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Chapter 13 - CAPÍTULO 12- La mentalidad de una viuda. Parte 2.

CAPÍTULO 12- La mentalidad de una viuda. Parte 2.

El acoso escolar es un grave problema… Eso creo… Según mis investigaciones, es un problema.

Yo no debo preocuparme por eso. Si alguien intenta burlarse o meterse conmigo, no me quedaré callado. Me defenderé, sin importar el género o la edad que tenga la persona.

Y si veo que alguien sufre de acoso escolar, sinceramente, no me importaría. Mientras no me afecte a mí, no me debe importar.

¿Por qué debería importarme lo que les pase a otras personas? Solo debe importarme lo que me pase a mí.

Un pensamiento que las personas considerarían cruel, pero no me importa.

—¡Por favor, ayuda a Sylphie!

Ah, Yuki. Lo siento, pero no quiero.

—Fufu. Nada mal. Con esto podré comprar ese lindo llavero que vi en el centro comercial.

Tres chicas están molestando a Sylphie en la azotea.

Le quitaron el dinero... Y Sylphie está llorando.

Sinceramente, sigue sin importarme.

Si le ayudo, no madurará. Debe aprender a defenderse sola y no depender siempre de los demás.

—¡Deja de llorar!

Le dieron una cachetada... Wow. Las chicas dan demasiado miedo.

Creo que no quiero conseguir novia después de todo.

—¡Por favor, debes ayudarla, Saik! ¡No te quedes sin hacer nada!

No es mi problema, es el suyo. Debe resolverlo sola. No me afecta nada.

—¡Si no la ayudas, Noel no te ayudará a estudiar!

Él y yo tenemos un trato, y debe cumplirlo.

Yo le ayudo con el problema de su esposa y él me ayuda a estudiar.

Su hija no está dentro de ese trato.

—¡Y si no la ayudas, nunca te ayudaré a hacer trampa!

—... Ah, está bien.

Ya me afectó, debo intervenir.

Todavía necesito la ayuda de Yuki.

La puerta estaba abierta, así que solamente me dirigí hacia ellas con pasos normales.

—Chicas, devuelvan el dinero, por favor. Robar es ilegal.

Soy un poco hipócrita, he hecho cosas peores... Bah, no importa.

—¿Eh? ¿Por qué?

—¿Qué harás si no queremos?

—¿Golpearnos?

Esta escuela es de élite, es decir, es para personas inteligentes o ricas.

Ellas no se ven inteligentes, seguramente son ricas.

Solo le quitan el dinero a Sylphie para humillarla... Ah, patético.

—¿Qué haré? Mmm... Sí. Creo que las golpearé.

Una de ellas se acercó demasiado a mí.

—¡Quiero ver que lo intentes...!

No dejé que terminara de hablar y le di un fuerte golpe en el estómago, que le sacó el aire y cayó de rodillas.

—¿Es suficiente?

—¡Ninda!

Las otras dos chicas le ayudaron a ponerse de pie y bostecé.

—Última advertencia, devuelvan el dinero.

Levanté mi puño.

—¿O quieren resolverlo con violencia?

—¡N-no será necesario!

Una de ellas dejó el dinero en el suelo.

—¿Es todo, Sylphie?

—... S-sí...

Está diciendo la verdad. Bien, mi trabajo terminó.

—Oh, por cierto. Si intentan aprovecharse de Sylphie, podrían perder uno o dos dientes.

—E-estás loco.

—Vámonos.

Las tres se fueron y estiré los brazos.

Ah... Quería evitar esto, pero Yuki no me dejará tranquilo si no ayudo a Sylphie.

Ahora tengo que resolver este problema.

Qué flojera.

—Tengo hambre.

Me alejé de Sylphie, me senté en el suelo y comencé a comer mi comida.

—¡Estuviste increíble, Saik! ¡Sabía que eras genial! ¡Golpeaste a una chica sin dudarlo!

... ¿No es normal golpear a una chica?

Nunca me importó el género de mis enemigos, siempre los golpeaba sin importar el género o la edad.

¿En esta ciudad no es normal que un hombre golpeé a una mujer?

Después investigo.

—¡Huele delicioso! ¡Dame, dame!

Yuki cerró los ojos y abrió la boca.

¿En serio quiere que la alimente?

No es mi deber hacerlo.

Ella tiene manos, ella puede comer sola... Ah...

Ya recordé... Creo que es normal que el hermano mayor alimente a su hermana menor cuando la madre está ocupada.

Yuki me considera su hermano mayor, por eso quiere que la alimente... La naturaleza humana es rara.

Sylphie está recogiendo su dinero, no me está viendo.

Tomé una albóndiga y se la metí en la boca a Yuki.

—¡Hmmmmmh! ¡Delicioso, Saik! ¡Te volviste increíble cocinando!

—Gracias.

Creo que ya me acostumbré a hablar bajo.

—M-muchas gracias por... ayudarme.

Levanté la mirada y miré a Sylphie.

Si quiero que Yuki me siga ayudando, debo ayudar a Sylphie.

