—Padre... No quiero ni busco nada
A Kevin se le salían las lágrimas, no buscaba nada y su pequeño cuerpo no había logrado controlar sus emociones, antes de renacer sentía dolor pero podía ocultarlo pero en éste momento la sensación de llorar se apoderó de él.
Entonces al ser reprendido y acusado falsamente por quién él había reconocido como su nuevo padre le partió el corazón.
—Pa-Papá
—¡No soy tu padre!
Albert era feroz pero detrás de su expresión había un gran dolor.
—Yo... Los quiero...
Simplemente aceptó su destino y dejo de pelear, al menos ahora sabía que podía reencarnar. Prefería morir a fragmentar a esta pareja, su expresión cambio de tristeza a tranquilidad.
Sintió su cuerpo ligero y que su mente se despejaba.
—¡Albert has ido demasiado lejos!
A Jade ya no le importo y lanzó magia curativa sobre Kevin, su rostro era de un enojó extremo.
Albert dejo caer sus brazos mientras recuperaba la presión que había liberado, miró de nuevo hacia su hijo y su mirada se tranquilizó volviéndose fraternal.
—¿Está muerto?
—Cállate idiota
—...
Después de unos minutos que se hicieron eternos, Kevin abrió los ojos preguntándose dónde estaba esa maid que había conocido al inició.
—¿Eras un mortal o un cultivador?
—Era un mortal
Después de un momento de silencio, Kevin comento a grandes rasgos su origen, no desvío la mirada, sus ojos mostraban seguridad y no había malas intenciones.
Tanto Jade como Albert sintieron que era verdad, el alma de Kevin mostraba que sus sentimientos coincidían con las palabras que él decía. Ambos sabían que si mentía podrían descubrirlo al instante, así que lo que dijo era verdad.
Talvez los mentirosos expertos podrían controlar las fluctuaciones del alma pero ellos no quería ver a su hijo de esa manera.
Albert exhaló un suspiro cansado, abrazo a Kevin y dijo mientras peinaba el cabello de su hijo.
—Lo siento... Pero tenía que hacerlo, no quiero perder a ningún otro miembro de la familia
Kevin asintió sin tomárselo personal, él hubiera hecho lo mismo o peor, su padre era muy amable y podía ver qué ésto era para asegurarse de la seguridad de la familia y el imperio, además y sobretodo debería estar más que preocupado por su hijo. Kevin había escuchado de sus sirvientas que el pasado de su padre era pesado y complicado.
Jade llegó hasta ellos mientras sentía que su corazón se ablandaba, el momento tensó se acabó cuando los tres se abrazaron sintiendo consuelo y seguridad.
Albert se sintió un poco más tranquilo, habían demasiados mitos en este mundo que no se podían ignorar, su hijo tenía una anormalidad, hasta donde llegaba su comprensión no existía niño de la edad de cuatro años que hubiera logrado entrar en la etapa intermedia, incluso él llegó a esa etapa después de mucho sufrimiento.
Sintió que su hijo era una completa anomalía en el mundo, si existían hijos del cielo, su hijo sería un antagonista principal.
Quería asegurarse que aunque Kevin se enfrente a dificultades siempre sería su hijo y aunque tuviera los recuerdos de su vida pasada no sería una amenaza, si era su hijo no le importaba enemistarse con el mundo.
Sinceramente ya no sabía cómo enfrentar a su Kevin. Incluso el pensamiento de querer levantar y cargar a su hijo se volvió incómodo, dejo escapar un uspiro cansado, lo más horrible sería que su hijo fuera un anciano reencarnado.
Pero mirando su rostro que se parecía tanto al de él, su cabello castaño y ojos azules iguales a los de su esposa, no había duda en su corazón de hecho esté era su hijo, su Kevin, su príncipe.
Kevin se rió torpemente, Jade y Albert se relajaron enormemente.
Los tres se abrazaron mientras intentaban calmar la incómoda situación. Kevin estaba algo avergonzado, derramar lágrimas después de recibir trece años de entrenamiento en el clan O'Reilly habían templado su carácter, pero supuso que era el cuerpo infantil en el que estaba, tendría sentido ya que no había dominado sus reacciones motoras y emocionales.
—¿Cuándo fue la última vez que lloré? Mmm~ supongo que fue cuando perdí a Anna...
Reflexionó mientras se sentía culpable, su mente era inestable y el pensamiento de que había matado al hijo de apoderó de él, solo podía esperar para aclarar sus dudas y aceptarse.
