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Chapter 38 - Sinfónia de Destrucción (Final)

El sol iluminaba la playa y su calor dejaba la arena lo bastante caliente para ir al mar y refrescarse en una especie de placentero contraste y relajación, las olas resonaban contra las rocas cerca de la arena algo lejos donde estaban, el olor y humedad salada del mar podía llegar hasta donde todos estaban, algunos cangrejos paseaban cerca de la orilla del mar, algunos fueron arrastrados, otros se enterraron en la arena, gaviotas volando y las olas contra la arena daban la sensación de bienestar total.

—¡Toma esto!

Después del grito se escuchó un chapoteo,

— ¡Frio!, ¡ya verás!

Todos se divertían nadando, corriendo o haciendo esculturas de arena, aunque otros se abstenían a solo estar debajo la sombra de una gran lona extendida y acostados o sentados sobre toallas en la arena, los chicos con boxers y playeras, las chicas con trajes de baño, era un día soleado para descansar para cualquiera, menos para...

—Esto me molesta, es una jodida molestia— dijo Azrael cansado y con la cabeza en las rodillas

—¿Te molesta? Si fuiste quién nos trajo aquí— dijo Marcus sentado a un lado con una palea helada en la boca

Azrael le miro, tenía una cara de tener un malestar en el cuerpo imposible de curar.

—Tu sabes a lo que me refiero

Marcus termino su helado y se apoyo con las manos inclinándose hacia atrás.

—Esto... ¿No es lo que querías? Pensé que por todo lo que hiciste ese día y días anteriores, hoy estarías feliz, es más, podría agradecerte esto, es la primera vez que veo el mar sin tener prisa alguna por irme de aquí

Azrael suspiro, miró hacia adelante, miraba a Carmilla jugando con las chicas y algunos chicos, enseñándoles como jugar voleibol, aunque casi no tenía piedad alguna ya que odiaba perder.

Después miró a los que estaban a los lados de él y Marcus, la mayoría eran varones que no dejaban de mirar hacia adelante como él, movió la mano y arena fue dirigido a sus ojos de todos, hasta inclusive escucharse quejidos de mujer entre los molestos, había invitado a todos los de la academia como agradecimiento por el buen funcionamiento y término del festival, aunque hubo algunos fallos en el mismo por lo de "Jezabel" y este día servía para olvidarlo aunque sea un poco.

—Los llamados trajes de baño realmente son peligrosos... ya vi por qué mis sirvientas querían matar a Delta solo por mirarlas... aunque los diseños son muy buenos

El rio un poco recordando ello, pero miró a Gabriele, ella tenía uno color rosado con bordes azules casi delgado, estaba a lo lejos, sentada en las rocas mientras miraba el mar, después miró hacia los demás y noto la mirada de Azrael, le saludo con una sonrisa medio apagada, él no respondió, solo se limitó a suspirar más.

Algunos maestros estaban disfrutando de bebidas en una gran cabaña igual de extensa como una mansión improvisada a un lado.

—Realmente es una molestia

Todo había pasado como lo pensó... O más bien, la mayoría de las cosas.

Se había hecho una junta de emergencia, aprovechando que los representantes militares de los países estaban ahí, la plática duro lo restante del día, entre discusiones y posibles planes a medias, se declaró que Azrael se tendría que quedar en la academia, él dijo lo restante de la historia, que había hecho una promesa junto un pacto, tendría que tener una vida lejos de Jezabel y sus planes, junto a quien decidiera ser su maestro así planear algo para contrarrestar y atacar, además que hasta el dudaba si debería o debió hacer su movimiento.

El reciente descubrimiento de Arcaida había cambiado un poco la perspectiva de la guerra que provocaría, además de su investigación, y por las expresiones cuando lo dijo, supo que todos empezaban a tomarle atención a ese lugar, además que no era el único que pensaba que estaban tramando algo ahí.

No tuvo más remedio que volver a esperar hasta que se mostrará todo el panorama ya sin dejar de lado algo insignificante u ocultó de lo que se encontrara, ahora tenía que pensar que hacer desde ahora, como un segundo nivel.

La segunda cosa fueron los alumnos, su reacción ante lo que pasaba, menos 2 excepciones, los demás tenían que tener su respuesta a la pregunta, ¿quedarse o ir a sus ciudades?, a él no le importaba si se iban o quedaban, había mostrado lo que era y cómo llego ahí, aunque fuese la mitad de una historia inventada. Pero hasta él no se esperó la mayoría de voces decir.

—"Woa soy alumno del Rey Demonio"

—"Con razón era un Dullhalan mejor que cualquier mago"

—"Rayos, pensé que era un héroe"

Entre otras tantas, pero no como...

—Cásate conmigo

Viniendo de la princesa Louise más emocionada y con un rostro encantado como si su amor se expresará en su alrededor y el aire cambiará a un olor a rosas frescas.

—No

—Lo siento, el profesor Azrael no se encuentra disponible para ti— dijo Irona interponiéndose con una sonrisa medio apagada y furiosa

—A ti no te hablo—dijo Louise cambiando todo por una expresión de asco y desprecio hacia ella

Ambas empezaban a sacar chispas con la mirada.

—Él es propiedad de la academia— dijo otra voz a un lado de Irona

Gabriele estaba ahí con un aura de querer pelear por ello.

