POV LARA
No pude dormir durante la noche, y en el momento en el que escuché como si un perro estuviese llorando por cerca de mi casa, decidí salir e ir a ver qué es lo que estaba pasando. Después de dar una vuelta por el jardín de la casa, vi que no había nada, pero lo seguía escuchando, por lo que salí y pude ver a un perrito que no pasaba de días de edad, mojado y temblando.
"Hola pequeñín, ¿Qué haces aquí solito?" Miré para todos lados para ver si podía ver a su madre o alguien que estuviese buscando por un perrito, pero no había nadie, por lo que lo cojo, voy a casa para coger algo para secarlo. Cogí un nuevo cartón de leche para ver si tenía hambre, meto el dedo en él y se lo pongo en frente de él, el cual acaba metiendo en su pequeña boca.
Empecé a buscar por las llaves de casa y de la casa de la abuela para entrar sin hacer demasiado ruido ya que en casa de ella sé que tenía un biberón para cachorro, pero no las encontraba por ningún lado, lo cual me llevó a mi siguiente tarea, encontrar mi móvil y llamar a Bianca. Una vez encontrado el móvil, llamo a Bianca, la cual estoy completamente segura me dirá de todo y nada bueno.
"¿Pódese saber por qué me estás chamando as catro e media da mañán Lara?" protestó mi hermana una vez contestó el teléfono y de ser en otro momento, me reiría "¿Dónde estás?" pregunté "En casa."
"Especifica." insistí, porque en casa podía ser en la de ella o en la de la abuela "En mi casa, ¿por qué?" preguntó, algo más despierta y casi podía escuchar la preocupación en su voz "¿Tienes las llaves de la casa de la abuela y mamá?" pregunté "Claro, ¿por?"
"Hazme el favor del año y tráemelas. Te esperaré en casa de ellas." dije y prácticamente podía escuchar la confusión desde el otro lado de la línea "¿Para que necesitas las llaves?" inquirió y es en ese momento el cachorro empezó a llorar y escucho movimiento en el otro lado del teléfono, lo que me da la sensación de que Bianca lo escucho.
"¿Por qué estoy escuchando un cachorro cerca de ti?" preguntó completamente despierta "Digamos que cuando estaba a punto de dormir, escuché a un perrito llorando, y salí a ver." le respondí, pero en este momento eso era lo que menos importaba "¿Te encontraste un perrito y no me dices nada?"
"No me diste oportunidad de decírtelo en un humor de la mañana." dije riéndome "Son las cuatro más cerca de las cinco de la mañana, ¿Qué te esperas?" preguntó irónicamente "Lo siento vale, pero este pequeñín tiene hambre y dejé las llaves en su casa, por lo que no me queda más remedio que despertarte."
"¿Para que necesitas ir a casa de ellas igualmente?" preguntó y pude escuchar movimiento al otro lado del teléfono "Abuela tiene un biberón para cachorros, e iba a ir para poder darle de comer."
"¿No puedes esperar hasta una hora más normal?" protestó y negué, pero el perro parecía tener hambre y no iba a hacer que esperase más "Lo haría, pero está demasiado delgado, por lo que no, no puedo esperar más."
"Está bien, te veo dentro de diez minutos." y respondió "Gracias, Bianca, te quiero." contesté "En este momento te odio, que lo sepas." Me reí y colgué, fui a mi habitación con el perro en brazos para calzarme e intentando hacer el menor ruido posible, salí de casa para dirigirme a la de mi abuela y mi madre.
Después de media hora, pude ver a una Bianca apoyada contra la pared y con el biberón en manos y se podía decir que estaba medio dormida. "Gracias por traer las llaves, y perdona por despertarte." dije sinceramente ya que no solía molestarlas de noche "Mejor déjame ver a ese pequeñín."
Lo destapé un poco para que ella lo pudiese ver y pone la cara que pone siempre que algo le encanta. "Oh, pero mira que mono este chiquitín. ¿Qué hacías solo por ahí?" preguntó sacándomelo de los brazos "Bianca, dudo mucho que esté entendiendo algo de lo que le estás diciendo."
"Cierto, mejor toma, calenté un poco de leche para que pudiese tomar. Ahora espero que nos vayamos a tu casa y me dejes usar tu cama." dijo pasándome el biberón para el perro "Claro, vámonos."
