Era el segundo día de festividades, todo seguía en un nivel festivo igual al anterior, casi nadie había descansado en absoluto, las risas, la música, los gritos de vendedores y gente alrededor disfrutando entre el éxtasis de la fiesta, ignorando o más bien, sin saber que entre la gente habían seres que ellos mismo temerían hasta la medula, además de un gran regimiento de soldados, caballeros y magos, apostados a un kilómetro de distancia, con ayuda de catalejos potenciados con cristales mágicos, podían ver el festival a pesar de lo lejos que estaban.
—Todo está listo, según nuestro contacto, la sacerdotisa hará su movimiento esta tarde — dijo un soldado a quien observaba todo
—Casi es hora —dijo uno terminando de revisar el área y haciendo pequeño el catalejo —, lástima que no podamos hacer una fiesta como ellos antes que todo se vuelva polvo
Mientras tanto en el centro del pueblo, los sacerdotes seguían bendiciendo todo, empezaron el día anterior y terminaban hasta la tarde del día después ya habían ido a casi todas las calles que estaban a las faldas de las montañas y por donde pasaba la gente agachaba un poco la cabeza, se podía notar que realmente ponían sus esperanzas en aquel evento esperando que ese dragón nunca regrese, aunque obviamente solo los sirvientes del castillo no lo hacían, a la gente parecía no importarles ya que eran nuevos visitantes, hubo uno que otro que no lo dejo pasar, pero no se acercaban, había algo en alguno de ellos que parecía decirles a sus cuerpos "No te acerques más de lo necesario" y hacían caso.
Entre esa gente, estaban dos personas peculiares que paseaban por la ciudad, inclusive a ellos, los sirvientes si se inclinaban, más por miedo que por respeto, habían pasado toda la noche hablando sobre la historia hasta lo que recientemente había pasado.
—Déjame ver si entiendo ¿Un ataque los sitios de invocación? Eso es sumamente importante y a la vez perturbador, pensé que había sido por el ataque de aquel dragón, y que por eso nadie de las altas esferas de poder le había dicho al público, antes podía ver a héroes pasar por aquí, o a novatos tratar de tomar misiones en los gremios de aventureros, y ahora que lo dices... eso disminuyo de manera brutal de un día para otro... increíble, y yo aquí pensando esto... ahora me siento muy estúpido la verdad
—Pui (¿Verdad?)
Silver y Sadler estaban en una cafetería con las mesas afuera, había más personas alrededor hablando, pero ellos seguían como si nada cual charla dominical. Sadler suspiro, miro su vaso con jugo que tenía enfrente y hablo.
— Envié cartas a mis amigos cuando desperté, pero hasta ahora me doy cuenta por que no respondían, creo que los carteros y otros debieron pensar que estaba loco o algo así por hacer eso — dijo con una sonrisa decaída cerrando los ojos —, ese día cuando di lo último de mi para ese golpe final... pensé en mis amigos, en mi hermano, esta aldea y un poco en una mujer... no quería que ese dragón siguiera destruyendo cosas sin importarle nada, solo quería detenerlo, aunque me costara la vida... y veo que valió la pena, un poco, pero lo hizo, con eso estoy satisfecho
—Algo es algo, pui
Sadler miro alrededor, vio la festividad, los niños jugar, la gente y todo el movimiento, sonrió satisfecho de al fin ver eso de manera tranquila y serena.
Silver le miro, entendía el concepto de muerte, aunque no era muy normal en los dragones y semi-dragones, sabía que la mortalidad de un humano era importante para ellos, no tenían nada en sus cuerpos que les hiciera regenerar, volar o alguna cosa otra como las demás especies, siempre dependiendo de máquinas y en este mundo, de magia y aun así eran los más peligrosos que podía haber, el espíritu de lucha de ellos podía trascender generaciones, la historia y legados habían hecho cosas sorprendentes, podía inclusive superar a muchos otras sub especies y aunque se podían auto-destruir a sí mismos, podían acabar con cualquiera si quisieran, y uno de esos ejemplos estaba frente a ella, el sujeto al cual su padre dejo la victoria contra ese dragón, aunque no supo la razón de ello, parecía comprenderlo ahora.
— En serio, aun así no entiendo nada, pui~ —dijo ella mientras suspiraba y después tomaba un sorbo de agua
— ¿Dijiste algo?
