Ellos esperaban algún día estar o al menos entrar al castillo de Jezabel, el castillo del rey demonio, el lugar más temido en todo el mundo donde residía el ser más poderoso hasta la fecha, llena de leyendas y cosas que según los sobrevivientes, tenía en su interior, cosas desagradables, monstruos, mutilaciones, y más para tenerle a aquel ser algo más indescriptible que simplemente la palabra "miedo", Marcus y Ritsumary sabían que pronto irían a ese lugar cuando estén muy preparados tanto física como mentalmente, pero nunca se esperaron estar ahí justo cuando ni siquiera se lo esperaban.
Desde fuera podían ver lo inmenso del castillo, cerca era aún más alto e imponente, más sin embargo ahora solo estaban a un lado, justo en el muro que dividía el castillo de todo lo demás, dirigiéndose a un lugar del que creían sería un poco mejor que donde vive Jezabel.
Para entrar al lugar se tenía que atravesar una cerca, no era nada especial o particularmente algo imposible, tampoco era un gran muro, ni nada relacionado a una gran frontera con advertencias que decía que tan peligrosa era, solo una cerca común y corriente de madera, como la que se encuentra en cada división entre vecinos y sus propiedades, la vista del otro lado a ese sitio era la continuación era de un bosque normal, además de unas cuantas colinas a lo lejos.
La cerca era lo suficientemente larga hasta donde alcanzaba la vista, la aparente ventaja era que del otro lado justo detrás de ellos, estaba el castillo de Jezabel, así que era la forma más fácil de encontrar y a la vez difícil de llegar, además de no poder entrar por el gran obstáculo que conlleva estar ahí.
Jezabel ya en su forma original abrió una puerta de madera de apenas 1 metro que era la única entrada a donde querían.
—Pisen con cuidado de uno en uno por favor— dijo mientras fue el primero en pasar
Ellos al atravesar la cerca, vieron como el ambiente y panorama cambio de golpe, como si hubiesen sido transportados a otro mundo de un sitio donde se veía una pradera de árboles y pasto, cambio al borde de una gran cordillera frente a ellos, la sucesión de montañas era enorme, estas llegaban hasta tocar las nubes, la vista donde se encontraban era el borde de la más grande montaña de ahí, las nubes rodeando algunas montañas y la niebla correr por el viento tanto debajo como por los bordes de aquel terreno, las corrientes de aire se podían sentir hasta dar escalofríos y la caída hacia abajo podía contarse a kilómetros ya que no se veían los árboles o algún camino debajo de ellos solo los puntos verdes de los más cercanos y grandes arboles a donde se encontraban ellos.
—Se me olvidó preguntar... ¿alguno tiene miedo a las alturas? —pregunto Jezabel a todos
Los tres negaron sin verlo ya que no despegaban la mirada de aquel paisaje tan hermoso, hasta que escucharon un fuerte crujido y después sintieron que el suelo se movió derrumbándose donde estaban, cayendo con fuerza que sus estómagos dieron un vuelco interno, la caída libre era demasiado rápida para reaccionar, Ritsumary gritaba al igual que Abby y Marcus, este por su parte no podía gritar ya que entró en shock y se desmayó de golpe.
— Les pregunté si tenían miedo a las alturas, de haber dicho que si pediría que nos llevarán antes— dijo Jezabel mientras caía de cabeza sin preocuparse por nada con los brazos cruzados mientras el aire movía su ropa como una bandera contra una violenta ráfaga de aire
— ¡Jezabel! ¡Eres un idiota! — grito Ritsumary con todas sus fuerzas
Faltaba poco para llegar al suelo, hasta ella sintió que algo la sujeto para ir hacia enfrente, no logró ver del todo que había sido, la sensación de estar a salvo cubrió sus emociones y mente por completo hasta la inconsciencia.
— Debiste avisar antes que venías, estos humanos hubieran muerto por tu negligencia — dijo una voz cavernosa que resonaba como un eco al aire
— Salió algo de imprevisto y sabía que vendrías rápido Kronwel
—En serio, no sé por qué ella se casó contigo
—Je,je
Eso fue lo único que escucharon todos antes de caer inconscientes.
