—No sabía que tenían una forma de sentirte...
—Tienen un buen nivel por lo que sintieron mi llegada pero nada más, no habrá retrasos en el plan
—Repíteme el plan, por favor...
—Eres realmente molesto... Básicamente tendremos que unir a esos débiles del Imperio Dalot y el Imperio Verane, el hermano mayor del actual emperador De'ath formó un complot con el clan de los Demonios del sur usaremos eso a nuestro favor e invocaremos a cientos de nuestros esclavos para que masacren todas estas tierras; con ello realizaremos un ritual de invocación para que aparezca el artefacto sagrado dentro del cuerpo del niño De'ath
—Fácil, ¿verdad?
—...
Estelle dejó de hablar mientras continuaba caminando mientras Nill estaba molestando a su compañera, sin embargo ambos sintieron un cambio en el ambiente. Ellos sintieron claramente la presencia de numerosas personas acercándose a su posición, ambos se mostraron serios y aunque todavía no han sido detectados, ambos saben que pronto atraerán atención no deseada. Ambos se dispersaron apareciendo dentro de una ciudad altamente poblada, salieron de un callejón colocándose unas capuchas, comenzaron a caminar a un restaurante con la intención de reunir información y comer algo.
...
Era de medio día y el sol estaba en su punto mientras un grupo avanzaba por las calles concurridas de la ciudad, en las afueras se encontraba estacionado el ejército de la casa Lloris, las dos personas que discutían eran Carla y Lautaro Lloris, a su lado se podía ver a una niña de unos tres años, ella tenía una muñeca divertida mientras miraba los alrededores de la ciudad, su nombre era Eria, su apariencia era la misma que la de su madre con el color de ojos de su padre, azul marino.
—¿Pudiste sentir eso verdad?
—Es la misma energía de esa maldita...
—Esposa calma tu ira por favor
—...
Clara se quedo en silencio mientras hacia la misma muñeca divertida que su hija, Lautaro tenía un fuerte dolor de cabeza, muchas cosas estaban pasando y ahora no era momento para discusiones.
Sin embargo, ambos se pusieron serios cuando sintieron algo acercándose a la ciudad y la mirada de ambos se clavó en las dos sombras que aparecieron.
Clara tomó en sus brazos a Eria mientras estaba luchando con la intención de salir de su agarre, pero se quedo quieta al sentir una energía que en su opinión era repugnante.
...
Kevin caminando con Grey por la ciudad, sin embargo Kevin noto a un joven super delgado llorando en una esquina de la calle, mientras se acercaba pudo escuchar maldiciones.
—Mierda... mierda... mierda... ¿Qué voy hacer ahora...?
El hombre se limpiaba las lagrimas que parecían inminentes, Kevin pensó que este tipo era un fracasado y quería seguir de largo pero se percato que había una placa tirada a un lado, esa placa según la explicación de su madre daba a entender que eras un mercader, por lo que Kevin entendió que era un mercader fracasado y continuo caminando. Sin embargo otro pensamiento surgió y se dio cuenta que podría usar a ese fracasado para crear un imperio económico, una sonrisa sádica apareció en su rostro mientras pensaba como usar a este nuevo esclavo.
—Simplemente debería morir...
Kevin no era ignorante con este tema, habían cientos de historias sobre casas de comerciantes que se derrumbaban de la noche a la mañana debido a estafas, gastos astronómicos, robos, entre otras cosas pero nunca imagino conocer personalmente a un protagonista de esas historias.
—Ey... hola... señor... ¿señor?
Grey ladeo su cabeza a un lado al ver a su señor hablando con un desconocido, su voz entro en los oídos del hombre quien levanto la mirada y observo a una persona con una capucha pero con una niña semihumana a su lado.
Su mirada se hizo aun mas intensa y desesperada, en sus ojos enrojecidos por la ira deslumbro la placa de la familia Lloris y quiso saltar de alegría pero al ver el resto de la armadura vieja y oxidada su ira alcanzo un nuevo nivel de ira.
—¿Quien putas eres?
—¡!
—...
Grey se alarmo mientras que Kevin estaba sorprendido por la reacción de ese hombre.
—¿Señor, que le pasa? ¿tiene nombre?
—Mi nombre es Barry Yenom, ¿Quien eres tu?
Kevin sonrió un poco, su sonrisa era cálida a los ojos de los demás pero para Grey eso quería decir que su maestro tramaba algo.
Instintivamente Barry dio un paso atrás.
Al sentir una extraña atmosfera de parte de Kevin varios recuerdos desagradables aparecieron en su mente.