"¿Podemos ir en coche?" preguntó y negué, porque ni muerta pensaba ir en el coche "Haz lo que quieras, pero no cuentes conmigo." respondí, caminando hacia la entrada y marcharme "Está bieeen, iremos andando."
Sonreí y empezamos a caminar a mi casa mientras le daba el biberón al cachorro. Después de otra media hora, llegamos a mi casa y Bianca se fue derechita a mi habitación para dormir otro par de horas. Yo estoy completamente segura de que no me quedaría dormida, por lo que me senté en el sofá y acaricié al cachorro hasta que se quedó dormido.
Me levanté de este y fui a la habitación, moví un poco a Bianca para que medio despertase y decirle que no espachurrara al cachorro, a lo cual asintió y lo abrazó contra su pecho, y yo cogí un par de cosas para entrenar.
Al bajar las escaleras, pude ver a Cameron parado en está mirando en mi dirección y parecía que tenía algo de sueño, lo cual comprendería completamente la verdad. "¿No puedes dormir?" pregunté a Cameron, porque era muy temprano para que estuviese despierto "No es eso, te escuché andar de un lado para otro en la casa y vine a ver si estabas bien."
"Oh, sí, estoy bien. Siento haberte despertado. Vuelve a dormirte." respondí volviendo a entrenar "No creo que pueda volver a dormirme." respondió y me cagué en todo por haberlo despertado "¿Y eso?" pregunté curiosamente "Una vez despierto, no suelo quedarme dormido de nuevo. Pero parece que vas a ir a algún lado."
"Ah, no es nada. Solo iba a entrenar antes de que se hiciese de día." respondí siguiendo la dirección de su mirada "Bueno, pues te acompaño." contestó y negué, porque no era necesario que lo hiciese "No tienes por qué hacerlo."
"Puede ser, pero quiero hacerlo." insistió y levanté las manos en el aire "Está bien, como quieras." dije girándome de nuevo para salir de casa "Déjame ir a cambiarme y luego bajo." pidió y asentí "Te espero en el salón." No más de diez minutos más tarde, Cameron baja y salimos de casa y dejándole una nota a Bianca por si despertaba antes de que llegásemos.
Durante los primeros minutos íbamos corriendo en silencio por mi aldea, y debo decir que nunca me sentí tan cómoda con tanto silencio, pero era demasiado raro para Cameron no hablar para nada.
"Oye, ¿estás bien?" pregunté, porque era raro que Cameron estuviese tan callado "¿Por qué no iba a estarlo?" preguntó confundido "Es raro que estés tan callado. Desde que te conozco siempre te veo hablando." respondí encogiéndome de hombros "Estoy bien, solo nervioso."
"¿Nervioso por qué?" pregunté sin entender el porqué de que lo estuviese "Por la cita." aseguró y fruncí el ceño, porque no tengo ni la menor idea del por qué fuese a estar nervioso "¿Por qué?" pregunté "Porque quiero que todo salga bien y que la adores."
"Estoy segura de que va a salir bien, y no te puedo asegurar que la adore, pero seguramente me va a gustar, pero podría decirte si la adoraré si me dices que haremos." le aseguré, pero más que nada, es porque quería saber qué es lo que íbamos a hacer "Bueno intento, pero seguiré sin decirte que es lo que haremos."
"Es que no entiendo que es lo que puedes tener para nuestra cita si no conoces nada por aquí." protesté, porque no estaba entendiendo nada "Espero poder a llegar a conocerlo." respondió con una gran sonrisa en su rostro "Siempre puedes venir en tu tiempo libre. Es un lugar chulo, y no te lo digo por ser de aquí, sino porque lo es realmente."
"Vi imágenes, y la verdad sí que está guay. Cuéntame de cuando eras pequeña." inquirió y fruncí el ceño, porque no tengo ni la menor idea de lo que quería saber exactamente "¿Qué es lo que quieres saber exactamente?"
"No lo sé, tu solo cuéntame lo que quieras." respondió encogiéndose de hombros "Bueno, pues básicamente nos la pasábamos corriendo por estas mismas calles. ¿La calle en la que está la casa de mi abuela? Bianca, nuestro padre y yo jugábamos en ella a la pelota. Y cuando hacía calor o buen tiempo siempre íbamos a la playa a jugar."