—No soy propiedad de nadie... antes si pero ahora no

Pero parecía que había sido ignorado.

—Además, ahora que es un Rey Demonio, pienso que solo lo haces para tu país, para tener una fuerza mayor a la que ya tienen, ¿no es así?— dijo Irona cruzando los brazos frunciendo el seño

Nadie hablo, pero si se tratara de una princesa, siempre era sobre política, ya sea en matrimonio arreglado o en información que se quiere. Louise quería tomar su arma de su cadera, pero se calmó y miró mejor a Irona y a Gabrielle, para ahora sonreír de una manera rara.

—¿Qué?

—Pueden decir lo que quieran, pero el ya dio su consentimiento

Todo mundo le miró, las chicas tanto interesadas como con una mirada acusatoria y esperando respuesta inmediata, y más la sed de sangre en su espalda viniendo de Carmilla que estaba pensando en el castigo que iba tener

—!¿En qué momento lo hice?! — pregunto exaltado ante semejante declaración

Louise se sonrojo dando media vuelta con las manos en sus mejillas sintiéndose avergonzada de decirlo.

—Tú me acariciarte el cabello antes de entrar a pelear, eso para mí es aceptar que te casas conmigo... creo que la hare nueva tradición cuando sea reina

—¡Eso no vale! — grito Irona alterada y nerviosa

—¿Por qué no? Yo lo permito— pregunto la princesa

—Po-porque eso es usado en muchos otros lugares... además... además

Ahora Irona era la que estaba avergonzada, pero tomo aire y se hizo la fuerte.

—S-si hablamos de eso... Yo... yo fui la primera a la que también acaricio

Hubo exclamaciones de asombro por parte de algunos alumnos, otros escucharon un crujido demasiado fuerte, además que la sed de sangre seguía aumentando cada vez más, sintió las uñas de una mujer en la espalda, querían atravesarlo enseguida, pero de alguna forma se mantenía solo en la ropa.

«Delta me dijo que la mejor forma de arreglar algún malentendido con una mujer es esperar a que esté tranquila... ¿Cuándo es eso?»

La tercera cosa fue la aparente plática que tuvo con sus Generales en su castillo, tanto Neurust como los demás hablaron con Jezabel solo que se veían algo nerviosos, solo el Minotauro quedó libre de posible castigo.

— ¿Kronwel?, ¿acaso no escuché de ti que nunca lastimarías a quienes no te atacasen? — pregunto Jezabel mirándolo fijamente

El mitad dragón no hablo, se mantuvo firme a pesar que su expresión era de culpa. ¿La explicación?

Hace mucho tiempo, había un pueblo, era una área extensa de no más 3 kilómetros cuadrados, esa ciudad era especial, más por el hecho que ahí habían más mercenarios para contratar que aventureros de algún gremio, aquel poblado no pertenecía a ningún país, su forma de sobrevivir fue algo que los hacía reír a ellos, salvo a Chronique y a Neurust, que aun así lo sabían.

—Cada vez que los atacábamos de alguna forma u otra volvían a crear la aldea, tardábamos 3 años, máximo para encontrarlos, como casi no podíamos atacar a los demás países pues los usábamos como sacos de arena... — dijo Rhondrew frotándose los dedos por lo nerviosa

—Y déjame adivinar, en algún momento ese lugar desapareció de la nada— dijo Jezabel entendiendo a Rhondrew (la minotauro) —, díganme fue antes o después de la desaparición de los lugares de invocación

—Lo investigamos todos y la conclusión es que fue 136 años antes— dijo Neurust—la mayoría de gente que vivía ahí desaparecieron sin dejar rastro... así que...

—Pensamos que al final se rindieron— dijo Chronique

Jezabel no sabía ni como enojarse, o si dirigir su enojo hacia sí mismo o ellos.

—Así que Arcaida ya existía, solo necesitaba el apoyo de algún lugar con los ingresos necesarios para vivir y hacer lo que quisieran, pero se separaron, formaron pequeñas uniones de larga distancia y poco a poco querían formar de nuevo su hogar, ahora si sin interrupciones... ya veo— dijo entendiendo una parte

Jezabel había entendido de una manera que incluso les sorprendió a ellos.

»Escuchen esto, y solo lo diré una vez, los humanos y los débiles tienen grabada la idea en su alma de no rendirse, yo lo tengo claro, los héroes lo tienen claro, todos lo tienen claro, hasta la mascota de esos humanos lo tienen, pero veo que ustedes solo se confían demasiado, me gustaría castigarlos como no tienen idea, mis perros necesitan juguetes nuevos, pero también es mi culpa en sí, así que es un empate... un único y pasable empate, el próximo lo declarare desempate solo para mi aunque sea mi culpa... ¿está claro?

—¡Si!

Todos tragaron sonoramente la saliva acumulada en sus bocas.

"Un poco más adelante"

—Todo está mal, todo, todo, todo— dijo Azrael volviendo a ser el

Blodenhell estaba intentándolo atacar, pero Azrael lo tenía congelado con un fuerte hechizo, Carmilla quería ya una explicación y la tuvo.