Ella es una chica tímida y solitaria.

Tiene baja autoestima... ¿Depresión?

Considerando su pasado, es muy probable.

Fue víctima de acoso escolar y su madre es una alcohólica.

Es obvio que tiene problemas.

¿Cómo ayudar a una persona así? Sinceramente, no lo sé... Pero como siempre, voy a improvisar.

—De nada. Odio a las personas que se aprovechan de otros.

Aunque, siendo sincero, no me importa.

—G-gracias por tu ayuda.

—... De nada.

Otra vez me agradeció... Está temblando un poco y desvía la mirada.

Quiere decir otra cosa, pero no se atreve.

Mmm... Creo que tengo una teoría.

Noel me dijo que su hija no tiene amigos y no se atreve a socializar.

Lo más probable es que quiera que yo sea su amigo... Supongo.

Ella es una chica solitaria, pero su padre me dijo que ella quiere tener amigos.

Conseguir amigos será un gran paso para ella.

Si quiero que su autoestima mejore, debo conseguir que ella me considere un amigo.

—Supongo que ambos somos iguales, ¿verdad?

—¿I-iguales?

—Me refiero a ser solitarios. No tuvimos suerte el primer día de clases y nos quedamos excluidos... En mi caso, fue porque me dio flojera socializar. ¿Tú tuviste suerte? ¿Ayer hiciste algún amigo?

—... No... No tuve suerte.

—Ya veo... Para no reprobar, debes socializar, pues siempre hay proyectos en equipo... O al menos así fue en mi secundaria... ¿Te gustaría ser mi amiga? No tengo amigos.

—...

Ella se quedó en silencio por unos segundos.

Ese es un largo silencio... Pero puedo sentir su nerviosismo con solo verla.

—S-sí... G-gracias.

—... Vaya... Es la primera vez que tengo un amigo... ¿Y qué hacen los amigos?

—S-supongo que... ¿Comer juntos?

—Ya veo... Tiene sentido... ¿Te gustaría comer conmigo?

Sylphie asintió y se sentó al lado de mí.

Juzgando por su comida, es muy buena cocinando.

Dudo que su madre lo haya hecho... Aprendió a ser independiente a muy corta edad... Debo admitir que es algo admirable.

—Saik... ¡Felicidades! ¡Conseguiste un nuevo amigo!

Aunque no considero a Sylphie una amiga.

Solo hago esto para que Yuki no me amenace con no ayudarme.

Y si Sylphie me considera un amigo, Yuki dejará de molestarme con la estúpida idea de conseguirme amigos.

—S-Saik... ¿Q-quieres un poco?

... Wow... Me ofreció un poco de su comida.

Debió esforzarse mucho para decirlo.

Quiere agradecerme por ayudarla... Siendo sincero, no me gusta comer comida de otros, pero debo hacerlo.

—Sí. Gracias.

Tomé algunas verduras.

No tomé nada de carne para no parecer un hambriento.

Ahora debo hacer lo mismo.

—¿Quieres de mis albóndigas?

—S-sí... G-gracias.

Ella tomó una y se la comió.

—Wow... E-está deliciosa. Tu madre cocina muy bien.

—... Yo las hice.

—Oh... Cocinas muy bien. ¿Q-quién te enseñó? ¿Tu madre?

—... No... Mi madre murió... Y mi padre también... Vivo solo. Tuve que aprender a cocinar. Me costó mucho trabajo y esfuerzo, pero logré aprender a cocinar muy bien. Aunque me sigue dando flojera levantarme temprano para preparar mi comida. Ser un chico flojo tiene sus desventajas.

—... L-lo siento... No debí mencionarlo.

—¿Eh? ¿Por qué?

—No quise que te... sintieras triste.

—¿Eh? Ah, no te preocupes, no me siento triste. Ya superé las muertes de mis padres. Mis padres se sentirían tristes si vivo mi vida triste. Para honrar sus memorias, lo que debo hacer es disfrutar la vida que me dieron. Vivir en el pasado no nos dejaría disfrutar del presente. ¿No piensas lo mismo?

—... ¿No pensar en el pasado...? Sí... Tienes razón.

Después de eso, comenzamos a hablar sobre lo que nos gusta hacer y lo que no nos gusta.

Hablar con ella me hizo darme cuenta de su personalidad y su manera de pensar.

Y gracias a eso, ya sé lo que haré con su madre.

Sylphie es una buena persona, amable y sincera.

Me recuerda a Yuki, solo que Yuki es más energética y Sylphie es más tranquila.

Tenemos mucho en común... Supongo que ser su amigo no será tan malo como pensaba, pero debo asegurarme de que no sea dependiente de mí.

Debo ayudarla a mejorar su autoestima y que sea capaz de sobrevivir sin mi ayuda.

No siempre podré ayudarla... Debo dejar en claro eso.

La hora del descanso terminó.

—Debemos regresar al salón de clases.

—S-sí.

Fue un buen avance con Sylphie.

Yuki dejará de molestarme por un tiempo, así que estoy satisfecho.