Los años pasaron y todos los niños fueron creciendo, cada uno de ellos recibiendo una educación distinta acorde con lo que sus padres esperaban de ellos, Leanorah, recibía tutorías diarias sobre distintos tipos de magia de muchos archimagos prestigiosos, alguno de ellos incluso había alcanzado ser un Erudito; Bardisen, recibió clases de esgrima y artes marciales de su tío, un soldado que había participado en varias guerras y tenía varias condecoraciones, por otro lado, tanto Morgja como Shanex recibieron todas las clases posibles para convertirlos en formidables guerreros, en el caso de Shanex pagadas por el gobierno; el héroe sobresalió en todo lo que le enseñaron, por otro lado, Morgja no era capaz ni de conjurar un hechizo simple ni de usar habilidades especiales, y sólo destacaba en ser bueno con las armas, al principio sus padres pensaban que era porque era muy joven, pero, los años fueron pasando y antes de que se dieran cuenta, su hijo ya tenía 23 años, y todavía no había sido capaz de hacer nada de lo que se habían imaginado, mientras Shanex y Leanorah se habían graduado de una universidad de magia y Bardisen en una academia militar, convirtiéndose en el mejor guerrero en la historia de dicha academia.
Finalmente, Shanex, Leanorah y Bardisen decidieron emprender el viaje del héroe juntos; haciendo que la paciencia de los padres de Morgja llegara a su final.
—¡Eres una deshonra para la familia vete y no vuelvas! —gritó el padre de Morgja, echando a su hijo de la casa usando la fuerza y tirándolo al suelo en el acto.
—Papá no puedes echarme yo…
—Tú ya no eres mi hijo —afirmó el hombre, dando un portazo antes de que Morgja pudiera decir nada para defenderse.
Morgja se levantó y sin mostrar tristeza en el rostro, comenzó a caminar hacia la zona este de la ciudad, en cuestión de diez minutos el chico había llegado a la taberna más prestigiosa de la ciudad, y al entrar dibujó una sonrisa en el rostro y se acercó en la barra, lugar donde estaba Leanorah, bebiendo una copa de vino mientras esperaba por Shanex y Bardisen para iniciar su viaje.
—Oye guapa ¿Estás sola? —preguntó el chico, acercándose por la espalda de la chica.
—Estoy...Ah, eres tú —exclamó la chica, girando la cabeza con una sonrisa pensando que estaban intentando ligar con ella, y borrándola al darse cuenta de que se trataba de Morgja.
—¿Por qué esa actitud tan fría hacia mí? —preguntó el chico, manteniendo la sonrisa y sentándose al lado de Leanorah.
—Sabes muy bien por qué —contestó la chica, antes de apartar la vista para que Morgja dejara de hablarle.
—Vamos ¿Sigues enfadada? Fue un pequeño desliz.
—¿Un desliz?¡Me engañaste! —gritó la chica, volviendo a girar la cabeza hacia Morgja para mirarlo a la cara mientras se dirigía a él.
En ese momento, Bardisen y Shanex entraron, algo apresurados tras escuchar el grito de su compañera.
—Norah ¿Te está molestando? —preguntó Shanex, poniéndose entre Morgja y su amiga.
—Oye brillantitos, apártate estaba hablando con ella —exclamó Morgja, haciendo burla de la armadura que llevaba Shanex en ese momento.
—Morgja, deberías dejarla, tuviste tu oportunidad y la dejaste escapar —comentó Bardisen, intentando que Morgja no se metiera en problemas y se peleara con Shanex.
—Shanex ¿Puedes apartarte? No tienes que preocuparte por mí, puedo encargarme yo sola —pidió la chica, haciendo que el héroe se girara y la mirara a los ojos mientras le colocaba las manos sobre los hombros.
—No, Norah ¿Cuántas veces vas a volver a caer en sus brazos para que te des cuenta de que no te quiere? Primero lo pillaste besando a una de tus amigas, lo dejaste, te pidió perdón, y volvisteis a estar juntos, en cuestión de una semana lo volviste a pillar, esta vez besando a tu hermana pequeña, volviste a dejarlo y poco después lo fuiste a visitar a su casa, y te lo encontraste con la hija de un mercader amigo de su padre —contestó el chico, repasando todas las veces que Leanorah había estado saliendo con Morgja.
—Lea, siento mucho todo eso, era un crío y no me daba cuenta de lo maravillosa que eras, por favor, dame otra oportunidad, te juro que cambiaré —exclamó Morgja, desde detrás de Shanex; en el momento en el que escuchó la voz del hijo del mercader, el héroe frunció el ceño y Bardisen se apartó para no involucrarse en lo que iba a pasar entre esos dos.