»Díganme ustedes dos, ¿Alguna vez han planeado algo y no les ha salido y otras veces hacen todo como más conveniente para sí mismos y sale perfecto? Así me siento ahora, Carmilla, desde un principio te dije que esto sería algo que solo hiciese como el juego de la gallina ciega, pero ahora, pensé que planear algo como esto iba a ser fácil, estaba muy alejado de todo lo demás, en serio, quería hacerlo como un Spin off, una historia aparte... pero que se unió a la de siempre con un nuevo retador...

Los demás estaban empezando a comprender todo.

—Entonces, todo ese circo de rey demonio y eso... ¿fue para estar en paz? — pregunto Carmilla

Se acercó a Blodenhell, y se colocó frente a él, como si estuviera frente a un criminal encadenado a la pared.

—Si, todo iba tan bien... pero solo por el simple hecho de que no supe sobre ese lugar, la estupidez de este sujeto al irse, añadiendo todo~ lo demás... ha sido como un golpe en la cabeza contra la pared... Blodenhell, que quede claro una cosa, yo realmente quería pasar el tiempo aquí, no planeaba hacer más que eso, o acaso no sería... Más bien, hubiese sido más fácil para ti hacer tus cosas y planes de contingencia contra mí mientras más me observabas, mientras más podías saber que o como me muevo, eres capaz de eso y más, yo mismo te admiro por eso... pero eso se esfumo, y ahora no sé qué pensar de ti, ¿Por qué los humanos no ven su propio potencial? ¿A la fuerza necesitan un castigo de su tamaño para ello?

Dio la vuelta y Blodenhell se descongeló cayendo al suelo.

—No puedo confiar en ti, tal y como dije, algún día tú volverás a lo tuyo, y eso hará que muchos duden de ti...

—Es cierto, algún día, pero por ello intenté crear una idea sobre yo y Azrael, hacer algo corto, algo que ayude a lo que tú y yo queremos usar, y ahora... eso tomara más tiempo, y sea lo que sea que paso por tu mente al hacer lo que hiciste, te lo digo muy en serio, lo más que se me pueda permitir... espero y valga la pena... ahora vete, no te despidas de nadie o como dices, ¿quieres que ellos o alguien más interfiera con lo que harás?

Blodenhell no tenía nada que refutar, se había calmado por lo que él decía.

«"Frío pero cierto"»pensó Carmilla

—No puedo controlar del todo mi gran aura, entonces planee usar lo del Rey Demonio y Azrael a mí favor, así que si alguien descubría que yo era el rey demonio, los demás ya lo sabrían, sabrían la razón por la cual decidí no hacer nada contra los demás, mis generales son peligrosos, pero ellos tienen sus propios intereses, así que los solté, es como decir, derriben los pilares y me encontrarán, esa era la mayoría de mi plan, pero como dije, todo me salió mal por ese estúpido detalle, así que es mejor que te prepares para lo que yo y posiblemente ellos hagan, y añade lo mío que puede ser peor

Blodenhell no tenía nada que decir, y no se había movido en absoluto, sabía que era un buen plan, pero aun así tenía dudas de ello.

»Cuando digo, "La Palabra de un Rey es Absoluta" es por qué lo hago literalmente, porque deposito mi confianza en la responsabilidad que pone un rey a quien le pide un favor y acepta, así que y te estoy dando la última de palabra de mi frase para decirte que no te mataré hasta no encontrarnos de nuevo

Blodenhell se dio la vuelta y arrojó al suelo su antigua espada.

—Dásela a quien realmente la merezca

Carmilla la levantó y la clavo en el suelo justo en donde estaba el sitio de entrenamiento. Blodenhell se fue sin más que hacer.

"Volviendo a la playa"

—Según decían esta área estaba muy repleta de monstruos marinos y de arrecife, tiburones dientes de sable, pingüinos escupe veneno, y serpientes del arrecife— dijo Misteltyn con un traje de baño de rayas verticales color blanco y naranja que le cubría todo, menos las extremidades—, nuestra aura debió haberlos espantado, y eso que yo los hice fuertes.

Azrael miró al niño, solo que esta vez tenía el pelo largo y estaba más cerca de parecer una niña, Azrael solo volvió a mirar hacia enfrente volviendo a sus pensamientos, los demás estaban tan apartados de la situación que no les prestaron atención a ellos.

—Sé que eres tú, pero al menos guarda respecto a la diosa Misteltyn— dijo Axtarot algo enojado y nervioso

Aquel ángel caído tan pronto como se enteró que era una diosa se puso a servirle como un mayordomo de cuerpo y alma. Algo que hizo reír a carcajadas a Carmilla y un poco a Azrael, solo que este en vez de burlarse suspiró profundamente, nunca en todo este tiempo lo habían visto así.

—¿Qué te aflige mi querido y muerto amigo? — pregunto Misteltyn en un tono poético y raro

—Ahora lo verás— dijo él, sin emoción alguna

Ni Misteltyn siendo el un dios supo a qué se refería, pero la causa, era una razón, una de las más básicas que él nunca creyó notar en todo el tiempo ahí, no le había mentido a Blodenhell sobre quién sabía que era el rey demonio, ya que paso en la noche y cuando estaba reflexionando todo después de lo que se había hecho.

