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Chapter 29 - PRIMERA EXPERIENCIA EN OTRO MUNDO

Era media noche, la luna llena estaba colgando en lo alto y las estrellas llenaban el cielo. Sin embargo en algún lugar del cielo infinito aparecieron señales de destrucción, se estaban formando nubes de tormenta a una velocidad sorprendente.

Y un ser se percató del cambio abrupto de la voluntad del cielo, se encontraba en un mundo superior donde los Dioses y Semi-Dioses convivían. La fuerza del individuo había alcanzado un nivel tan alto que los mismos cielos influenciaron en él; sin embargo, por su propia voluntad decidió quedarse bajo el dominio directo del mundo, haciendo que actuará como la voluntad cielo y castigará a los que se oponen a la misma. A diferencia de su tituló como un aniquilador o perro de caza del cielo, había una sensación de calidez y gentileza acompañada con una ligera sonrisa. Sus ojos eran afilados, su cabello rubio era algo largo, sus facciones eran hermosas y suaves; irradiaba una sensación de paz y tranquilidad como si fuera un ser de luz en un mundo lleno de maldad.

—¡!

—¿Sucede algo mi Lord?

Sus cejas se fruncieron un poco y esté cambio no paso desapercibido de uno de sus sirvientes, por lo que preguntó preocupado, después de todo el era la existencia número uno en este universo.

—Hay señales anormales en los cielos, parece que en el mundo de los inicios ha nacido un nuevo ser capaz de cambiar el destino

—¿Eso es raro señor?

—Por supuesto que lo es... Los únicos que pueden cambiar el destino de esa manera pertenecen a la familia O'Reilly

—¡!

—...

—Pero el Dios de la destrucción o sus esposas no han aparecido desde hace siglos

—Irrespetuoso... ¿El señor O'Reilly necesita avisarnos que vendra a este universo?

—L-lo siento mucho mi señor

—Ten cuidado, incluso alguien como yo no iría contra el señor O'Reilly

Sus ropas doradas se sacudieron mientras hablaba respetuosamente, no quería invocar la ira del ser que rige está realidad, estaba algo enojado con su sirviente después de todo el ser que está por encima de él y por mucho necesitaba su permiso para ir o venir a dónde fuera. Que broma.

En su mano apareció una espada, extendió su mano y apunto al cielo mientras una expresión respetuosa apareció en su rostro.

Miles de expertos atrás de él estaban arrodillados esperando alguna orden.

*Bririri* *Booom*

De repente el cielo sufrió un cambio y cientos de rayos se condensaron y se dispersaron con fuerza viajando hacia el horizonte dejando un poco estupefacto a todos los presentes, como un buen líder rápidamente se calmó, sus ojos se pusieron serios pero aún así bajo su espada, al parecer el cielo tenia algo de participación y no necesitaba moverse.

...

En ese instante, la noche oscura se convirtió en una mañana soleada. Incluso antes del impacto del rayo, el suelo ya estaba retumbando ferozmente.

El imperio De'ath fue sacudido pero solo duró un instante, no causó algún daño sino que más bien tan pronto como apareció se desvaneció por completo.

Al mismo tiempo, el mundo quedó envuelto por la noche una vez más. El cielo nocturno era originalmente brillante, se oscureció bastante no había ninguna estrella en el cielo, solamente estaba la luna irradiando más luz de lo normal.

...

Los ojos del tipo se abrieron enormemente, su cuerpo tembló y el sudor era desagradable, ahora lo sabía ésto estaba relacionado con los O'Reilly había nacido un hijo del cielo en el mundo de los comienzos.

No podía moverse con facilidad, si iba y ofendía al Dios de la Destrucción, todo se acabaría para él. simplemente suspiro y negó con la cabeza, por ahora simplemente esperaría y respondería en consecuencia.

—Suban las defensas al máximo, quiero un registró de todas las personas que crucen el mundo superior al mundo inmortal

—¡Señor, si señor!

La respuesta similar a un trueno resonó más allá de los cielos y decenas de expertos se desplegaron con sus misiones.

...

Una mujer de cabello rojo se sorprendió, incluso tan lejos del imperio De'ath pudo ver el cambio abrupto del cielo, Su imperio Font sufrió una ligera sacudida. Es más para ella, cada persona en el continente pudo percibir el cambió, esto era completamente anormal.

Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando se dió cuenta que era magia reunida y dispersada hacia una dirección en específico.

...

—¿Energía espiritual? Esa magnitud de poder, ¿Será mi padre? No, Imposible, pero no importa. Lo sabré inmediatamente cuando lo vea por mi misma

Se dirigió hacia el oeste cuando un bramido hizo que se detuviera.

—¡Gruaaaaaaaa!

*Blow* *Blow* *Booooom*

Un enorme dragón rojo le cortó el pasó, abrió su enorme hocico lleno de innumerables y afilados dientes, una bola de fuego se comenzó a formar el pecho y el largo cuello de la criatura se hincharon, después de unos segundos la bola de fuego fue expulsada con violencia mientras sacudía sus alas manteniendose en el aire.

La montaña se derritió como si fuera una vela de cera. El rojo intenso se hizo presente.

