Los hombres que trabajaban bajo la dirección de Samara estaban observando en secreto y preparados para protegerlo si Álvaro quería hacerle algo a Eduardo. No obstante, los dos solo comieron y luego Eduardo salto del taburete y camino hacia la sala de Samara, por esto los hombres estaban confundidos.
Uno de ellos reacciono y llamo a Samara inmediatamente.
-Señorita, el señor Álvaro no hizo daño al señorito Eduardo. Los dos están caminando hacia su habitación.
Samara colgó el teléfono aturdida. Estaba mirando por la ventana pensativa, cuando Mayra volvió.
-Samara, ¿Qué pasa?
-Álvaro no hace nada con Eduardo. Se dice que es bastante amigable. Mayra, ¿Qué crees tu? -Samara no llegaba a resolver esta duda.
Mayra tampoco tenia ideas sobre este punto. Eduardo ya había regresado durante su charla.
-Mama, acabo de comer. ¿has comido bien? -la carita de Eduardo estaba enrojecida y Samara se conmovía mucho por su salud.
-Todavía no tengo hambre y no quiero comer ahora.
Mientras hablaban, Álvaro entro y coloco una caja de comida sobre la mesa.
-Es algo fácil de digerir y es lo que te gusta, puedes comerlo cuando quieras. -al terminar de hablar, Álvaro volvió a su camilla.
Samara sentía que ya no podía entender los actos de este hombre. Parecía que no lograba entenderlo después de volver a Ciudad H. Mayra salió con Eduardo cuan el medico entro para examinarlos.
El medico estaba examinando a Álvaro y Samara solo echo un vistazo. Parecía que su alergia aún no se había disipado, pero fingió no verlo y saco su teléfono para ver las noticias sin decir una palabra.
-Señor Álvaro, tome sus medicinas a tempo, ahora no es nada serio. Basta de acercarte a estas cosas en el futuro.
-Ya lo se. -Álvaro respondió con indiferencia.
El medico también examino a Samara y salió al ver que todo estaba bien con ella.
Samara hizo todo lo posible para ignorar el hecho de que había una persona más en la habitación. Saco el papel de dibujo, pensó en las ideas en su mente e intento dibujar. Pero no podía calmarse. Si bien no quería admitirlo, no podía tranquilizarse sintiendo que una mirada extra en el aire siempre estaba posada en ella. Dejo el pincel, tiro de la colcha y se acostó de espaldas a Álvaro. No quería hacerle caso, aunque no podía dormir.
Álvaro tenía mucho que decir, pero no podía decir nada. Le rechazaba demasiado. Cuando sonó el teléfono, Álvaro miro el numero en el identificador de llamadas, también miro a Samara y salió de la sala con el móvil en la mano.
Samara soltó un suspiro de alivio cuando salió. Estaba muy estresada por quedarse en la misma sala que él.
Era el doctor Francisco.
- ¿Cuál es el resultado? -le pregunto con un tono suave.
El doctor Francisco dijo en voz baja:
-Señor, el informe de identificación esta listo, efectivamente son la misma persona. El DNA coincide a la perfección.
- ¿No hay ningún error? -había adivinado que Samara era su mujer, pero en este momento, el corazón de Álvaro estaba incontrolablemente emocionado.
-Es absolutamente correcto. Lo garantizo con mi nombre. -considerando que el doctor Francisco había trabajado en la familia Ayala por muchos años, Álvaro naturalmente creía en él.
Después de colgar el teléfono, Álvaro tardo en calmarse. Deseaba abrazarla con fuerza y luego preguntarle qué había pasado hace cinco años. Sin embargo, cuando llego a la sala, vio la dolorosa apariencia de Samara a través del resquicio de la puerta.
Se acurruco y parecía que no era por causas de dolores en sus piernas. Goteaban gotas de sudor frio en su frente, revelando su cara pálida y aterradora. Sin embargo, ella no dijo ni una palabra y soporto sola
El corazón de Álvaro se contrajo de repente y se precipito rápidamente.
- ¿Qué pasa? ¿Dónde te duela? Voy a llamar al médico.
Samara agarro su mano al instante. Sus manos estaban tan frías que parecían no tener temperatura, pero estaban mojadas y cubiertas de sudor. Samara miro fríamente a Álvaro y dijo:
-No te molestes, es una enfermedad crónica. La aguanto y estaré bien.
- ¿Cómo vas a curar tu enfermedad solo con tu tolerancia? Deja de soportar más, ¡Voy a llamar al médico!
-Álvaro, ¿puedes dejar de entrometerte? -Samara se enfureció en seguida. Parecía que siempre estaba enfadada con él, incluso no podía controlar su temperamento cuando volvió a Ciudad H. Samara hizo todo lo posible para reprimir su furia y dijo en voz baja: -Solo tengo un calambre en el estómago. Estaré bien pronto, es inútil llamar al médico… no es patológico.
Álvaro vio claramente el odio en los ojos de Samara, por un momento incluso pensó que moriría por su mirada. Pero en solo unos segundos, su furia desapareció totalmente. No era la Samara que conocía. Samara era tan ingenua y romántica en el pasado que no tenía secretos con él. ¿Qué había pasado con ella?