"Cuando termino el festival"

Como había dicho Chronique, los transportó a todos a sus respectivas capitales y ciudades, para después desaparecer, y aunque habían llegado las fuerzas armadas de la capital donde se encontraba la academia, nada podían hacer para molestar al hada, pero se mantuvieron en guardia por si acaso.

Azrael estaba tomando un largo baño, podía usar el baño siempre y cuando lo limpiara al irse o antes de usarlo, todos estaban realmente exhaustos por el día, así que aprovecho para hacerlo, su cuerpo ya fuese en su forma real o la del Dullhalan, era la misma, y podía sentir el agua caliente, ensuciarse y sentirse cansado, puso una toalla en su frente y se recostó en un lado apartado de la entrada, podía escuchar el sonido de agua cayendo del otro lado, y sabía que era Carmilla, quería molestarla, pero decidió quedarse a descansar un momento realmente lo merecía.

Cerro los ojos y se relajó lo más que pudo, aunque sabía que casi era imposible. Paso un rato y ni siquiera sintió el pasar de las horas, la luna que en un principio estaba por el borde de la barda donde se dividían los baños, ahora estaba en medio del mundo, como si fuese medio día, solo iluminando con luz tenue y blanca a diferencia de la del sol, el vapor seguía subiendo poco a poco pues el agua siempre se mantenía en la temperatura que se quería y se notaba con la luz de la luna y las rocas luminosas.

—¿He? Vaya, no me había pasado esto en mucho tiempo— dijo al abrir y cerrar los ojos

Quería levantarse para salir de ahí, pero algo había fuera de lugar, podía ver su cuerpo frente a él levantándose, pero sin la cabeza sobre el cuello, tardó solo pocos minutos en darse cuenta, ya que solo sentía suavidad en su pelo, nuca, además de muslos casi tonificados debajo el agua, sabía que estaba entre los pechos y las piernas de una mujer, sentada en el borde de aquel espacio de agua caliente, eso encendió un interruptor en él.

—Ho~ ya veo, Carmilla, eres demasiado importante para mí, está mal que hagas esto en momentos así, pero ya que insististe en venir, no queda más remedio, verdad, si, no hay remedio

La forma de hablar de Azrael era muy diferente a la de siempre, sonaba lascivo en momentos íntimos, y serio cuando se necesitaba, nunca dejaría que nadie se diese cuenta de ello. Repentinamente sintió como lo levantaban de por dónde se unía el cuello y la cabeza, iba a ser un frente a frente con quién, podía ver su expresión lasciva en el reflejo del agua, miró los pechos de aquella mujer entre el reflejo de la luz de la luna en el agua, los pezones color cereza, redondos y suaves, en su plena juventud, una forma casi simétrica entre los dos, y del tamaño correspondiente, algo más grandes que lo promedio...

—Espera, ¿Que no son... más suaves de lo normal?

—¿Lo son?, ¿Entonces en algo le ganó a la señorita Carmilla?

Cuando lo tuvo frente a frente ella sonrió, era una sonrisa plena y sin vergüenza, el pelo mojado había crecido en los últimos días hasta los hombros, lo necesario para que no le molestara la vista, brazos fuertes a pesar de la apariencia blanca y virgen de su piel, y sin sus peculiares lentes de siempre.

Algo que lo dejo tan en blanco, más que las situaciones donde él ha estado a punto de morir. Y de tal situación lo único que se le había pasado por la mente era...

—Entonces... ¿Que se supone que haces aquí? — preguntó ya serio y controlado de golpe

Pero ella parecía no hacer caso, levantó más a Azrael y miró por debajo la cabeza.

—¿Cómo se supone que puede hablar sin la necesidad de su demás cuerpo? — preguntó interesada en ello

—Responde la pregunta— ordenó el queriendo volver a su seriedad

Ella volvió a ponerlo cara a cara sin cubrirse los pechos, puso la mano libre en su boca y con la otra le sostuvo.

—Ni siquiera me ha dicho que no se puede preguntar cosas de usted— dijo ella en un reproche infantil

El cuerpo de Azrael tomo de la mano la parte superior y la acomodó en su lugar.

—¿Tú quién eres? — pregunto Azrael—, no sé si eres un espíritu para poseerla o eres ella, no, definitivamente no eres Gabriele

Ella solo sonrió de una manera seductora aún con la mano en la boca relamiéndose los labios, levantó un poco más el mentón cambiando su expresión a una como si mirase una presa débil ante ella.

—Lo mismo debería decir, Rey Demonio Jezabel— dijo acusatoriamente y sin una pizca de duda en ello—, realmente no soy tan mala como usted me dice la mayoría de veces.

Ambos se miraron, él tenía secretos, ella también, y ambos contenían varias preguntas el uno al otro, pero la situación y el ambiente no era el mismo.

—Cuando ella despierte puedes preguntarle, se lo debes— dijo aquella adolescente aún con esa sonrisa y expresión—, es difícil mantenerse de esta forma

Se levantó y se dispuso a irse, dejando a Azrael en una muy grande incógnita.

—¿Que demonios fue eso?

"Otra vez volviendo a la playa"

Azrael se sentó al borde del acantilado, las olas debajo en las rocas y su impacto se sentía en el sonido que se creaba cada momento, apenas iba el medio día desde que habían llegado, el horizonte en el que el dividía el cielo y la tierra se veía tan distante y hermoso que valdría la pena esperar hasta el atardecer para disfrútalo hasta el cansancio, solo que no parecía estar solo.

