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Chapter 35 - PREOCUPACIONES

Una hermosa doncella se encontraba esperando en una banca, destacaba por su cabello completamente blanco y unos ojos esmeralda que deslumbraban a cualquier persona que pasara frente a ella, era una chica de cuerpo bien formado y considerablemente de menor altura que el promedio, muchos chicos trataban de acercarse, pero los pocos con el valor para ello terminaban siendo rechazados casi inmediatamente. Tras unos minutos una figura de pelo naranja y unos ojos serios y decididos se acercó a ella.

-Disculpa la demora, ¿Te hice esperar mucho?

-No, para nada. Es solo que llegue antes de lo planeado.

-Ya veo, entonces vamos.

-Si, Ais-kun.

Aisaac estiró su mano y fue respondido por la de Yuuki mientras se alejaban del lugar.

Yuuki portaba un vestido azul con listones blancos y Aisaac portaba una camisa amarilla con un pantalón de mezclilla azul oscuro.

-Parece que había varios queriendo invitarte a salir.

-Si, se me acercaron un par de personas, pero los rechacé.

-No seas tan cruel con ellos, conociéndote ni siquiera los habrás dejado terminar de hablar.

-Aunque terminen de hablar el resultado será el mismo.

-Supongo que es verdad.

- ¿Y bien, a dónde me llevarás hoy?

-Mmmm… solo déjame llevarte, te aseguro que te gustara.

-Ok.

Yuuki se aferró fuertemente al brazo de Aisaac mientras ambos caminaban por un distrito comercial con carteles en japonés pues estaban en Japón. Escoltando a Yuuki, Aisaac llevó a su amada por diversos sitios, pero sin parar en uno en específico.

-Es algo retirado por lo que veo.

-En realidad no, ya casi llegamos, está en la zona de sitios nuevos de por aquí.

-En ese caso ¿escuchaste bien de él?

-No, pues hoy es la apertura, pero conozco al dueño y parece ser un lugar muy prometedor.

-Entonces habrá que juzgarlo.

-Sí, llegamos.

- ¡Oh!

Un local decorado de manera rústica occidental se mostró frente a Aisaac y Yuuki quienes se quedaron contemplando el sitio un momento antes de entrar.

El local estaba decorado de baldosas rústicas color café y lucia una entrada con un arco de piedra la cual dejaba ver una puerta ligera de madera por la cual se entraba al local, a su izquierda se encontraba una pared casi en su totalidad de cristal que permitía ver la zona interna del restaurante el cual lucía unas mesas muy discretas que reafirmaba el estilo rustico del mismo.

- ¿Qué te parece?

-Se ve muy interesante. ¿Se especializa en comida tradicional de Occidente?

-No exactamente. Lo descubrirás en cuanto entremos.

-Bien.

Aisaac abrió la puerta principal del restaurante y dejo pasar primero a Yuuki antes de pasar él, después cerró la puerta tras de sí y se dirigieron a una mesa sin antes ser interrumpidos por alguien.

- ¡Oh! Pero si es Aisaac-sama. Gracias por venir a la apertura.

-Claro que vendríamos, no me perdería la apertura del restaurante del mejor chef que he conocido.

-Oh vamos, no estoy seguro de que tan cierto sea eso, pero agradezco el cumplido. Tomen asiento por aquí, en un momento los atiendo.

-Gracias.

Aisaac condujo a Yuuki a la mesa que les había señalado aquella persona y se sentaron en ella.

-Ais-kun, ¿Quién era?

-¿Mmmm? Es Toujo Fuji.

- ¡Ah! es verdad… no he hablado mucho con él desde hace un tiempo

-Si, es el aprendiz del hado de agua, pero es muy buen cocinero asi que decidio abrir su restaurante.

-Eh… Creí que los altos mandos siempre estaban tan ocupados que no tenían tiempo como para esto…

-Solo tienes que pensarlo un poco, cada uno tiene sus tiempos en los que no está a cargo de la legión. Vesta está estudiando en la SPA, Fuji tiene su restaurante ahora, el resto de los discípulos y aprendices no solo se encargan de la legión a diario y yo tengo el tiempo para salir contigo.

-B-Bueno… ciertamente…

-En todo caso, revisa la carta, Fuji es un excelente chef y estoy seguro de que todo lo que ofrece es exquisito.

-Si.

Yuuki levanta la carta que estaba en su mesa, era curioso pues actualmente no había restaurante que no usara las cartas por medio de los desplegables de neón pero era bueno recordar los inicios de las mismas, la carta tenía un diseño Robusto pero sorprendentemente ligero a la vez y estaba repleta de platillos tradicionales y detallados platillos occidentales, era como un recorrido mundial pues sus platillos cubrían prácticamente toda la extensión de los continentes ofreciendo una variedad que pocas personas podrían siquiera imaginar.

