POV CAMERON
Mientras íbamos andando hacia la casa de mi madre, algunas personas habían parado para pedirnos autógrafos, y no es que me molestase que nos parasen, pero quería pasar tiempo con Lara.
Una vez llegamos a la casa de mi madre, saqué las llaves del bolsillo y dejé pasar a Lara una vez abierta. Era una casa bastante grande si la comparamos al tamaño de la de ella o la de su abuela y madre, pero quería que tanto mi madre como mi hermana tuviesen lo mejor, y era la casa de los sueños de mi madre, por lo que se la compré una vez empecé a competir.
"Bueno, bienvenida a la casa de mi madre." dije dejando que pasase primera "Es grande." dijo mirando para todos lados "Lo sé. Si ves en la que vivíamos antes de que le comprase esta verías la diferencia."
"Espero verla." dijo mirando en mi dirección "Pues te la enseñaré luego." le aseguré con una gran sonrisa "Lo estoy deseando." contestó sinceramente "Yo me voy a hacer las maletas de mi madre, te puedes quedar o venir. O si quieres te puedo ofrecer algo de tomar o de comer, estoy completamente seguro de que no has comido nada desde que te marchaste."
"Eso es cierto." respondió asintiendo "Pues eso no lo puedo permitir, asique dime que es lo que te apetece comer." Ella se rió y empecé a caminar hacia la cocina "Me da igual la verdad." contestó encogiéndose de hombros "Bueno, pues será una ensalada con pechugas de pollo al horno y arroz."
"Ahora sabes cocinar." dijo, pero si llegar a creérselo del todo podría asegurar "Pues sí, me enseñó mi madre." contesté "Uh, eso lo tengo que ver yo." dijo con una gran sonrisa en su rostro "Pues siéntate y disfruta del espectáculo."
Con eso se sentó en una de las sillas de la barra mientras yo iba sacando las cosas para hacer la comida. Sabiendo que estaba aquí, conmigo, me gustaba y la idea de que esto se pudiese repetir en mi futuro me alegraba más que en este mismo momento lo podía hacer una carrera.
"Hablaste de lo mal que lo pasa tu madre si viene aquí, pero no hablas de cómo lo llevas tú." dijo después de un rato en silencio "¿Qué quieres saber exactamente?" pregunté sin girarme "Como te sientes estando aquí, sobre todo en la casa en la que imagino que pasasteis mucho tiempo en familia."
"No es fácil, pero al menos sé que en ningún momento van a venir a por mí, por lo que mejor de lo que lo podría llevar mi madre." le aseguré "¿Pero no habían sido detenidos?" preguntó "Lo fueron, pero ella tiene miedo de cualquier persona. Sobre todo, porque los culpables fueron unos conocidos nuestros y éramos cercanos cuando éramos pequeños."
"Eso debe ser complicado para los dos." dijo, creo que más para si misma que para nadie más "Lo es, pero con el tiempo lo llevaré mejor y espero que con el tiempo, mi madre pueda también."
"Estarás ahí para ayudarla, y tanto yo como cualquiera de casa la podrían ayudar." aseguró y me giré para regalarle una sonrisa "Agradezco tu ayuda, solo espero que ahora mejore." contesté, cogiendo el cuchillo para empezar a cortar las pechugas "¿Qué vas a hacer cuando sea la carrera en Silverstone?"
"No la traeré conmigo, en ese tiempo espero tener la casa comprada y sus cosas allí, por lo que podría distraerse ordenando la casa." contesté y por el rabillo del ojo, pude ver como asentía "Si no la tienes para ese entonces, puede quedarse en mi casa. Incluso estoy segura de que se podría quedar en la de mi abuela y mi madre para no pasar tanto tiempo sola."
"Eso estaría genial la verdad." contesté con una gran sonrisa en mi rostro "Mejor que tenga a alguien con ella que a nadie. Mejor ¿por qué no me cuentas como era tu hermana si no te molesta?"