Codicia.
Avaricia.
Peligro.
Su corazón no pudo evitar temblar con miedo.
Estaba claro que incluso vendiendo su pequeño edificio no podría pagar sus deudas, por lo que la esclavitud seria algo inevitable.
Había anticipado volverse esclavo pero no tan rápido.
Miro de arriba a abajo a Kevin y no podía ver su cara, su cuerpo transmitía un aura oscura y una armadura desgastada típica de un mercenario vagabundo.
—¿?
Barry estaba pensativo, no quería abandonar la ultima pizca de dignidad, aunque degradada no era inhumana. Se ajusto las mangas y se sintió altamente observado lo que le puso la piel de gallina, inconscientemente se agarro el trasero.
—¡Maldito seas! La fecha de entrega del pago aun no ha llegado, regresa después maldito estúpido o porque no vas y te mueres hijo de puta...
—¿Eh? No estoy aquí para cobrar alguna deuda...
—¡¡Cállate!! aun así no he perdido nunca venderé mi cuerpo para pagarla...
—¿Perdón?
Kevin y Grey no podían seguir la línea de pensamientos de este hombre.
—Se leer y escribir como puedo ser un chico de compañía, aun no soy alguien desviado... aun... aun no...
—Estoy interesado en ti...
—¡!
—No hagas estupideces y escucha, quiero invertir en tu empresa comercial
—...¿De verdad?
El cerebro de Barry tembló, invertir en alguien que ya había fracaso quería decir dos cosas, una es un maldito rico que tira el dinero o dos, es un maldito estafador.
—Se que tienes dudas pero te ves con hambre de demostrar quien mandas, quiero que te vuelvas mi seguidor y nos volvamos ricos, niño puedo ver el futuro y nos esperan muchas cosas divertidas...
—...
—Niño... Ambos sabemos que el verdadero poder en este mundo no es la magia... Es el oro... mucho oro... A puesto que los hombres gordos y calvos que te estafaron se burlaron de ti hasta el cansancio... eres un perdedor, no tienes ningún valor en este mundo material. Yo te concederé la oportunidad de vengarte, solo inclina la cabeza ante mi... y las esposas e hijas de todos esos malditos se volverán tus esclavas... seran tus pertenencias
—...
La mirada de Barry vacilo un poco, escuchar todo eso era muy tentador.
Dejando de lado sus prejuicios, Barry sintió una sensación de familiaridad con este tipo, cada palabra que decía era un sentimiento guardado en lo profundo de su corazón, quería robar todo lo que sus enemigos poseyeran, quería todo.
Fue cuando Barry se permitió ver algo de esperanza, hace mucho tiempo que no podía ver a los ojos a las demás personas.
—¿Realmente quieres invertir en mi?
Su corazón palpitaba y no pudo evitar sentirse mal consigo mismo y se volvió a sujetar el trasero.
—Te apoyare, pero deberás demostrar resultados, si no me convences te matare y solo vere como un par de monedas de oro se pierden, en los negocios no se puede ganar siempre... pero yo siempre gano...
Barry miro con estrellas en los ojos a Kevin, este tipo si es un maestro de negocios, fue lo que pensó. Volvió a ver detenidamente a su maestro y no pudo evitar tener un poco de confianza.
No pudo evitar llorar, Kevin y Grey se miraron incomodos al ver a un hombre adulto llorar.
—Te daré doscientos cincuenta mil monedas de oro para que pagues todas tus deudas...
Barry sintió un golpe en el estomago al escuchar esa cifra exagerada.
—Esta bien te añadiré otros cincuenta mil por tu pequeño orgullo pero no mas...
—¡!
—Tenemos que hacer un contrato
—¿Perdón?
Kevin le dio un anillo de almacenamiento a Barry el cual estaba incrédulo.
—Gracias... De verdad, de verdad te agradezco, pensé en volverme esclavo pero ahora me arrodillo ante usted dándole mi lealtad trabajare como un burro hasta pagarle esta inversión y le juro que vera los resultados...
—Ven ya que estas tan agradecido hagamos un contrato
—¿A donde?
—No podemos hacer un contrato aquí en la calle, de por si, la gente te mira como un raro y a mi como el idiota que escucha al raro
Barry miro a los alrededores y se sintió incomodo, pero independientemente volvió a pensar en negocios, para el no importaba donde se escribiría el contrato, Kevin sujeto del brazo a Barry y le indico a Grey que lo siguiera, los tres se dirigieron a una tienda de magia.