Sin embargo para la incredulidad del dragón, la mujer frente a él no se movió, su cabello oscuro bailó debido al movimiento rápido del viento, su mirada era abrumadora y severa, llevaba una túnica gris con adornos negros, su piel era blanca y algo pálida, tenía una nariz pequeña, sus ojos eran verdes heredados de su padre, mientras su forma de caminar, su porte y su hermosa figura fueron regalos de su madre, cuando extendió su mano, en el dorso de la misma lo que más resaltaba era un dragón comiéndose su propia cola con la luna como centro, parecía un tatuaje pero si mirabas de cerca era un sello mágico del más alto nivel.

El dragón se percató de inmediato de que su ataque no causó estragos a la mujer frente a él.

*Booom*

Aterrizó a unos pocos metros de la mujer y abrió sus enormes fauces, la mujer no se vio para nada impresionada es más parecía aburrida y al mismo tiempo enojada.

Sus miradas se encontraron, los ojos normales de la mujer se volvieron verticales como una "l" mostrando que también era parte de la familia dragón.

El dragón entró en pánico y batió sus alas tomando impulsó con la intención de escapar del lugar.

—Muere...

La mujer soltó esas palabras sin mucho esfuerzo, el dragón explotó en varios fragmentos que se dispersaron por todo el lugar.

Llovió sangre y ella simplemente creo una barrera que impedía ensuciarse, con un movimiento de su mano, la sangre se condensó en una esfera roja, ella jugo un poco con ella pasándolo entre sus finos dedos y al final se lo comió absorbiendo todo el poder de dragón.

Después de unos segundos continúo su viaje pasando por encima de una enorme mancha carmesí que estaba en el suelo. Otros dragones que merodeaban la zona como una manada se quedaron suspendidos en el aire mientras ninguno se involucraba con aquélla mujer capaz de matar a un dragón con un solo movimiento. El instinto básico les dijo que no se acercarán o morirían, mientras más lejos mejor para ellos.

Esa era la tercera hija del Dios de la Destrucción y la Princesa de los Dragones Oscuros. Era una existencia fuera de toda regla mortal. Un ser llenó de orgullo y poder capaz de matar a cada ser del mundo si ella lo quisiera.

—No siento a los sirvientes de ese perro que los cielos otorgaron la tarea de cuidar este universo... Extraño...

*Booom*

Otro dragón aunque más joven que el anterior descendió violentamente, ella sin detenerse movió su mano y en una fracción de segundo el Dragón se convirtió en nada más que un asqueroso trozo de carne. Los dragones eran existencias terriblemente fuertes, rápidamente todos descendieron e inclinaron la cabeza en señal de respeto. Ella los observó un breve segundo antes de seguir avanzando a su propio ritmo, ni muy rápido pero tampoco tan lento.

...

—Asi que ya está ocurriendo... Eso es bueno, pronto regresaré con mi esposo

En otro lugar desconocido una hermosa mujer de cabello negro y ojos morados sonrió cuando sintió el cambio del mundo.

—Al parecer todo está bien, ese chico Kevin reencarnó, las otras hijas de mis hermanos parecen estar bien... es un alivio

Su mirada se dirigió al infinito espacio, cerca de ella había una elfa de cabello dorado con traje de sirvienta asintiendo con alegría.

—El nivel de poder es diferente al de la última vez

—Es normal... la vez pasada no pudo evolucionar completamente quedándose estancado como un Semi-Dios, ahora parece que mi esposo lo ayudó un poco

—Eso quiere decir, ¿Su potencial es abrumador?

—¿Lo has olvidado? Kevin O'Reilly es el hermano mayor de esos monstruos

—Tiene razón mi señora.

—Veamos que pasa, podrías encargarte de crearle una brecha dimensional a este mundo, sus antigüos amigos reencarnaron aquí

—mmm~

—No te pongas traviesa y hagas más grietas

—mi señora... yo no haría algo como eso

—...

...

—Mmmhahahahahah

Una risa asquerosa se hizo presente en una torre alta en una de las muchas ciudades del mundo inmortal.

—Señor debería mantener la calma, si usted lo vio con ese adivino, lo más seguro es que él adivino del mundo y el señor del destino también

—¡Hmtp! tu que sabes, los jóvenes de hoy en día no muestran respeto a sus mayores

Pateó un cráneo que estaba cerca de sus pies y miro hacia arriba, era conocido como el señor de las maldiciones, él rey no muerto.

—Sabes que ésto es aburrido, tráeme a otra joven que encuentres por ahí, no importa si son niñas, eso es mejor

—...

—¿Qué?

—Nada... cumpliré sus órdenes

...

Albert De'ath estaba combatiendo con su enorme ejército al enemigo, era superado tres a uno por lo que tenía que mantener la calma, hizo un gesto con sus manos y comenzaron a retirarse.

El cielo ya había oscurecido, ya casi terminaba la guerra, su esposa se acercó a él mientras lo tomaba del brazo, ambos avanzaron, fueron a una colina cercana mientras discutían algunas cosas, en el horizonte se mostró una ciudad destruida a causa del enfrentamiento que había tenido.

Ambos esposos se abrazaron en un momento de intimidad.