"No me molesta." aseguré. Dejé el pollo encima de la encimera y me acerqué a la nevera para coger la foto que mi madre tenía de los tres en esta. Me di la vuelta y se la pasé, la cual no tarda en cogerla, pero una vez en su mano, se queda mirando extraño para ella.
"¿Ella es tu hermana?" preguntó y pude ver como su rostro iba cambiando lentamente "Si, ¿por qué?" inquirí sin poder evitar fruncir el ceño "Nunca lo dijo…" susurró
En el momento que esas palabras salieron de su boca, me quede mirando para ella con cara de estúpido y sin entender nada. ¿Conocía a Ellie? Si la hubiese conocido, Ellie me hubiese dicho algo ¿no? Miles de preguntas rondaban en mi cabeza y ni tenía la menor idea de dónde empezar.
"¿La conocías?" pregunté atónito "La conocía, por Ellie Simons… Nunca… Nunca os relacioné…" volvió a susurrar, y podía ver que estaba en shock "Simons es el apellido de soltera de mi madre. ¿Por qué nunca me diría nada?"
"No… ella no puede…" Noté como su respiración empezó a ser errática, y a pesar de que en este momento estaba confundido por el simple hecho de que Lara conocía a Ellie, en lo que me tenía que centrar en este momento era en que ella estuviese bien.
Me acerqué a ella e hice que la silla girase para poder verla. Cogí su rostro entre mis manos e hice que me mirase. "Lara, todo está bien." intenté asegurarle "No… no lo está… ella… ella…" empezó, y podía ver como sus lágrimas empezaban a acumulársele en los ojos "Lo sé, ahora relájate. No tienes que estresarte por esto. Ahora te pido que tomes inhales y exhales. ¿Podrás hacerlo?"
Asintió y empezó a hacerlo. Después de unos minutos, parece que se había calmado, pero la estaba abrazando igualmente, solo espero que la ayudase un poco al menos. "¿Estás mejor?" pregunté e intentando entender que es lo que pasaba "No entiendo…" empezó y asentí, porque la podía entender "Lo sé… Choca cuando te enteras así…"
"¿Por qué no me dijeron nada?" preguntó "¿Quién?" inquirí "La policía." contestó, sin apartar la mirada de la ventana "¿Por qué?" pregunté de nuevo "Cuando tanto Bianca como yo no supimos de ella por una temporada… Vinimos a ver si estaba en su piso, pero… pero nos dijeron que nadie con ese nombre vivió allí… denunciamos su desaparición y todo…"
Eso sí que no me lo esperaba, me alegraba en el fondo saber que mi hermana tenía gente que se preocupase por ella aparte de mamá y yo, pero seguía siendo raro que Lara conociese a mi hermana durante todo este tiempo.
"Supongo que por el apellido no sabían…" empecé y ella se encogió de hombros "No tengo ni la menor idea… Yo solo sé que también le dimos una foto de ella…" siguió contando, creo que para intentar entender que es lo que había pasado "Pues no sé qué es lo que pasó… Si quieres nos podemos marchar a tu casa…"
"No, podemos quedarnos… solo… solo que no me lo esperaba… ¿Cómo mierda le diré a Bianca?" preguntó apartándose de mí un poco "¿Eran cercanas?" pregunté con curiosidad "Estaban en algo parecido a una relación, la verdad no lo tengo demasiado claro, pero mi hermana la quería."
"Se lo puedo decir yo." dije "No… lo podré manejar…" aseguró. Me separé de ella y me fui de nuevo a hacer la comida, no sin antes centrarme de que estaría bien. Los minutos pasaban en silencio, y de vez en cuando me giraba para ver si estaba bien, pero parecía perdida en su mente, por lo que me aseguraba que su respiración siguiese siendo normal.
