Eric siguió la mirada de Keith y se quedó atónito al instante cuando la vio. Nicole llevaba investido largo de color gris plateado, acampanado y brillante en el dobladillo y encorsetado en su esbelta cintura. La hacia parecer muy alta y hermosa. Su larga cabellera ondulada caía sobre su espalda y su personalidad era increíblemente llamativa.
Keith maldijo en voz baja:
- ¡¿Qué clase de mundo diminuto es este?! ¿Cómo puedo toparme con alguien que odio cuando solo quiero un trago?
Naturalmente, el grupo de Yvette noto a Eric y a Keith. Aunque no querían verlos, no había razón para ignorarlos ahora que se encontraban frente a frente.
-Señor Ludwig, ¿ha terminado de poner en orden su escandalosa vida amorosa? ¿Cómo es que todavía tiene ganas de salir a por un trago? Supongo que el impacto de esa foto es insignificante para usted, ¿no es así? -Yvette se burló.
Keith no estaba dispuesto a mostrar ninguna debilidad y dirigió su mirada a la culpable, Nicole, en la parte de atrás. Se burlo y dijo:
-Nicole, te subestime. No esperaba que fueras una persona completamente diferente. Supongo que cualquiera cambia si tiene a alguien imponente que los apoye.
- ¡Por supuesto! Lleva 3 años viviendo de forma miserable, teniendo que depender del bueno para nada de su exmarido. Ahora que se ha divorciado, estamos aquí para apoyarla. Señor Ludwig, ¿no es usted quien corre a su amigo cada vez que se encuentra con un problema? -Julie Nixon intervino, enfurecida al ver a Eric. Tiro de Yvette y le dijo: -No perdamos nuestro aliento con ellos. Entremos.
Nicole parecía indiferente a la discusión, mientras seguía a sus amigas al interior del bar. Ni siquiera echo un vistazo a Keith o Eric y paso junto a ellos como si fueran meros extraños. Un hombre diabólicamente guapo caminaba detrás de Nicole y sostenía su bolso. Cuando el hombre paso por delante de Eric, lo miro con desprecio y resoplo antes de seguir a Nicole.
Keith estaba enfadado y ansioso.
- ¡No me había dado cuenta antes, pero tu exmujer es muy hábil! Todo el día me estuvo ridiculizando en internet, ¡¿pero fingió que no nos vio?!
La cara de Eric se hundió ligeramente.
-Ya basta. ¿Quieres crear un mayor alboroto? ¡Vete a casa y quédate allí!
Keith respiro profundamente.
-No voy a ir a casa. ¿Por qué tengo que ser yo quien se vaya? ¡Quiero ver de qué son capaces!
Eric se resistía a entrar, pero sus pies tenían mente propia y siguieron a Keith dentro del bar. Reconoció el bolso que sostenía el hombre diabólicamente guapo. Grant Staton también había llevado ese bolso por ella en el banquete la última vez. Era el bolso de Nicole.
Julie arrastro a Nicole hasta el segundo piso y se mostró muy emocionada.
-Voy a organizar el ultimo desfile de moda de la temporada en unos días. Trae a tu tercer hermano. ¡He reservado buenos asientos para ustedes!
Hugh Carter, que estaba detrás de ellos, protesto insatisfecho:
- ¡Hice mi reserva hace mucho tiempo y todavía no me has dado las entradas! No me importa, ¡pero quiero sentarme al lado de Nicole!
- ¡Sigue soñando! -replico Julie y saludo a Ian Carter, que había llegado mucho antes que ellos.
Nicole se rio y no pudo evitar reventar la burbuja de Hugh:
- ¿A caso tu padre te dejara ir cuando vea que no estás haciendo tu trabajo?
Hugh detuvo sus pasos y se aferró al brazo de Nicole, ofendido.
-Contigo cerca, no será tan duro conmigo…
-Uch… -Ian saludo a Nicole al verla. Sonrió alegremente y se acercó para abrazarla. -Bienvenida, mi reina.
Los dos hermanos Carter, eran parecidos. Hugh era el hermano menor y era diabólicamente guapo. Si entrara en la industria del entretenimiento, sería la nueva estrella más sensual del momento.
Ian era unos años mayor y era el segundo hijo de la familia Carter. Parecía más maduro y era lo suficientemente guapo para que un grupo de jovencitas lo persiguiera, pero él siempre jugaba con ellas y nunca buscaba nada serio.
Nicole se rio y se sentó a un lado. Ian estaba jugando a una partida de dados de póker antes de que llegaran y los jugadores seguían esperando a que hiciera su movimiento. Ian agito la mano y dijo:
-Estoy fuera. Por cierto, Nikki, he contratado a tu grupo favorito, Los Lunáticos. ¡Espero que lo disfrutes!
Todos en la mesa estaban molestos.
- ¿Qué? Ian, ¿no vas a seguir jugando? Apenas estábamos em uma racha...
-Señor Carter, ¡Que coincidencia!
En cuanto Keith y Eric subieron, vieron a Ian sentado relajadamente, mientras agitaba una copa de vino tinto con una mano.