"Suena como una buena infancia." dijo mirando al frente y asentí, porque lo había sido "Si, luego cuando nos hicimos más mayores íbamos con mi padre al trabajo y nos enseñaba cosas de los coches."
"Entonces, ¿Sabrías arreglar mi coche si se me estropea?" asentí, porque lo que era de un coche normal sabía bastantes cosas "Si yo no puedo, te aseguro que Bianca puede." le aseguré "Pero tú te manejas bastante bien con la mecánica."
"Me defiendo, no es lo mismo que saber." respondí sinceramente "Ya sabes más que yo, eso te lo puedo asegurar. Yo no suelo tener idea de lo que le pasa mecánicamente a mi coche cuando estoy en él."
"No es tan complicado, y yo a veces tampoco tengo ni la menor idea, pero algo me sé. Mejor ¿por qué no me cuentas de ti? No sueles hablar de ti mismo nunca." respondí "No soy demasiado interesante."
"Oh vamos, eres Cameron Edwards, no puede ser que no seas interesante." contesté rodando los ojos "Siento decepcionarte, pero lo soy." dijo y negué, porque sabía que no era así, pero también entendía el porqué de que no quisiese hablar conmigo "No me decepcionas, solo me dejas claro que eres más humilde de lo que pensaba."
"¿Qué imagen tenías de mí?" preguntó ahora con curiosidad evidente en su voz "Que eras un creído, y no digo que no lo tengas que ser en pista, porque eres el que más títulos tiene en parrilla, pero pensé que también lo eras fuera de pista."
"¿Qué es lo que te hizo pensar eso?" inquirió y me encogí de hombros, porque era más evidente por qué lo pensaba "¿Acaso que siempre intentases chincharme no era suficiente razón?"
"Puede ser, pero espero que tengas una mejor imagen de mí." dijo con una pequeña sonrisa en su rostro y asentí, porque la tenía "La tengo, y ahora, en serio, quiero que me cuentes algo de ti, no me importa que no tengas nada interesante en tu vida. Tu mejor recuerdo."
"Vale, te lo contaré. Tengo unos cuantos, pero el que más cerca tengo es cuando gané mi primer título mundial. Fue el sexto año en F1 y ese año estaba mi madre y mi hermana conmigo. Siempre me animaban, pero el día que lo gané el título, recuerdo mirar para abajo en el podio y mi hermana chillando mi nombre como una loca, mi madre llorando como si no me fuese a volver a ver en la vida." dijo y podía notar que era un recuerdo que le gustaba.
"Me puedo hacer una idea, Bianca hizo lo mismo cuando yo lo gané también." respondí recordando ese día "¿Y tu madre y tu abuela?" preguntó ahora con curiosidad, o al menos más de la que tenía hasta hace un momento "Me llamaron gritando como locas. Normalmente se juntan con el resto del pueblo para ver las carreras. Recuerdo que había mucho jaleo de fondo. Básicamente armaron una fiesta."
"No todos los días gana un título mundial alguien de casa." dijo asintiendo "¿Acaso lo celebraron en Londres cuando ganaste tú los tuyos?" pregunté, porque algo me decía que no lo habían hecho "No al nivel que lo debieron celebrar aquí."
"¿Y cómo lo celebraron aquí?" pregunté intentando ver que es lo que sabía "Mejor. Eres la primera gallega en entrar a la F1, la primera mujer e hiciste historia cuando entraste y la temporada pasada. Eso es algo que yo no conseguí yo."
"Puede ser, pero no estaría ahí de no ser por mi familia. Al final fueron ellos los que me ayudaron a conseguirlo." dije encogiéndome de hombros. De no ser que papá me llevó a los karts, nunca hubiese descubierto que conducir era lo que más me gustaba. De no ser por mamá y la abuela hicieron todo lo posible para que pudiese llegar a donde estoy hoy en día, no estaría aquí. Y ya no hablemos de todo el apoyo que recibí de Bianca.
"Creo que la familia es la razón por la que conseguimos llegar aquí." contestó "¿Y dónde está ahora tu madre? Nunca la he visto por tu box ni nada." dije intentando recordar si la había visto alguna vez "Mi madre no está bien en este mismo momento."