"Tú eres el hermano gruñón…" dijo como si algo encajase en lo que había dicho "¿Qué?" pregunté un poco confundido "Siempre que quedábamos, hablaba de su hermano pequeño… que era gruñón… pero en el fondo era un como un oso de peluche… que ella a veces hacía lo que fuese necesario para sacarlo de quicio y evitar que trabajase tanto… que en eso me parecía a ti…"
"Eso encaja más con mi hermana." dije con una pequeña sonrisa en mi rostro "Pero también decía que os quería más que nada… a ti y a tu madre…" contestó mirándome directamente "Yo también la quiero."
Agarré la encimera fuerte, porque si no en cualquier momento me echaría a llorar, y no era algo que necesitase en este mismo momento la verdad, no quería que Lara se estresase más, pero después de unos minutos noto como alguien me pone las manos en los hombros, lo que hace que salte en el aire un poco.
"Ven aquí anda." dijo y en pocos segundos, Lara me estaba abrazando. Al principio estaba un poco confundido, pero luego la abracé y empecé a llorar como no lo había hecho en mucho tiempo. No sé cuánto tiempo pasamos así, pero que Lara me estuviese pasando la mano por la espalda y a veces por el pelo. Nunca había tenido a nadie aparte de mi madre, Ellie y Eli en momentos como este, pero se sentía bien tener a alguien, después de unos minutos más tarde, se separa un poco de mí y se queda mirando para mí.
"¿Mejor?" preguntó y asentí. Me quedé mirando para ella. Era una de las chicas más hermosas que había visto en mi vida, pero lo que más me gustaba de ella era su forma de ser, era la mejor persona que podía tener conmigo la verdad.
"¿Qué te parece si vamos a coger las cosas de tu madre y nos vamos?" preguntó con una pequeña sonrisa en su rostro "No tienes…" empecé, pero ella no tarda nada en negar "Pero quiero hacerlo. Podemos comer por ahí y luego me enseñas en la casa que vivías. Al fin y al cabo, tenemos una segunda cita ¿no?"
Volví a guardar las cosas que había sacado, cogí de la mano a Lara y la llevé conmigo escaleras arriba para coger las cosas de mi madre para que pudiese venir conmigo el resto de la temporada.
Entré en la habitación de mi hermana porque es la única que tenía demasiadas maletas, mi madre siempre nos decía que no necesitaba maletas ya que Ellie parece ser que cada poco tenía que comprar una nueva.
Cogí las primeras maletas que vi y me dirigí a la habitación de mi madre, pero antes de que pudiera entrar en esta, Lara me detiene. "¿Qué pasa?" pregunté "Se ha caído esto de una de las maletas, y tiene tu nombre."
En cuanto dice eso, miro para su mano la cual me estaba pasando una carta, y era la letra de mi hermana, lo que hace que me pare en seco mirando para la mano de ella. "Puedo hacer la maleta de tu madre mientras tu lees la carta." aseguró, pero negué "No, no es necesario, pero ¿Estarás ahí?"
"Solo te tienes que sentar y yo estaré ahí." Asentí y entré en la habitación de mi madre. Dejé las maletas encima de la cama y me senté a un lado de estas. Lara no tarda demasiado en sentarse a mi lado también, pasándome la carta y entrelazando nuestros dedos, dándome un pequeño apretón. Tomé una pequeña respiración y noté como Lara me pasó el otro brazo por encima de mis hombros y dejó su cabeza sobre este.
Cam-Cam
Seguro que en el momento que leas esto estaré muerta y estaréis cogiendo mis maletas para probablemente marcharos de la casa. La cuestión es que ya llevo un par de años luchando contra un cáncer. Lo sé, lo sé, ¿por qué no os dije nada? Simple y sencillo, no querría arruinar la felicidad que teníamos después de todo este tiempo.
Puede ser que te enfades por no haberte dado cuenta antes, o porque no te lo dije, pero solo te digo, que ninguno de los dos teneis culpa de esto, hice todo lo que estuvo en mi mano y más para que no os enteraseis.
