Cuenta la leyenda que en el momento en el que renace el "Jeval", un monstruo malvado cuyo único deseo es conquistar el mundo y hundirlo en la oscuridad, un héroe se alzará para detenerlo. Han pasado 500 años desde que el último Jeval pereció a manos del héroe Lakko, pero finalmente un nuevo monstruo se ha alzado para proclamarse Jeval, y con él un nuevo héroe ha nacido.

—Enhorabuena, es un niño —dijo el doctor, dándole el bebé a su madre para que lo sujetara.

La mujer estaba en el mejor hospital de la capital, aunque era de origen humilde, un vidente predijo que su hijo se convertiría en el héroe de la leyenda, por lo que se decidió que había que darle el mejor trato posible.

—Por hoy deberían descansar, mañana tenemos que hacer la prueba para clasificar el poder de su hijo —informó el doctor, antes de salir por la puerta.

A la mañana siguiente, todas las mujeres que habían dado a luz recientemente estaban allí con sus hijos para comprobar cuál era el poder mágico que poseía su infante, algo que en ese mundo podía determinar el triunfo o el fracaso del niño una vez se convirtiera en adulto, en total eran cuatro, cada una de ellas de una clase social distinta, aunque igual de ilusionadas por el posible futuro de sus hijos.

La primera en hacer la prueba fue Leanorah, la hija del gobernante de un pequeño ducado, el doctor le colocó un brazalete con un cable conectado a una bola de cristal en el brazo, enseguida, la bola de cristal se iluminó con una luz azul brillante.

—Parece que su hija tiene bastante potencial, estoy seguro de que podrá llegar a ser una gran maga cuando crezca —informó el doctor, haciendo que la mujer mirara con prepotencia al resto de madres, creyéndose superior por el hecho de ser la esposa de un duque.

El segundo en hacer la prueba fue Bardisen, el hijo de un simple granjero, nadie sabía cómo había sido capaz de pagar los servicios de ese hospital, aunque corría el rumor de que el hijo que esperaba la mujer era el bastardo de algún burgués o noble, y se lo estaba pagando todo, lo que sí se sabía era que el granjero estaba convencido de que el niño era suyo.

El doctor colocó el brazalete al niño, entonces la bola volvió a iluminarse con una luz azul tenue.

—Lo siento, su hijo ha nacido con muy poco poder mágico, si se esfuerza es posible que llegue a ser mago, pero estoy seguro de que no será uno que destaque —explicó el doctor, haciendo que la madre del niño se pusiera triste por culpa de las ilusiones que se había hecho, y que la duquesa se alegrara todavía más por el triunfo de su hija.

El tercer niño en hacer la prueba fue Shanex, el presunto futuro héroe; el doctor colocó el brazalete al niño, y en un par de minutos la bola de cristal comenzó a brillar con una luz dorada tan brillante como la de la hija de la duquesa. Al ver el color de la luz, el doctor no pudo evitar dibujar una gran sonrisa en su rostro, mientras las mujeres miraban a la bola extrañadas.

—¡Enhorabuena! —gritó el hombre a pleno pulmón—. A juzgar por la luz dorada, su hijo está destinado a ser el futuro héroe —informó a continuación el hombre—. Y aunque no puedo asegurarlo, probablemente sea el que mayor potencial ha tenido hasta ahora —explicó a continuación, basándose en la intensidad del brillo con la que se había iluminado la bola. Nada más escuchar que el hijo de una simple campesina era el futuro héroe, la duquesa se puso de mal humor, y estuvo a punto de abandonar la sala, no obstante, después de comprobar el potencial mágico de los niños tenían que hacerles otras pruebas como la del tipo sanguíneo o las alergias, así que se contuvo y espero a que el doctor hiciera las pruebas al último niño, Morgja, el hijo del mercader más rico del reino; por cuarta vez, el doctor colocó el brazalete en el brazo del infante, en cuanto lo hizo, esperaron un par de minutos, entonces la bola de cristal comenzó a brillar con una luz blanca que hacía daño en los ojos. El doctor quitó el brazalete enseguida al bebé, en ese momento, sus ojos todavía estaban intentando adaptarse al cambio tan extremo de luz y todos los infantes estaban llorando por culpa de la intensidad de esta.

—Vuelvo en un momento —informó el doctor, saliendo de la habitación alterado, las madres estaban intentando calmar a sus bebés. Unos minutos después el doctor regresó junto a dos doctoras y tres doctores más, y después de colocar dos telas negras sobre la bola de cristal, volvió a poner el brazalete a Morja, gracias a las telas, el brillo de la bola se había atenuado, sin embargo, seguía siendo más intenso que el de Leanorah o el de Shanex—. ¿Qué opináis?

La mitad de los doctores comenzaron a examinar la máquina para comprobar si había algún fallo mientras la otra mitad revisaba algo en los libros.

—¿Ocurre algo? —preguntó la madre de Morgja, preocupada porque los doctores estuvieran tan callados ante la prueba de su hijo.

Los doctores no le dirigieron la palabra a la mujer, y comenzaron a murmurar cosas entre ellos, tras un cuarto de hora comparando resultados, en el que las otras madres se impacientaban por querer ir a hacer el resto de pruebas, los seis doctores miraron de frente a la madre de Morgja y el doctor que la había atendido en el parto dio un paso hacia delante para comunicarle lo que había estado discutiendo con sus compañeros.

—Verá, no sé cómo decirlo, así que seré franco, lo normal es que la luz sea azul en el caso de un niño normal o dorada si es un héroe, hemos estado revisando todo, pero no hay ningún registro de que exista un precedente de luz blanca, pensamos que la máquina se había descompuesto después de estimar el poder del héroe, pero tampoco parece que haya alguna avería, por ello, lo único que podemos decirle es que a juzgar por la intensidad de la luz, su hijo podrá llegar a ser archimago, o incluso el líder de los archimagos —explicó el doctor con una expresión seria—. Eso es todo lo que podemos hacer por ahora, pero en cuanto sepamos algo más se lo haremos saber, así que si nos lo permite, tenemos que hacer el resto de las pruebas.

El resto de la mañana los bebés tuvieron una serie de controles en los cuales no ocurrió nada peculiar, mientras lo hacían la duquesa y la mercader intentaron acercarse a la madre del héroe, para intentar que en un futuro sus hijos terminaran siendo amigos, marginando a la esposa del campesino por su rango y por el mediocre resultado de su hijo en la prueba.

Por la tarde, la madre de Morgja pudo regresar a su casa junto a su hijo; siendo recibida por sus padres, sus suegros y su marido.

—¿Cómo han ido las pruebas? —preguntaron los abuelos del niño, esperando con ilusión un buen resultado.

—¡El médico me ha dicho que Morgja podría llegar a ser el líder de los archimagos! —contestó la mujer, haciendo que toda la familia del niño se emocionara por la noticia y comenzara a celebrarlo—. Además, he conocido a la madre del futuro héroe y a la duquesa de Grinoire —informó a continuación.

—Eso es maravilloso ¿Te imaginas que nuestro hijo se convirtiera en uno de los compañeros del héroe? Estoy seguro de que hará de los Nera la familia más famosa del mundo —exclamó el hombre, entusiasmado por la idea.

—No te olvides de los Próvato —dijo su esposa, al ver que su marido se olvidaba por completo de su apellido.

—Por supuesto, ya lo verás cariño, nuestro hijo nos llevará a la cima del mundo.