—Hice lo que me dijiste, y solo recibí un "¿De que esta hablando?" de parte de Gabriele, me costo mucho llegar a esa pregunta y luego no recibir respuesta

Quien estaba ahí rió, no muy fuerte y de manera tranquila, divertida.

—Así que debo decirte que es extraño, y te preguntare a ti... ¿Desde cuándo lo sabías? — pregunto Azrael a quien estaba a un lado.

Ella no despego la mirada del horizonte y se acomodó el cabello detrás la oreja.

—Cuando era pequeña, yo, ella y mi madre veíamos a mi padre desfilar entre los soldados, ambas le teníamos miedo por la expresión que hacía, una sería, sin despegarla de frente, madura, y fuerte, a pesar que no me podía dar cuenta, sabía que había visto cosas malas y más de ello, mis hermanos tenían un poco más de edad, así que ya estaban acostumbrados a ver eso, nosotras todavía no, un día, mi madre que noto eso nos dijo;

—" Gabrielle, tal vez no entiendas ahora lo que diré, pero nuestro mundo tiene 2 matices, no se notan y difieren tanto como de aquellas personas nobles y soldados que se no les ha llegado el momento de ver su lugar, nosotros solo nos corresponde elegir de que matiz nos pintaremos, tal vez tú te equivoques, tal vez no, pero para cuando creas equivocarte, siempre recuerda el lema de la familia "Un soldado debe defender sus creencias y valores, así como tener la lealtad y el orgullo de saber lo que es correcto" que en pocas palabras sería "La lealtad de un soldado es absoluta"

Termino de decirlo y miró a Azrael, no sabía que decir, estaba sonriendo, era una sonrisa de oreja a oreja llena de felicidad, como si hubiese encontrado algo que buscaba e inconscientemente fuese lo que quería más que nada en el mundo, ella lo miró y acompañó esa sonrisa con la suya al saber que era alguien conocido.

—Así que fue desde el primer día, pero solo tú te diste cuenta

—Si, debo decir que no me esperaba que el Rey Demonio fuese mi Profesor, pensé realmente en eliminarlo, pero vi que no era la primera vez que le atacaban así

—Cierto, cierto... ¿cómo te llamas por cierto? Por qué yo que sepa ese cuerpo le pertenece a Gabrielle

Ella sonrió, era una sonrisa sencilla sin malicia alguna como esa noche, no le incomodaba para nada esa pregunta.

—Mi nombre es Abby, se podría decir que soy la que mantiene la intensión asesina de Gabrielle, obtuve conciencia propia desde los diez años y estos días he tomado fuerza, pero no quiero tomar el lugar de ella, Gabrielle solo es una chica que quiere una vida normal, hasta tú debes saberlo, solo quiere superarse...

Azrael suspiro como diciendo que la comprendía.

—Esa frase siempre me perteneció... y se supone que tenía la memoria borrada, ¿entonces cómo...?

—Le borraste la memoria, pero no antes, mi súper ancestro escribió muchos cuentos relatando la historia de su vida, y en muchas aventuras tenía un compañero de aventuras un dragón, uno el cual hablaba con él para divertirse y hablar mucho, era un dragón muy directo y divertido, a las dos nos interesaron mucho y nos divertían sus discusiones, más nunca nos esperamos conocerlo personalmente... bueno ella no lo sabe, es algo despistada, si por decir que si notará esto, enseguida pensaría que no es lo que piensa

—Te creo, entonces, ¿todo bien?

Abby se levantó y estiro los brazos.

—Algo más, ¿realmente quieres tener vacaciones?

Azrael se quedó sentado y junto los pies, ni siquiera el mismo sabía si era posible tener tiempo para sí mismo.

—Se llamaba Delta o al menos así lo conocí, me dijo que antes de tener vacaciones tenía que acomodar todo para no ocupar el puesto mientras descansaba, pero pienso que mientras estaba encerrado en el castillo no me podía interesar nada fuera de mi área, y ahora que he hecho todo esto... no sé, siento que romper un poco el status y tabú de que el Rey Demonio tiene que destruir el mundo tan pronto como sea posible, puede esperar un poco más

Abby junto los pies y miró con una sonrisa al rey demonio junto a ella.

»Será inevitable que yo haga eso, pero hasta no encontrar lo que busco, no lo haré, así que espero que tú y los demás idiotas que me acompañan puedan soportarme hasta ese punto

Después de decirlo se levantó. Ambos caminaron hacia donde estaban los demás, ya era algo tarde, la distancia entre el acantilado y el sitio donde estaban los demás era largo, ambos hablaban sobre cómo era Delta y como es la familia de ella, aunque parecía omitir algunos detalles a él no le importaba.

Al llegar se habían adentrado a los juegos de Carmilla, ya sea carreras de nado, competiciones sobre esculturas de arena, ni Carmilla o los demás que le conocían lo habían visto de buen humor.

—Bien, para terminar por este momento, haremos una gran fogata— dijo Carmilla—, los que traigan los troncos más robustos se ganarán una foto mía en mi forma adulta en este traje de baño.

