Dentro de todas las incoherencias de la vida que podrían pasar.
El hecho de llevar el nombre de una persona muerta no reemplaza a la persona que se ha perdido.
De esto es de lo quiero hablar el día de hoy.
Mi hermana mayor fue la primera hija de mi familia.
Yo ocupe el segundo lugar.
Luego de dos años, se formó un hueco en mi familia.
En el embarazo del primer hijo varón de la familia, mi madre tuvo un embarazo difícil, dado que, el bebe no venía en la posición adecuada, durante el embarazo causaba dolor en su cuerpo, sin embargo, mi madre lo soporto.
El problema mayor radico en que venía sentado de nalgas, de manera que no se había girado como normalmente lo hacen para nacer de cabeza.
El bebe ingirió líquido amniótico durante el proceso.
Debido a esto, se le llenaron de agua los pulmones.
Por fortuna nació vivo.
Lamentablemente, su cuerpo no resistió, mi hermano, vivió 7 horas y falleció.
Fue un momento triste.
Yo, al tener solo dos años de edad, no estaba consciente de esto.
Todo lo que se es lo que me contaron.
Dicen que mi padre y la hermana de mi madre se ocuparon del entierro.
No se le dijo a mi madre hasta unos días después, ya que, se encontraba delicada de salud.
Se supone que se le tomo una fotografía, la cual jamás en mi vida vi.
Su nombre era el mismo que el de mi padre.
Luego de ese tiempo, mi madre se enfermó de quistes, lo cual le costó un tratamiento largo.
Ella quiso operarse para no tener hijos.
En ese tiempo, como era una mujer casada, el esposo tenía que autorizar la operación, mi padre no quiso.
A los dos años, mi madre se encontraba pariendo por cuarta vez, a un varón que, venía con los mismos problemas de salud.
Mi hermano también ingirió líquido amniótico, por fortuna, esta vez pudieron salvarlo.
Cuentan que, se parecía mucho a mi hermano muerto, por esta razón, mi padre le puso el mismo nombre.
Quizá no parezca algo malo, pero, con el tiempo, te pones a analizar y es algo muy delicado.
Mi padre reemplazo a un hijo con otro.
Por eso mi hermano fue la luz de sus ojos esos 5 años.
Conforme mi hermano fue creciendo, llego a comprender este rol de reemplazo, en su adolescencia, fue cuando más le afecto.
Se dio al alcohol aun siendo menor de edad.
Todas nosotras no supimos ver esto hasta años después, hasta la fecha, aun lidia con esta condición.
Cuando yo tenía 19, casi 20 años, nos enteramos que mi padre había tenido un hijo con la mujer con la que se fue a vivir luego de que mis padres se divorciaron.
Para nosotros no era algo importante, dado que, el, ya no era parte de nuestra familia o entorno.
Mi hermana si llego a mantener algún lazo con aquella familia, hasta la fecha.
Yo jamás volví a acercarme allá.
Mi hermano, por causa del trabajo si tuvo que lidiar con todos desde los 16 años, en su caso, fue favorable, aunque algo tenso para él.
Lo inquietante fue el saber el nombre de este niño.
Por tercera vez, mi padre uso el mismo nombre.
Quizá el ahora joven de 20 años no sepa el origen de su nombre, y se de verdad que no le dará tranquilidad saberlo.
Son cosas que, parecieran normales pero que cambian la vida de las personas.