"¿Por lo de tu hermana?" pregunté sabiendo que iba a ser por eso, prácticamente no me hacía falta que asintiese "Creo que es normal." respondí encogiéndome de hombros. No sé qué habrá echo yo en caso de estar en su lugar "Si, y ella lo único que quiere hacer es marcharse de Inglaterra."
"De estar en su lugar querría lo mismo." respondí asintiendo "Si, pero no sé dónde la puedo tener. Al final, no tenemos más familia, y no quiero dejarla sola con un desconocido, no lo lleva bien." contestó y asentí, porque eso mismo me había pasado a mí después del accidente.
"¿Y dónde está ahora?" pregunté "En casa de los padres de Eli, pero solo es para ver si mejora algo." respondió encogiéndose de hombros "¿Y lo está haciendo?" inquirí "Eso parece." dijo asintiendo "Entonces si lo está haciendo, ¿por qué no la llevas contigo durante la temporada?"
"No sé si lo mejor para ellas es viajar tanto." admitió "Pero puedes probar, si ves que no funciona dudo mucho que los padres de Elisabeth tengan problema con tenerla con ellos hasta que tu sepas que hacer."
"Puede ser. No sé qué hacer la verdad." contestó y puse una mano sobre su antebrazo "Habla con mi madre, tal vez ella pueda ayudarte a conseguir la ayuda que necesitas." le aseguré. "¿Por qué?"
"Mi madre trabaja para una psicóloga en la ciudad. Tal vez si hablas con ella de lo que le pasa a tu madre podría ayudarte con ella." respondí, no era necesario que supiese que también era mi psicóloga "¿Tú crees?" preguntó con una chispa de esperanza en su mirada "¿Cómo te piensas que yo llevo mejor lo de mi padre?"
"¿Vas al psicólogo?" preguntó sorprendido a mi parecer "Iba. Hace años que no voy, al menos por eso." respondí encogiéndome de hombros "¿Por qué vas ahora?" preguntó de nuevo "La ansiedad." respondí simplemente.
"¿Por lo de tu padre?" inquirió "A veces me da ansiedad por eso, pero no es todo." contesté "¿Y que es todo?" preguntó "Cuando tengo demasiada presión encima, que es lo que pasa normalmente en nuestra profesión."
"¿Te exigen demasiado en el equipo?" preguntó con curiosidad "Me exigen más que el año pasado, eso está claro." respondí encogiéndome de hombros, porque hasta ahora no había tenido más problema con la ansiedad "Lo entiendo, una vez ganas un título, parece que es lo único que tienes que hacer."
"Eso parece, pero el coche no está siempre al cien por cien, o yo misma." aseguré "¿Y cómo llevas la temporada en ese aspecto?" preguntó "De momento lo llevo normal, a veces me dan, pero nada del otro mundo, de lo que ya no estoy tan segura es al final de temporada."
"¿Alguna vez te dio uno dentro del coche en carrera?" asentí, porque a pesar de que hacía tiempo no me pasaba, me había pasado una vez "Hace un par de años, cuando estaba en Heygen, no me dio como lo viste en Bahréin, pero era un ataque de ansiedad. Menos mal que estaba mi madre, porque si no acabaría contra el muro, lo tengo más que claro."
"Deberías tener cuidado con eso." dijo y asentí, porque eso ya lo sabía yo, sobre todo si quería evitar que una, que a Bianca le diese uno y dos para evitar que me mate. "Lo hago, por eso a veces llamo a la psicóloga."
"Me alegra que al menos te ayude en eso." dijo "Lo hace, o al menos me dice lo que me puede ayudar cuando me da uno, asique genial." No es que me ayudase precisamente lo que me decía, pero algo mejoraba la situación siempre "Oye, si en algún momento te da uno, quiero que sepas que me puedes llamar."
"Lo aprecio, de verdad, ¿Qué te parece si vamos al gimnasio?" pregunté "¿Teneis gimnasio?" inquirió, y parecía sorprendido de que lo tuviésemos "Bueno, no lo había, y realmente prefiero pasar tiempo aquí que ir a la ciudad, por lo que compré las máquinas."
"¿Entonces tienes un gimnasio?" preguntó y negué, porque no lo tenía "No, yo solo compré las máquinas, el gimnasio es de un vecino, pero me deja usarlo cuando quiera. Es más, me dio las llaves para que entrase cuando quisiese." respondí "Yo considero eso como tuyo."
