Chereads / CUANDO LA PATERNIDAD-MATERNIDAD SE CONVIERTE EN ZONA DE COMBATE / Chapter 28 - CAPITULO 28: EL ENCUENTRO CON BLAS  

Chapter 28 - CAPITULO 28: EL ENCUENTRO CON BLAS  

Durante el caótico entrenamiento de cajera de nuevo ingreso por parte de mi querido jefe de cajas. Consistió en que, yo estaba en mi zona de trabajo y mi jefe, junto a mí en la caja.

Si yo le hablaba al cliente, hasta se ponía de acuerdo con el cliente para hacerme dar el servicio con voz más alta y forzándome a usar más palabras de las necesarias.

En ese tiempo yo le tenía miedo a dirigirme a las personas, a los clientes e incluso a los compañeros.

Parecía talvez, salida de una cueva, jajaja.

Hoy puedo reir, en ese tiempo, siente que fue un pequeño calvario.

Apenas y me salía la voz.

Hoy en día, lo agradezco BLAS.

En ese tiempo, cada que lo veía, me daba miedo, no sabía lo que me pondría a hacer ese día.

Creo que, esta parte de inocencia es lo que lo atrajo a mí.

Lo que lo motivó a querer ayudarme, mi jefe, tenía la fama de ser grosero con todos los compañeros y ser llevado con las mujeres por igual.

A mi, siempre me respetó, de hecho, me trató muy bien.

Era muy bien tutor.

Me enseñó a hacer retiros, manejar el carrito de la morralla.

A hacer un corte de caja, un arqueo.

Y me decía: este dinero es tuyo, hasta el momento en que lo entregues, porque, si falta algo, tú lo vas a pagar.

También me decía: no confíes en nadie, menos en ti, o te vas a equivocar.

Recuerdo que, se llevaba pesado con muchas compañeras.

Era grosero y falto de respeto con muchas.

Pero, conmigo no era así.

Era muy estricto, pero, me respetaba, nunca me grito.

Al contrario, era muy regañón, con tacto.

Con su entrenamiento en el voceo creo que lo disfrutó mucho.

Yo en cambio, sentía que la cara me ardía de vergüenza.

Vocee fatal por el periodo de dos o tres días, parecía no importarle, se mantenía pegado al mostrador dándome indicaciones y manejando línea de cajas con ayuda de los supervisores, además de ocuparse de los asuntos de su trabajo, nunca me descuidó.

Me obligo a vocear muchas veces al día.

Hasta que complacido decía: ok, si se entiende.

Pero échale más chispa.

Se burlaba de mí.

Luego, me paso un tiempo al módulo de información.

Otro tiempo, regrese al área de línea de cajas los fines de semana, al entrar nuevos compañeros, me devolvió a cajas.

Poco a poco le tome cariño y respeto, hasta ahora.

Años después, supe que él también me recordaba de buena manera.

Desde los primeros días en que entre a trabajar en la tienda, mi hermana me invitaba a ir con sus amigos del trabajo a tomar, bailar, salir a un parque a mojarnos con los aspersores o ir a cenar.

Con ellos, fue que aprendí a socializar un poco más, también, me enseñé a tomar.

Creía que, esto último nos unía de alguna manera, es decir, no solo el alcohol, si no, las fiestas y eso, este era el único tiempo en que no peleamos.

No supe en que momento, mi hermano, menor de edad, tomaba, y mucho.