La noche se hizo presente y a Neoshin regreso su protector, Osfer, tan pronto se dio la noticia de su retorno Condrac asistió a la sal de reuniones para verle regresar con su hermano pero en su lugar halló a Osfer por primera vez sentado en el trono pensativo y cabizbajo; Esto le toma por sorpresa y pregunta—: ¿Tendremos que luchar por él? —Osfer sonríe, le mira a los ojos cafés claros de Condrac y se deja ver nostalgia en los suyos un poco más oscuros— No entiendo, deja el silencio y dime que sucede Osfer. —Demanda Condrac alarmado a su hermano, a lo que contesta él—: El monstruo que creamos se comió a Oscar, Condrac. —Dejando libre sus sentimientos, brotan lágrimas de ambos. Condrac se hecha sobre el piso y comenta bajando su cabeza—: Fue mi culpa… Yo no debí reclamarle, al igual que a Tarena la codicia me ganó. —Hizo una pausa para levantar su cabeza y mientras se tomó de su larga cabellera negra—: Mi hermano sufrió mi castigo, Osfer, yo era quien debió haber muerto bajo la mano de Sórem. —Desconsolado Condrac rompe en llanto—.
Osfer se levantó de su trono con lágrimas, se posó a su derecha y le dijo—: No fue solo tuyo el error, no debimos haber querido más teniéndolo todo; recibí un mensaje de Eoser para unirnos a la defensa de su corona, le respondí que ahí estaríamos, prepararte para ello, no estaremos ahí por ataques engañosos, no estaremos ahí para solo defender la corona tampoco, estaremos para hacer valer la muerte de nuestro hermano, demostraremos que la familia vale oro. —Dicho esto con lágrimas en los ojos Osfer se propuso a dejar la sala cuando Condrac levantándose del piso preguntó—: ¿Incluiremos a Tarena? —Osfer en ese momento se detuvo y comentó de mal humor—: ¡De ningún modo!
En el campamento del círculo aún se hallaba Tárion, este estaba reunido con Legaldi y Regemwin en una carpa gigantesca, parecía que solo estaba ahí para reuniones.
— ¿Entonces el linaje de Eoser se perderá? —Pregunta Tárion a estos en tono de reclamo a lo que Regemwin contesta—: No exactamente. —Mirando a Legaldi— El linaje de Eoser desciende en tu apellido, los Orsvar, ahí hay ventaja, solo se tras diversa el apellido pero los genes son los mismos desde la Terus hasta Gerus, tu hermano menor. —A Legaldi parecía importarle poco el tema, pero a Tárion en cambio le interesaba mucho—: Entonces mi padre podrá ascender al trono en la confusión. —Comenta el chico y Legaldi le replica—: O cualquiera de sus hijos; en ese instante solo cuenta el linaje, si en un dado caso no hay, pues cualquiera podría tomarle. —Tárion se torna pensativo y comenta—: Si eso es cierto, Legaldi debería defender a mi padre para que él pueda ascender al trono sin problema alguno.
Legaldi no duda y se carcajea mientras Tárion lo mira con cara de sorprendido—: No defiendo, solo ataco, no quieres tener tu mejor arma en la reserva. —Tárion baja la cabeza y al ascenderla pregunta—: A propósito ¿Tu de que linaje eres? —Al oírlo de inmediato Legaldi se nota indiferente ante él y le comenta—: Mis movimientos no influyen en mi linaje pero si quieres ligarme a uno podría ser al ya extinto Rorkroff, o al de mis hermanos de madre… Los Lucemfer. —Die este mientras e mira las uñas de las manos y Tárion se sorprende un poco al saberlo, en cambio Regemwin ríe un poco silenciosamente y este lo nota, se le queda mirando fijamente y Regemwin comenta—: También puedes atribuirle al que está a punto de desaparecer… Los Celíce. —Legaldi gruñó al escuchar esto, pero Tárion quedó totalmente impactado a lo que vuelve Regemwin—: Él es el heredero legítimo del trono, solo que no quiere recamarlo.
—Tárion sorprendido preguntó—: ¿Por qué? —Legaldi muy serio contesta—: Soy el bastardo de los Lucemfer, siempre me críe bajo esa denominación, mi madre cuando se casó con Zasin ya estaba embarazada de mí, meses después nací y no influyó en su trato pero no pude ser nunca su primogénito, del lado de Eoser siempre ha sabido de mi e intentó acobijarme pero nunca he querido su piedad, hoy en día no quiero su corona, solo quiero… —Se detiene y pensativo reflexiona en silencio—.
