Am despertó tapada por una frazada, por un momento pensó estar en casa, durmiendo tranquilamente, luego se le vino a la cabeza la imagen de Kuro convertido en hielo. Asustada, se quitó la manta de encima y miró hacia todos lados, estaba Uxor durmiendo al lado de ella, era una cabaña algo rudimentaria, pero contaba con un fogón al medio, lo que les daba un agradable calor. Sentada en una silla al lado del fuego, había una chica, apenas seguramente un par de años mayor que ella, sus rasgos eran diferentes, sus ojos eran rasgados, de un agradable color anaranjado, un poco de pelo negro que escapaba a la cola de caballo que llevaba por peinado decoraba un rostro redondeado y hermoso, le regaló a Am una sonrisa confiada, arrogante pero familiar.
-debes de estar algo confundida- pronunció la joven de ojos rasgados.
-esto- Arzelen no sabía que preguntar primero; - ¡Kuro!, dime que está vivo-.
-te refieres al chico que quedo helado, me sorprendió incluso a mí que no pudiera descongelarlo, parece ser el efecto de una magia muy antigua, no sabría decir que está vivo o no hasta que lo descongelemos-.
-entonces- varias lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Am, hasta desconsolarse en llanto; -Kuro está muerto-.
Al escuchar lo que Am dijo, Uxor, aun dormido, gruñó molesto.
-al parecer el cachorrito está convencido de que aún vive, prefiero creer en su instinto- dijo la chica misteriosa terminando en una risilla que cubrió con su mano; - puedes llamarme Li, ¿y tú? -.
Am desconfió un poco de la mujer, era una desconocida, pero después de todo los había ayudado y traído a su casa.
-Soy Am Arzelen, maga del consejo-.
-así que eres una maga- calentó sus manos al fuego; - yo también, vengo, desde un lugar realmente lejano-.
Am miró a Li nuevamente, su poder parecía estar guardado, pero tenía la corazonada de que era igual de inmenso que el de la dragona.
-Kuro, ¿sigue ahí? -.
-sí, no pude moverlo, pero no te preocupes, más que hielo parece un bloque de diamante, nadie podrá destruirlo-.
-qué puedo hacer para descongelarlo- varias lagrimas continuaron brotando de sus ojos; - no puedo dejarlo así-.
-Amor- Li rio; - cuando has pasado tanto como yo no te das el lujo de amar, pero, lo arreglaremos, sé a quién podemos recurrir-.
- ¿quién? -.
-Ur'Gal Rocardiente, un mago mercenario de ciudad Foro-.
-Ciudad Foro, eso queda aún muy lejos- se quejó Arzelen acercándose a la ventana, estaba deprimida, no lograrían conseguir su objetivo, si llegaba a tiempo a Foro lo haría sin Kuro. De pronto noto algo, afuera, todo se estaba moviendo, abrió los ojos anonadada.
-no te preocupes, tengo mis métodos-sonrió la maga de ojos rasgados.