Ella solo sonrió, en otro lado, no muy lejos, los chicos seguían mirando alrededor mientras lo disfrutaban, salvo dos que seguían con dudas a pesar de todo.
—¿Cómo es el santuario por dentro? — pregunto Eveline a Marcus interesada mientras caminaban al siguiente lugar de premios
— ¿Eh?... bueno, es como una gran cueva, creo que usan la magia de cubo mágico como en nuestro salón, ya que por fuera se ve pequeño, pero por dentro es enorme aún más grande que el que usan en la academia — respondió Marcus —, hay túneles que llevan a habitaciones... creo y hay velas por doquier que iluminan todo de una manera muy tenue e intrigante, además que la seguridad es muy fuerte
— Vaya, quisiera ver eso
—Disculpen
Ellos miraron enfrente, había aparecido la misma chica que los había tomado por sorpresa cuando estaban en la entrada.
» No pude evitar escuchar lo que dijo la señorita... mi maestro desea ver solo a la señorita de ahí, pero si quieren, pueden venir — dijo ella de manera nerviosa y un poco alejada
— Creo que le metimos un trauma, lo sentimos, es una costumbre — dijo Tron al mirar la distancia entre ellos
— ¡Si! Yo quiero ir —dijo Eveline emocionada—, no quería ya que estaba emocionada por ver la ropa de una tienda
Los demás igual quisieron ir, aunque Ritsumary estaba indecisa e intrigada, sabía que podía ser si es que ya habían descubierto y una de las más peligrosas de su grupo podía hacer algo, Marcus miro a Ritsumary y sabía lo que planeaba o al menos una parte. Mientras avanzaban la procesión había llegado casi a la entrada, aunque se detuvieron enseguida y todo se silenció de la nada, se movieron tan silenciosamente que parecían intentar no hacer ruido en absoluto.
—Eso es normal por si preguntan, toda la procesión se basa en el tiempo que duró la pelea contra el dragón, lo que hacen ellos es el resto que tomo al dragón morir de pie junto al héroe Sadler, por ello es el silencio — susurro la sacerdotisa al notar las caras de ellos —, Por aquí, pueden mirar, pero no pueden entrar a los sitios de adoración, solo son usados por la gente de aquí
Le hizo señas a Ritsumary que la siguiera mientras los demás seguían observando, aunque Marcus seguía tendiendo dudas y preocupación.
—Ho~~, se ve más hermoso en persona que explicado — susurro Eveline
— Oye
Ritsumary volvió a donde había estado cuando fue ahí, el mismo lugar, el mismo mural los mismos cojines, no tenía el casco negro en su cintura, aunque se sentía nerviosa y en alerta, paso media hora y seguía tratando de relajarse, la misma chica había traído té esta vez ella lo hizo normal.
— Perdón por hacerte esperar —dijo Kouhei apareciendo a un lado
Ella escribió en el aire su saludo, él siguió caminando pareciendo ignorar lo que ella hacía, noto que él seguía mirándola.
— ¿No puedes hablar? Ya veo, no me había dado cuenta, me disculpo
Ritsumary enseguida quedo desconcertada, así que solo gruño y acomodo su garganta.
— Lo... siento... no pensé que... usted es...
Kouhei también abrió un poco los ojos en sorpresa, parecía que tampoco se esperaba que ella no pudiese hablar bien.
—Veras, desde que vine a este mundo he sido un ciego, inclusive en el otro mundo lo era, pero me guió por los ruidos y mis demás sentidos como un murciélago, tengo una habilidad rota que me ayuda... entre eso, siento más cosas que están pasando desde no hace mucho
—Entonces... ¿sabes quién es realmente Azrael?
—Fue una real sorpresa verlo fuera de su castillo, ese sujeto... veo que cambio el ritmo, además de trabajo, ¿les exige mucho?
—No... tiene idea
Kouhei rió un poco.
—Yo fui a su castillo una vez, fue cuando me sentí preparado, estaba con otros más y paso algo increíble... pero eso no debería decirlo yo, es alguien lo bastante raro que cuando te dejas llevar y no lo juzgas, te cae bien
—Aun... no me cae bien
—Sera como te sientas, lo que dije solo fue para mí mismo, en todo caso, porque sé que tú tampoco eres la única que conoce ese secreto, quisiera que hagas algo por mí
Ella escucho atentamente, pero lo que había escuchado la dejo algo intrigada y estupefacta al mismo tiempo.
