Álvaro no tenía una respuesta clara, pero había una sospecha en su mente, haciéndolo sentirse incomodo.
Samara se sintió mucho más relajada después de que el salió, ella no sabía quién le había llamado ni que le había dicho y de repente, llego un mensaje del doctor Francisco.
Samara sonrió suavemente. Sin embargo, no responde al doctor Francisco y borro directamente este mensaje. Desde este momento, ella y el doctor Francisco no tendrían ninguna relación y no necesitaban ponerse en contacto, así que también elimino su número de teléfono.
Después de que hizo todo esto, Álvaro volvió. Estaba en la puerta y miraba a Samara en silencio, como si la estuviera estudiando y parecía que había otras expresiones en su cara. Samara levanto la cabeza y su mirada se encontró con la de Álvaro. La emoción complicada hizo que su corazón temblara ligeramente. Ella dejo rápidamente el teléfono.
Sin embargo, de repente noto que Álvaro no sabía que había hecho en este momento, así que no debía sentirse culpable. Samara se calmó y sonrió suavemente:
- ¿Qué pasa, señor Álvaro? ¿Hay algo en mi cara?
Álvaro miro su sonrisa hipócrita y entro.
- ¿Sabes que mi compañía ha sido atacada recientemente?
Al oír la pregunta repentina de Álvaro, Samara se quedó atónita por un momento, luego sonrió y dijo:
-Eres muy competente, ¿no? ¿te ha sido un problema ese pirata informático?
-Por supuesto que no, pero la identidad de este pirata informático es un poco especial. -Álvaro miro directamente a los ojos de Samara, su mirada era un poco fuerte.
Samara giro rápidamente la cabeza y le pregunto en voz baja:
- ¿Por qué es especial? ¿es tu amante?
- ¡Claro que no! ¿pero es un niño de cuatro años! -después de decirlo se acostó en la cama.
Samara sonrió y dijo:
- ¿Es una broma? ¿un niño de cuatro años es tu pirata informático? Es una broma sin duda.
-Deja que te enseñe algo. -Álvaro no discutió con ella y saco directamente su móvil y se lo entrego a Samara.
Como Samara estaba aburrida, lo cogió y abrió el video del móvil. El video mostraba la escena en que Eduardo estaba haciendo un juego para Adriano. Esos códigos desconocidos y gestos hábiles sorprendieron mucho a Samara.
¿Este era su hijo? ¿Su hijo sabia usar un ordenador? Después de la sorpresa se quedo confundida. Las palabras de Álvaro pasaron de repente por su mente.
Álvaro miro cuidadosamente la sorpresa en los ojos de Samara, parecía que esta mujer realmente no sabia que su hijo era un genio. De repente se sintió bastante bien por saber que Eduardo era un genio antes que ella. Álvaro sonrió suavemente.
- ¿Qué te sorprende? Has criado a este niño durante cuatro años. ¿no sabes que tiene mucha habilidad en este campo?
- ¡Es imposible! -Samara inconscientemente quería proteger a Eduardo. No importaba lo que fuera su hijo, los demás no tenían derecho a criticarlo.
Sin embargo, Álvaro no era consciente de esto.
- ¿Imposible? Aquí tengo otro video, ¿quieres verlo? -mientras hablaba, encontró el otro video y se lo entrego a Samara.
En el video, Eduardo entro en su oficina y uso su ordenador y esa hora del día coincidió con el tiempo de la filtración de los secretos del Grupo Ayala. A pesar de que Samara no quería admitirlo, o tenía más remedio que creerlo ahora.
Sabía que Álvaro había sido un genio desde pequeño, especialmente en el campo de la tecnología. Había ganado el mayor premio en la competencia de hacking a la edad de diecisiete años e incluso había diseñado su propio sistema de seguridad a la edad de dieciocho.
Si el no fuera el sucesor de la familia Ayala y si no estuviera a cargo de la familia, sus logros serian aun mas brillantes de lo que eran ahora. Sin embargo, Samara nunca había pensado que su hijo, Eduardo, realmente hubiera heredado sus dotes. Tenia solo cuatro años y ya poseía tal habilidad. Después de la sorpresa, Samara se calmó rápidamente.
- ¿Qué quieres hacer? -miro a Álvaro. Después de saber la identidad de Eduardo, Álvaro no le pregunto nada, no lo confirmo y no hizo daño a Eduardo. Ella pensó que se había vuelto más amable, pero no había pensado que quisiera hacer daño a su hijo en ese momento.
Al ver el odio y el disgusto en los ojos de Samara, Álvaro sabía que podría haber entendido mal. Pero ¿Qué iba a pasar si lo había malentendido? El objetivo de su regreso no era la aclaración de todas las cosas entre los dos, ¿no? Álvaro se sintió muy triste, pero dijo sonriendo:
-No quiero hacer nada. Lo sabes, si doy estos videos al departamento de investigación comercial, ¿Qué le pasara a Eduardo?
- ¡No puedes hacerlo! Es tu… -Samara casi revelo el secreto. Pero Álvaro quería saberlo.
