— Buenos días, gusto en verte de nuevo - saluda Denise sonriendo cuando encuentra a Beatriz y Flávio en la entrada de la mansión — En esta visita, necesito saber si el niño crecerá en un hogar con estructura adecuada
Denise camina por la casa, demostrando ser una persona rápida y objetiva. Mira cada habitación de la casa, jardín, piscina y garaje.
— ¿Esta casa es tuya?. - pregunta la trabajadora social.
— Sí — responde Flávio — Mis padres transfirieron la casa a mi nombre desde que decidí vivir en Brasil.
— Genial — comenta Denise, anotando en su expediente — ¿Dónde estará la habitación de tu hijo?
— Por aquí — informa Beatriz, señalando el pasillo. Abre la puerta casi al lado de su habitación y le muestra la habitación en tonos pastel a la asistente que entra con admiración — Todavía vamos a terminar de poner las protecciones de la ventana y del baño. Pero es este.
Denise mira alrededor de la habitación y sale hacia la entrada de la mansión siendo seguida por la pareja, llena de expectativas.
— Es una casa muy espaciosa y desde el punto de vista social, les adelanto que la opinión será positiva - concluye Denise — Ahora solo falta esperar el otro informe.
Beatriz toma fuerte la mano de Flávio, tratando de no agarrar a la trabajadora social, solo extiende su mano en señal de agradecimiento. Pero tan pronto como Denise se va, los dos se abrazan y saltan de alegría.
— ¡HEMOS LOGRADO!
Flávio incluso salta con Beatriz en la piscina de la felicidad.
— Tenemos mi amor — comenta Flávio besando a Beatriz.
***
Un mes más tarde...
— ¿Cómo vas a lidiar con el pasado de este niño? - pregunta Carolina, la psicóloga que se encarga del proceso de adopción. Esa es la primera de tres entrevistas que se realizarán hasta el dictamen final.
— No ignoremos su pasado. Tratemos de dejarle muy claro a nuestro hijo que ese pasado pasó y nada va a cambiar eso. Pero esa es su vida ahora y siempre estaremos a su lado – responde Flávio, tomando la mano de Bee.
— ¿Configuraron el perfil del niño en cuanto a enfermedades y antecedentes del niño? – pregunta Carolina — Tienes alguna reserva, algo que no te gustaría en un niño.
—Pensamos mucho y no tenemos problema con los niños que tienen enfermedades tratables o con antecedentes de abuso. Estamos trabajando mucho para hacer frente a estas situaciones y contamos con todo el apoyo para nuestro hijo – explica Beatriz.
— Muy bien — dice la psicóloga — ¿Y cómo te estás preparando para la llegada de este niño? ¿Con la maternidad? ¿Con paternidad?
— Estamos leyendo unos libros sobre adopción — responde Beatriz, mirando a Flávio.
— Ver películas, ir a conferencias. Estamos leyendo un libro muy bueno – responde Flávio — "Hablando a los niños sobre la adopción", no recuerdo el nombre del autor.
— Soy Lilian de Almeida Guimarães — comenta Beatriz — Lo estamos disfrutando mucho... Nos ha enseñado mucho sobre los efectos de una adopción tardía. Fue basado en entrevistas, ¿no es amor?
— Sí, con tres hijos que pasaron por la adopción tardía — explica Flávio — Sobre cuánto sienten los niños la angustia de los padres adoptivos y qué mal puede hacer el sentimiento de no pertenecer plenamente a la nueva familia. Esa será la realidad a la que nos enfrentaremos.
— Excelente — dice Carolina — ¿Ya eligieron quién será el primero en pasar por la entrevista individual?
— Yo — responde Flávio, levantando la mano.
— El segundo es con Beatriz y el último, los dos juntos. Luego daré la opinión final. Por favor deja a Beatriz. Flavio, comencemos.
— Está bien. - responde Flávio, concentrado.
— Flávio, ¿cómo está tu familia?
— Mi familia es una mezcla de costumbres brasileñas y británicas, así que creo que estábamos bastante equilibrados. Creo que somos una familia muy unida.
— ¿Cómo fue tu infancia?
— Un puente aéreo entre Brasil e Inglaterra, pero fue genial. Fue en mi infancia que conocí a Beatriz así que... no cambiaría nada.
— ¿Cómo es tu relación con tus padres?
— Tengo una gran relación con mi madre. Mi madre es mi mejor amiga... Con mi padre le tengo respeto, pero no tenemos una relación muy afectuosa... Pero esa es la familia de mi padre.
— ¿Cuáles son tus mejores recuerdos?
— Mi primer beso con Beatriz, el nacimiento de mis hermanos, ver a Beatriz en año nuevo, el viaje que hice con Beatriz... La propuesta de matrimonio que le hice a Beatriz... El nacimiento de Ashley... El nacimiento de Sofía... Y viviendo con Beatriz... Ahaahahah creo que mis mejores recuerdos son con Beatriz.
— Bueno, me di cuenta — dice Carolina — Ya que nos metimos en la pregunta de Beatriz: ¿Cómo es su relación?
—Me encanta mi relación con Bee. Somos amigos, cómplices y amantes. Es una relación sincera, somos honestos el uno con el otro... Realmente amo tanto esta relación.
—¿Cómo te sientes acerca de tu matrimonio?
— Cumplido... Ya sabes, miro a Beatriz y ella es la razón de mi vida. Siento que nací para ella... Todo el mundo dice que la relación cambia con el matrimonio, pero con Bee... Perdón Beatriz, yo la llamo Bee...
— Puedes llamar, no hay problema.
— Cuando estoy con Bee... Es como si siempre volviera a ese día soleado... Al viento en los árboles... A nuestro primer beso... Todavía veo a esa chica todos los días dentro de sus ojos. ... Bee me lleva al cielo todos los días... Tienes que verla durmiendo... Es como si Dios hubiera dejado caer un ángel a la tierra sin querer y... Tuve el gusto de conocer a ese ángel.. Si pudiera elegir una forma de morir, sería mirando su rostro dormido... No me imagino sin ella... Y hoy no me imagino sin tener un hijo con ella.
— Wow... Realmente la amas - dice Carolina, sorprendida.
— ¿Como no amar? Ella es parte de mí, la parte más hermosa, ansiosa, temeraria, risueña, torpe y amorosa de mí que tengo.
****
La segunda entrevista fue hecha con Beatriz, sobre su vida y todas las preguntas que le hicieron a Flávio. En la tercera entrevista, los dos entran a la habitación tomados de la mano, observando a Carolina.
— ¿Cuál es tu sueño para este niño? – pregunta Carolina.
— Tengo el sueño de poder enseñarle a nuestro hijo a amar a los demás. Respeto e igualdad, ser justos, honestos y buenos. Aunque nunca lo reciba a cambio – responde Flávio — quiero lo mejor de mí para él.
— Yo tengo un sueño que él mirará su pasado y estará seguro de que no volverá a suceder — responde Beatriz, quien mira a su esposo — Y que él siempre se acuerde de nosotros, aunque ya no estemos físicamente y que él sepa que siempre estaremos con el.
—¿Ya elegiste un nombre para tu hijo?
— No vamos a cambiar el nombre . - dicen ambos al mismo tiempo.
— Acordamos que cambiar su nombre borraría su historia, quién es nuestro hijo... Entonces tendrá el mismo nombre, solo usaremos nuestros apellidos — explica Flávio.
— Genial — dice Carolina sonriendo — Debo decir que ustedes dos me conquistaron, y sepan que mi opinión es favorable. Y ten por seguro que si todo va bien, tu hijo estará en casa antes de lo que piensas.