—¡Oye Mujer zorra! Tienes que despertar
Tsukiko podía escuchar que alguien la llamaba, poco a poco abrió los ojos y cuando lo hizo fue recibida con una patada en el costado que la hizo volar hasta chocar con una pared, grito de dolor mientras maldecía. Miro al responsable y se encontró a un niño de no más de cinco años.
—¿Qué tanto observas? ¿Nunca habías visto a alguien así de guapo?
—Eh... Yo... tú...
—Tsukiko, ¿No me recuerdas? Soy Kevin...
—...
Kevin se comenzó a burlar de la estúpida mirada de Tsukiko. Dejando sus preocupaciones para después, el lugar estaba oscuro pero sorprendentemente había unas esferas de luz que hacían brillar las puntas de colas de Tsukiko, sin embargo mirando detenidamente el espacio en donde habían algunas velas espaciadas en intervalos de treinta centímetros. Era difícil de respirar por alguna razón, Kevin se acercó a la pared y encontró que era dura y áspera además de tener algunos Símbolos tallados en él.
Al parecer era roca dura por lo que era natural que las espaldas de ambos doliera, se preguntaron si era una cueva, pero sobre todo porque estaban ahí. Las velas se habían colocado bastante alto por encima de ambos, Kevin tranquilizo su corazón mientras observaba a Tsukiko caminar alrededor del lugar, pudo sentir una presencia aterradora por lo que rápidamente puso atrás de él a Tsukiko.
—¿Hay alguien ahí?
Grito fuertemente Kevin, incluso en el momento en el que calmo su corazón pudo oír levemente una respiración, estaba algo temeroso pero igual de intrigado.
—Eres interesante mocoso...
Una voz femenina respondió acompañada de un "Um".
—¿Dónde estamos y cuánto tiempo llevas ahí?
—Desde que moriste
Estaba confundido, pero al mismo tiempo se dio cuenta que Lucifer le había dicho que le daría un regalo, le dio una mujer... Comenzó a reír estúpidamente mientras se imaginaba a una hermosa mujer.
—No se que estás soñando pero... Mi señor me entrego a ti en el momento en el que tu alma llago al purgatorio, reaccione hasta ahora porque llegaste a un punto de poder mágico necesario para despertarme
En un inicio Tsukiko miró resentidamente a Kevin pero quedó más interesada con la platica que ambos estaban teniendo.
—Eso no explica dónde estamos
—Dentro de ti, por supuesto
—Dentro de mi dices...
Kevin se agarró fuertemente el pecho como si estuviera tratando de sacar algo. Él no lo sabía, parecía que una parte del comprendía la situación pero otra se negaba a aceptarlo. Se estaba enojando consigo mismo, su compostura actual no es digna de un emperador.
—No te alteres, tú y la zorra solo sigan el camino de velas
—¡!
—Está bien...
A pesar del desagrado de Tsukiko, ambos avanzaron mirando a los alrededores con gran interés. Ninguno tenía ganas de quedarse ahí y ambos tenían curiosidad por la voz que los hablaba, caminaban con rigidez, Kevin colocó su mano en la pared y Tsukiko tomó la manga de Kevin con cierta expectativa.
Los pensamientos de Kevin se dirigía a la dirección ¿Es un conocido? ¿Un amigo? Nadie le vino a la mente, además nunca se manifestó cuando estaba en el purgatorio, giraron una esquina y ambos vieron la luz al final del túnel.Al final simplemente suspiro, no era bueno pensarlo ahora, Tsukiko agito sus colas con nerviosismo, decidieron seguir caminando sin detenerse a pensar.
—Acércate, ya casi estas aquí...
La voz era mas clara y bonita, estaba a corta distancia y al final Kevin atravesó esa inmensa luz que cubría todo el lugar...
.—¿Qué esta planeando ese maldito mocoso?
—Mi emperador...