—Extraño a nuestro hijo mi emperador

—...

Albert sintió pena y dolor con la primera frase de su esposa sin embargo la segunda frase hizo que su cabeza se calentará con deseó.

—Falta poco mi emperatriz, la guerra ya terminó. Pronto regresaremos, juntos... cómo familia

—Eso es bueno

Ella se sintió feliz pero le dio unas ligeras palmadas en las manos a Albert que estaba bajando sus manos más allá de su espalda, deslizándose lentamente. Se rió un poco al ver a Albert como un niño pequeño al que regañaron por hacer algo mal.

Se lanzó en un abrazo mientras ella lo besaba, se separó pero Albert parecía seguir besando el aire. Sus ojos se pusieron serios cuando sintió que algo estaba mal, un sexto sentido le advertía del peligro.

—¿Sucede algo?

—Siento peligro

—¿Cómo es eso?

La mirada de Albert se volvió nerviosa, siempre confiaba en los sentidos de su esposa. Subió la guardia; continuaron hablando y discutiendo sobre su hijo y lo que harían a continuación.

Albert sonrió un poco separándose de su esposa la cuál tenía una mirada llena de preguntas, puntos suspensivos aparecieron arriba de su cabeza.

—Muy bien. Yo Albert De'ath quiero decirlo ahora. Te amo, Jade... se que has estado esperando por esto desde que nos conocimos y solo ahora puedo decirlo. ¿Te casarías conmigo? ¿Mi emperatriz?

—...

Albert se asustó un poco al no escuchar ninguna respuesta, fue derribado mientras sentía varios picotazos en la cara.

—¡Acepto!

Ambos se besaron apasionadamente, el pequeño amigo de Albert se levantó, Jade se sonrojo un poco, mientras usaba sus muslos para estimular a Albert, iban a comenzar una batalla fisica muy intensa pero fueron detenidos cuando el cielo oscuro inesperadamente se iluminó.

—¿Qué demonios?

Jade rápidamente se bajó de Albert el cuál estaba furioso, su pequeño yo ya había sufrido dos veces seguidas dejándolo colgado.

Sin embargo aguantó y siguió la mirada de su esposa.

—Santa mierda...

—Grosero... No lo sé, pero es una gran cantidad increíble de poder mágico super condensado

Para que ambos pudieran ver magia de esa calidad ciertamente algo estaba sucediendo.

El ojo izquierdo de Jade brilló en un tono amarillo remplazando su tono azúl.

—¿Deberíamos volver, mi emperador?

Ninguno de los dos sabía que anunciaba este cielo anormal, pero si algo pasaba, al menos querían un techo para refugiarse, incluso querían reunirse con su hijo como una familia.

—Hay algo raro Albert

—¿Mmm?

—Esa cantidad y pureza de magia es muy rara, además parece que está cargando y apuntando

*Booom*

—Albert, apartarte

Albert se agachó reflexivamente, no dudo del aviso de su esposa, algo silbo sobre él y sintió el balanceo de un objeto metálico super afilado. El aire fue cortado a toda velocidad justo donde había estado su cabeza, un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

—¿Qué demonios?

Jade llegó al lado de Albert con un pequeño salto, desapareciendo y apareciendo de manera instantánea. Jade puso su mano sobre su espada mientras Albert se mantenía en cuclillas sosteniendo su arma. El cuerpo de Jade brilló de un tono rojizo, la temperatura se elevó un poco mientras cargaba magia de fuego en su cuerpo.

Su cuerpo se desdibujo mientras se escuchaban varios choques de espada. Ella era sumamente rápida, solo quedaban imágenes residuales mientras avanzaba; la punta de su espada viajaba a la velocidad de la luz.

*Booom* *Boooom* * Boooom*

El suelo se destruyó después del intercambio de espadas, Albert apareció a un costado de la sombra, su ataque fue demasiado rápido para ser esquivado fácilmente, sin embargo lo imposible se hizo posible cuando la sombra dobló su cuerpo de forma extraña, la cara de Albert y Jade se endurecieron con algo de preocupación.

—¿Quién?

Un hombre se quedó parado, tenía el cabello verde y llevaba algo que parecía a una bata blanca con adornos dorados, su cara era algo desagradable ya que la máscara que lo protegía estaba rota después del intercambio de habilidades con Jade.

En su mano derecha habia una espada delgada y algo larga.

—¿Quién eres? Dime tu nombre basura

—...

En el momento en el que Jade grito, su rostro tomó un brillo rojizo, tan brillante que cegó momentáneamente al hombre frente a ellos.

*Clash* *Ting*

El sonido de metal chocando entre sí se hizo presente, los movimientos eran rápidos, Albert no dejaba pasar ninguna apertura, las chispas volaban.

*Booom*

Jade disparó una bola de fuego, Albert se asustó porque su esposa disparó sin pensarlo, el hombre estaba igual de sorprendido ¿no iba a morir su esposo si recibía el golpe?

Ambos se separaron, tomando una considerable distancia.

Albert apareció al lado de su esposa con una mirada llena de reproche, algunos de sus cabellos y parte de su armadura se quemaron.

—Bastardo, ¿Quién eres? ¿¡Eres enemigo de mi imperio De'ath?