Al principio cuando me dijeron que lo tenía, lo admito, querría decíroslo, pero luego de camino a casa decidí que no porque no querría que tu dejases de competir y no que mamá no dejase de hacer todo lo que le gustaba para cuidarme. Solo quiero que tengáis claro que no teneis la culpa de nada de lo que me pasó.
Ahora cambiando a una cosa que me interesa más, y que probablemente a ti también (ya que es en tu beneficio) He conocido a Lara, claramente, ella no sabe que soy tu hermana porque no quiero que se sienta incómoda o algo, pero la cuestión es que esa chica me gusta para ti. Es atenta, graciosa, aunque no te lo parezca y es alguien que tengo más que claro que estará para ti en los momentos que necesites, por lo que solo te pido que no hagas nada estúpido, porque sé que en algún momento decidirás hablar con ella, y sé que te enamorarás de ella al igual que hará ella.
Sé que haréis una buena pareja y por eso no quiero que lo estropees con tu nerviosismo y esas cosas, porque de verdad, quiero que seas feliz y tengas a la chica de tus sueños, y una que apruebo y no como Ashley. Aunque si se da la más remota idea de que no acabéis juntos (que pasará) Quiero que sepas que estaré contenta de que tengas a alguien que quieras y te quiera de la misma manera.
Bueno, creo que me estoy excediendo de más y solo te voy a pedir un par de cosas. La primera es que no os culpéis ninguno de los dos, porque si no lo dije era para no preocuparos, fue una decisión mía y solo mía, y segunda, no le enseñes la carta a mamá, sé cómo se pondrá y ya dudo mucho que esté bien por el simple hecho de que me morí.
Lara, si se da la casualidad de que estés leyendo te pido que ames a mi hermano como estoy segura de que lo haces inconscientemente y que evites que se eche la culpa de algo que no la tiene. P.S. Si necesitas darle una colleja, tienes mi permiso, estoy segura de que tendrás razón en lo que sea que haga.
Te quiero Cam. Dile a mamá que también la quiero. Y Lara, dile a tu hermana que la quise un montón.
Os quiero
Ellie.
Al terminar de leer la carta de Ellie estaba llorando de nuevo y otra vez, Lara estuvo abrazándome hasta que me calmé y dejé de llorar. Después de un rato me levanté y empecé a meter ropa de mi madre y otras cosas en la maleta, pero acabé por no hacerlo porque si no Lara me mataría por la cara que tenía, por lo que fue ella quien acabó de hacer las maletas de mi madre.
Una hora más tarde, estábamos saliendo de la casa de mi madre, y llevándonos las maletas con nosotros. Lara decía que era mejor que las dejásemos en la casa, pero en este momento no quería volver a casa, por lo que decidí que era mejor llevarlas con nosotros.
Empezamos a caminar en la dirección en la que estaba nuestra casa antes, que a pesar de que quedaba un poco lejos, sé que a Lara no le chistaría demasiado tener que subirse a un coche, y la verdad no quería que se estresase más de lo necesario, por lo que decidí ir andando.
En todo el camino a lo que era mi antigua casa, no soltamos nuestras manos, y de vez en cuando, Lara hacía círculos con su pulgar, consiguiendo que me calmase más. Tampoco hablamos en todo el camino hasta ella y una vez llegamos a esta nos paramos.
"¿Entonces esta es la casa por la que corrías tanto tu hermana como tú?" preguntó y asentí "Si, y por la calle también." aseguré con algunos recuerdos invadiendo mi mente "Es preciosa."
"Lo es, y tiene muchos recuerdos para nosotros." contesté "¿Por qué no os la quedasteis?" preguntó pasando a mirarme "No lo sé. La casa de mi madre era la de sus sueños, por lo que vendimos esta. No necesitábamos tantas casas."
