Siegger se movía impacientemente dentro del salón, esperaba a Talia, aún habían tantas cosas que no entendía, como quien estaba detrás de la Sociedad, claramente la joven de cabellos castaños no era la líder de tan compleja organización, solo era una usuaria más, tal como él... o una pregunta aún más inquietante, quien era el que lo perseguía, aquel que asesinó a Ralph sin tocarlo.
De pronto la joven entró y con una reverencia hizo pasar a un sujeto cubierto de negro de pies a cabeza, todos en la sala se formaron asiéndole un pasadizo y agacharon sus cabezas en señal de respeto. El hombre continuó hasta sentarse en el ostentoso trono.
-Dr. Siegger- pronuncio con una voz profunda pero familiar;- el afamado "Buitre" o como sus compañeros de universidad llamaban, el "filosofo negro"-.
-Veo que sabe mucho de mí, pero- dudó un momento del grado de respeto con el que debía hablarle;- pero no sé nada de usted-.
-Soy Al'Khaled IV, líder y guardián de la Sociedad del Árbol Eterno- incluso por detrás de la máscara que llevaba se notó la sonrisa que esbozó;- soy filósofo y luchador al igual que usted...¡Talia!- pronunció al momento que levantó su mano haciendo venir a la joven;- ya conoces a mi discípula, Talia, es ella quien lidera la sociedad una vez yo no esté- todos agacharon la cabeza con profunda tristeza.
Siegger entendió lo solemne del momento, el líder no se encontraba en su mejor estado, su voz se notaba bastante desgastada, pero aun así había algo que lo inquietaba de sobremanera y necesitaba preguntar.
-Tengo que preguntarte algo- dijo el Buitre;-aquel que mato a Ralph...-.
-El de los Ojos de Sangre- pronunció Talia con algo de temor;- el taladro rojo, la calamidad humana, el Segador Redhand...él- se detuvo un momento;- frustró los planes del maestro una vez, es la amenaza más grande en contra de la Sociedad-.
-No pudiste describirlo mejor, querida- intervino Al' Khaled gesticulando con las manos;-es el heredero de Aquiles, un guerrero que solo aparece una vez cada mil años, pero, estoy seguro que alguien tan inteligente como tu podrá lidiar con él-.
-Eso espero- respondió Siegger algo más que asustado.