—¿¡En serio!? —preguntó la chica, apartando a su amigo para poder mirar a Morgja a la cara—. ¿Cambiarías por mí?
Leanorah estaba mirando con una sonrisa de enamorada a Morgja, si el chico seguía hablando lo más probable era que la maga lo perdonara y volviera a salir con él, para que seguramente el hijo del mercader la volviera a engañar en cuestión de semanas, o incluso puede que días; finalmente el héroe explotó de furia y le dio un puñetazo en la cara a Morgja tirándolo del asiento.
—¿¡Shanex qué haces!? —preguntó la chica, enfadada por el comportamiento de su amigo.
—No pienso quedarme quieto viendo como sigues cayendo en los brazos de un tío que no sabe apreciarte y te hará daño —contestó el chico, dándose la vuelta para mirar a la chica a la cara—. Vamos a la calle, te voy a dar lo que te mereces —ordenó a continuación, dándose la vuelta y dirigiéndose a Morgja.
Los dos chicos salieron de la taberna y se posicionaron uno delante del otro, Morgja manteniendo la sonrisa a pesar de que había sido golpeado recientemente y la marca del golpe todavía estaba en su rostro, y Shanex con el ceño fruncido. La gente que se había enterado de lo ocurrido estaba rodeando a los dos combatientes impacientes por ver la pelea, algunos incluso estaban haciendo apuestas en ese momento.
—Bueno brillantitos ¿Empezamos de una vez o…
Antes de que Morgja pudiera terminar de hablar, Shanex había sacado su espada e intentado decapitar al chico, por suerte, el hijo del mercader había podido reaccionar a tiempo y esquivar el tajo.
—¿¡Shanex qué haces lo vas a matar!? —gritaron sus dos compañeros al mismo tiempo, a pesar de esto el chico no les hizo caso y siguió intentando atacar a su contrincante con la espada.
—Escuchad...Eso...Me...Ofende —exclamó Morgja, mientras esquivaba todos los ataques de su rival.
—¡Morgja toma! —gritó Bardisen, llamando la atención del chico y lanzándole su espada para que pudiera hacer frente al héroe.
El combate entre los dos chicos empezó a decantarse más por Morgja, el chico no llevaba una armadura que lo ralentizara, y se le daba bien esquivar y contraatacar.
—Ríndete brillantitos, soy mejor que tú —indicó Morgja, poniendo a Shanex contra las cuerdas, y enfadándolo todavía más por la prepotencia con la que le hablaba.
Shanex dio una tajo horizontal apuntando al estómago de Morgja, el chico lo esquivó apartándose hacia atrás, momento en el que el héroe aprovechó para colocar su espada en vertical y poner su mano sobre ella.
—Luz divina que todo lo revela, guíame para poner fin a mis enemigos —dijo el héroe, provocando que la hoja de su espada comenzara a brillar.
—Sha-Shanex ¿No estás llevando esto un poco lejos? —preguntó el hijo del mercader, asustado por lo que el héroe estaba a punto de hacer.
—¡Shanex si usas magia lo vas a matar! —gritó Bardisen, intentando que el héroe recapacitase sus acciones.
—Agua pura que todo lo sana, ayúdame a proteger a mis aliados —dijo Leanorah, conjurando un circulo mágico de color azul delante de ella.
—¡Destiny Light Saber! —gritó el héroe, cargando con todas sus energías contra su rival, y efectuando un tajo horizontal en cuanto alcanzó el rango suficiente para darle.
—¡Miraculous Water Armor! —gritó la maga, a continuación, haciendo que una pequeña luz azul saliera del círculo mágico y diera en el pecho de Morgja justo antes de que Shanex le diera con su espada.
La espada que llevaba Morgja se partió en dos, y el chico fue lanzado contra el público; el hechizo de Leanorah le había salvado la vida.
La chica fue corriendo enseguida hacia Shanex, el chico estaba enfundando su espada y miraba con orgullo como su rival estaba en el suelo, encima de un par de espectadores que habían tenido la mala suerte de amortiguar el golpe.
—Norah yo…
La chica le dio una bofetada al héroe, y lo miraba con el ceño fruncido mientras lloraba.
—¿¡Eres imbécil!?¡Casi lo matas! —preguntó la chica, antes de ir corriendo hacia Morgja para comprobar si se encontraba bien.
Bardisen se acercó a Shanex y le colocó la mano en el hombro mientras el héroe miraba con la boca abierta como su amiga asistía a su rival.
—Lo has intentado colega —dijo el guerrero, intentando que el héroe se sintiera mejor.
En cuanto la chica llegó hasta él, Morgja intentó levantarse, sin embargo, no era capaz por culpa del golpe y finalmente se quedó inconsciente.