"Lo entiendo. Yo de ser por mí, me quedaría en casa de mi abuela y no me iría de allí la verdad." aseguró y me reí, porque en estos días me había quedado más que claro que lo haría "Estoy seguro de que a tu abuela le encantaría."
"Lo hace, por eso Bianca y yo conservamos nuestros cuartos. Gran parte de las veces nos la pasamos allí." dijo riéndose "Entonces ¿por qué compraste la casa?" pregunté un poco confundido "Digamos que mi rutina de dormir no es la mejor que digamos, y cuando no estoy dormida, suelo hacer cosas. No me gustaría molestar a ninguna de las dos, por lo que me compré la casa."
"Pero lo que llevamos de vacaciones lo pasaste en casa de tu abuela y de tu madre." dije intentando entenderla "Si, pero si no dormía, estaba leyendo." aseguró, encogiéndose de hombros "Por eso la librería que tienes en casa."
"Básicamente, si no estoy haciendo ejercicio, o en la playa, leo." contestó "Debo suponer que es por lo del insomnio ¿verdad?" pregunté, casi seguro de que esa era la razón "¿Quién…? Bianca." bufó y me reí "Solo me lo dijo para que te tomases las pastillas." le aseguré.
"En algún momento viene el sueño, no tengo que tomarlas." replicó "Por eso me lo dijo supongo. ¿Acaso las tomas alguna vez?" pregunté a ver si lo podía descubrir "A veces los días de clasificación y carrera, pero si no, no me las tomo."
"¿Por qué?" pregunté lleno de curiosidad "Porque como te dije, en algún momento vendrá el sueño. Solo las tomo cuando son muchos días consecutivos y tengo que estar al cien por cien." respondió, encogiéndose de hombros como si no fuese gran cosa "¿Llevas muchos días sin dormir bien?" pregunté y negó.
"Genial entonces, ¿Qué te parece si te enseño el parque en el que jugábamos?" pregunté y su sonrisa se amplió "Me parece genial."
Con eso volvemos a empezar a andar y nos vamos al parque que no quedaba demasiado lejos de la casa en la que vivíamos antes. Después de un par de horas, decidimos que era mejor irnos para el aeropuerto y Lara convenció al señor del taxi para que le dejase llevarlo a ella, por lo que acabamos yendo al doble o más de la velocidad permitida. El conductor que iba al lado de ella iba agarrado a la puerta y pálido, supongo que tenía miedo del estado final de su coche, pero ella le aseguró que le pagaría los desperfectos que pudiese tener, la multa que pudiese llegar y los puntos de su carnet, las dos últimas las más probables.
Una vez llegamos al aeropuerto, le pagué al taxista y Lara le dio más dinero por dejarle conducir el coche. Luego, entramos al aeropuerto y nos fuimos al avión que ya estaba esperando por nosotros.
Durante el vuelo, Lara se quedó dormida después de una hora de vuelo lo que le dejaba casi una hora más para dormir. Cuando estaba por aterrizar, me levanté, abroché su cinturón y luego me senté a su lado haciendo lo mismo con el mío.
Cuando estábamos por tocar suelo, Lara despertó, y una vez allí, salimos del aeropuerto y nos dirigimos al aparcamiento, lo que hace que me confunda.
"¿A dónde vamos?" pregunté "Al coche, ¿por?" devolvió la pregunta "No me lo esperaba…" empecé, pero sin saber cómo terminar "Que no suela ir en coches de calle, no quiere decir que no conduzca, además, no duraremos demasiado en la carretera normal."
Después de un par de minutos, llegamos a junto un Ferrari rojo, el cual me quedo mirando un rato, porque no tenía ni la menor idea de cuál de ellos era. "¿Qué Ferrari es?" pregunté "El F8 Tributo."