—Daol el Rápido. Ese mi nombre

—¡Si tienes esposa debe estar muy triste! Eres muy rápido

—...

—...

Albert abrió los ojos mientras miraba a Jade, preguntándose qué clase de provocación es esa.

—Vine a ver este extraño fenómeno, por orden de mi señor

—No sé qué diablos eres o que cosa es tu señor. Pero te estás metiendo con la familia imperial De'ath

Albert casi gritaba en voz alta "tu puedes esposo"

pero algo como eso sería impropio para un emperador por lo que simplemente asintió.

Dicho ésto, ¿de donde había salido? o ¿quién era su señor?

—Mujer muévete. Este extraño suceso podría terminar matando a este continente, ésto nació en el imperio De'ath

—Mi nombre es Albert De'ath, ¿crees que puedes venir a mi territorio?

—Esto no tiene nada que ver con nosotros

—...

—...

—...

El suelo retumbó, el cielo blanco se oscureció regresando a su estado natural en la madrugada, la luz se infló a una velocidad inhumana y descendió violentamente con todo lo que se encontraba a su paso como si fuera un maremoto. La colina, la ciudad, el imperio De'ath, el continente y cada imperio en el fue devorado por la luz a medida que se expandía.

Tan pronto como Daol vio lo que estaba sucediendo salto con la intención de irse, sin embargo su cuerpo explotó provocando una lluvia de sangre y carne, Albert y Jade se sorprendieron y asustaron, ellos serian los siguientes fue lo que pensaron. Ambos corrieron logrando abrazarse compartiendo un delicado abrazo.

Sin embargo la muerte esperada no ocurrió, la tranquilidad era abrumadora. Ambos se miraron antes de regresar al campo de batalla con la intención de terminar todo y regresar a casa, no podían esperar más.

...

—Hahaha puede que no tengas un método para mover tu alma, pero yo si maldito campesino

—Lastima gordo, era una oportunidad que aparece cada mil años, ¿Sabes?

—No importa, no hay beneficio en cuidar a ese bebé, de hecho hay más beneficio con el imperio de Clazort que con el imperio De'ath

—Señor, hemos encontrado la guarida dónde se encuentra el príncipe heredero

—Bien... Bien... ¿Dónde está?

Un hombre había llegado corriendo con información, la puerta se abrió con fuerza lo que hizo que ambos se sobresaltaran, el hombre se encogió un poco de miedo pero respondió, el hombre gordo se rió y pidió la dirección.

—¿Entonces?

—Contacta con los asesinos

...

—Tch, ¿En serio haremos esto?

—Si, ¿Porqué?

—Es incendiar una iglesia con niños y monjas dentro

—¿Oye eres un asesino o no?

—...

—Cállate y hazlo

...

Kevin comenzó a sentir calor, su cuerpo estaba algo sudado, mientras bebía leche sintió un grave peligro.

Justo cuando se sentía bien, su cuerpo pequeño se estaba armonizando con sus poderes obtenidos, ya no habían problemas de gasto de energía o lesiones y sus ojos aún conservan sus poderes.

Pero había algo que lo inquietaba, era el hecho de que recuerda haber nacido pero no los días y meses que siguieron.

Tal vez su alma había invadido el cuerpo del infante y este no era su propio cuerpo.

—Señorita, señorita los guardias no regresaron. ¿Que debemos hacer?

—Cuiden a los bebés y avisen al general, creo que tendré que pelear

...

*Booom*

Una explosión hizo desaparecer a varios asesinos que tomaron acciones evasivas; un asesino fue tomado con la guardia baja y un puñetazo apareció frente a su rostro, la sacerdotisa golpeó con fuerza, el asesino voló a más de dos metros de distancia de dónde estaba parado y se estrelló contra varios árboles que detuvieron su avance.

*Pow*

—¿Por qué a mí?

El asesino murmuró mientras su vitalidad desapareció.

—Sacerdotisa. Creo que conozco sus estrategias, quieren llevarse al príncipe heredero

—General, hay que castigar a esos pequeños nobles. Es más que obvio que ellos vendieron la información

—Ya lo sé sacerdotisa, ellos fueron los únicos que recibieron la información porque eran una pequeña rama de la familia real en esta ciudad. No hay piedad para los traidores

—Asi es como debe de ser

...

Kevin sintió una sombra acercándose a su posición.

—¿Es esté?

—Si...

Una hoja afilada bajó con fuerza y cortó a un bebé al lado de Kevin.

—Espera este no es

—¿Eh?

—Imbecil, tenemos que salir de aquí. Pasaremos al plan B

Los asesinos huyeron dejando atrás el cuerpo sin vida del pobre bebé, Kevin sudo profundamente, era más que obvio que algo horrible se había desarrollado.

Sin embargo su mente se detuvo momentáneamente cuando se dió cuenta que podía entender las palabras de sus enemigos. Además era solo un bebé, era extremadamente débil, ni siquiera podía cuidarse en ese estado; para el estaba condenado.

Su expresión cayó.

Kevin miró el cielo estrellado a través de una ventana y sonrió, la Diosa de la luna no lo había abandonado, pero se sintió algo preocupado porque el cielo se estaba llenando de nubes de tormenta.