Álvaro no pudo obtener una respuesta. Conocía el temperamento de Samara, siempre que no quisiera hablar sería inútil preguntar. Tiro de la manta y arropo a Samara, viendo que estaba mejor, le sirvió un vaso de agua y se la dio. Samara no la rechazo, se sentiría mejor del estómago después de beber unos sorbos. El momento siguiente fue silencioso.
Álvaro no pregunto nada y Samara no dijo nada, uno estaba de pie y el otro tumbado. Obviamente estaban cerca, pero parecían mas separado que nunca. El momento era incomodo, por fin Álvaro no pudo soportar más.
-Voy a dar un paseo. -se dio la vuelta y escucho un suspiro de alivio que emitió Samara ligeramente. Álvaro estaba muy incómodo.
Camino por el jardín del hospital sin destino, yendo y viniendo. Durante los últimos cinco años, vivía como un cadáver ambulante. Descubrió que se había enamorado de su mujer en el momento en que sabía que Samara había muerto en el incendio. Desafortunadamente era demasiado tarde.
Ahora ella había vuelto, pensó que dios le daba una oportunidad para volver a empezar, ¿pero por qué siempre sentía que Samara era tan diferente? Y su cara, ¿fue por el fuego que tuvo que someterse a una cirugía plástica? ¿Cómo puede un niño como Eduardo saber atacar documentos confidenciales? ¿podría ser que Samara le hubiera dicho que lo hiciera?
¿Volvió por venganza? ¿pero por qué? En aquel entonces, aunque quería envía a Samara al extranjero por causas seguras, no tenia otro significado. ¿Qué era lo que no sabía? Álvaro no podía convencerse en este momento y vio a Josué.
-Señor, hemos encontrado algo.
- ¿Qué es? -Álvaro estaba en caos, con el estado de animo pésimo. Por supuesto, su aura también estaba en mal estado.
Josué encogió el cuello y susurro:
-Averiguamos que Catalina murió de una enfermedad hace cinco años en Estados Unidos, pero este asunto fue suprimido. Aún más, unos días después, Catalina se recuperó y salió del hospital para ir al Grupo HJ de la familia López directamente a trabajar.
Álvaro entrecerró los ojos. Parecía que todo tenía que ver con Carlos López.
-Ve a investigar a Carlos López y a las personas cercanas a él.
-Ya lo he hecho. Carlos ha estado en la compañía central de Estados Unidos durante los últimos cinco años. No vuelve a la familia López con frecuencia, se dice que tuvo una hija
bastarda hace cinco años, pero nadie la ha visto. También no tiene buena salud y se queda en el hospital, nadie es capaz de verla… dicen que tiene buena relación con Catalina.
Álvaro se detuvo por el informe de Josué.
- ¿Averiguarte quien es la madre de la hija bastarda de Carlos?
-No he podido encontrarla, parece que es una niña que surgió de la nada. Pero esta ni9ña no cuenta con buena salud. Se dice que costo toda la fuerza de la familia López salvarla varias veces. Carlos admitió en público que es su hija. Sin embargo, no hay otros comentarios. No podemos encontrar nada más. -Josué estaba un poco desanimado.
Los ojos de Álvaro se hundieron un poco más.
-Ya veo. Continua con el seguimiento. Además, ¿Cómo va el asunto de solicitar las patentes sobre los secretos de la compañía?
-Ya lo hemos hecho. Casi todos los secretos filtrados han sido patentados y se concederán pronto. Si alguien los consigue… seria inútil. Pero el mayor proyecto ha sido patentado con antelación.
Álvaro frunció el ceño ligeramente por las palabras de Josué.
- ¿Qué proyecto?
-Plan LG -Josué supo que este plan se relacionaba con la venta anual del Grupo Ayala, pero el enemigo era demasiado astuto y estaba un paso por delante.
- ¿Quién es?
-Victor Ribeiro de la família Ribeiro.
Víctor siempre se oponía a Álvaro. Aunque pertenecía a una familia que era la segunda mas poderosa en Ciudad H y competía con Álvaro en su época estudiantil, jurando que debía superarlo, tras tantos años, siempre estaba por debajo de la familia Ayala. Actualmente contaba con una oportunidad muy buena, Víctor claramente no quería perderla.
Álvaro nunca pensó que la persona que se beneficiaría seria Víctor.
- ¿Has encontrado relaciones entre Víctor y nuestros hombres?
-No. -Josué hizo la investigación en el momento cuando recibía la noticia y concluyo que no había espías en el Grupo Ayala.
De repente, Álvaro tuvo un pensamiento fugaz y pregunto inconscientemente:
- ¿Has investigado la relación entre Catalina y Víctor?
Josué mostro una expresión vacilante, pero dijo en voz baja:
-No he descubierto nada entre ellos. Sin embargo, tomaron el mismo vuelo en el día que Catalina llego a Ciudad H.
Los ojos de Álvaro se hundieron un poco más. Al ver su expresión, Josué no estaba seguro si debía seguir preguntando sobre la investigación y estaba confundido.
Álvaro miro hacia la dirección de la sala, pensando en las acciones anormales que Samara había tomado desde que volvió y dijo en voz baja:
-Averígualo detalladamente.
- ¡Si! -Josué recibió la orden y se fue y Álvaro se sentía incomodo como si una gran roca le estuviera presionando el pecho.