La primera en despertar fue Abby, se levantó de una cama normal, a un lado estaba Marcus con espuma en la boca y el otro lado Ritsumary dormida tranquilamente, estaban en otra cueva, iluminada con una lámpara cuadrada con una pequeña llama en el centro, a los lados pequeños cristales que aumentaban la intensidad de la luz para alumbrar lo suficiente alrededor y notar donde se encontraba.
— ¿Donde?
— Has despertado — dijo una voz desconocida
No podía notar quien era, hasta que su recuerdo vino rápido, de rostro serio sin emoción alguna, y de casi su aparente edad juvenil, rondando los veinte años, cabello negro, corto, caucásico, ojos grises, con una expresión seria en todo momento, como si al primer mal paso el mataría a cualquiera, un sujeto en armadura plateada la miraba.
—Soy Kronwel... debes conocerme
—Abby... Debo preguntar... ¿Tengo que estar en guardia o intentar matarte? —pregunto ella
Kronwel miro a Abby y dejo un plato con algunas carnes y un vaso de madera con agua a un lado en una mesa grande donde estaba el casco de Ritsumary.
— No conozco tus capacidades, así que por favor abstente de hacer lo de eso, creo que vienen por otra cosa
— ¿Y Jezabel?
—... despierta a los demás los llevare con él y ella
Ella lo hizo, Ritsumary y Marcus se habían puesto en guardia, pero Abby los detuvo, al salir de la cueva podían ver el lugar y lo único al momento que observaron todo lo que dijeron fue...
— Increíble
En el cielo tan claro como su vista hacia él, grandes bestias dragón estaban sobrevolando el área como buitres y águilas, algunos dando vueltas, otros siguiendo recto y aterrizando, algunos daban vueltas a una velocidad rápida y otros a una lenta y tranquila manteniendo el vuelo como un águila, otros que parecían apenas estaban aprendiendo ya que aleteaban lo más rápido que podían moviéndose toscamente en el aire, en el suelo habían más, pero no volaban, caminaban tanto en dos patas como en cuatro, sus alas eran menos del tamaño de su cuerpo, inclusive algunas aves estaban encima de ellos.
Todos distintos tipos tamaños y formas, dragones rojos con el pecho dorado, dragones totalmente grises robustos y con cicatrices, otros tipos más delgados casi como una serpiente delgada, y los que eran más viejos, del tamaño de un edificio de siete pisos, avanzando lentamente mientras aves les sobrevolaban la espalda y algunas posaban en lo que serían sus escamas, ya que sobresalían como raíces de árboles, inclusive les salían pastos verdes o musgo en algunos y otros ya tenían nidos en los picos, uno en particular estiró sus alas y solo con el sencillo movimiento hizo una gran ráfaga de aire que les alcanzó hasta donde estaban a pesar que si estaba retirado el espacio entre ellos.
— Síganme y por favor, no miren a los demás a los ojos, los dragones somos de mecha corta y cualquiera que haga eso se le tomara como algo personal, ustedes ahora están siendo pasados como semi-dragones, no llamen la atención y no hagan movimientos innecesarios si no quieren problemas
Siguieron caminando, aquella área abierta no tenía ni casas o cuevas en las que los dragones pudiesen anidar, algunos estaban en el borde de un río cristalino que pasaba por ahí, alzaron la cabeza y miraron al grupo, los chicos sentían la presión por el tipo de intensidad asesina y amenazante que se desbordaba como aquel rio, pero incluido en el aire, habían otros dragones que no les hacían caso y pasaban de largo sin prestar atención, inclusive algunos los rondaban como buitres por encima esperando atacar, uno de color dorado llego a pasar justo a un lado de ellos, sintieron su exhalación como si estuvieran en un sauna, inclusive miraron las escamas duras de su piel y escuchar el sonido de su estómago.