—¿Esta... seg...uro de esto?
—Si el realmente no va hacer nada, no hay otra forma de hacerlo, de todas formas, le debo la vida
— De acuerdo...
—Pero esto tiene que ser un secreto, que el mismo se dé cuenta... y por cierto... ¿también te diste cuenta cierto?
Ella gruño, Kouhei sonrió complacido.
— Que bueno que hiciste eso antes de venir, ella piensa que se me escapa todo, pero espero y no la reprendan mucho, es mi hija y honestamente no me han gustado las compañías que ha tenido últimamente, cielos, la juventud
Ritsumary quería decir algo, pero un estruendo sonó haciendo que solo Kouhei suspirara más de manera pesada.
»No sean tan rudos con ella
Mas sonidos de pelea y cosas caer se escucharon mientras Ritsumary se levantó y fue hacia donde provenía ese sonido.
— ¿¡DONDE ESTA EL CASCO!? — gritó una mujer en medio de todo
Ritsumary salió de donde estaba dejando solo a Kouhei, en el centro de todo, los chicos estaban en guardia, frente a dos personas, Shiraishi y un hombre extraño, solo que la sacerdotisa traía la armadura, sin nadie que la portara se vería demasiado grande, pero puesta parecía acomodarse a quien la portaba, los monjes heridos y los que le resguardaban estaban lastimados, los chicos los tenían atrás de ellos protegiéndolos.
—Gran sacerdotisa....
Ellos claramente se veían intrigados, sorprendidos y no querían ver lo que tenían enfrente.
—¡¿Porque la hija del héroe decide hacer esto?! — grito Fiorelence al verla
—¡Eso no es de tu incumbencia, solo dime donde está el maldito casco!
— Es mejor que lo hagan, esta chica es demasiado fuerte para ustedes —dijo el otro tipo o ¿no les harán caso a los que están heridos?
—Si claro — respondió Marcus sin ocultar su sonrisa —, Nosotros hemos conocido a personas aún más fuertes y vemos que ella solo lo es por usar esa armadura
El otro tipo parecía saber que decían la verdad, pero lo ignoro enseguida.
— ¡Solo necesito el maldito casco! ¡Díganme donde esta!
Se podía notar un gran poder a pesar de no estar completo de solo de una parte.
«No podemos decirle que Ritsumary lo tiene, si ella lo sabe... » Pensó Gabriele
— Yo lo tengo — dijo Ritsumary con dificultad y con una voz gruesa
Miro a Ritsumary tan rápido como un flechazo.
— ¡Tu!
— Yo
— ¡Si!, ¡tú! ¡¿Dónde dejaste el casco?!
— Con el rey demonio Azrael
— ¡OYE!
Todo el espacio se congelo enseguida. Nadie respiro, nadie hablo, y todas las velas se apagaron con solo decir ese nombre. Pero solo una risa resonó.
—Eso... eso es totalmente fal...
— RITSU, ¡¿ERES ESTUPIDA O QUE?! —Grito Marcus con todas sus fuerzas —, !Ese imbécil no hará nada sin que le provoquen y no tenía...
Miro a todo mundo y este le miro, tenían los ojos de un solo ser que miraba alguien de manera intrigada y odiosa, el secreto que se suponía aun no tenía que ser revelado lo fue ahora. La sacerdotisa desapareció dejando al tipo solo.
—¿Entonces... los rumores son ciertos? - Dijo ese tipo — ¡tengo que...
Antes de volverse a mover fue capturado por algo que sujeto sus pues y sintió un empujón por la espalda que lo hizo caer al suelo.
—A donde, dijo el conde — dijo Amélie al tomarlo de la cabeza y azotarlo al suelo
—Tu, ¿cuándo?... ¡¿si eres tan gorda como es que te mueves tan rápido?!
— Mala elección de palabras amigo —dijo Fio
—¿Puedo sacarle la información a golpes?
—Te acompaño — dijo Tron
Marcus miro alrededor, todos estaban rezando a quien se les había venido a la mente.
— Estoy seguro que aquí hay una explicación muy grande y larga para esto... ¿no es así, jovencito? — pregunto Kouhei con una calma tan grande que las dudas de todos desaparecieron
Todos los alumnos miraron a Ritsumary y ella sintió.