—Mi señora el príncipe despertó

Una joven doncella se dió cuenta de Kevin y el bebé muerto por lo que rápidamente llamó a sus superiores.

Lautaro el general y la sacerdotisa Carla regresaron apresuradamente a dónde estaba Kevin acostado, ambos quedaron asombrados con la suerte del príncipe.

—¡Niño! ¡Niño! ¿Puedes oírme? ¿Estás bien?

Lautaro grito emocionado, agradecido con los dioses al bendecir su suerte, lo levantó violentamente y Kevin sintió ganas de llorar.

—¡Déjalo! es solo un bebé, estupido que harás si lo lastimas

—Perdon...

Carla se rió entre dientes mientras cargaba a Kevin, este último no pudo evitar sentirse maravillado con los pechos de Carla, eran suaves y lo hacían sentir seguro, se acurrucó mientras restregaba un poco su rostro.

—Lo siento Carla no te enojes... me perdí en la felicidad y en la suerte que me prestaron los dioses

—Esta bien, se qué cuando llegué nuestro bebé serás igual

—Hahahaha, oh, cierto, cuida al príncipe, los asesinos no se detendrán con esto

—Tienes razón, perdieron su mejor oportunidad por lo que regresarán

—Lo más seguro es que sean más rastreros

—No creerás que ello

—Creo que regresarán para distraernos y ellos podrán ir tras él o quemar todo el lugar

—Creo que sería lo último

—Yo también lo pienso

De que hablan estos tipos.

¿Príncipe?

Kevin no podía seguir la conversación. Sin embargo antes de que pudiera razonar las palabras de las personas frente a él, sintió una extraña premonición de muerte por lo que lloró para avisarle a sus cuidadores.

—¡Aaaahhhhhh!

—Príncipe, ¿Que ocurre?

—Lautaro aléjate de las paredes siento magia oscura siendo invocada

Lautaro y Carla no tenían tiempo para seguir preocupándose, estaban rodeados por enemigos de categoría especial.

La magia oscura dentro de Kevin reaccionó un poco. Sintió un enorme dolor de cabeza, la capacidad para retener y comprender información era baja, se desmayo de dolor a los pocos segundos.

—Bueno... al menos no esta muerto

—¡Lautaro!

—¿Qué? Me siento bien de que se haya desmayado, no nos preocuparemos por él

—¡Hmtp!

A este niño le gusta tenernos en angustia mortal, Lautaro se rió con torpeza mientras se rascaba la cabeza con torpeza.

—Es casi su segundo cumpleaños, ¿Me equivoco?

—Si... La emperatriz me ha estado bombardeando con cartas y mensajes preguntándome sobre el príncipe...

—...

—Ella lo extraña

—Al menos la guerra ya terminó, simplemente estamos limpiando la basura

—Preocúpate por el príncipe si algo le pasa, nuestras cabezas serían cortadas junto con la de nuestras familias

—Deja de pensar en eso, corre

—Bien, ¿Hay que separarse?

—Si, hay demasiados enemigos al frente

...

Un asesino sin nombre estaba aturdido por la tensión, abrió rápidamente la puerta de una sección de la iglesia, la puerta no era la principal pero daba al cobertizo y un pequeño salón; la oscuridad que había en el lugar era total.

—Creó que ésto fue un error

El asesino murmuró para si mismo.

Sintió el aire frío y las frías dimensiones de las paredes que se extendían casi infinitamente, caminó un poco hasta encontrarse con unas escaleras dando lugar a un piso desnivel donde se podían apreciar sillas y mesas con grandes candelabros. Debía ser cuidadoso al bajar las escaleras, no quería resbalarse y hacer ruido.

Su andar era lento pero continúo llenó de incertidumbre, estaba casi ciego solo se guíaba gracias que apoyo su mano en la pared. Se enojó al sentir que era inútil seguir avanzando, descubrió que estaba en una formación mágica. Tenía que buscar una forma de salir, su corazón se encogió ya que no entendía lo que estaba sucediendo, tenía que alumbrar de alguna manera el camino, el no era bueno con magia de tipo fuego. Sintió que algo estaba mal, caminó lentamente y con incertidumbre, entreabrió una ventana, era un pocos centímetros pero los suficientes para que entrara luz, como no había forma de mantener la ventana abierta tuvo una idea y se quitó uno de sus zapatos y lo coloco en la abertura.

Vió un pasillo y fue hacia la puerta. Camino sobre la madera oyendo los ligeros pasos que producían sus pies.

Cuando miro atrás hacia la ventana que había dejado entreabierta, vió el cuerpo de un pequeño perro que estaba tapando parte de la luz que llegaba a la sala, el animal se inclinó adorablemente, no se veía violentó y cuidadosamente olfateo el zapato.

El hombre no era estupido se puso en guardia, el pequeño cachorro se encontraba a unos cuatro metros de él. Se acercó con cautela mientras desenvainaba su arma.

—¡Woof!

El cachorro ladró adorablemente, sus pequeñas patitas hicieron *Click* mientras golpeaban contra la pared, el hombre avanzó con lentitud, sabía que el animal podía verlo, pero el cachorro estaba en desventaja.

