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Chapter 25 - ELLA ES DIFERENTE

Aunque pertenecían a círculos diferentes, la alta sociedad de Atlanta era pequeña, por lo que todos más o menos se cruzaban constantemente entre sí. Por esto, Keith e Ian se conocían. Cuando Ian vio a Keith, naturalmente vio también a Eric. Ian inclino su vaso para saludarlos.

-Que coincidencia, señor Ludwig.

Keith vio quien Nicole e Yvette estaban sentadas con Ian, por lo que supuso que estaban allí juntos. Keith se dio la vuelta y tiro de Eric para que se sentara en su mesa.

-Vamos a jugar algo juntos. No le importara, ¿verdad, señor Carter?

Ian no contesto y se volvió para mirar a Nicole.

-Mi reina, ¿te importa?

Nicole se levantó despreocupada.

-Adelante, yo voy a bajar a ver a la banda.

Yvette le siguió inmediatamente

- ¡Vámonos! Es tan sofocante compartir el espacio con semejantes pestes.

Julie tomo 3 botellas de vino fino y dijo:

- ¡Yo también voy!

Eric observo como Nicole desaparecía por las escaleras, antes de apartar su mirada y mirar a Ian.

-Señor Carter, ¿Cuál es su relación con Nicole?

Ian ladeo con la cabeza y se rio.

-Somos amigos.

- ¿Cómo puede alguien como ella ser amiga de usted? Señor Carter, no se deje engañar por su… -antes de que Keith pudiera terminar su frase, fue interrumpido por Eric.

-Keith…

La mirada de Ian se volvió fría al mirar a Keith.

- ¿Y cómo es ella exactamente, señor Ludwig? ¿la conoce muy bien?

-Yo… -Keith se quedó sin palabras. Eric no acudió a su rescate, por lo que se sintió molesto por no poder contarle a Ian todas las cosas despreciables que Nicole había hecho.

La música a todo volumen, que venía de la planta baja, encendió el ambiente del bar. Una canción familiar de Los Lunáticos resurgió después de 3 años, despertando inmediatamente el entusiasmo y la pasión de la multitud. Todo el mundo aclamaba, se balanceaba y miraba a los del escenario.

Keith suspiro con incredulidad.

- ¿No se habían retirado Los Lunáticos? ¿Por qué están aquí? he oído que incluso rechazaron la oferta de 8 cifras para tocar en un espectáculo privado, pero entonces, ¿Qué hacen en este bar?

Había 3 personas en esta banda, pero solo dos aparecieron. Sin embargo, estos dos ya eran suficientes para encender la emoción y la pasión del público, ya que controlaban la energía del lugar.

Yvette estaba gritando y vociferando desde abajo del escenario y no se dio cuenta de que Julie se había llevado a Nicole tras bambalinas.

-Faltan 3 minutos para que termine esta canción. Damon acaba de tener una apendicetomía, así que no pudo venir. Sin la parte del violín, la canción perderá su esencia. La última canción necesita un acompañamiento de violín con el bajista. No hay nadie más que tu para hacerlo, ¡así que ve!

Nicole estaba sorprendida.

- ¡¿Yo?!

-Eres la única que ha tocado con ellos antes, así que por supuesto, debes ser tu. ¿De verdad quieres que sean un fracaso? Están aquí por ti. Además, ¿no quieres recuperar ese antiguo sentimiento de emoción?

La música era ensordecedora. Esos recuerdos familiares hicieron que Nicole se sintiera entusiasmada. Sonrió y dijo:

-De acuerdo, lo hare.

Todo el mundo aplaudió con fuerza a la banda. Sus cuerpos se balanceaban al ritmo y todos estaban exuberantes. Nadie se dio cuenta de que Nicole llevaba un violín en la mano izquierda, mientras sujetaba su largo vestido con la otra mano y subía al escenario.

Las luces se apagaron de repente, dejando solo un haz de luz en el escenario. Monster y Phantom, que formaban parte de la banda, se iluminaron al ver a Nicole. El bajista, Phantom, comenzó a llevar el ritmo. La mejor parte de esta canción es el dúo de bajista y violinista, que resultaba en una unión absolutamente divina. Si no sonaban iguales, la canción perdería su esencia.

Phantom se adueñó de la melodía con pasión, lo suficiente para vigorizar al público. En el siguiente segundo, el sonido delicado y meloso del violín se integró perfectamente al bajo. Cuando la batería se detuvo bruscamente, el violín sonó de repente: audaz, rico y profundo. Todo el mundo se quedó asombrado al ver a la mujer en el escenario, con un aspecto tan genial y valiente. El violín en sus manos sonaba tan mágico y afinado que encajaba con su estilo tan característico.

Todo el mundo estaba inmerso en la música cuando, de repente, la batería se unió de nuevo. Hubo un entendimiento tácito entre el baterista y el violinista al sincronizar su ritmo. El marcado contraste entre la intensidad de la batería y la suavidad del violín, formo una hermosa melodía. Tras la breve interpretación de 2 minutos, los gritos del publico fueron aún más estruendosos y ensordecedores que antes.

En el segundo piso, Eric no disimulo la conmoción que paso por sus ojos.