"Vaya, no me esperaba verte con este coche." dije sorprendido, al menos si tenemos en cuenta que es un coche de calle "Es un coche rápido, y me gusta, asique lo tengo." respondió encogiéndose de hombros "Bueno, pues enséñame lo rápido que puedes ir con él."
"Encantada, solo espero que no me ensucies el coche." dijo riéndose "Voy en coches más rápidos que este." aseguré con un bufido "Pero no por las calles que iremos." La sonrisa que tenía en este momento me confirmaba que no tendría que preocuparme de que le diese un ataque de ansiedad o algo, y sobre todo si tenemos en cuenta que estaba tranquila mientras iba conduciendo.
En el momento que salió del aparcamiento se podía decir que ya casi iba a cien por hora. Menos mal que la salida era recta y que nadie venía, porque si no, estoy seguro de que nos meteríamos en problemas. Después de unos minutos, se metió por una calle que cogía el coche y poco más, pero no bajó la velocidad y ahora podía entender el porqué del que se le diesen bien los circuitos estrechos, por aquí todos eran así y ella iba bastante rápido, más de lo que cualquiera en su sano juicio iría.
Después de un cuarto de hora, llegamos a la casa de Lara, le dio a un botón en el salpicadero, y la puerta al garaje se abrió, donde pude ver un Bugatti Pur Sport de color negro mate. "Espero que te haya gustado el viaje." dijo con una gran sonrisa en el rostro "El mejor de todos, ahora entiendo el porqué de que pases a coches en circuitos estrechos."
"La práctica hace la perfección." aseguró y asentí, porque eso era cierto "Ya pueden ser muchas horas." aseguré "Y lo son. Ahora llevémosle las maletas a tu madre." Bajamos del coche y yo saqué las maletas del maletero. Una vez terminado, salimos del garaje y empezamos a caminar hacia la casa de la abuela de Lara donde había dejado esta mañana a mi madre antes de irme a Manchester. Ahora solo espero que mi madre no sea demasiado dura con Lara y que todo vaya genial entre las dos, porque pronto le pediría que fuese mi novia y al menos me gustaría saber que a mi madre me apoya.
Cuando llegamos a la casa, nada más entrar, pudimos ver a Bianca en el suelo buscando por algo, algo así como la habíamos encontrado hace un par de mañanas, por lo que supongo que estaba buscando otra vez por el perro.
"Tiña que ser un can endemoniado… Pareceste un mundo a Lara neso… endemoniada a máis non poder… (Tenía que ser un perro endemoniado... Te pareces un mundo a Lara en eso... endemoniada a más no poder") Es en ese momento que el perro sale corriendo en nuestra dirección y Bianca se fija en él. Empieza a seguirlo hasta que supongo que se fija en nosotros que acaba levantando la vista del perro y mirando para Lara.
"¿Hasta dónde escuchaste?" preguntó prácticamente aguantando la respiración "Desde que le llamaste perro endemoniado y que al parecer yo soy igual." dijo Lara seriamente, pero probablemente estaba aguantándose las ganas de reírse de la situación.
"No era…" empezó y Lara elevó la mano y negó "Era lo que querías decir, pero no te preocupes, puede llegar a ser cierto. Solo tendrás que esperar y ver. Mejor dime donde está la abuela y mamá."
"Están en la huerta enseñándosela a Isabella. Debo suponer que la encontraste, no pensé que fueses a junto a ella la verdad." dijo mirando en mi dirección "La duda me ofende, Bianca." dije llevando mi mano al pecho "Tienes razón, tienes razón. Deberías tener un premio por aguantar el humor de Lara cuando sale de las reuniones."