De repente dio un paso adelante y agarro directamente la muñeca de Samara y le pregunto:
- ¿Qué es el para mí?
-Nada. Dime, ¿Cuál es tu propósito? ¿o que necesitas para perdonarlo? -en este momento, todo lo que Samara podía pensar era en proteger a su hijo. Ella absolutamente no permitiría que algo le pasara a Eduardo, aunque el niño lo había hecho para defenderla.
Álvaro se quedó un poco decepcionado. Incluso en un momento como este, ella todavía se negaba a decir algo. Ella sabia claramente que Eduardo era hijo de Álvaro, pero prefería aceptar su amenaza a decir la verdad. Álvaro se puso aún más triste.
Samara sintió que la atmosfera se había puesto extraña. Miro a Álvaro y pudo ver claramente la ira en sus ojos. Samara también lo miro con rabia. Álvaro sonrió, pero esa sonrisa era terrible.
-Si te haces mi amante, lo perdonare. -justo cuando Álvaro termino de decirlo, Samara levanto su mano.
- ¡Eres un desvergonzado! -desafortunadamente, antes de que su mano tocara la cara de Álvaro, fue agarrada por él.
- ¿Crees que permitiré que me golpees una segunda vez? ¡Samara, no tienes mas remedio si no quieres abandonara tu hijo! -las palabras de Álvaro eran crueles e indiferentes, al igual que hace cinco años.
Samara se puso instantaneamente furiosa. ¡Era totalmente um caradura! Después de fingir durante tanto tempo, finalmente revelo su naturaliza. Incluso sabiendo que Eduardo era su hijo, todavía no dejaría ira ella y al niño, ¿verdad? La ira de Samara aumentaba, pero dijo:
- ¿Y si no estoy de acuerdo?
Álvaro dejo su mano, dio dos pasos hacia atrás con una sonrisa y luego saco el teléfono para llamar a Josué frente a Samara.
-Josué, ve a la guardería para recoger a Eduardo y ve a la casa Ayala por que Adriano lo echa de menos. Nadie puede dejar que se vaya sin mi orden. -después de decirlo, Álvaro termino la llamada y dijo indiferente: -Te daré una hora para que lo pienses, si no puedes darme una respuesta satisfactoria después de una hora, escucharas la noticia de que se llevaran a tu hijo. Aunque solo tiene cuatro años y no puede ir a la cárcel, aun puede ir a un correccional de menores. He oído que los chicos menores ahí tienen unos diez años. ¿Qué le `pasara a un niño de cuatro años allí?
- ¡Álvaro, eres un hijo de puta! -Samara estaba completamente enfurecida. Quería pelear con Álvaro. Había tenido esa idea desde hace mucho tiempo. Desafortunadamente, su pierna estaba rota y no tenia fuerzas ahora. Antes de que pudiera levantarse, Álvaro ya la había sometido en la cama. Su aliento llego a su cara.
-Si quieres servirme ahora, a mí tampoco me importa. De todas formas, eres bonita, ¿no? -sonrió maliciosamente y sostuvo inconscientemente la cintura de Samara.
Samara solo sintió que su ira aumentaba. Quería patearlo, pero no tenia fuerza, por lo que solo podía insultarlo.
-Álvaro, eres un caradura. Nunca te he ofendido antes, ¿Por qué me tratas así?
-He dicho que te quiero. No te abandonare mientras te quiera. Samara. Te aconsejo que seas más inteligente. De lo contrario, sabes como soy, ¿no? -después de decirlo, Álvaro soltó a Samara y se retiró, como si el hombre diabólico de hace un momento no fuera el.
Samara no podía calmarse la rabia. ¿Cómo podía ser así? ¿Por qué estaba todo un caos? Pero, de todas formas, no podía ignorar la seguridad de Eduardo. Una persona tan cruel como Álvaro
no se preocupaba por la vida de su hijo cuando supo de su existencia, imagínate cinco años después.
¡Ella era demasiado estúpida! Creía que la libertad de Eduardo podría hacer que Álvaro tuviera un poco de lastima, pero olvido que una persona cruel iba a ser cruel para siempre. Samara lo miro con odio, deseando poder destrozarlo con su mirada. Desafortunadamente, Álvaro solo la miraba como si estuviera seguro del resultado.
- ¡Fuera de aquí! -Samara se sentía extremadamente enfadada.
Sin embargo, Álvaro sonrió maliciosamente y dijo:
-Esta habitación la he reservado yo. Para decirlo sin rodeos, esta es mi habitación.
-Entonces, ¿puedo salir? -Samara se levantó la manta obstinadamente y estaba a punto de levantarse de la cama. Álvaro entrecerró los ojos y rápidamente dio un paso adelante para detenerla.
- ¡Lo creas o no, en el momento en el que salgas de aquí, dejare a tu hijo fuera de tu vista y hare que nunca mas lo vuelvas a ver!
- ¡Hijo de puta! -Samara estaba tan enfadada que sus ojos se pusieron rojos. ¿Cómo podía este hombre ser tan cruel? Y justo en ese momento ella no podía hacer nada. Era difícil para Samara respirar en este estado. Cerro los ojos y se desmayó.