta que decidí irme a casa y descansar un poco antes de lo que espero sea una de las mejores citas que Lara tuvo en su vida.