— ¿Esto es normal por aquí? — pregunto Marcus ya empezando a sudar de nervios
— ¿Tú no harías lo mismo si aparecieran humanos que no conoces?
—Sí, pero yo no podría volar, ni preocuparme mucho de todos los que entren... a menos que quiera hacer algo malo
— Esto no pasaría si fuesen dragones, pero al ser mitad dragón uno tiene que ganarse el respeto de todos desde que aprendes a volar, aquí te enseñan lo realmente necesario, tu solo tienes que poner la fuerza y voluntad para superar a otros
Kronwel hablaba como si fuese su propia explicación, no podía notarse bien, pero por algo es que él era un general del Rey Demonio.
Después de una larga caminata llegaron, aún no había sitio donde estuviera una casa o algo así, solo era una gran extensión de árboles gigantes, parecidos a los que vieron en su viaje y en uno de ellos en la base ahí estaba Jezabel en su forma original, estaba asomando la cabeza por un borde de un árbol mediano, el único que no creció bien, parecía estar espiando a alguien o esperando la oportunidad para algo.
— ¿Qué le pasa? — pregunto Abby ante lo que veía
— Vayan y lo descubrirán, tengo cosas por hacer así que díganle que avise cuando se vayan de aquí— dijo Kronwel
Dio media vuelta y se fue, Ritsumary ya estaba junto a Jezabel intentando ver que o a quien estaba observando, ella asomo la cabeza por debajo de él.
— Ahí está... ¿qué le puedo decir? — pregunto Jezabel a sí mismo en voz alta
« ¿Ella es tu esposa? » pregunto Ritsumary al verla
La susodicha mujer estaba a unos metros delante de ellos, de estatura de una adolescente promedio, por la espalda se veía un par de alas en la cadera, no tenían plumas, solo como si fuesen las de un murciélago, color azul pálido, un gran vestido de volantes color banco con gris en los bordes, un moño debajo las alas, una capucha blanca con una franja roja en medio que seguía por los bordes de la misma, cabello corto voluminoso y castaño radiante, estaba ocupada regando unas flores que estaban delante de ella, ignorante de quienes la veían.
« ¿En serio le tienes miedo a alguien como ella? »
Los demás no creían aún en sus palabras, asomaron sus cabezas debajo ellos como en varias caricaturas cuando quieren ver algo en la esquina.
—Has visto su poder de combate, además que tenemos un acuerdo, no hacer nada estúpido si afecta a todo mundo, me preguntó si no está enojada por ello, la escuela, y el festival... entre otros asuntos
« ¿Crees que no? »
—Jezabel...
Esa voz tranquila sorprendió a todos haciendo una reacción de golpearse de abajo hacia arriba cada uno golpeándose la boca, solo Jezabel se acercó a ella de manera nerviosa, cual niño presintiendo un regaño.
— Hola Silver, perdón por no avisar que venía — dijo Jezabel apresurado
Ella volteo, podía decirse que era familiar para ellos ya que tenía una capucha que le cubría la mitad del rostro, solo dejando ver su boca y nariz tapándole los ojos y cabello, a pesar de que era de día no se lograba ver la totalidad de ello.
— No hay problema, es un gusto saludarte y verte otra vez... pui — dijo ella con una voz risueña, en las manos tenía una regadera de mano con forma de elefante gris y ojos grandes de caricatura
— ¿Pui? ¿Ese es su apodo de casados? — susurro Abby
Los otros dos soportaban la risa al pensar que era así.
— El jardín sigue tan vivo como siempre — dijo Jezabel ignorando a los otros
— Irónicamente el ser que debe dar muerte a todos está diciendo algo sin sentido, pui
Ambos rieron un poco, ella levantó la mano para tocarse la cara aun manteniendo la sonrisa, pero Jezabel miró algo en el pecho de ella en ese momento, era un adorno que se había usado en el festival, no había sentido ese nerviosismo que le hacía saber que la cosa se pondría fea si no hiciera algo rápido, pero aun así otra parte de él le decía que era solo algo que había imaginado.