Ya era algo tarde, la fiesta seguía hasta que fuese la noche de la luna llena, las cosas se veían igual aunque de menor cantidad, algunos ya estaban en sus casas al fin descansando, otros estaban embriagándose y otros tantos miraban a quien estaba caminando con una armadura negra, donde se suponía estaba mal eso. Algunos chicos y jóvenes veían eso con admiración, otros querían acercarse, pero Silver y Sadler los detenían apareciendo y desapareciendo en los lugares demasiado rápido como diciendo que no la interrumpan, todo abriéndose camino en una sola línea.
—¿Cuantos vamos? — dijo Azrael estirando las manos
Zartremist se puso a leer con los peluches que había ganado junto con la basura que había venido la comida, en una bolsa.
—54 victorias a 43 derrotas de mi parte, y casi lo mismo para usted, pero siento que se contiene de una manera muy sutil
—Seria un total mentiroso si dijera que hace mucho que no juego esto
Zartremist entrecerró los ojos quedándose en silencio por momentos
—Le creeré por esta vez — respondió Zartremist
—Es cierto
—¿Do...
Y antes que nada ella dio una vuelta sintiendo algo en su puño que mando a volar hacia atrás a quienes estaba detrás de Azrael, el zumbido por la velocidad fue tan agudo que parecía auto de carreras alejándose hasta que se detuvo.
— Sentí una presión de alguien que quería matarme — dijo Zartremist al mirar lo que había hecho
—¿Sabes a quien acabas de golpear, cierto?
Todo mundo quedo conmocionado por ello, sabían quién era y lo que quien traía quería hacer, pero nunca pensaron que Zartremist la mandara a volar demasiado lejos y demasiado fuerte.
—¿Estará bien? —pregunto Azrael al mirar lo lejos que había quedado —, ese si fue un buen derechazo
—¿Continuamos? —pregunto Zartremist como si nada
Azrael miro sorprendido a la generala señalándola a ella y después a la víctima.
»¿Qué?
—¿Acabas de golpear a la hija del héroe y sigues como si nada?... me agradas
—Aunque esté tranquila no dejare de estar en guardia
Zartremist sonrió y siguieron en lo suyo.
—¿A eso se refería con no interrumpir en absoluto y disfrutar?—Dijo Sadler al mirar todo eso—, pensé que era pura mierda eso
— Su frase favorita es "La palabra de un rey es absoluta" así que tómalo como algo literal... aunque hay algo que me incomoda en ti
—Yo también lo siento... alguien me quiere controlar... esa armadura no está completa... y el héroe no hará nada, ese sujeto tu esposo, deja todo al azar y prefiere seguir ignorando lo que pasa a su alrededor como si todo fuese parte de alguna extraña vida diaria, además que todo seguirá igual como si fuera un campo soleado — cuando dijo eso miro a Azrael—, ¿crees que?
Silver tapo su boca con una mano y con la otra toco sus mejillas, se veía como una jovencita nerviosa por hablar de alguien amado.
"Antes"
Se habían encontrado antes, justo después de que Sadler visitara las caballerizas, ella estaba en la azotea de la posada y vio en la esquina Azrael, con los pies colgando mientras miraba las luces de las casas y las calles estando adornadas y las demás por hacerlo, estaba jugando ajedrez solo y aparentemente indefenso, tenia .
— ¿Vienes a quejarte de que no hago mi trabajo? Siento que escuchare eso mucho cuando todos los demás se den cuenta de esto— dijo sin mirarla moviendo el alfil a una de las esquinas del tablero
Ella se acercó sin sentarse solo quedándose a un lado sintiendo el viento mover su ropa.
—Me he dado cuenta... que los humanos son... tan raros... que me hace querer no salir mucho de donde estoy, pero debo decir que se esfuerzan en hacer fiestas divertidas... Pui— dijo ella
—Lo sé... por eso es que quiero ver como hacen todo esto, de todas formas no puedo dormir, solo muy pocas veces lo he hecho y debo decir que no es agradable
Ella sonrió y dio un paso a un lado, noto la mirada de él dirigirse a otro lado.
—Querías que Delta viniese a una de estas, más bien querías acompañarlo ¿cierto? Pui
Azrael no sabía si molestarse o irse, pero solo suspiro, extendió la mano y la levanto a la luna, esta se cubrió de negro como un rápido eclipse y después la hizo desaparecer.