Marcus Chilwell había recibido a Carla y a Lautaro en un inicio, era considerado la mano derecha del Emperador y ambos se conocían desde la infancia, eran amigos de confianza, cuando Albert se convirtió en Emperador este le pidió que se uniera a él para detener la guerra civil que ocurrió dentro del Imperio.
Marcus sabia bien que lo mas importante para un emperador era que su sucesor tuviera un linaje excepcional, tuviera un talento extraordinario y por ultimo que fuera ambicioso e inteligente.
El fundador del Imperio De´ath se dice que era un general de alto nivel para el emperador del cielo el cual le concedió estas tierras, esa historia se ha transmitido por miles de años hasta ahora, era fácil ver que Albert estaba orgulloso de su hijo, pero el príncipe era impredecible por decir menos, hace un momento se dio cuenta que el príncipe había abandonado el palacio, noqueo a su criada dejándola durmiendo en su cama para hacerlo pasar por él.
Poco después ocurrió una inmensa explosión en una villa cercana, uniendo los puntos ambos se dieron cuenta que debió de haber sido causado por él, los informes aun no habían llegado por lo que no pudieron decir que fue lo que paso realmente.
En este momento estaban mas preocupados por otro asunto.
Guerra.
Una guerra total contra dos imperios vecinos.
Ni Albert ni Marcus tenia miedo a una guerra, pero el motivo y el momento no era correcto, la emperatriz estaba a unos meses de dar a luz, el príncipe no tenia la edad para participar, pero sobre todo apenas las cosas se estaban calmando en el imperio, por lo que esos países vecinos decidieron atacar justo ahora demostraba que querían golpear el hierro mientras siguiera caliente.
—A sus ojos somos perros a punto de morir...
—Lo mas importante ahora es llamar a las ramas secundarias y dar un estado de emergencia
—Entiendo, Mandare avisos a todos los aliados que tenemos
—Siguiendo eso, mi emperatriz me aviso que algo raro ocurría en el mundo...
—¡!
—Tenemos visitante extranjeros... Debemos mandar una carta a la Sede de la Destrucción
—¡Si!
—Además... Acaba de llegar una carta y la letra es de mi primer hermano
—¿El Primer príncipe esta vivo?
—No solo eso... él fue el que inicio la guerra civil
—¡!
—Dejando eso de lado leeré la carta...
Mientras llama a todos los subordinados sin excepción todos deben estar aquí. Él que no llegue considera que nos traiciono
—¡Bien!
Marcus se retiro rápidamente, Albert sostuvo la carta pensando en todos los momentos que paso junto a sus hermanos y familiares muertos, todo eso se enfrió en su corazón cuando leyó con sangre, declaración de guerra.
"Hola séptimo hermano, ¿Cuando te diste cuenta? ¿Lo sabias o no? Bueno como sea, a estas alturas una solución pacifica entre tu y yo es imposible, siempre te he odiado pero mientras asesinaba me di cuenta que fui duro contigo un mocoso que no sabe nada.
Sabes, nosotros los De´ath no tratamos a las otras razas como monstruos sin corazón por lo que hemos obtenido alianzas significativas, si no mira al cuarto y noveno hermano, uno se caso con una belleza del clan demonio y otro con una belleza elfa, lastima que ninguno sobrevivió.
Desde que era niño me acerque al rey demonio del sur y he sobrevivido gracias a sus consejos, cuando estaba medio muerto, en medio de los entrenamientos, cuando estaba en apuros, siempre lo escuche y al final también yo le di cierto poder de los De´ath, ya sabes libros mágicos, técnicas, entre otras cosas. Sin embargo es triste pensar que padre siempre vio a mi amigo como algo malvado por lo que no pude evitar asesinar al viejo cuando escuche que iba a declarar la guerra, ahora si lo piensas bien tal vez tenia razón, pero no existe comida gratis, el rey demonio del sur no es amable pero yo tampoco lo soy; cuando él me ayudaba era mas que obvio que se ayudaba a si mismo. ¿Piensas que soy irracional, verdad? pero la verdad no importa.