«Debe ser algo de mi imaginación, no es posible que ella tenga algo como eso, no puede salir si el exterior no es una amenaza» pensó Jezabel
— Por cierto, ¿porque es que tú y mi hijo estaban peleando? Cuando llegue ahí los vi demasiado emocionados ¿No será por, una idea bizarra de tu trabajo?... pui
Podía sentirse el cambio de ambiente tan de golpe que era como si les dieran a todos con una pala en la cara, Abby, Ritsumary y Marcus se ocultaron detrás del árbol lentamente y dejando a su suerte al Rey demonio.
—Haaa, Ta-también quería decirte sobre algo que estoy investigando, es sobre los héroes y una promesa que hice— casi gritaba por tratar de explicar lo que quería ocultar
Ella seguía sonriendo como sin nada.
— ¿A si?
—Sí, se muchas cosas que antes no, así que estoy investigando más a fondo para poder llevar a cabo mi plan sin prisas...— hasta hablaba rápido para que fuera menos peor
— Ya veo, ¿Y quién prometió de entre y encima todas las cosas, decirme cuándo hacer algo que afecte al mundo, pui?
Jezabel levantó la manga de una manera culpable.
— ¿Quien dijo que la palabra de un Rey es Absoluta, pui?
Volvió a levantar más la manga y al momento el lugar donde estaba había un cráter de 3 metros de circunferencia, no hubo explosión alguna, solo apareció.
— ¡Espera espera! ¡Hay una razón por la que hice eso! — grito Jezabel alterado
— Me gustaría escucharla
— !Primero baja esa espada¡
— ¿Por qué? Es la que me regalaste en nuestra boda, pui
Era solo una espada sencilla de doble filo de 150 cm de largo, lo que vendría siendo una "Tusrugi" tenía un grabado en el metal que tenía forma del tallo de una rosa hacia arriba color celeste, aquella arma por más sencilla que se viera tenía una cualidad secreta y mortal que solo el portador podría aprovechar una vez hecho un contrato de sangre con esa espada.
— !Es la segunda mejor que tengo, una cosa es que hayamos intercambiado las mejores armas y otra es que destruyamos todo esto solo por una estupidez¡
— ¿Entonces por qué no usas la que te di de una vez?
— Si claro, en el centro del lugar donde todos los dragones me odian a muerte y que la que me diste no funciona ¿no?
Más relámpagos cayeron donde él se encontraba, con una fuerza controlada pero brutal, no hacían sonido alguno, y solo había un destello rojo de solo unos microsegundos que a su vez dejaba un agujero de gran profundidad.
— Disculpe la interrupción, por más que desee en el fondo de mi corazón ver más de esto y disfrutarlo al máximo, debo decir que nuestros amigos nos están esperando en un lugar lejano — dijo Marcus soportando el reír en la cara de Jezabel
Silver miró a Marcus y a las chicas, parecía pensarlo mejor, así que guardo la espada haciendo aparecer un pequeño baúl de color mármol con algunos adornos dorados en los bordes.
— Me disculpo por la escena que vieron, debo decir que eres un chico interesante, pui, es raro que un humano no esté inconsciente o muerto de miedo frente a mí, pui
Marcus suspiro como si estuviera cansado.
—Estar mucho tiempo con él y sus formas de enseñanza suelen apagar ciertos miedos naturales — respondió él con normalidad
Silver río un poco de una forma más natural como si le gustará lo que ve en el chico y ellas. Momentos después todos están en círculos sentados en el suelo.
— Según las leyes humanas, debería presentarme, soy Solery Arut Myiseri, pero pueden llamarme Silver, pui
Los demás se presentaron, aunque Abby tenía una cara de no soportar algo.
«Antes que vayamos, puede decirme ¿Cómo fue que se casó con él? » pregunto Ritsumary al escribir en el aire
Silver no sabía qué hacer, parecía sorprendida por lo directo que había sido esa niña, y después se sonrojo pues tocó con su mano derecha su boca y parecía dudar en responder.