—Debes saberlo, las veces que salí de mi castillo con él solo causamos más desastre que mis cuatro generales... peor con esas personas, además que no sabía controlar muy bien mi aura y poder como ahora... tú por otra parte, puede salir las veces que quieras y ni siquiera el más perceptivo podría decir si eres una humana o un dragón
—Así fue como obtuve tu sangre, pensabas que era una niña ordinaria y después pasó lo que llegamos ahora Pui
— Gracias por recordármelo, pero no entiendo, se supone que cada uno de nosotros es libre de hacer lo que venga en gana... ¿Por qué decidiste ayudarme ahora? Antes harías a todos tus dragones no permitirme ni siquiera el paso, también sé que Rhondrew te obedece más a ti que a mi
Silver puso un dedo en la boca y exhalo un "mmhh"
—Solo quería saludar... además, lo sentí, más bien, lo siento, en la boda... mi padre te hizo prometer que no me harías daño, y cuando vi a esa chica... después de lo que hicieron tú y Delta... me volví loca, perdón, Pui
—No tienes que disculparte, también me volví loco cuando apunte a tu garganta por ello, veo que algunas cosas no cambian
—Pui
Ella se sentó a un lado, el movió un peón derribando a una torre.
—No eres el único con trucos baratos, también en la boda prometí no meterme en tus asuntos sean cual fuesen, sabes que la confianza y palabra de un dragón es dar la mitad de la vida a quien se relacione, si no lo hago toda la confianza será destruida tanto contigo como con los dragones que cuido, y si hubiese hecho eso... pui... bueno, no sería la misma reina de los dragones sobrevivientes, perderían donde vivir y en quien confiar, Pui— la voz de ella se volvió calmada
—Nuestras promesas son casi iguales, se derivan de diferentes formas hacia quienes nos dirigimos, pero son lo mismo— dijo Jezabel
—La tuya es, "La palabra de un Rey es absoluta" que tienes siempre, Pui
—Y la tuya es "Prometo cumplir mi palabra por mi Fuego eterno" ¿debías tener que extender eso? - pregunto mirándola ignorando su juego
Silver rio un poco apenada y feliz.
—Si quería ser igual a mi esposo tenía que ser de al menos una manera, Pui
Sintió un toque en su cabeza, la sorpresa de eso la dejo sin palabras
—Gracias por comprenderlo
—¿Que eso esto? Se supone que debo tomar la iniciativa, además que tengo que hacer algo como disculpa, Pui
—Entonces...
Se recostó en su regazo cual pareja de novios, ella no sabía qué hacer, el solo seguía indiferente siguiendo en el juego de ajedrez pero se notaba que solo quería molestarla un poco.
»Quédate así hasta que me harte, ¿te parece?
—Cielos, ¡Que tramposo eres! ¡Pui!
Pero no se quitó, quien tenía en sus piernas podía destruir a quien sea, podía darle pelea y ser lo peor del mundo, pero ahora estaba más indefenso que nada, ella sentía que él la molestaba porque se sentía de la misma manera que ella, no encontrar nada interesante y que de la nada llegase algo tanto para pasar el tiempo como para disfrutar, ella la había tenido antes, pero un error la hizo dejarlo, él tenía también algo, e hizo lo mismo superándolo a su modo, ella no tanto.
—En serio, ¿mi esposo es tan infantil? Pui— su voz sonaba alegre
—Mira quien habla... Oye, realmente sé que piensas que lo que estoy haciendo está mal, y quisiera que tú me dijeras con honestidad, ¿lo está? ¿Debería terminar con todo esto? Sé que Rhondrew te tiene informada parte de lo que hago... pero inclusive yo siempre tengo dudas de seguir o terminar ya con todo... ¿qué opinas?
Silver se quedó pensando mientras le miraba a los ojos, él tenía todo, ella igual, pero ambos se sentían vacíos de una manera muy diferente, ella le sonrió de una manera curiosa y plena mientras le acariciaba la frente.
—No tengo respuesta para eso, pero para lo que sí... es que esa respuesta llegara al final de lo que haces... demasiado cruel, ¿no es así? Pui
—Demasiado
Ambos se quedaron callados, ella miro hacia arriba a la luna.
