"¡Ahhhh!", gritó Am mientras trataba de aferrarse al lomo del huargo que avanzaba intrépidamente por entre los comerciantes y montones de gente que se apiñaban en el centro de la ciudad, ¿cuán rápido podía ser aquel perro?, mucho, seguramente nunca había llevado encima una carga tan valiosa como ella, y se lo reclamó más de alguna vez a Kuro, que con sutiles silbidos ordenó a Uxor moverse incluso más rápido, la ciudad era grande y por otra parte quería que la joven desistiera de acompañarlo.
No tan pronto divisaron la muralla de la ciudad y tardaron un buen rato en cruzarla.
-y ahora niña, ¿a dónde se supone que vamos? - preguntó Kuro acariciando a su montura que empezó a moverse a ritmo normal.
-Directo a Ciudad Foro- respondió soltando la espalda de Kuro bastante indignada.
-Ciudad Foro- recuerdos de juventud se le cruzaron por la cabeza, cuando aún no podía ni acercarse a Imperial, su verdadero hogar; - eso queda bastante lejos-.
-ehm- se detuvo un momento a pensar y movió la cabeza asustada; - solo tenemos una semana-.
- ¡una semana! - Grito Kuro moviendo los brazos al cielo bastante exasperado; - ¡te das cuenta que apenas alcanzaremos a llegar! -.
-bueno, una apenas no es tan malo-.
-supongo que sí, espero no haya contratiempos-.
Los caminos que salían de Imperial eran bastante inseguros, muchos tramos eran senderos entre el bosque que se volvía espeso, y entre los árboles asechaban animales, troles y bandidos, estos últimos, aunque hace poco pululaban la zona, no se atrevieron a atacar a alguien cubierto de acero sobre un enorme can rojo, aun así, Am podía sentir como decenas de ojos hambrientos los observaban impacientes, seguramente Kuro ya los había olido con facilidad.