— Es algo difícil de explicar, pronto se los diré, por lo que veo ustedes empiezan a ser más cercanos a él, pui
— Solo Abby, nosotros dos no — dijo Marcus
— ¿Y eso? — pregunto Silver al mirar a Jezabel
—Mi antepasado, Delta— respondió Abby
Al escucharlo quien, Silver se levantó y se acercó a ella, había sido demasiado rápido y sorpresivo, pero había pasado algo más, entre Silver y Abby, una espada larga de dientes de sierra estaba impidiendo el tocarse, el aura que emitía esa espada desprendía un calor y un poder inconmensurable, lista para cortar a su objetivo al primer movimiento, eso aumentándole la sed de sangre que Jezabel desprendía decía mucho lo que estaba por hacer.
— Podrías decirme, ¿Que ibas a hacer? — pregunto Jezabel al tocar con el filo el cuello de Silver, su voz era amenazante, más que otras veces, ya que el mismo aire se detuvo y se escucharon rugidos a lo lejos algunas pisadas alejándose y pocas acercándose
Silver se mantenía impasible, como si eso no fuese una amenaza.
— Solo quería comprobar algo — respondió ella, después alzo la mano y las pisadas se detuvieron
Silver volvió a su lugar al igual que Jezabel mientras desaparecía aquella arma, los otros tres no sabían que pensar ni sentir en medio de aquel tan confuso ambiente entre ellos, si antes era el control de la mujer, justo en ese momento fue al revés.
— Me disculpo, no esperaba eso, ¿Cuál es el tema a tratar conmigo? Pui
— Es sobre un dragón desconocido para mí, deberías conocerlo — dijo Jezabel haciendo aparecer una imagen parecida a un holograma, pero menos detallado.
Silver miró la imagen del mural que ellos habían visto antes, después suspiro, eso significaba que si conocía a ese dragón.
— Que problema Si, es un gra~~n problema — dijo ella al levantarse para ver mejor la imagen
— ¿Es alguien poderoso? — pregunto Ritsumary al escucharla
— Lo es si se revive correctamente, pero debo decir que me sorprende el nivel de autodestrucción que los humanos deben tener como para decidir hacerlo aparecer, pui
—El que sabía de esto dijo que es algo que aparecerá como una especie de venida o algo así, ¿Realmente se necesita una fuerza externa para revivir un dragón? — pregunto Marcus al respecto
— Hay distintos tipos de dragones poderosos, desde los divinos, naturales y malignos, cada uno con su forma de vivir y sobrevivir, la mayoría de ellos es por la energía del mundo, toman ciertas partes y las absorben poco a poco hasta cierto tiempo para volver, digamos un 79% y hay un 29% que es como cualquier ser viviente sin revivir, pero hay un 0.5% que es cosa de humanos semi-humanos y otros 0.5% que es convertir un cadáver de dragón en uno maligno
—Por eso Jezabel no confiaba demasiado en ese sujeto—dijo Abby
— Yo solo confío en mí mismo, aunque increíblemente me traicionen mis propias expectativas de lo que haga — respondió él
Silver continúo.
— Ese dragón en especial fue el que causó un gran revuelo en este mundo hace mucho tiempo, nosotros tuvimos que hacer algo realmente necesario para detenerlo, unir fuerzas con otros, al final solo un humano y él se mataron entre sí, pero no había nada que hablara sobre cómo revivirlo, no había forma alguna de saber eso, mi padre y otros se encargaron de borrar cualquier indicio sobre ese dragón, salvo las imágenes y unas cartas para mantener la emergencia por si era un divino, pero han pasado años y tendría que volver con un poco más de cien años máximo, pui — Silver se notaba demasiado seria al respecto
— Escuchamos parte de las cartas, en una decía que el que aparentemente lo asesino cubrió su armadura con la sangre de ese dragón, y que es la única cosa que puede vencerlo — dijo Jezabel
Silver inflo el pecho con orgullo
— Eso es algo obvio, la sangre pura de dragón es demasiado poderosa, nuestros cuerpos son capaces de soportar semejante poder, pui, otros que intentan hacer lo mismo copiándola o haciendo rituales con ello, la mayoría de los casos siempre mueren, el que algo así pase es demasiado raro, pui
Ritsumary quería tocar de nuevo el casco, pero inconscientemente lo evitó a toda costa, al igual que preguntar sobre él.