—Cierto, ¿escuche sobre una parte del final de este festival, podrías contarme la historia? Pui
"Volviendo al presente"
—Lo conozco lo suficiente para saber... que él no tiene ni la más mínima idea de lo que hace, y si lo supiera, definitivamente el mundo se iría demasiado rápido a la mierda, por eso lo amo con mi corazón, tiene el poder definitivo para acabar con todo, pero prefiere admirarlo primero, es como yo, espera la oportunidad para demostrar su orgullo, su poder, y su carisma como un gran dragón, pero es un idiota en todos los sentidos de la palabra por eso, pero sabe hacer su trabajo...
Sadler empezó a reír, era una risa discordante y ruidosa, no tenía otra intención más la de ser una risa de felicidad y burla, la gente le miraba extraño y se alejaron de ellos dos por lo raro que se veían, una mujer sonrojada tocándose las mejillas y un sujeto en el suelo retorciéndose de risa.
«A quien sea que me resucito en este tiempo... muchas gracias» pensó Sadler
Pasaron más horas, esos dos se unieron a Zartremist y Azrael en los juegos como si se conocieran, los alumnos (en específico Ritsumary y Marcus) estaban interrogando a golpes a quien habían capturado, su "padre" les había enseñado como y la sacerdotisa Shiraishi seguía inconsciente dentro del santuario, encerrada en una habitación con una venda en la mejilla, Kouhei se quedó a lado de ella mientras le cuidaba y suspiraba pensando mucho en ella y el.
—Perdóname
Sintió una presencia muy grande detrás de él, la oscuridad podía cubrir toda esa habitación, era demasiado poderosa como para ignorarla, pero lo más raro era que se mantenía tranquilo.
—¿El rey demonio debería estar haciendo esto?
—¿El padre debería no hacer su trabajo con sus hijos?
—Touché
Azrael tenía comida en la boca y más en las manos y tenía ventaja que Kouhei no sabía eso así que no podía perder su estilo.
»Además, escuche que fuiste a mi castillo, ¿Ahí perdiste la vista?
—No, me quede aquí, claro que fue después de ver altar que tienes antes de entrar a la sala del trono... ahí... entendí una cosa, el no ganarte, sino que eras alguien que se podría decir, bueno que tenía que ser mejor, no sé cómo lograste sobrevivir tanto, pero algo de mi decía que yo aún no estaba listo, llegue y un año después estaba en el penúltimo sitio antes de enfrentarte tus monstruos más fuertes, pero sentía una firma mágica que emanaba de esa puerta y de esos monstruos, supe por completo que tú les dabas energía y magia, tanto para sus ataques como para sus movimientos y al mirar el altar hacia los que derrotaste, entendí que te subestimaba demasiado, así como ellos, como si fuese un doble mensaje, "Hazlo y demuestra que puedes o Entrena más y supérate"»
—Un poco de ambos, aunque yo solo los honro a mi manera— dijo Azrael tragando maní de manera muy fuerte
—Deje a los demás en la entrada del castillo dando mis razones, no habíamos perdido a nadie, sabía que me entendían, aunque hubo otros que creyeron que lo hice por miedo, pero al final realmente no me importo lo que pensaran, tiempo después llego la gran guerra maldita, todo mientras yo solo estaba acampando a un lado de aquí, debiste ver el espectáculo, demonios rodeando este lugar, fuego, ángeles cayendo mientras peleaban contra demonios aún más grandes, fuego, rayos, gritos, el paquete completo de un apocalipsis a la vuelta de la esquina, la pelea, o más bien la defensa que tuve que hacer aquí me llevo semanas, hasta que tanto pude resguardar
—Sobreviviste a mi castillo y saliste ileso, ¿pero en esa batalla te quedaste ciego?
Kouhei suspiró pesadamente, recordar eso le dolía, pero ahora valía la pena.
—Dice una antigua frase, "solo cuando conoces todo el terreno puedes maniobrar y luchar tanto como quieras" tu castillo solo se basa en peleas de frente, donde estamos es un lugar con bosques y sitios escondidos que en ese tiempo no sabía dónde estaba por qué apenas había llegado
—Buen punto
—Cuando los demonios venían por ahí los quemaba por el bosque, tardaban en ahogarse pero los remataba, los que volaban los derribaba con flechas, todo eso con otras personas, después de muchos asedios, apenas quedo la piedra donde estamos, sabíamos que vendrían más y nos preparamos para pelear, pero nos enteramos que todo se había terminado, que aquí solo querían reabastecerse ya que los habían mandado pues en una gran batalla el rey demonio detuvo todo matando a los verdaderos Lord del infierno y fuerzas más desastrosas... mi presentimiento esa vez tenía razón y aún sigo agradecido con eso
Azrael se sentó a un lado de Kouhei, Shiraishi seguía inconsciente, pero movió un poco los ojos.