Ni tardos ni perezosos todos corrieron al bosque más cercano, si antes le preguntarás a alguien sobre que era una fotografía, no sabrían que responderte, más ahora que gracias al festival, se habían conseguido ciertos artículos tanto para fines prácticos como para personales y escolares, como cámaras, linternas de luz (hechas con runas de Undyne) ropa y armaduras de materiales parecidos al kevlar, entre otros más. Pero Raven trajo lo que ella había dicho tanto en los hombros como en un lazo atado a su cintura, los demás habían traído solo la mitad o menos que eso.

—Realmente deseas esa foto— dijo Carmilla al mirarlo indiferente

—Yo la deseo cambiar por qué me enseñes a ser fuerte— dijo el como si nada—, se que entrenas a los Hundrest que sobreviven

Los chicos querían matarlo por lo que había pedido, pero Carmilla hizo una mueca.

—¿No estás interesado en el sexo femenino? — pregunto ella queriéndose burlar

—Lo estoy, pero primero quiero ser como el, las relaciones son importantes, pero para estar en paz se tiene que llegar a metas personales primero

—Que profundo

Algunos lo entendían, otros seguían envidiosos pero también sentían lo mismo.

»Pero al menos disfruta los pequeños detalles libres de la vida, tal vez así puedas cambiar tu perspectiva de la fuerza

—No lo creo

—Ya veremos..., ya veremos, nos vemos cuando termine esto

Acomodaron toda la leña en un espacio entre su lugar de descanso, la noche se acercaba para ya anunciar el fin del día, todos reunidos alrededor del fuego parecía haber disfrutado mucho de lo que había pasado, olvidándose por momentos de la crisis que parecía querer empezar en cualquier momento.

Todo era un silencio normal, hasta que se escuchó una flauta y una guitarra pequeña junto a una citará y un pandero, la música era alegre, sonora, sin arruinar el ambiente, algo nostálgica por la letra para quienes la conocían y muy acorde a la situación, Azrael no espero más, tomo a Carmilla de la mano y la llevo a un lado de la fogata, al son de la música bailo con ella como si fuese algo normal, la expresión sorpresa de ella era demasiado clara y la sonrisa de él por aun estar feliz, era algo perturbador, todos los veían, ellos daban algunos giros leves entre ellos de manera suave y coordinada, los demás parecían atrapados por querer hacer el baile que ellos hacían.

—Eso es tonto— dijo uno

—Se ve que quieres hacerlo no mientas— dijo otro alumno

—Cállate, ¿quién haría algo tan vergonzoso?

El segundo apunto a quienes ahora bailaban junto a Azrael y Carmilla, eran Marcus y Ritsumary.

Y sin esperar más el segundo chico fue hacia una chica, y está no tardó en aceptar dejando a su amigo solo y sintiéndose como un idiota.

De solo pocos que estaban ahí, casi la mayoría estaban alrededor de la fogata que aún parecía tardar en llegar a su final.

«Me sorprende que quisieras hacer esto» gruño Ritsumary «¿No antes decías que esto no es de lo que te gustaría hacer aunque te obligarán?»

—Solo quise hacer un poco de tiempo y no me gusta mucho... además... —Dijo y después la miro con una sonrisa y realmente sonrojado—, no sé cuándo sería otro tiempo para ver en ti una expresión tan linda que no sea querer matar a Jezabel

Ella admiro a otro lado ahora estaba sonrojada aún más que él y haciendo un lindo puchero inflando una mejilla.

«Cállate, no soy muy femenina, no me lo recuerdes»

«Que linda»  pensó Marcus mirando esa faceta muy rara en ella

Ritsumary miró más alrededor, y sabía quién faltaba entre todos.

«Irse una vez hacer esto» pensó Ritsumary «Vaya anfitrión»

La cabaña improvisada estaba sola, las bebidas acabadas y la basura en bolsas, pero solo por dentro.

La saliva pasaba entre los dos de la forma más sensual posible, los besos experimentados de ambos dejaban ver qué muy dentro de sí mismos esperaban volver a reunirse, él la tocaba de la piel desnuda y solo cubierta por el traje de baño, ella le abrazaba con fuerza en la espalda y torso, ambos inmersos en pasión lista para desenfrenarse en cualquier momento, el éxtasis se sentía en el ambiente alrededor de ellos, dejando de lado el baile que se realizaba no muy lejos de donde estaban, ella detuvo al desesperado y puso dos dedos en sus labios, su rostro estaba rojo, los ojos entre cerrados, con una expresión de sorpresa y coqueta, rió un poco antes de hablar.

—En serio, ¿no podías resistir más? — pregunto Carmilla en un tono suave —, te estás volviendo demasiado atrevido mientras no estaba, ¿es influencia de las chicas de la clase?

Azrael sonrió, era una sonrisa sencilla algo sumisa y mostraba que estaba listo para seguir, pero sabía controlarse, acarició el pelo de Carmilla con la mano derecha con la otra se apoyó en la pared que tenía tras de ella, puso la frente junto con la de ella.

—¿Acaso una bienvenida tardía no puede darse a quien debe cuidar que no haga estupideces? — pregunto el como si nada—, además, quiero celebrar un poco ciertos logros últimamente por sobre muchos fallos, ¿está mal?