— Quien consiga la armadura podrá sobrepasar a ese dragón, y posiblemente a quien sea — dijo Marcus pensándolo más
— Eso significa que aún hay cosas ocultas sobre todo eso — dijo Abby — Algo que ese sujeto no nos dijo
— Cambiando el tema, pui — Dijo Silver interrumpiéndolos— sobre cómo me case con Jezabel...
Se acomodó mejor, tomo aire y hablo nuevamente.
— Hubo un tiempo después cuando Jezabel ya llevaba tiempo de rey demonio, en ese momento sin querer mi padre lo reto a un duelo a muerte. Pero Jezabel lo derroto demasiado rápido con una de sus armas de héroes que tiene, el orgullo de un dragón es grande así que mi padre estuvo retándolo cada vez que podía, hasta que Jezabel se hartó y empezó a discutir fuertemente con mi padre y sin querer en una discusión mordí a Jezabel de la mano por que no aguantaba eso... la mordida fue tan profunda que me trague un pedazo de su carne y eso me convirtió en esto»
Extendió sus brazos a los lados.
»Así se terminó la pelea con mi padre y me tuve que casar ya que como dije, la sangre de dragón es poderosa y compartirla es como si le dieras el anillo de compromiso a alguien, así fue como me case con él, pui, Kronwel es un semi-dragón que encontré tiempo después, me trata como su madre por respeto ya que yo persuadí a mi padre de aceptarlo junto con otros a mi clan — Dijo Silver hablando muy rápido
El silencio reino por momentos, todo había sido contado tan de golpe que ellos tardaron en procesarlo en su mente.
— ¿Podría repetir todo eso? — Pregunto Abby desconcertada a más no poder
«No podía matar a su padre porque me tenían rodeados todos esos dragones, fue como lo de Axtarot, pero con más gente y más resistencia que la mía, podría, pero le he dado ventaja... demasiada ventaja, podría ser una buena rival si es que pelease conmigo, pero después de ese incidente eligió ser pacifista, cuando le conviene» pensó Jezabel — Tengo mis dudas al respecto, pero es mejor ya regresar, los demás estarán dando de vueltas buscándonos — dijo al ya despedirse
Todos se levantaron cuando dijo eso querían saber más, pero ya era suficiente con solo saber eso.
— Disculpa
Abby le miró al sentir que le hablaba.
— Me disculpó por lo repentino que hice hace unos momentos, hace mucho que no escuchaba de Delta o si quiera que tenía familia
— No, no hay problema — respondió ella— se ve que igual tienen historia con mi antepasado, me pregunto si tendré que lidiar con esto con otros mas
—Te daré un spoiler... así va a ser, pui
Después Silver miró a Jezabel y agachó un poco la cabeza, el hizo lo mismo.
—No me disculpare — dijo él antes de irse
Ella solo sonrió como diciendo "no hay problema" se fueron de ahí, Kronwel ya los estaba esperando para salir.
— Aún después de que falleció sigue molestando — dijo Silver al sostener un par de cabellos de Abby — ¿Por qué no me sorprende que aún haya una incorrecta influencia humana en Jezabel?... El equilibrio está peligrando en este mundo
Al volver, salieron de un callejón oscuro hacia la calle, Jezabel seguía pensando mucho, al igual que Ritsumary.
— Como sea, no haré nada en absoluto — dijo Jezabel alzando las manos y colocándolas detrás la cabeza volviendo a su forma de profesor
— ¿Disculpa? — Pregunto Marcus — ¿A qué te refieres?
— Toma en cuenta esto
»1- No vinimos en son de misión ni guerra.