Desde mi perspectiva ustedes son los irracionales, todos ustedes que volviera mis colmillos hacia el ser que me ayudo en todo momento.
No se si me odias pero esta bien, ese odio te ayudara a saldar cuentas conmigo después. Yo ya escogí un lado, pensé en ser tranquilo mientras conspiraba contra ustedes y ver como el imperio se dividía, pero vi que tuviste una aventura que dio como resultado en una hermosa esposa y un bastardo que deben ser eliminados sin importar que.
Reuniré mas potencial de guerra para la próxima vez, los enfrentare magníficamente, será divertido matarlos a todos, pero tranquilo descansarán tranquilamente mientras yo me quedare en este frio mundo lleno de maldad.
-De tu hermano, el Primer Príncipe: Johan De´ath"
Inmediatamente al terminar de leerla golpeo la mesa hasta destruirla, Marcus estaba regresando de cumplir su tarea pero abrió la puerta con fuerza cuando noto el golpe de Albert, se sorprendió al ver esta escena, Albert siempre ha sido una persona tranquila a la que le gusta salir a perseguir chicas y jugar con su espada, nunca lo había visto tan enojado desde que se entero de la muerte de sus padres, algunos guardias se acercaron pero se detuvieron cuando escucharon la fuerte voz de Albert.
—Declaren estado de emergencia, Marcus si un solo rey no asiste al evento decláralos traidores
—¡Si emperador!
Los guardias se fueron de una manera mas rápida de la que habían llegado, Marcus escribió y envió otra carta diciendo que tenían que asistir si o si al evento.
...
Kevin abrió los ojos al encontrarse con una niña de cinco años, estaba sentada cómodamente, tiene un cabello largo y ondulado de color oscuro que cae como como una cascada por toda su espalda, sus ojos eran dorados, vestía de un atuendo encantador y elaborada de color gris con detalles oscuros que consternaban con su piel blanca, era como una muñeca de porcelana.
su mirada era arrogante y arrugo su hermosa nariz cuando dijo ligeramente.
—Sabes algo grande esta a punto de suceder
—¿Que quieres decir?
Con un movimiento de su mano creo dos pequeños muñecos.
—Siento que hay dos existencia nivel Dios rondando por ahí y amenazan tu existencia
—Eso es complicado... ¿Por cierto quien eres?
—Como te dije, hicimos un contrato de vida y muerte, el maestro de mi creadora me introdujo dentro de tu alma por lo que ahora estoy aquí
—¿Tienes nombre?
—No...
—Ya que eres mía... porque no, Corbin...
—Llámame como quieras, no es que importe
—...
—Lo importante ahora es saber que hacer
Creo un tablero donde se podían ver varios países del imperio De´ath, Tsukiko miro asombrada y Kevin estaba consternado, miro detenidamente el tablero que Corbin había creado, habían puntos importantes en los que el enemigo pudo atacar, sus ojos se volvieron fríos y decididos.
Corbin y Tsukiko querían decir algo pero Kevin se les adelanto.
—Mis objetivos lo son todo, pero también mi familia y este imperio, no voy a dejar que nada ni nadie se interponga en mi camino. Sin importar el costo, todos esos insectos insignificantes, esos tipos son desechables y se volverán escaleras en las que asendereé al poder
—...
—...
—Sus vidas no valen nada comparada con la grandeza que estoy destinado a lograr, los sacrificare a todos si eso significa estar en la cima. Uno a uno todos esos tipos caerán, hasta que no quede ninguno que pueda detener mis planes... La determinación y ambición están grabadas en mi alma y son inquebrantables
Las dos chicas apretaron los puños sintiendo la determinación de su maestro. La adrenalina recorrían sus cuerpos, ambas lo comprendieron, nada lo detendría, pero estaba bien, sin importar la sangre que se derramara, sin tener misericordia o compasión, solo había un objetivo.
El éxito.
A cualquier precio...
...