Ella lo miró, lo conocía demasiado para saber que estaba más feliz que frustrado, sabía que él se había quedado con algo demasiado personal, y estaba bien, ya que ella también tenía secretos, los cuales podrían tanto ayudarlo como destruirlo casi al mismo tiempo, pero decidió no arruinar el momento, así como él con ella. Carmilla rió un poco y lo volvió a besar, él solo acepto eso pero lo cambio al pasa las manos por los pechos formados de ella.

—He regresado— dijo ella resistiéndose a gemir

—Bienvenida

La letra de la canción decía más o menos así:

"No sabía que estaba en el mismo día que me perdí, hoy no sé ni cómo llegue a un lugar lleno de intensión de poder salir♪♪

Hoy quiero entender cómo lograr llegar a su final, para así saber dónde puedo encontrar, lo que había pasado olvidándose por el tiempo que perdí♪♪."

+-+-+

Blodenhell había regresado a donde ahora tenía que estar, se reportó a quien debía, fue llamado a un laboratorio especializado en magia y rastros mágicos, querían saber sobre la magia tanto que había usado como lo había dañado. Era comparable a un laboratorio del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) solo que era un área extensa y variada en aspectos de máquinas de medición y evaluación de la magia, no había olor, o casi alguno que no fuese el aire acondicionado hecho por cristales de hielo en cada esquina, habían pequeñas explosiones de prueba y sonidos de algo retorcerse escuchándose a lo lejos o cerca, todo mientras cada área estaba repartida en cubículos del tamaño de un estadio de futbol, el estaba en uno, muy cerca a otra parte de aquel lugar el cual estaba cerrado por una gran puerta que era parecida a la bóveda de un banco.

El solo se quedaba en silencio mientras esperaba a su examinador, donde estaba era una rea donde las maquinas estafaban conectadas a rieles para moverse, las camas igual y una parte que era parecía a una de cirugía, dejo las armas a un lado de él y se sentó en la silla que le correspondía, no hablaba con nadie de ahí y nadie decía más de lo necesario, pero todos alrededor notaban algo diferente a cuando se había ido, un rostro de arrepentimiento reprimido a más no poder que trataba de ocultar.

No pudo evitar un suspiro, era la primera vez que esa gente le escuchaba hacerlo, quien le examinaría llego, con una mascara de medico de la edad renacentista de color blanco, la bata negra y de botones frontales hasta el borde de abajo, con guantes blancos, trayendo consigo una pequeña mochila con todo lo necesario para hacer su trabajo, bajo la mochila y saco una pluma de una ave, esta con los filamentos todo el cuerpo de Blodenhell, de la misma pluma color blanco apareció una línea como si fuese de pulsaciones, eso junto con una serie de números que cambiaban cada segundo.

—Bien, el dispositivo que estás portando graba lo que has hecho en misiones, para fines de reconocimiento únicamente, así que solo relájate y dejándolo a nosotros- dijo con una voz ahogada por la mascara

—Ya estoy en esto, no hay opción alguna— dijo Blodenhell a ese sujeto

Aquel "doctor" siguió en lo suyo cambiando la pluma por otra de otro tipo de color y grosor.

—Pues, si no mal recuerdo fue su propia decisión, nadie le puso un arma en la garganta o le puso una bomba en el corazón si decía que no, solo se le mostro lo que somos capaces— respondió aquel sujeto sin dejar de moverse—, también sabremos si dijo algo innecesario, ya sabe, seguridad en el complejo cuenta como requisito de grado y grupo, la confianza es más importante... y bueno, usted acaba de traicionar a su país, así que será más exhaustivo el análisis, cosa que gracias a los dioses, no es mi trabajo

Era el nuevo General y Blodenhell había sido degradado un solo escalón debajo ese tipo, Blodenhell tuvo que tragarse su orgullo para poder entrar ahí, aunque su fama le había tenido algo cerca de su posición inicial, pero no le preocupaba, se le había dicho lo que quería oír, él sabía que todo solo eran maquinaciones para algo más grande y lo había aprendido de Azrael, sabía que algo se ocultaba en el subsuelo a más de 1 kilómetro bajo tierra, y aunque lo había escuchado de broma, tenía que sentir miedo si se volvía realidad.

«A ver cómo sales de esta Jezabel»— pensó Blodenhell «lo mismo seria para mí»

Pero entre todo el lugar escucho una palabra, fue en un tono demasiado bajo y que él conocía demasiado bien, después de escucharla sonrió, y se sintió renovado al instante, ante la perplejidad de los demás al ver su estado de ánimo cambiado de golpe, algo que incluso ilumino las plumas que lo revisaban.

—Vaya— exclamo el general

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"Peleando por el tiempo que quise ganar♪.

Lastimado pero no por nada he hecho todo

Lo que he deseado desde que viví...

(Coro)

Es estar donde siempre debí y del cual me gustaría ir."

(Espacio musical)

♪♪♪♪♪♪

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Aunque estaban escondidos detrás la cabaña improvisada, él había puesto una barrera para cubrirse del ruido tanto interior como exterior, podía sentir que realmente lo disfrutaban los dos, ambos ya estaban sudando y en el 5 round después de todas las posiciones que habían podido hacer, Carmilla casi no podía respirar y los ojos estaban casi en blanco, al igual que cubierta por el semen de Azrael.