2- Se supone que ellos lo tienen controlado, si es que Ritsumary decide darles el verdadero casco
3- ¿Por qué no disfrutamos de esto? Estoy de vacaciones de por sí, y solo pedí 15 días para esto
—No vas a cambiar, pero es bueno, por mi parte si Gaby está en peligro entraré, pero como dijo él, ¿por qué demonios debemos de meternos en problemas ajenos? Claro, sabemos que es, como es, y sabemos que ellos harán lo suyo, ¿o no estoy bien?, Nos vemos, cambiaré con Gaby
Agachó la cabeza y se vio inconsciente.
«Después de meternos está preocupación ahora innecesaria, ¿harás como si no hubiese pasado nada? » recriminó Ritsumary al gruñir demasiado enojada
— Si
— Eres peor que un demonio — dijo Marcus
— Gracias, gracias
Gabriele "despertó" y miro alrededor.
— ¿De qué hablan chicos? ¿Me perdí de algo?— pregunto Gabriele mirando alrededor
— Un dragón gigante aparecerá, y el no hará nada — dijo Marcus a ella señalando a Azrael
Gabrielle se había quedado en blanco con solo escuchar eso tan de golpe.
— ¿Eh? ¿Dragón gigante? ¿En serio no haremos nada?
Marcus y Ritsumary querían decir más, pero fueron interrumpidos.
— !Chicos, profesor, aquí estaban¡ — dijo Tron llegando con ellos
Los demás del grupo le seguían detrás de él, solo que había algo raro.
— Tron, chicas... ¿generala Zartremist?
— Hola... — saludo ella con la mano un poco alzada — nos volvemos a ver...
Estaba vestida de manera civil, una camisa angosta color blanco del cual se podía notar algo apretado de los brazos, un chaleco verde, pantalones del tipo mezclilla y zapatos negros, podía verse una figura muy cuidada y fuerte, pero con la visible vergüenza en su rostro provocaba cierto conflicto si sentir miedo o atraído por ella, su cara decía que tenía vergüenza de que la miraran así a pesar de que en el festival de la escuela se veía muy diferente.
— Es una real sorpresa verla aquí — dijo Azrael como si nada— ¿viene igual que nosotros a ver el festival de aquí?
— Si, aproveche que estaba algo cerca, aunque no espere verlos a ustedes, ni a ti — dijo ella con un tono tratando de sonar tranquila —, me encontré con ellos en el camino
Otra cosa rara era que Amélie y Fiorelence estaban con la cara pálida y Eveline por su parte parecía estar satisfecha con algo.
— ¿Y ellas? — pregunto Marcus
— Competencia de comida... el resultado es obvio — respondió Tron —, el premio era una tiara de fantasía, solo que Eveline lo regaló a una niña
Dos días duraría el festival, todos estaban expectantes a lo que ocurría, algunos por obvias razones, otros por la gran fiesta que se haría, y nadie sabría el resultado al final, decidieron irse a descansar temprano, la posada de Zartremist estaba unas calles más adelante de la de ellos así que se prometieron acompañarse esa mañana.
Todos ya estaban descansando, aunque Marcus y Ritsumary no tenían buenas armas y no sabían si dejarlo pasar o prepararse para ello, de todas formas Azrael estaba con ellos, pero tenían sus dudas sobre lo que haría o solamente era algo para decir que ellos se ocuparan en vez de él, pero era impredecible como siempre. Por su parte Azrael no podía dormir por ser ahora un no-muerto, solo fue a los establos y cepillo a su caballo negro para matar el tiempo, los demás caballos estaban en silencio, tal vez por dormir o solo por miedo.
— Bien, bien, sigue así de limpio
— Es un hermoso caballo — dijo una voz detrás de él
Azrael lo ignoró.
— Claro que lo es, es mío y se cuidarlo — respondió Azrael —, ¿usted no haría lo mismo?
Ninguno se movió de su lugar, Azrael seguía cepillando la espalda de su caballo.
—Claro que lo haría, solo que yo no tengo nada que cuidar, salvo ciertos detalles ajenos— la voz de ese sujeto era atípica, no se sentía alguna intensión de hacer algo, solo hablaba como si conociera a Azrael.