Solo pudo suspirar.
De repente Jade los soltó a ambos, la expresión en su rostro cambio como si algo quisiera salir, apretó los dientes mientras corría al baño.
—¡Bleh!
—¡Jade!
—¡Madre!
Ambos gritaron preocupados, mientras se acercan al baño, tenían miradas extrañas en su rostro después de todo un cultivador no se enfermaría fácilmente, miles de ideas aparecieron en la mente de ambos.
Sonidos de vómito se escucharon desde el interior del baño y después de unos diez minutos, Jade salió con una expresión avergonzada en su rostro.
Un trasto de timidez apareció cuando le dedicó una mirada a su hijo y a su esposo.
—Parece que estoy embarazada...
—¿Qué?
—¡Excelente!
Kevin se sorprendió mientras que Albert tembló ligeramente al escuchar esas palabras, su emoción subió mientras esos pensamientos negativos desaparecieron.
—Espera... ¿Será niño o niña?
Kevin ya había tenido dos hermanos menores, quedó estupefacto pero se alegró enormemente, parece que ese nacimiento sería el impulso para avanzar y aceptar a su nueva familia.
Jade se acercó a ellos con unas sonrisa en su rostro pero su cuerpo se sintió débil y de repente se desplomó.
—¡Madre!
—¡Jade!
Ambos se sorprendieron y Albert siendo más rápido se movió a una gran velocidad, sostuvo los brazos de Jade impidiendo que cayera.
—Me... Me siento mareada...
—Guarda silencio, necesitas descansar un poco, Kevin me llevaré a tu madre, hablaremos después
—Entendido
—Mi bebé... No te preocupes mamá pronto regresará a jugar contigo
Jade lo consoló con una sonrisa, el amor que ella sentía por él era ilimitado.
—Estaré esperando, madre
El simplemente asintió de nuevo y miró como se alejaban sus padres dejándolo solo, cuando abrió las puertas del estudio vio que las sirvientas se apresuraron a llevar agua y sábanas.
—Jajaja... ¿Obtuve padres amorosos en esta vida y además tengo un hermano? El destino es inesperado...
*Thumb* *Thumb*
Se alarmó enormemente ya que podía sentir algo moviéndose en su interior.
—¿Tengo que hacer caca? No espera esto es más adentró. Debería concentrarme, no hay nada sospechoso en el castillo, padre instaló algún tipo de barrera por lo que nadie debería monitorear este lugar, además todos están concentrados atendiendo a madre.
Se sento de piernas cruzadas mientras juntaba las palmas de sus manos y enfocaba su mente.
...
Mientras Kevin enfocaba su mente, otra situación se desarrollaba en la habitación privada de la Emperatriz. Albert despidió a las sirvientas quedándose con su esposa, él la miró gentilmente mientras Jade descansaba en cama.
Jade también respondió con una mirada amorosa. Ambos habían pasado situaciones de vida y muerte cuando eran más jóvenes y durante la rebelión siempre estuvieron juntos y profundizaron su amor.
Aunque Jade había ignorado a su esposo durante dos años, el no tenía ojos para otra mujer que no fuera ella, incluso algunas familias ofrecieron a sus hijas para que fueran concubinas pero él las rechazo sin la menor duda.
Ambos estaban completamente enamorados, ella sabía a la perfección que con su condición de emperador, si el lo deseara podría tener cientos de concubinas, pero el prefirió no hacerlo prefiriendo estás junto a ella por la eternidad. Incluso amenazó con usar la fuerza y matar a cualquiera que quisiera casarlo con otra mujer.
—Albert, Kevin es nuestro hijo
Ella estaba algo preocupada, sabía que su esposo era despiadado.
—Lo se...
Él simplemente suspiro con una expresión cansada.
—Pase los que pase, reencarnado o no, él sigue siendo nuestro hijo, no le haré nada
—Entonces... ¿Porqué...?
—¿Y si fuera una persona malvada en su vida anterior?
—No lo es, no hay manera de que mi hijo sea malvado incluso en su vida anterior
—¿Porqué estás tan segura de eso?
—Sus ojos muestran soledad, él no quiere destrozar nuestra familia
—Mmm~ solo quería asegurarme
Albert explico con calma, para la familia De'ath la paz, el honor y la gloria es altamente respetado y no se rebajarían a hacer cosas bajas y sucias.
El imperio De'ath es el único imperio dentro del gran continente que no ha entrado en guerra con otros imperios y a los reinos vasallo los trataban bien, no habían impuestos tan altos y eran respetados.
