Ya recorrer hasta el centro de Foro resultó nauseabundo para Am, ir hasta la periferia fue aún más asqueroso, tanto lujo, tanta vanidad en sus habitantes, tanta disparidad entre un sector y otro de la ciudad. Li se sintió un poco más agradada en aquel lugar, subir el ascensor de la torre celeste, esculpida en cristal, era una experiencia siempre excitante, pero era una mujer que había "viajado mucho", no le agradaba nada esta pomposa gente, que caminaba enajenada de la realidad del mundo.
Al entrar a la torre un guardia los detuvo, como lo haría con unos vagabundos, pero al ver a Ur'Gal los dejo pasar haciéndole "muchas" reverencias. Esto intrigó a Arzelen, acaso los Rocardiente no eran los parias de la ciudad.
De pronto el elevador se detuvo, las puertas se abrieron y ambas magas sintieron vértigo al pisar aquel piso cristalino que parecía hacerlas flotar a cientos de metros del suelo.
-pareces un poco sorprendida, novata- pronunció Li chocando su brazo con el de la joven, que no pudo evitar tambalear y caer al piso, mirando con terror, el infinito abismo que se dejaba ver a través del cristal.
- ¡qué demonios te pasa Li! - exclamó Am.
-solo...trata de… sentirse… segura- le susurro Ur'Gal, ayudando a ponerla de pie; -esta, igual...de asustada… que tu-.
Los sensibles oídos de Li se percataron del comentario y solo reaccionó con un arrogante gesto, cruzándose de brazos y subiendo el mentón con los ojos cerrados.
-No esperaba verte de nuevo, magita- sonrió una irónica Fary, que se movió con elegancia por entre los pilares cristalinos, de tras de ella una chica de cabellos blancos y ojos grisáceos se apoyó en uno de estos, mirando a los 3 magos con una sonrisa un tanto agradable, un tanto despectiva; -ni a ti, cachorrita- concluyó aludiendo a Li.
-quieres pelear, aquí, en la torre celeste- sonrió Li con furia en la mirada; -no sería una muerte espectacular para una princesita mimada-.
-puedes intentarlo- rio Furiazul exasperando a la chica de ojos rasgados.
Esta, invocando un aterrador rayo de destrucción hizo temblar toda la torre, haciendo rebotar el cuerpo inerte de la dragona entre los pilares.
Aunque solo sucedió en su mente, Li apenas pudo disimular la satisfacción que esto le daba.
-eso sucedería- pronunció la muchacha alvina, mirando a la arcanista, que le respondió la mirada abriendo los ojos, ¿asustada?;- si hubieses atacado primero, Arazeana-.
Una visión de las enormes fauces de un dragón azul despedazándola inundo numerosas veces la mente de LI, esto sumado a la palabra "Arazeana" que aludía a su procedencia, la hizo caer como peso muerto al piso. Am quedó choqueada un instante, incluso Ur'Gal se asustó al ver que los hermosos ojos de Li se habían blanqueado.
- ¡Li! -le gritó Am aterrada, sosteniéndola en sus brazos, por un par de segundos los ojos de Arzelen y la mujer de cabello blanco se cruzaron, sintió que igualmente sus fuerzas flaqueaban, pero la rabia logro mantenerla despierta; - qué le haz echo ¡monstruo! -.
Fary miró a su acompañante, bastante ofuscada.
-Detente, Isz-.
-si tú lo dices- respondió encogiéndose de hombros.
Ur'Gal, se arrodilló junto a Am, quitándole a Li de los brazos, pareció escanearla con sus fríos orbes helados.
Por poco cae desmayada de nuevo, al ver el aterrador aspecto del mago al volver en sí. Quiso ponerse de pie, enfrentar a Isz y desintegrarla, pero estaba tan débil que cayó nuevamente, esta vez dormida.
-se pondrá bien- pronunció, esta vez fluidamente, tranquilizando a Am-.
- ¿quién es ella? ¿Qué le hizo? - le preguntó con voz baja.
-inundo su mente con visiones de un futuro alternativo, esa pequeñita abuso su control sobre Noche Sangrienta-.
- ¿Noche qué…? -.
-el demonio que Li enfrentó hace unos años-.
-el demonio de Gar'Dal...entonces ella es una de sus acólitos-.
-no-.
-entonces-.
-es su hija-.