— Una vez escuche a un héroe decir, la única forma en la que el mal gane es que los hombres buenos no hagan nada, no sé si sea de él o lo tomo de algún lado, pero planeo realmente no hacer nada, a menos que usted planee otra cosa — dijo Azrael aún sin casi prestarle atención
Por momentos no había nada más que el sonido de la nariz de los caballos al respirar una gran bocanada de aire y exhalar fuerte
— No podría decir que lo que haré sea bueno o malo, dependerá mucho del resultado que salga, sabía que no podía ignorar a usted ni a sus acompañantes, pero, he de preguntar, ¿Nos hemos visto en algún lado? — pregunto ese sujeto con suma curiosidad
— Si fuese así, nuestra plática sería más natural y menos amenazante
El sujeto río de manera natural y divertida.
— Cierto, me disculpo por no notarlo, y ya hablando en serio, ¿ustedes se entrometerán? — el tono había cambiado por completo a uno amenazante.
— ¿Deberíamos? Digo, está a punto de hacer algo estúpido en medio de una celebración donde se reúnen muchas personas de todos lados, hay familias, hay parejas sentimentales y hay una tranquilidad inquebrantable, también yo haría lo mismo, pero ahora mi asunto es ser parte de esa tranquilidad, y debo decir que no me gusta que me quiten algo mío
— Lo que haré si, será estúpido, pero es para que todo el mundo se dé cuenta del error que cometen, de que no por siempre se puede mantener una mentira, y este lugar, rebosa en ello, la historia que se cuenta solo es parte de algo mucho peor, y yo soy el único que puede mostrar correctamente a todos en la clase de falsa esperanza en la que han vivido este tiempo
Azrael volteo, estaba frente a frente con quién posiblemente destruiría el mundo si lo deseara, pensaba que era el héroe, pero era alguien que parecía ser solo un civil, cabello corto color negro, un chal con una manga cortada, pantalones holgados color café y un monóculo en un ojo unido a una cadena que iba detrás la cabeza, tenía una estatura y edad joven de 26 años promedio, Azrael no podía sentir alguna clase de magia o algo que dijera que es controlado, parecía que ese chico quería saber a quién se enfrentará, algo noble y estúpido a la vez para Azrael.
— Te entiendo cómo no tienes idea, pero ambos tomamos la forma de vivir y transformar esa mentira en nuestra vida diaria, al menos yo lo hago por diversión, pero tú lo haces por aparente deber y no me está gustando la razón por la que lo haces, así que si no te vas en este momento, puede que ni logres volver a respirar al terminar esta conversación
Ese sujeto le arrojó un pedazo de papel y Azrael lo tomo.
— Deberías leer y así poder entender del por qué hago esto
Pero Azrael quemó el papel y siguió mirando de una manera amenazante al otro sujeto, este se veía algo sorprendido por lo que Azrael había hecho.
— No tengo la necesidad, como dije, tu forma de hacer esto me irrita demasiado como para no escuchar más de esa mierda que sueltas
Ese sujeto se fue y Azrael siguió cepillando su caballo hasta que terminó una hora después.
— Bien, eso será suficiente, nos vemos en la mañana Hildran
— Que descanse mi señor — respondió el caballo con una voz de ultratumba
Azrael empezó a caminar por la ciudad, apenas era temprano, lo que vendría siendo en hora común, las 9 de la noche, todo mundo yacía en sus casas, algunas luces podían verse en algunas, aunque había gente dando los últimos toques a los arreglos, era muy parecido a cuando él veía a sus sirvientes arreglar todo mientras veía desde su trono, y de la nada se detuvo, quería reírse, sabía lo que significaba el pensamiento que le llego de golpe y solo pudo decir.
— Fuera, impulso de idiotez... Tarde
Desapareció como el gato de Alicia en el país de las maravillas, con solo su sonrisa al último mientras se esfumaba como polvo, solo que al menos el gato lo hacía por naturaleza y Azrael no.