Al darse cuenta de esto Yuuki abrió los ojos de par en par contemplando toda esa amplia extensión del menú que tenía frente a ella.

- ¿Ya saben que ordenar?

-Creo que vamos a tardar un poco más, Yuuki quedó atónita por la carta.

-Está bien, volveré en un rato más.

Aisaac volteo a ver a Yuuki quien seguía inmersa en la carta sin saber que pudiera pedir mientras su rostro reflejaba asombro y expectación por lo que llegaría a su mesa. Aisaac simplemente se recargo en su brazo y sonrió mientras contemplaba el rostro sonriente y sereno de su amada que se encontraba justo frente a él.

Después de unos minutos. Yuuki logra zafarse de la carta y voltea a ver a Aisaac quien la mira fijamente con una cara que parece estar hipnotizada, sonrojándose ligeramente por ello, Yuuki cierra la carta y aparta un poco la mirada.

- ¿Q-Que sucede?

-No es nada, ¿No puedo contemplar la belleza de la persona que amo?

-E-Eso es…

Tras decir aquello el rostro de Yuuki se inundó de color rojo hasta las orejas y aparto aún más la mirada mientras se quedaba en silencio y mantenía sus manos cerca de su regazo manteniéndolas todo lo tensas posibles. Aisaac recomponiendo su postura y dejando salir una sonrisa de satisfacción vuelve a levantar la carta.

- ¿Ya sabes que pedir?

-… ¡Ah! ¡Si!

-Está bien, en ese caso ordenemos.

Aisaac levantó la mano para llamar al mesero el cual en unos minutos se acercó a ellos para atenderlos, una vez tomada su orden el mesero se retiró y le comunicó la orden al chef del restaurante.

- ¿Qué te parece el local?

-Es muy hermoso, la decoración es preciosa y la carta tiene muchísimas opciones… realmente no sabía qué pedir.

-Me di cuenta de eso, parecía que te habías enamorado de la carta.

-jejeje… puede que sea cierto.

-En todo caso, ¿Qué tal fue tu salida con Kazumi? Al final no hablamos de ello y dijiste que estabas muy emocionada porque hacía mucho que no salían.

- ¡Si! Hicimos muchas cosas, salimos al lago en el que nos conocimos, hablamos de todo tipo de cosas, cantamos en un karaoke, pasamos a su casa…

-Veo que lo disfrutaste, me alegro.

- ¡Si!... ¡Ah! Por cierto, en casa de Kazumi ella pasó a informar a los altos mandos de la casa Nanami por lo de la gota de oro y tengo curiosidad por ese tema.

- ¿Por qué?

-Por el contenido de la gota.

-Así que terminaste escuchándolo…

- ¿Es malo que lo haya escuchado?

-A decir verdad, sí. Aún no sabemos el contenido exacto y es solamente una suposición y por ello mismo el conocer el contenido puede ser peligroso para alguien que no tiene forma de defenderse por sí misma. Ten más cuidado de ahora en adelante, no sabemos de parte de quien se puede filtrar información sobre el hecho de que tú la conozcas o puede que simplemente no se haya filtrado.

-…

-En cuanto el contenido de la gota de oro se confirme, ya no habrá necesidad de que traten de extorsionar a gente que no sea fuerte para sacarle el mismo, pero en lo mientras, esa la razón por la que el contenido sólo se mantiene en los altos mandos. Si conoces el contenido me gustaría que te quedaras en la legión un tiempo por si acaso, al menos en lo que verificamos algunas cosas.

-Si… Está bien.

-No estarás sola, me quedaré contigo en el tiempo que estés allí.

-Gracias.

Yuuki tomó la mano de Aisaac y sonrió cálidamente, respondiendo a su sonrisa Aisaac apretó la mano y le devolvió la sonrisa. Al momento llegó el mesero con los platillos.

-Lamento interrumpirles, pero aquí están sus pedidos.

-Ah… gracias.

-Con su permiso me retiro.

El mesero se retiró de la mesa dejando los pedidos de Aisaac y Yuuki en la misma, después de unos segundos tanto Aisaac como Yuuki se soltaron de las manos y agarraron sus cubiertos.

-Bueno, después de esto demos una vuelta y vamos a tu casa, no quiero que Heiji-sama se enoje si me llevo a su hija sin avisar.

-jeje… no creo que Papa se enoje por ello, es más probable que se enoje porque no lo llames Otou-san a que se enoje por llevarme sin avisar.

-Ahora que lo dices es muy probable que tengas razón, supongo que tendré que lidiar con ello.

-No hay nada que hacer.

-No me molesta si es lo que estas tratando de decir.

-No exactamente, pero, de cualquier forma, comamos o la comida se enfriará.

-Si…

Ambos comenzaron a comer sus alimentos mientras se podía observar que hablaban de diversos temas menores. Tras aproximadamente una hora, ambos terminaron y se retiraron del establecimiento.