Regemwin sonríe y un soldado llega diciendo—: El lord Terus de Avesic ha llegado. —A Tárion se extraña al oír eso mientras con una seña Regemwin avisa que le den paso.
Al pisar la sala Terus sonriente comenta—: Se cumplirá después de todo, Eoser promete dar lo que piden si otorgan más de tres mil quinientos hombres a su defensa. —Regemwin es quien toma la palabra riendo levemente—: Ahora no se ha vuelto un intercambio, aunque parece apetitoso, tenemos más información nada agradable que nos obliga a incluirnos del todo en esta batalla. —Terus es el que parece sorprendido y Tárion comenta—: Se aproxima una invasión tras el posible triunfo de Sórem. —Terus se sorprende aún más y pregunta—: ¿Quién y para qué invadirían Forsva? —Legaldi se aclara la garganta y expresa—: Esta tierra ha permanecido oculta por milenios, hasta hace un siglo tuvimos elfos y goles; en esta tierra hay objetos increíbles como la misma Daga del primer rey que se dice que ancla a alguien a este plano, por ella y muchas cosas más muchos desean invadir Forsvarer.
Terus se torna más serio y pregunta—: ¿Cuál será el plan entonces? —Legaldi vuelve a hacerse sentir colocando su pesada espada sobre la mesa—: Esto haremos; fuera del reino esperan millones de tropas, pero la batalla que importa es la que se librará aquí dentro, de ella dependerá la invasión. —Regemwin le mira y comenta—: Por eso incluimos nuestras fuerza en las de Sórem mediante Baren, para que sea seguro; mientras tú te mantendrás con Eoser, Legaldi y Tárion resguardaran la corona, al fallecer Eoser necesitaremos un líder momentáneo, ese serás tú Terus, quizás en el camino te encuentres con Baren. —Legaldi continua—: No dudes en quitarlo de en medio, luego de hacer esto solo restara presentarte; Al hacerlo yo bajare a la caja oculta a recoger lo prometido. —Regemwin mira a Tárion y comenta—: Su participación culmina ahí, Forsvarer será suya y de nosotros corresponderá ahuyentar la invasión. —Terus aceptando el plan comenta—: Siendo eso lo acordado, volveré a Avesic para partir en la mañana nuevamente a Loyal. —Legaldi cierra sus ojos y comenta—: Lo indicado seria salir hoy, estas tropas partirán al amanecer y necesitáremos que se dé aviso de esta para que no sea confundida con la de Sórem que si no me equivoco acaba de salir.
Al retirarse Terus después de tan intensa conversación hace seña a Tárion para que le siga, al hacerlo se dirigen a afuera y Terus le comenta—: Tu hermana se casará en 2 días y Helio en una semana, esto será algo que nos perderemos por el bien de ellos y todo el pueblo. —Tárion baja la cabeza y le expresa—: Creo que no me arrepentiré de faltar. —En ese instante arrojo un suspiro y se marchó con sonrisa en cara—.
En aquella oscuridad por aquellos caminos, solo él y su caballo se dirigieron a Avesic para en la mañana partir, mientras Baren en su travesía se unió a la campaña de Sórem; a aquella hora se reunió con su hermano en una tienda de campaña; dándole un abrazo fuerte Sórem le comentó—: cuanto te extrañé hermano, cuanta falta me has hecho en estos días, coméntame… ¿A dónde te envió nuestra madre? —Baren lo miró fijamente aun abrasado y comentó—: Cuanto te cambiaron estos últimos días hermano; estuve en Avesic… El oscuro bosque de Avesic con 15 hombres de protección. —Sórem le mira extrañado y de inmediato Baren continúa—: Nos atacaron, una extraña bestia, gracias al cielo no salimos heridos, pero se llevó nuestras provisiones.
—Sórem le acepta, se sirve un trago y dándole la espalda le comenta—: Me hace falta una mano Baren, Sandra ha tenido… Inconvenientes conmigo y no quiere serlo. —Baren sonriente en el aire tomó la palabra—: ¿Y mamá? —Preguntó a lo que le contestó cabizbajo Sórem—: Murió, se suicidó, ingirió veneno, los Lucemfer la obligaron a eso. —Baren se hecho sobre el piso colgando sus manos en la cabeza y dijo—: Por eso me envió lejos, no quería que le viera hacerlo. —Sórem se postró a su derecha y le colgó su mano en el hombro, mientras con la derecha sostenía su trago dijo—: Terminaré todo, exterminaré los Lucemfer, seré rey y gobernaré Forsvarer y tu estarás a mi lado hermano. —Baren borrando sus lágrimas se levantó y dijo—: ¡así será!