Azrael había puesto apresurado una maldición especial, como había dicho antes a todos, su nivel sobrepasaba a cualquiera, así que para divertirse ya sea en peleas o en otras cosas, su nivel sería comparable a su enemigo, sería una estúpida forma de morir por alguien de nivel inferior, pero él quería tomar el riesgo, tal vez por qué subestimaba a otros o por su habilidad sin la necesidad de magia, quería volver a sentir la adrenalina y la sensación de casi morir en el intento y justo ahora lo tomaba como una pelea de resistencia.

Al final ambos descansaron, ella estaba más que satisfecha al igual que él por el simple hecho que había llegado a su límite, terminando dentro de ella, y lamerle los pechos como toque final para después recostarse encima de ella y caer a un lado.

—Debería... agradecerte por maldecirte... a ti mismo... — dijo Carmilla tratando de calmar su respiración—, así que hasta aquí llegó...

—Me deje llevar demasiado esta vez

Carmilla de acomodó el traje de baño y cambio su expresión a una sería, tosió un poco para empezar a hablar mientras se dirigía al mar para limpiarse.

—Creo que lo de... Gabriele, es un caso de... de doble personalidad... no había escuchado ese término en mucho tiempo, creí que solo los de mi especie lo tenían, pero veo que no es así

—El mundo es extraño

Ella entró y él después aunque quedó de pie solo mojándose hasta las rodillas.

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Me mantendré a la luz de este mar, solo para que sepa que no me pueda ayudar, tal vez hoy no sea el día de llorar, pero volveré algún día a este lugar♪♪".

O tal vez pueda no saber si perderé mi hogar

"Si algún día la luz seguirá en el atardecer ♪" 

Y si las luces pronto se apagarán, las mías seguirán...

(Coro)

Para así saber que su mano me dirigirá al bailar

Tal vez no sea el día de llorar, las lágrimas ya son suficientes en el mar, y puede que no sepa dónde estoy, y aun así mi día no sé irá.

Bailemos hasta que el recuerdo acabe y pueda despertar♪♪" 

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Es de madrugada en la misma playa, todos se habían ido a dormirse muy casi de día, Azrael estaba sentado con una vara y moviendo la leña restante, mirando como poco a poco el fuego de la fogata empezaba a extinguirse, ya era más carbón que madera, él solo seguía mirándolo fijamente, después cambio su enfoque al mar, para cualquiera sería que estaría pensando en muchas cosas, pero había algo más, podía usar magia llamada [Enfoque máximo] que le hacía poder ver muy largas distancias y el lugar al que quería observar al menos para saber si hay alguna forma de destruirlo sin la necesidad de mucho trabajo, pero solo con mirar los bordes de aquel sitio, supo que sería una gran cantidad de trabajo y que apenas lo podría lograr... o al menos así lo pensaba ya que había alguien que se encontró con su mirada, como si se hubiesen sincronizado a la perfección, él o la extraña en balcón de aquella mansión ya que era solo una sombra distorsionada, no podía ver más de eso, había una gran barrera invisible muy comparada a las que él hacía que impedía ver u escuchar más que lo que se podía.

Azrael se levantó sin despegar la mirada de aquel lugar

—Si me escucha asiente— dijo Jezabel en su forma de profesor

El solo asentir daba señal que ambos eran igual de poderosos, Jezabel sabia que no era el único sonriendo en aquel momento.

»Algún día iré a visitarte, espero y tú hospitalidad sea de mi agrado— continuó—, igual te mostrare como son las cosas de mi hogar

La sombra parecía reír un poco y una parte se levantó para darle señal que no tardará.

—Te espero pronto

Tenía una voz mecánica, algo monótona y desconocida se escuchó de manera como si estuviera junto a él en ese momento, Jezabel sabía que no sería una tarea muy fácil como antes, ambos tenían que prepararse antes de hacer su movimiento, y que el tiempo no importaba.

El sonido del mar era calmante, para cualquiera que quisiera estar tranquilo se quedaría mirando y escuchando todo el ambiente acompañaba con una tranquilidad casi inquebrantable, pero si uno realmente estar en paz y escuchar muy atentamente, podía escuchar cierto sonido escondido entre aquella tranquilidad, uno que empezaba a formarse no solo ahí, sino a extenderse poco a poco como un virus en el aire llevado por el viento y empezando a afectar a quien podía escucharlo, Azrael podía escucharlo aun si estuviera tranquilo, ya que estaba acostumbrado cada día de su vida como Rey Demonio a ese sonido, el sonido nostálgico de una sinfonía de destrucción aún más grande y más hermosa que las anteriores a olas cuales ha estado presente.

—Esto les va a doler, hará sufrir a otros directa e indirectamente a muchos otros... pero como me gustara verlo... y lo más maldita sea de ironía que hay, es que ni siquiera casi he hecho nada malo para que me echen la culpa esta vez

Empezó a reír por ello de una manera oscura y fluida, no podía detenerse ya que sabía que era cierto, sabía que las decisiones que había tomado venían con un momento tan indirectamente torcido que ni siquiera él sabia casi como responder si reírse, enojarse o dejarse llevar por ello hasta el final.