"No, pago tasa como todos, pero ellos no lo saben." Cameron se rio y nos fuimos hacia el gimnasio. Allí hicimos algo de levantamiento, ejercicios del cuello y de reflejos. Después de algo más de una hora, fuimos corriendo de nuevo a casa donde nos encontramos a Bianca agachada buscando algo, lo que supongo que es el perro, pero la cara de Cameron era graciosa en este momento.
"Bianca…" empezó "No lo he perdido, lo prometo, solo que se ha escondido." Ella estaba mirando por debajo de los armarios cuando me fijo que tiene al perro detrás de ella, me agacho y este viene corriendo en mi dirección, lo que hace que cuando llegué a junto a mi lo coja en brazos.
"¿Ah no?, entonces si tan escondido está, ¿Por qué lo encontré nada más entrar por la puerta?" Al salir esas palabras de mi boca, se gira llevándose un golpe en la cabeza y mirando para mi sin entender de lo que estaba hablando, o al menos hasta que ve que tengo al perro en brazos. "Ese perro es un diablo." bufó y negué, porque no lo era "No lo es."
"Claro que lo es, lo llevo buscando una media hora." contestó ofendida con el perro "Entonces admites que lo habías perdido." dije y esta negó "No lo había perdido, te dije que se había escondido."
"Si claro, y esconderse es estar detrás de ti." respondí rodando los ojos "Como quieras, no pienso discutir contigo y ese perro endemoniado." Con eso, se levantó del suelo y se fue hacia la cocina. Cameron seguía a mi lado, pero esta vez estaba mirando para mí y el perro. "¿De dónde ha salido ese perro? Ayer no estaba ¿verdad?"
"No estaba, y estaba por fuera de casa llorando. Estaba mojado y tenía hambre, por lo que lo cogí para dentro." dije encogiéndome de hombros "¡Hola chiquitín!" dijo Cameron, dándole unas caricias al perro "Cameron, ¿tú no tenías cita con la dueña del perro demonio?" preguntó mi hermana y rodé los ojos "¿Y no hay más tiempo en todo el día? Al final, son las ocho y media de la mañana."
"No es hasta la tarde, asique no te preocupes por eso, porque no pienso perder mi oportunidad con ella." respondió este con una gran sonrisa en su rostro "Bueno, entonces ir a ducharos que nos vamos a casa de la abuela a desayunar." contestó esta "¿Ve a ducharte tu primero Lara?"
"¿Me cuidas al perro? No quiero que ALGUIEN lo pierda de nuevo." dije eso último mirando en la dirección de mi hermana, la cual acabó por rodar los ojos "Non o perdín en ningún momento." respondió con un bufido al final "Siii claarooo."
"Piensa lo que quieras, no tengo porque darte explicaciones." Le pasé el perro a Cameron, me fui a mi habitación para coger ropa y la dejé encima de la cama. Después de un rato, salí de la ducha, enrolle la toalla en mi cuerpo y en ese momento veo como Cameron levanta la vista del suelo y mira en la dirección a mi habitación, dándome cuenta así, que no había cerrado la puerta de la habitación.
"¿Necesitas algo?" pregunté mirando para él "Yo… no… ¿qué?" empezó, y no pude evitar reírme "Si necesitas algo Cameron." pregunté de nuevo y este negó, no sé si porque no necesitaba nada o por si necesitaba despejar lo que sea que ande en su cabeza en este momento "Ah, nada aparte de una ducha bien fría… mejor haz como que no acabo de decir nada."
No pude evitar reírme, porque nunca había visto a un Cameron sonrojado, y la verdad me gusta verlo así, por lo que me acerqué a él y le cogí al perro de los brazos para que pudiese ir a ducharse, pero me volví a acercar para poder hablarle sin que Bianca se enterase.
"Ahora ya puedes ir a darte esa ducha fría que tanto necesitas… aunque no tengo tan claro que a tu amiguito ahí abajo le guste demasiado esa ducha." susurré y con eso me separé de él mientras él se quedó mirando para mí, más precisamente mis piernas, pero en este momento no me importaba, me daba más gracia su cara como para que lo que estaba haciendo. Entré a mi habitación, me di la vuelta y esta vez sí que estaba mirándome por lo que le guiñé un ojo y cerré la puerta para que el perro no se pudiese escapar.