»Pensé que todo se había terminado, pero fue muy tonto de mi pensar eso, cuando reconstruimos la aldea unas semanas después de terminada la guerra un caballo llego a la plaza, nadie entendía como, pero traía en la montura una bolsa de cuero, el caballo se detuvo y murió al dejarse caer de un lado, después se escuchó un lloriqueo agudo, todos nos acercamos y en la bolsa venia una gran cobija junto con una bebe
Azrael se atraganto al escuchar eso.
—Entonces...
Kouhei alzo la mano deteniendo a Azrael, claro que quería continuar.
»Llevamos a la bebe al santuario y después aparecieron sujetos armados, no eran demonios, eran otras cosas, dijeron que venían por la bebe que había llegado en el caballo, las armas estaban nuevas y con sangre fresca, así que volví a confiar en mi presentimiento, pero no estaba casi nada recuperado, pelear con esos, ¿diez, tal vez once? Venían por la bebe, logre eliminar a todos, menos a uno que solo estaba mirando, la aldea había sido vuelta a evacuar, pero algunos se quedaron para proteger a la bebe, ese sujeto tenía la ventaja de estar bien, pero yo pele con todas mis fuerzas, al final no pude evitar cansarme así que hice algo estúpido, pero que ha valido toda la pena... mi poder se basa en mis habilidades, si uso mucho mis brazos estos llegaran a su límite, mis piernas y demás sentidos aumentan pero si abuso de esos podría explotar internamente
—Usaste tu vista para prever los movimientos de tu enemigo... en pocas palabras, miraste el futuro a la fuerza
—Pensé que era una locura, pero funciono, solo podía ver borroso y apenas visible, pero logre eliminar a ese sujeto, pero con su último aliento nos lanzó una maldición a cada uno, yo quedándome ciego completamente y sin poder moverme más de lo necesario, no podía volver a pelear, ella en un sueño profundo manteniendo su edad, hasta no hace más de quince años que despertó y creció de manera normal
Azrael miro a un lado, Shiraishi estaba llorando, pero se tapaba la boca como podía.
»Siento que una de sus malas compañías le contó sobre esto, lo que la llevo a responsabilizarse de todo, igual que intentara cometer una tontería... quería que ella fallara que se frustrase de alguna manera, un padre no debe ser así, lo sé, pero cuando vez que tu hijo va a ser algo de lo que se puede arrepentir después, solo queda el decir... "te lo dije" en silencio o con la mirada, así ella sabría que no es su culpa, que debe dejar de pensar en mí y lo que me pasó... además de tener su propia vida y no moldearla a la forma de otros...
—Retiro mis palabras.... Tú si sabes hacer tu trabajo
—Debería decir lo mismo... aunque veo que a tus alumnos se les está pegando la forma en la que haces tus cosas
Shiraishi se fue en silencio de ahí, Kouhei seguía tranquilo, sabía que ella lo había escuchado, pero no le importaba en absoluto, era algo que él quería, Azrael suspiro, de un lado apareció un juego de té japonés y lo puso enfrente haciendo aparecer una mesa de madera, Kouhei toco eso sintiendo una tremenda nostalgia mientras pasaba sus manos por los utensilios.
—¿Podríamos tener una ceremonia de té mientras esperamos que amanezca y que terminen ellos de jugar?
—Sí, ¡por supuesto!
Kouhei se inclinó un poco emocionado.
—Mi nombre real es Kuromo Kouhei, estaré encantado de ser el maestro de ceremonias, antes de venir fui presidente del club de té de mi escuela, puedes llamarme solo Kuro
—Jezabel... a secas
En el mismo lugar donde estaba el campamento los soldados seguían esperando algo que aún no iba y ni pasaría, porque un grupo de jóvenes y sirvientes (desobedeciendo a su maestro y amo, respectivamente) estaban ocultos detrás de una serie de árboles, algunos podían ocultar su presencia, otros solo esperaban el momento para la masacre, era solo un circulo de violencia necesaria y un tanto innecesaria ahí.