—Necesito ser rápido...

Si pudiera hacer un movimiento rápido acabaría con el cachorro y saldría del lugar.

Echó una mirada rápida por encima de su hombro, una salida se encontraba a solo unos metros de él, extendió su brazo mientras apuntaba con su espada, bajo lentamente unos escalones casi verticales.

El cachorro gruñó levemente en señal de frustración.

—Lastima amiguito...

Se volvió, ahora se encontraba más cerca del cachorro; inesperadamente se oyó un golpe sordo detrás de él.

*boom*

—Woof

Se dió vuelta y otro cachorro estaba allí, erguido en el suelo, sus orejas y su cola estaban erguidas.

Se sobresalto bruscamente.

—¡Roar!

Sus ojos se abrieron enormemente cuando sintió que algo le oprimía el pecho, le resultaba difícil respirar y se dio cuenta que los cachorros se encontraban encima de él.

Los cachorros crecieron en tamaño mostrando un aspecto bestial completamente aterrador, las garras eran afiladas de un tamaño alrededor de veinte a veinticinco centímetros, las garras escarbaban en la carne de su pecho, el aliento fétido que provenía de las fauces de ambas vestías se movían sobre su cabeza, un cachorro le abrió el estómago comiéndose los órganos internos, intentó abrir la boca pero uno de los cachorros mordió su cuello rotando su cuello, quería gritar pero nunca salió un sonido mientras era devorado vivo por los cachorros.

Así fue como uno de los mejores asesinos del continente murió.

...

Un asesino corrió en dirección contraria a la misión, su corazón latía con fuerza, vio como sus aliados eran asesinados brutalmente por un hombre que en su opinión parecía un demonio. Busco varias rutas de escape y casi se pierde, cuando atravesó algunos arbustos escuchó los tiernos ladridos de varios cachorros.

—Woof

Se asustó y comenzó a correr con más fuerza hasta que llegó a un sendero pero alguien estaba en frente del acantilado esperándolo.

El hombre se encontraba en una posición difícil, sabía que el cachorro frente a él parecía dócil pero era todo lo contrario. Ambos se miraron por varios segundos, de la nada se sintió un impacto en su pecho y ve que una parte de su ropa fue quemada, su piel y parte de su carne se derritió hasta el punto en donde se volvió gelatinosa, llevó sus manos a su pecho, para su temor y ascó miró al cachorro nuevamente se movía, la parte quemada tenía un olor fétido y putrefacto que casi lo hizo vomitar.

A los segundos su cuello y manos comenzaron a arder, la punta de sus dedos se carbonizarón. El fuego que escupían los cachorros parecía más ácido que el mismo fuego, rápido trató de huir hacia un lado, cuando avanzó y volteó hacia atrás para asegurarse de que el cachorro no lo atacará nuevamente, cuando giro nuevamente su cabeza sintió un dolor agudo en insoportable venir de su rostro, no podía ver nada, vomitó una gran cantidad de jugo gástrico; se agachó sosteniéndose el estómago. Cayó al suelo con un ruido sordo, estaba recostado en el barro mientras se retorcía de dolor y trataba de gritar por el ardor que el fuego le provocaba.

—Woof

Escuchó varios ladridos acercándose a su posición, trató de abrir sus párpados pero era imposible a parte sus ojos estaban completamente cegados, solo el destello opacó de luces rojas era lo único que su mirada podía registrar. Al darse cuenta que los cachorros se encontraban muy cerca se levantó con toda la fuerza de voluntad que había en él. Cuando dió el segundo paso simplemente se desplomó, no podía sentir su pierna izquierda, cuando se dió cuenta podía sentir varias respiraciones sobre él, allí fue donde sintió un dolor punzante venir de su espalda, sintió un dolor desgarrador que lo hizo apretar los dientes, la sangre salió a cantidades anormales de su cuerpo.

*Booom*

Otro cachorro le dio una patada lo que hizo que el cuerpo del hombre rodará varios metros antes de detenerse estando boca arriba.

Con otro dolor punzante venir de su vientre, logró tocarse su estómago solo para descubrir una especie de masa resbaladiza colgar de su túnica que se encontraba anormalmente caliente, en ese momento un destello de comprensión lo golpeó, estos cachorros estaban jugando con su comida y lo que sostenía no era otra cosa que sus intestinos.

Su cabeza rebotó contra el suelo en señal de rendición, quería llorar pero no había lágrimas, un asesino nunca debería mostrar sus emociones pero ahora todo había terminado.

*Poof*

Uno de los cachorros triplico su tamaño volviéndose completamente salvaje abandonando su aspecto tierno para volverse bestial.

Nuevamente siento otro dolor agudo, pero esta vez vino de ambos lados de su cabeza, el dolor empeoró segundo a segundo, se dió cuenta que su cuerpo estaba de pié, instantánea entendió que el cachorro lo tenía sujetado desde la cabeza, dentro de sus mandíbulas. Al darse cuenta de lo que sucedía un solo deseo apareció en su cabeza.

—Que termine rápido...

*Crack*

Cómo si cumpliera su deseó el cachorro masticó la cabeza del hombre arrancandola, su cuerpo cayó derramando litros de sangre.