"No siempre tengo mal humor, y de eso tenemos que hablar después." respondió tranquilamente "¿Es algo importante?" preguntó Bianca llena de curiosidad y algo de preocupación diría yo "Teniendo en cuenta que tenemos nueva jefa…"
"¿Qué? ¿Has dicho jefa?" preguntó su hermana sorprendida "Te contaré luego, antes me voy a hacer algo de comer, porque de verdad, tengo hambre. ¿Quieres algo Cameron?" preguntó girándose en mi dirección "Estaría genial." respondí con una gran sonrisa en mi rostro
Lara salió del salón para dirigirse a la cocina con el perrito detrás de ella. Me quedo mirando para ellos un par de segundos cuando de repente, aparecen unos dedos delante de mi visión que hace que vuelva la vista Bianca.
"¿Entonces no estaba de mal humor?" me preguntó Bianca, creo que sin llegar a creer lo que había dicho Lara "Lo estaba, pero creo que no al nivel que estabas imaginando tú. ¿Por qué iba a estarlo?" pregunté confundido, porque me daba la sensación de que me estaba perdiendo algo "Digamos que los que dirigen el equipo no son tan fondos en Lara, y no siempre se lo callan."
"Lo sé, al parecer está ahí por los favores sexuales que hace." dije, controlando el enfado "Eso no es… Espera, ¿lo sabes?" preguntó sorprendida "De haber sido por mí, entraría allí y le partiría los dientes a cualquiera que lo dijese delante de mí."
"Me gustas para mi hermana. Y parece que está de mejor humor de lo que está normalmente. ¿Cómo lo haces?" preguntó, y ahora si que estaba confundido "¿Hacer el que?" pregunté "Que esté de mejor humor…"
"No hago nada." respondí encogiéndome de hombros "Eres el chico perfecto para mi hermana." aseguró y a pesar de que no era Lara la que lo decía, me llenaba de orgullo que su hermana lo pensase "Eso lo deberá decidir ella."
"Créeme, lo hará. Ahora dame esas maletas para que pueda ir a dejarlas en la habitación en la que se quedará tu madre." dijo "Las puedo llevar yo." le aseguré "No es necesario. Mejor ve a la cocina con Lara, no quiero que se le vaya el buen humor."
Con eso me fui a la cocina donde pude ver a Lara dándole de comer al perro y esté dándole a la cola. Era muy graciosa la imagen y ella pareció que no se había dado cuenta de que había entrado en la cocina, por lo que saco el móvil del bolsillo y le saco una foto. Para mala suerte mía, en el momento que el móvil hace el sonido de la cámara, Lara levanta la mirada en mi dirección con el ceño fruncido.
"¿Qué haces?" preguntó sabiendo de sobra que es lo que había hecho "No lo pude evitar." respondí con una sonrisa en mi rostro. Lara se levantó con el perro en brazos y se acercó a mí, dejando nuestros labios a unos milímetros de distancia, la cual estaba deseando cerrar para poder volver a besarla.
"¿Acaso necesitas una foto para apreciarme?" preguntó, y casi podía asegurar que estaba flirteando conmigo "No… Ósea si… no lo sé." empecé, porque siempre que la tenía cerca, no tenía idea de que decir "¿Acaso te pongo nervioso Edwards?"
Ya ni contesté, porque en este momento en mi mente andaban miles de pensamientos y el más claro era el de que la quería besar más que a nada. No sé realmente cuanto tiempo estuvimos así de cerca, pero sé que de un momento a otro noto los labios de ella en los míos, pero no dura lo que me hubiese gustado que durase. Cuando se apartó tenía una gran sonrisa en el rostro y deja al perro en la encimera.
"Deberías ponerle nombre. Yo te recomendaría Diablilla." dijo Bianca una vez se sentó en la silla "No le voy a poner eso al perro, la voy a llamar Lúa." dijo Lara, dirigiéndose a donde estaba el perro "Lúa Demo me parece más correcto."
"No le voy a poner Demo en el nombre a la pobre, asique deja de insistir y aguanta de ella mientras termino de hacer la comida para Cameron y para mí." Yo seguía allí de pie plantado y no sabía que hacer ni que decir, estaba mirando para Lara sin poder apartar la mirada de ella, y es en ese momento que la mano de Bianca vuelve de nuevo a mi campo de visión.