—Siento que nos conoceremos de ahora en adelante pequeños sirvientes de mi amo — dijo la mujer camarera de aquel día con un aire cambiado a uno de muerte a quien tuviera enfrente
Fiorelence no le miro, sabía que no le podía ganar, y muy dentro de ella agradecía que estuviera de su lado.
— Una cosa es que seas del castillo, otra cosa es que si lastimas o matas a alguien de mi reino, te matare sin piedad — respondió Fiorelence con la misma intensión que ella
Aunque todos se miraban con odio, la mayoría de ellos veía con nostalgia a la chica nerviosa que guardaba sus lentes en donde no cayeran, la misma chica que traía aquella aura que en un principio odiaban, pero que mucho tiempo después, se ganó su confianza y amistad, ahora comprendían del por qué Jezabel no iba tanto al castillo, ellos podían rechazar a los demás, pero no a alguien como aquella niña.
**"Los honores para aquellos que desean preservar la paz a base de guerra, los honores para aquel que tenga el poder necesario para mantener el equilibrio y la muerte para los que desean mover la balanza a su favor aun cuando el mundo grite desesperadamente que no"**
La noche empezaba a iluminarse con la luz de la luna y aquel fenómeno natural y desconocido, las antorchas de aquel campamento seguían prendidas, y todos estaban expectantes a la orden.
—No me importaría matar a alguien como tú en pleno público... el problema es que me metería en problemas con mi amo — dijo un sujeto con un monóculo azul, vistiendo de mayordomo de guantes blancos traje negro y zapatos limpios, no midiendo más de 1.50 de altura, pero con el agarre que tenía en el cuello a su víctima decía que su fuerza era descomunal—, Pero al menos yo controlo mi ira
Los alumnos solo observaron todo, no se habían movido nada, la impresión de los ataque a mano limpia de los sirvientes los dejaron perplejos, con movimientos fluidos, salvajes y precisos, además de no dejar oportunidad de respiro a las víctimas que aunque se veían ya preparadas, no podían hacer nada ante su fuerza.
—Ellos atacan los puntos débiles de la armadura como si tuvieran espadas en vez de manos... —dijo Marcus al ver como la camarera de una patada logro dislocar el cuello de un soldado
—¿Esta es la fuerza de los que son compañeros de Azrael? —pregunto Evanile al ver a un sirviente destruir una armadura de un golpe aparentemente simple, sin dañar el cuerpo y para que después colapse mientras escupía sangre
Ritsumary inclusive trago saliva, Gabriele se quedó inmóvil, pero estaba desmayada de pie, Fiorelence solo sostenía una lanza mientras le temblaba la mano, todo era un festival de gritos, armas y desesperación por donde quiera que se viera, hasta que las antorchas se apagaron con los gritos desesperados de soldados, caballos desbocados y termino demasiado rápido mientras los mismos sirvientes levantaban el desastre como si se tratara de una habitación sucia.
—Hace mucho tiempo que no salimos, ¿Nos habremos sobrepasado? —pregunto un sirviente
—No responderé la pregunta por qué es obvio que es así... hasta "ella" tiene los ojos en blanco
Todos miraron disimuladamente a Gabriele, claramente seguía inconsciente.
—Aún no está lista para esto —dijo otro—, pero me da curiosidad la otra chica
Ritsumary parecía haber analizado todo ya que estaba más tranquila que los demás pensado mucho mientras movía la muñeca y gruñía recordando lo que vio imitándolo de manera disimulada.
—Interesante... demasiado interesante
"**El equilibrio trae consecuencias, así como la paz trae la guerra, nadie es poderoso hasta que el destino desee terminar con ello, ese mismo destino que todos deseamos eliminar pero que inevitablemente es el que nos da la emoción de vivir, recordar y atesorar lo que deseamos tener y conseguimos, destruir, lastimar y eliminar a quien nos amenace, amar, proteger y servir a quien nos ame, el equilibrio es una dama sentada en medio del caos mientras se sirve un vaso de vino esperando ver de qué lado se inclina la balanza, para solo mover la mano y revertirla con un desconocido destino, inundando, riendo y embriagándose con su final, uno que ni ella misma conoce a pesar de su poder**"