...

La lluvia comenzó a caer con una fuerza bestial, martillando los alrededores, ya era pasada la media noche, las luces se habían apagado y solo quedaban pequeñas piedras mágicas iluminando las calles vacías, algunas de las monjas del recinto estaban atareadas el general de máximo rango del imperio De'ath estaba peleando junto a la santa defendiendo la ciudad, se les había dicho que protegieran las vidas de los niños dentro del recinto. Habían algunos asesinos esparcidos por el lugar pero fueron asesinados rápidamente por varias bestias domesticadas pertenecientes al general.

Una de las parteras se encontraba trabajando llevando mantas, cubetas con agua caliente, comidas entre otras cosas. Se le pidió que por favor vigilará a los niños nacidos entre uno y tres años que estaban durmiendo en otra habitación. Llevó una lámpara iluminando su camino, su mano tocó el picaporte de la puerta pero antes de entrar escuchó un sonido chirriante como un gorjeo, creía que tal vez eran ratas o las bestias que el general Lautaro había soltado por el lugar para mantener una vigilancia constante. Se acordó de que una madre había dado luz recientemente, corrió con sus fuerzas hacia la habitación de la mujer, aplicó un paño con agua en la frente de la madre que recién había salido de la labor de parto, le dio un poco de comida y agua.

Regresó a la habitación de los niños tratando de verificar que todos los niños se encontrarán bien.

Se quedó aturdida al escuchar nuevamente el gorjeo.

—Le diré al general Lautaro que no puede dejar animales tan cerca de los niños

Ella abrió la puerta e iluminó el interior de la habitación con su lámpara. A simple vista no había ningún cachorro.

Los bebés estaban acostados en sus cunas una ligera manta los cubría impidiendo que insectos o mosquitos se acercarán a ellos.

Al enfocar con la lampara una de las cunas, al borde de está, vió tres ratas de color gris oscuro que se agachaban, estaban oliendo y masticando algo.

Cuando ella los enfocó las ratas levantaron la cabeza y comenzaron a contemplarla con curiosidad, pero no huyeron.

Con la luz de su lámpara los ojos de las ratas eran aterradores, ella se dió cuenta que había sangre saliendo de sus hocicos, una de las ratas llevaba una masa blanca entre sus dientes, otra no mostró mucho interés en ella y bajo su cuerpo y con una rápida sacudía arrancó algo que estaba bajo la silla de la esquina; ella lo vió y para su horror era el cuerpo sin vida de un bebé, otra rata imitó a la otra y arrancó un trozo de carne del bebé, ella entro en pánico y avanzó gritando, las tres ratas tomaron maniobras evasivas escapando y ocultándose por toda la sala.

Ella sintió un escalofrío frío recorriendo por su espalda, rompió la lámpara y sujetó la piedra mágica de luz, la tiro al techo e iluminó toda la habitación.

Cientos de ratas devorando a los bebés se hicieron presentes. el sonido era insoportable, la sangre caía de las cunas, los bebés habían perdido partes de sus cuerpos, ojos y había algunas ratas dentro de los cuerpos de los bebés comiéndose los órganos internos.

Las ratas se lanzaron sobre ella matándola de manera dolorosa. Cientos de mordiscos la lastimaron; las ratas querían forzar su camino, algunas de ellas entraron por su ano y vagina, otras por la boca, unas de ellas estaban en su cabeza mordiéndole los ojos. Le abrieron el vientre comenzando a devorarla viva.

...

Oyeron varios *Crack* cuando varias ramas se partieron, en el sendero de la ciudad, Lautaro y Carla terminaron de matar a todos los asesinos.

—¡Lautaro!

—Terminamos...

—¡Lautaro!

—¿Qué? ¿Qué sucede?

—Mira...

Clara apunto su dedo hacia el horizonte y que la iglesia que se supone que debían proteger estaban ardiendo pero lo que siguió los dejo completamente sorprendidos.

*Krak*

Un trueno cayó dejando el cielo oscuro completamente brillante como si fuera medio día.

La tierra retumbó y ambos fueron enviados a volar varios cientos de metros.

...

—Sobrevivio uno... menos mal...

El triste lamento de una niña de cabello azul se hizo presente, llevaba a un bebé entre sus brazos, su ropa estaba andrajosa, sus padres eran asesinos y hoy sería el día de su iniciación, sin embargo de un momento a otro un hombre y una mujer del imperio De'ath comenzaron a matarlos sin piedad. Sus padres murieron miserablemente, uno de sus aliados soltó magia de tipo no muerto, haciendo aparecer plagas a costa de su vida, otro mago inicio un pequeño incendio que se trago una parte de la iglesia.

Huyo rápidamente sin embargo no pudo soportar ver morir a bebés, aunque no lo sabía algo dentro de ella le decía que la misión era acabar con un bebé.

Sin embargo aquí estaba ella salvando a un bebé de cabello castaño y bonitos ojos azules, ella se rió con ironía.

Estaba caminando entre los árboles cuando lo vio, todo su mundo se puso en blanco.

*Krak*

La niña recibió un latigazo y salió volando pero aún con todo y eso nunca soltó al bebé.

...