Los imperios de los alrededores siempre estaban en estado de guerra y es por eso que no atacaban directamente al imperio De'ath, de hecho Albert sabía que los disturbios dentro del imperio tenia que ver con los planes de alguien más. El tiempo de paz que habían vivido se perdió cuando algunos traidores se revelaron, bajaron la guardia y ahora el imperio sufrió un golpe.
Solo podía suspirar cansadamente, la muerte de sus padres fue rara y convirtió eso en una oportunidad para todos los que querían un pedazo del pastel. Sin embargo si no hubiera conocido a Jade que lo salvo en su momento más bajo, la familia real se habría extinguido.
Es por eso que era despiadado, aún no pudo ver de dónde vino el golpe que sacudió todo el imperio y ahora su hijo era un reencarnado, sintió que el destino le estaba jugando una mala pasada, al enterarse de todo inmediatamente pensó en lidiar con su hijo, seis de los catorce reinos no participaron en la rebelión, mientras que las restantes unieron fuerzas con la familia real para repeler a los traidores, al final fueron aniquilados y sus territorios se se repartieron. La mayoría de nobles fueron aniquilados o encerrados en prisión.
Albert dejó que su esposa descansará y fue al salón del trono para anunciar sobre el asustó del embarazo. Sus súbditos lo felicitaron y lo elogiaron mucho, trajeron todo tipo de manjares y alcohol para celebrar.
—¿Qué diablos? Esto es tan incómodo... Estos malditos querían una excusa para que sacará el alcohol fino que he estado guardando
Solo pudo mirarlos a todos mientras apretaba los dientes, aunque era el emperador, nunca había recibido enseñanzas sobre como gobernar, era el cuarto príncipe, le gustaba ser libre y sin restriccionesz pero no había otra opción, tomo la desición de ser el emperador después de ver a su familia casi aniquilada, solo su noveno y décimo hermano sobrevivieron y están en algún lugar siendo aventureros.
Albert había perdido demasiado en la guerra civil y odiaba completamente a las personas que los traicionaron, deseó poder encontrar y matar a esos cerdos que lograron escapar.
Ahora su único apoyo era su amor, Jade. Se distanció de su hijos uly las cosas se han vuelto incómodas entre los tres. Se sintió ridículo por eso.
En algún lugar de su corazón, sintió que debía corregir estos sentimientos desordenados, dejó solo a esos borrachos y decidió visitar a su hijo.
...
Kevin estaba en el estudio. Todavía estaba de humor para aprender sobre este mundo, después de todo tenia su determinación. O más bien estaba dirigiendo su atención a otras cosas mientras trataba de olvidar el asunto anterior.
*Toc*Toc*Toc*
—Kevin
Se escuchó unos ligeros golpes a la puerta, lentamente se abrió revelando el rostro de Albert.
—¿Mmm~? ¿Padre?
Tan pronto como lo vio se puso en posición de firmes. Albert entro mientras se preguntaba sobre porque estaba tan nervioso.
—¿Todavía estás estudiando en este momento?
Albert encontró un tema con el que podía empezar.
—Mmm~
Kevin asintió.
—Ya vez, ¿Estás bien?
—Mmm~
Al ver qué la conversación no iba a ninguna parte, Albert decidió ser directo.
—Kevin, sobre el asunto de antes yo...
—Espera, ¿Puedo hablar primero?
Al ver qué Kevin lo interrumpió simplemente asintió.
—Padre, realmente se lo que te preocupa, pero déjame decirte que soy yo mismo, el hecho de que sea tu hijo no cambiará. En mi vida anterior tenía padres y hermanos que me amaban, me siento pésimo al estar en esta situación.
En ese momento lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas mientras continuaba.
—No puedo olvidarlos pero ahora te tengo a ti y a s madre, sin mencionar que pronto nacerá mi hermano... Ahh... Yo antes era el primogénito del clan O'Reilly, entrene para combates de corto y medio alcance... También era prometido de la cuarta princesa del imperio occidental, Anna Renetti. Pero ella murió antes que yo y luego yo morí protegiendo a mi hermano mejor, después solo estaba aquí... La verdad es que quiero ser parte de esta familia, ¿O no puedo?
Las lágrimas cayeron de los ojos de Kevin mientras tenía una mirada de anheló.
Albert se arrodilló y abrazo a Kevin con todas sus fuerzas y al final dijo.
—Eres parte de esta familia
Sus ojos mostraban resolución y fuerza.