CAPÍTULO 10- Cambiar a alguien.
Yuki y Noel ya me avisaron que Iris, la ex esposa de Noel, salió de su casa.
Es momento de la parte 2 de mi plan.
Los humanos nos dejamos influenciar fácilmente por nuestros sentimientos, por eso somos fáciles de manipular.
Una mujer deprimida es más vulnerable… O eso creo… No soy psicólogo, no conozco mucho la naturaleza humana, pero tengo el conocimiento suficiente para saber qué hacer ante esta situación.
Es fácil manipular el comportamiento de alguien.
Iris es una alcohólica porque extraña a Noel, su primer amor.
Algo romántico, pero tóxico.
Eso ha afectado a su hija.
¿Cómo se resuelve este problema? Siendo sincero, no lo sé con exactitud, solo estoy improvisando un poco.
Me imaginé varios escenarios, y el que tiene mayores probabilidades de funcionar, es este.
—¿Qué? ¿Por qué subió el precio?
—No lo sé. Lo siento.
Ella ha tenido problemas económicos, es por eso que le molesta que el precio haya subido.
Esto es perfecto.
Me paré al lado de ella y dejé algo de dinero en el mostrador.
—Yo lo pagaré por usted, señorita.
—No necesito tu lástima.
—¿Lástima? Solo estaba siendo amable. Su hija está en mi clase, es por eso que trato de ayudarla.
—... ¿Cómo sabes que soy su madre?
—Mi difunto padre era amigo de Noel, la recuerdo porque él presumía la foto de su linda esposa. No ha cambiado, señorita Iris.
—... Gracias.
—De nada.
Después de pagar nuestros productos, ambos salimos de la tienda.
Me alejé de ella y comencé a caminar, sin decir una sola palabra.
—Oye.
Me detuve y volteé a verla.
—¿Qué pasa?
—Por favor, no le digas nada de esto a mi hija... No quiero que se entere de que no tengo dinero.
—No se preocupe, no le diré nada...
Sin terminar de hablar, me dirigí corriendo hacia ella y salté sobre ella.
Un auto se desvió de la calle y chocó contra la tienda. Si no la hubiera empujado, ella estaría muerta.
—¿Estás bien?
—¿Q-qué?
Me levanté y le ayudé a levantarse.
—Vaya... Eso estuvo cerca.
—¿Q-qué?
Ese choque fue demasiado fuerte... Pero creo que el conductor sigue vivo.
Ella acaba de experimentar algo que me gusta llamar: "La cercanía hacia la muerte".
Ella estuvo a punto de morir.
Está en shock... Sí, funcionó.
Paso número 2, listo.
—Por cierto... Tome.
Le ofrecí mucho dinero a Iris.
—¿P-por qué?
—Noel ayudó a mi familia en el pasado... Mis padres están muertos, es por eso que es mi deber regresarle el favor... Por favor, acepte el dinero.
Ella dudó un poco, pero como era demasiado, lo terminó tomando. Perfecto.
—Gracias... En serio, muchas gracias.
—De nada. Si necesita ayuda, por favor, no dude en pedirme ayuda. Será un placer ayudarla.
Le sonreí... Sí... Esta sonrisa funcionará.
Supongo.
—... ¿P-puedo saber tu nombre?
—Saik, me llamo Saik. Es un placer.
Ya debo irme.
Si me quedo más tiempo, el plan se retrasará.
—Señorita Iris, debo irme, dejé algo en la estufa y no quiero que se queme. Fue un gusto conocerla. Adiós.
Me alejé de ella y suspiré.
Bueno... Está todo listo
Ahora iré a casa.
•
•
Iris vio a Saik irse y observó el dinero.
—... Es amable... Muy amable.
Dos fantasmas de ancianas aparecieron detrás de ella y sus auras eran negras.
Fantasmas corrompidos por los sentimientos negativos de los humanos.
—Adicción.
—Despreocupación.
—Una mala madre.
—Me da asco.
—No merece vivir.
Se acercaron demasiado a ella y comenzaron a susurrarle en los oídos.
—No mereces que ese chico te ayude.
—¿No tienes vergüenza?
—Das asco.
—Eres una vergüenza para tu hija.
—No mereces vivir.
—Hazle un favor a la sociedad y salta de un edificio.
—Nadie te extrañará.
—Ni siquiera tu propia hija.
Iris no las escuchaba, pero comenzó a sentirse mal y comenzó a llorar.
—No merezco su ayuda.
•
•
Entré a mi casa y Yuki se acercó furiosa hacia mí.
—¡¿Por qué no me dejaste salir?! ¡Quería ir contigo!
—Lo siento, pero toma esto como disculpa.
Le ofrecí la bolsa que tenía en la mano. Bolsa que estaba llena de dulces y chocolates.
—¡Yupi! ¡Acepto tus disculpas!
Ella tomó la bolsa muy feliz y Noel se acercó a mí.
—¿Cómo te fue?
—Todo salió como lo planeé. Según mis cálculos, en 9 o 12 días podré seguir con el plan.
—G-genial... Wow... Eres increíble.
—Gracias.
Si conociera mis métodos, no pensaría lo mismo.