Después de una cantidad incierta de tiempo Lautaro y Carla encontraron a Kevin siendo abrazado por la niña de cabello azul. Carla lloró de alegría mientras Lautaro estába maldiciendo al príncipe por su buena suerte.

No había muerto simplemente estaba durmiendo en el pecho de la niña, Carla la sujetó, abrazandolo con fuerza.

—¿Qué hacemos con ella?

—Curala... no sabemos quién es o que quería... pero lo cierto es que salvó al príncipe

—Bien...

—Es una lástima... no hubo sobrevivientes

—Si pero ahora esto confirma que esos tipos estaban con el otro imperio...

—Hay que decirle al emperador, además esos eran asesinos entrenados

—Encontre un medallón, parece el de un gremio...

—Como sea... déjame el informe a mí, cuida a ese enano

—Bien...

...

Lautaro curó y llevó a la niña a otra ciudad cercana, Carla llevó a Kevin a su habitación y lo hizo dormir en su cama. Ella le rascaba la cabeza con delicadeza, después de una hora Lautaro llegó, se sentó frente a una mesa y escribió una carta larga y detallada, se paró en la entrada de la casa e hizo un cántico mágico haciendo aparecer un pequeño cachorro, este último restregó su rostro en las piernas de Lautaro, respondió dándole unas palmadas.

Silbó y ató la carta en el cachorro, este último entendió su misión y se alejó rápidamente hacia su destino.

La capital imperial del Imperio De'ath.

—Al fin terminó...

—Han pasado tres años desde el inicio de la guerra y uno desde que inició la misión para proteger al príncipe

Carla y Lautaro se rieron un poco, había tristeza y esperanza, ambos se miraron por un segundo antes de que el mundo de ambos se volviers rosa, comenzando un intercambio físico.

Mientras Kevin observaba como esas enormes tetas subían y bajaban furiosamente. Al ser un bebé su pequeño amigo no reaccionó pero eso no quería decir que no estuviera algo sorprendido.

—Grabare está escena para siempre...

...

La gran batalla había terminado hace mucho, las mejillas de Kevin estaban algo rojas.

—Sanga mierda esa tipa era una santa, ¿Cómo puede ser tan lujuriosa?

Aún recordaba los gritos de placer pidiendo más por parte de Clara.

Decidió mantener la calma y pensar en otra cosa, su alma tenía una mancha oscura. Antes de que esa niña de cabello azul lo rescatará se dió cuenta que podía ver su alma y algunos nombres.

—Esto es la reencarnación, ¿Cierto?

La mancha oscura tenía forma femenina, parecía un fantasma flotando inciertamente; el descubrió rápidamente que la razón por la que estuvo durmiendo un año entero fue porque necesitaba tiempo para asemejarse en esta nueva realidad, aunque tenía más dudas que respuestas, simplemente miró al techo llorando en secreto por la familia de su vida pasada. Acepto el hecho de que debería conocer a sus nuevos padres, por lo que escucho que era un príncipe de un imperio.

También su apariencia no estaba mal, media alrededor de treinta y tres pulgadas, tiene la piel extremadamente clara, sus ojos azules eran adorables, su cabello castaño claro estaba algo desordenado y su rostro era risueño, sin duda para él en años futuros sería un niño flor capaz de derribar un imperio.

—Ah... perdón por poseer tú cuerpo, no voy a dar excusas, pero perdón por matarte

Kevin no sabía que en el momento en el que murió en el otro mundo su alma dió una nueva vida y nació en esta nueva realidad.

—Juro que viviré también por ti...

Kevin tenía muchos sentimientos complejos con este tema.

...

Cuando la mañana se hizo presente Carla y Lautaro se despertaron, ambos se rieron, se vistieron rápidamente, ninguno de los dos podía esperar regresar a su imperio.

—Es hora querida...

—¡Vamos!

—No puedo esperar y ver la ejecución de las familias nobles que participarón en la rebelión

—El emperador logró someter a todos los rebeldes?

—Asi es... acabo de recibir la noticia no hace mucho

—¿¡Entonces qué esperamos!?

Carla tembló de emoción después de todo algunos rebeldes mataron a sus familiares, al verlos suplicar piedad, las heridas en su corazón se tranquilizarian.

...

Kevin estaba descansando y miró que Carla lo levantó, comenzando a cargarlo amorosamente.

—Carla Fenoy... Lautaro Lloris... Esos son sus nombres. Parece que mis poderes oculares todavía funcionan

Lautaro y Carla suspiraron de alivio cuando miraron al príncipe intentaba hacer algo.

Movía sus manos y Carla jugaba con él.

—Nie..daaa..da...

Kevin comenzó a hacer caras divertidas, Carla se enamoró inmediatamente de Kevin.

—Al menos balbucea...

—¡Lautaro!

—¿Qué? el príncipe ha estado durmiendo un año completo. Nos decapitaran si el príncipe no da señales de vida

—Principe, es hora de regresar al imperio De'ath, allí podrás vivir tranquilamente, deja que te diga...

Kevin y Carla se horrorizaron mientras Lautaro comenzó una larga y aburrida charla, la conferencia duró más de tres horas.

—Quiero volver a morir...