"Cameron, es la segunda vez que te veo en menos de media hora mirando el culo de hermana." Lara se gira con una sonrisa de satisfacción, pero pronto se vuelve a girar para centrarse en hacer la comida y yo me centro en Bianca que estaba mirando para mí con otra sonrisa igual a la de su hermana.
"No es lo que estaba haciendo." contesté y esta se rió "No es lo que parecía." Iba a decir algo más cuando Carmela, Rita y mi madre entran en la cocina, esta última con un par de cosas de la huerta en mano. En el momento que se fija que estoy allí, deja las cosas encima de la mesa y no tarda nada en venir junto a mí y abrazarme, el cual no dudo en devolverle.
"Pensé que no vendrías hoy." dijo mi madre una vez se separó de mí "Lo iba a hacer. Además, Lara terminó la reunión con el equipo, asique pudimos venir antes" dije encogiéndome de hombros "¿Dónde está la chica? La quiero conocer." preguntó mi madre sin darse cuenta de que Lara estaba a un par de pasos de ella.
La separé de mí y la giré en la dirección en la que estaba Lara, la cual estaba mirando para nosotros con una pequeña sonrisa en el rostro. "Mamá, ella es Lara Gallego. Lara, ella es mi madre, Isabelle." dije con una pequeña sonrisa en mi rostro, pero con nervios de que mi madre la aceptase "Encantada de conocerla señora, Cameron me habló mucho de usted."
"Yo sí que era la que oía hablar de ti, a todo rato." aseguró mi madre ya que había escuchado todas las veces que mi hermana había hablado de ella "Me alaga la verdad." contestó Lara con una gran sonrisa en el rostro "Oh querida, no me trates de usted. Puedes llamarme Isa"
"Está bien, ¿quieres algo para comer?" preguntó y esta negó "Oh, no gracias querida, comimos hace rato." respondió mi madre "No pasa nada." aseguró Lara "Lara, nosotras vamos a llevar a Isabelle a ver la aldea."
"Está bien, ¿vas a ir también Bi?" dijo, mirando en la dirección a su hermana "Si, a no ser que me necesites para algo." contestó esta "No, no te necesito para nada, pero más tarde tenemos que hablar de algo."
"Está bien, ¿algo por lo que tenga que preocuparme?" inquirió y Lara negó "Ya te cuento luego." dijo y está asintió, soltando un pequeño bufido "Estáaaa bien. ¿Quieres que me lleve a Lúa?"
"Estará genial que pasee, pero no la pierdas, porque entonces tendremos problemas." aseguró Lara y Bianca llevó la mano a su frente "A sus órdenes, capitana."
Con eso, Bianca coge a Lúa en brazos y sale de la cocina dirigiéndose a la entrada principal. Mi madre iba a salir con la de Lara y su abuela cuando recuerdo que Elisabeth iba a venir con ella también, o eso es lo que había dicho.
"Oye mamá, antes de que te vayas ¿Eli vino contigo?" pregunté confundido "No, pero dijo que llegaría por la noche. No le daba tiempo a hacer las maletas." respondió y rodé los ojos porque había tenido tiempo suficiente para hacerlas "Tenía dos horas para hacerlas."
"Sabes cómo es, espero que podamos hablar más tarde." dijo con una sonrisa en su rostro "Lo haremos. Te quiero mamá." dije dándole un beso en la mejilla "Yo también te quiero Cam." Y ahora sí, todas salieron de la cocina, dejándome con Lara la cual pocos minutos más tarde me pone el plato delante y se sienta a mi lado mirando por la ventana de la cocina.
"¿Qué es lo que piensas?" pregunté curiosamente "En el futuro." respondió y ahora tenía más curiosidad en lo que estaría pensando "¿El que exactamente?" volví a preguntar "Uno en el que estamos juntos."